La existencia de micotoxinas en los cereales y en el producto terminado está sujeta a las condiciones medioambientales, métodos de procesamiento o producción y almacenamiento. Durante el cultivo, diversos factores pueden contribuir a la formación de estos metabolitos, principalmente aquellos relacionados a las condiciones climáticas como de clima tropical y subtropical.
Hay dos géneros fúngicos de mayor destaque en la avicultura debido a la relevancia de las micotoxinas que producen: Aspergillus, con producción de aflatoxinas, y Fusarium, con producción de fumonisinas, deoxinivalenol y zearalenona. En el género Fusarium, también se destacan el diacetoxiscirpenol y las toxinas T-2 y HT-2 que, aunque con efectos significativos, tienen una baja prevalencia en las materias primas analizadas.
Los efectos de las aflatoxinas en pollos de corte son bastante reportados en la literatura científica, siendo los más dañinos demostrados en la fase inicial (1-21 días). La ingestión de esas toxinas aliada a otros factores puede determinar la ampliación de los efectos, disminuyendo drásticamente el desempeño de los animales. Además de impactos en parámetros zootécnicos, se observan alteraciones en órganos internos, tales como: aumento de hígado, bazo y riñones, y disminución de bursa y timo. En las aves de postura, los efectos más significativos están asociados con caída en la producción y reducción en el tamaño de los huevos.
La toxina T-2 y el diacetoxiscirpenol tienen como características la presencia de lesiones orales, perjudicando el rendimiento y determinando alteraciones sanguíneas y neurotoxicidad. La lesión oral más comúnmente observada en matrices y ponedoras comerciales intoxicadas con diacetoxiscirpenol es la necrosis de la punta de la lengua. Sin embargo, estas lesiones también pueden acometer pollos de corte. Por otro lado, las lesiones generalmente encontradas en casos de intoxicación por la toxina T-2 son erosiones y/o ulceraciones en el paladar y en la comisura del pico.
Altas concentraciones de fumonisinas también pueden ser tóxicas para los pollos de corte en la fase inicial. El mecanismo de acción de estas toxinas está relacionado con el bloqueo en la síntesis de los esfingolípidos, sustancia importante para la integridad de la membrana celular y el transporte iónico a través de las células. Los principales signos clínicos son reducción en el rendimiento, ascitis, edema y congestión renal, diarrea, aumento del peso relativo del hígado y aumentode la mortalidad.
En cuanto a la zearalenona, las concentraciones normalmente encontradas en las raciones comerciales no son suficientes para causar alteraciones en el consumo alimentario, aumento de peso, producción o calidad de huevos, ni en parámetros bioquímicos y hematológicos, aspecto micro y macroscópico de los tejidos y en el comportamiento de las aves. Por lo tanto, a no ser en altas concentraciones, las aves no se ven afectadas por la ingestión de zearalenona. La Figura 1 muestra las principales micotoxinas que afectan el rendimiento de las aves, junto con el nivel de riesgo que representa cada una.
Figura 1 – Riesgo de las principales micotoxinas que afectan el desempeño de las aves.
La ocurrencia de una o más toxinas, sumada a diferencias en las concentraciones de múltiples micotoxinas en las dietas de las aves, implica el uso de un sistema planificado para acciones preventivas y, si es necesario, intervenciones con el objetivo de reducción de los impactos económicos. Las estrategias deben basarse en un conjunto de factores, como un sistema de muestreo adecuado, análisis de las materias primas, interpretación de las informaciones y, finalmente, las decisiones de control.
Así, el monitoreo de los ingredientes que componen las dietas destinadas a la industria avícola es de extrema importancia. Para ayudar en el control de estos ingredientes, actualmente se puede contar con la tecnología por infrarrojo cercano. O Near Infrared spectroscopy, o NIR, es una herramienta precisa que emite radiación electromagnética. Esta metodología tiene como principales ventajas la fácil preparación de las muestras, la no utilización de productos químicos, la simple operatividad y, principalmente, la gran rapidez en la obtención del resultado. Es una tecnología limpia y que trae beneficios para el productor y para la salud de las aves, pues posibilita la toma de decisión en tiempo real.