Solución al problema de la sangre de mataderos

La sangre es un subproducto común de la industria cárnica, que se obtiene en grandes volúmenes, especialmente en mataderos industriales. Aproximadamente 1,500 millones de cerdos fueron procesados en todo el mundo para su carne en 2018. El suministro de sangre disponible anual supera los 4,5 millones de toneladas en todo el mundo. Teniendo en cuenta un contenido típico de proteínas de alrededor del 18%, se podrían producir 810.000 toneladas de proteína en todo el mundo.

A pesar de la importancia de esta suma, casi toda la sangre recolectada se desaprovecha. La razón radica en la falta de instalaciones en los mataderos para recolectar y manejar la sangre adecuadamente. Por lo tanto, un alto porcentaje de la cantidad de proteína mencionada anteriormente se convierte en un desperdicio, lo que requiere costosos tratamientos de descontaminación y grandes cantidades de agua. Por otro lado, la recolección de sangre en la mayoría de los mataderos donde se considera un subproducto se lleva a cabo junto con otros subproductos, tratados de manera inespecífica en grandes digestores. Este proceso evita parte de los costos de eliminación porque excluye los tratamientos de descontaminación, pero el producto final obtenido no tiene un valor agregado notable y la posibilidad de valorización permanece sin explotar.

Con las tecnologías actuales disponibles en el mercado, solo alrededor del 35% de la proteína contenida en la sangre puede recuperarse como un subproducto de valor agregado. Con nuestra innovadora planta de procesamiento, el 100% del contenido de proteína puede recuperarse de la sangre de los animales y convertirse en un producto de alto valor agregado: la proteína decolorada.

El proceso llamado GOLD PROTEIN introducirá en el mercado una solución que no solo convierte toda la sangre técnica e higiénica (plasma y fracción globular) en un producto de alto valor agregado (proteína decolorada), sino que, evita el deterioro microbiano después del procesamiento de la sangre. Además, produciremos un 100% de proteína de carne que puede sustituir a las proteínas actuales basadas en plantas (soja, etc.), y las proteínas derivadas de la leche, proporcionando un producto no alergénico con un alto valor agregado de proteína. Somos los únicos en el mundo que hemos conseguido obtener una proteína de sangre de alta digestibilidad, rica en hierro y decolorada, gracias a nuestro procedimiento patentado que produce la lisis del grupo interno hemo de la sangre. Hasta ahora se venía obteniendo plasma y harina de sangre. que contiene gran parte de la proteína de la sangre, pero a causa de su color, el flavor a sangre y su baja digestibilidad no se aprovecha como aporte proteico en alimentación.

Este proceso presenta ventajas significativas frente a las soluciones competitivas de procesamiento de sangre, ya que tiene un menor costo de producción de un producto de alto valor agregado, y los costos asociados iniciales y operativos de la planta de procesamiento son mucho más bajos. Además, la proteína obtenida se puede vender a un precio más bajo que el plasma en polvo, tiene un contenido de proteína del 96.29% (mientras que el plasma seco y los glóbulos rojos secos contienen solo el 74% y el 86% de proteína respectivamente), tiene la digestibilidad más alta de mercado (99,85% del contenido de proteína digestible), tiene un contenido mucho mayor de hierro (2,200ppm) que el polvo de plasma (55ppm), no tiene riesgos bacteriológicos (ya que no es una materia prima) y tiene una alta usabilidad ( ya que tiene un color amarillo suave y no causa cambios de sabor).

Actualmente la tasa de crecimiento demográfico y el incremento del consumo de proteína animal, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo trae como consecuencia un déficit de proteína en el mundo. Paralelamente ya se refleja un aumento esperado de consumo de carne en países en desarrollo de hasta 37 kg anuales per cápita en 2030. Producir más carne implica un incremento de la demanda de alimentos para animales, una tendencia que afecta de manera importante al medio ambiente. Las necesidades de proteína, junto con el coste medioambiental de la producción de animales de carne, hacen que no nos podamos permitir derrochar la proteína de alto valor biológico que contiene la sangre derivada del sacrificio de estos animales.

La organización de las naciones unidas para la alimentación y la agricultura (FAO) ha estimado que para 2050 la demanda de alimento crecerá un 50% y que entre 2020 y 2050 la producción de proteína animal crecerá un 1,7% al año, con producción de carne previsto alcanzar cerca de un 70%.

En los mataderos industriales se genera gran cantidad de sangre. La mitad del volumen de sangre de un animal sacrificado permanece en la carne y órganos internos, pero la otra mitad se puede recuperar a través del desangrado. De acuerdo a FAOSTAT 2017 aproximadamente 1.500 millones de cerdos de cerdos para carne fueron procesados en el mundo, de estos 309 millones de cerdos sólo en Europa, vacunos 45 millones. Si consideramos que 3 litros de sangre pueden ser recogidos por cada cerdo y unos diez litros de cada ternera, la sangre disponible puede suponer 1,37 millones de toneladas de sangre en Europa. Considerando un contenido medio de proteína alrededor del 18%, este volumen de sangre es equivalente a 246.000 toneladas de proteína aproximadamente (166.320 toneladas a partir sólo de sangre de cerdo), lo que representa entre el 5 y el 8% del rendimiento en proteína obtenida a partir de animales sacrificados.

Desgraciadamente, el interés por explotar la potencialidad de la sangre como fuente de proteína ha sido bastante limitado. Durante mucho tiempo se ha estado considerando y tratando la sangre como un residuo, por lo que la principal preocupación se ha centrado en su eliminación. Sin embargo, por el volumen que se genera y por su composición, la sangre no puede ser vertida directamente a los sistemas de drenaje de los mataderos de ganado sin haberla sometido previamente a costosos tratamientos para reducir su carga contaminante. El tratamiento que se ha venido aplicando, como alternativa, ha consistido en procesar inespecíficamente la sangre en grandes digestores, junto con otros subproductos orgánicos; pero obteniendo un producto sin mucho o ningún valor añadido y, por supuesto, dejando sin explotar las posibilidades de valorización.

La sangre es un subproducto natural de la industria de la carne que permite obtener una gran variedad de ingredientes alimentarios. incorporar sangre o hemoderivados sólo representa la adición de un ingrediente que ya está presente de manera natural en la carne.

Por otra parte, cabe señalar también que las proteínas de la sangre no presentan potencial alergénico; por lo que pueden ser una alternativa competitiva a algunos de los ingredientes utilizados en la formulación de muchos alimentos, como son las proteínas de trigo, soja, huevos o leche, responsables de las alergias alimentarias más comunes.

La proteína obtenida de este tipo de procesoposibilita la valorización dentro de la propia industria alimentaria con un alto grado de innovación que hace que un subproducto, que podría ser considerado un residuo, sea utilizado como materia prima susceptible de ser transformada en productos comestibles y deseables por los consumidores, siendo además una fuente excelente de nutrientes tales como aminoácidos esenciales, minerales y vitaminas.

 
          Fig. Vistas de microscopio de la proteína decolorada y de hierro disponible (extraído con imán)

En el proceso Utilizamos una formula patentada durante la exsanguinación que mantiene la sangre estéril y estable sin necesidad de aplicar frío durante la recogida y el almacenamiento, conservándola durante meses a temperatura ambiente.

Hasta ahora el uso de la sangre de animales presenta varios inconvenientes en la recogida, esterilización y decoloración.

La planta de procesamiento (Gold Protein) resuelve todos estos problemas:

5.- En nuestro proceso casi no se genera sangre zootécnica (99% de la sangre en convertida en proteína; 35% en las soluciones disponibles actualmente), reduciendo así los altos costes de tratamiento de desechos. (se produce un 50% menos de desechos)

Además, el más importante asunto medioambiental asociado con las operaciones de los mataderos son típicamente el consumo de agua, emisiones al agua de fluidos con alto contenido orgánico, y la energía consumida asociada con la refrigeración y calor del agua (esto puede constituir 45-90% del total de la electricidad consumida).

El proceso reducirá significativamente el impacto medioambiental ya que no necesita instalaciones de refrigeración y/o calor, casi no genera sangre zootécnica y reutiliza el total de agua generada de proceso que conteniendo niveles detectables de cloruro sódico y sulfato sódico puede ser fácilmente purificada en planta de tratamiento de agua incluida en la planta de proceso, antes de ser devuelta a la cabecera de fabricación.