Introducción.

Los ácidos grasos insaturados de cadena larga (AGI) como el linoleico (n-6, LA) y docosahexaenoico (n-3, DHA) contribuyen a la salud^1,2,3, razón por la que hay una demanda de productos enriquecidos con AGI. En este trabajo se midió el crecimiento de cerdos alimentados con AGI y su secuela en calidad de carne.

Material y métodos.

El experimento se condujo con la progenie (N=124) de 12 cerdas alimentadas con dos Tratamientos (TRT) a partir del d80 de gestación, hasta lactación, por la adición de 2.2% de grasa a las dietas durante el último tercio de gestación y 4.1% en lactación. Los ácidos grasos saturados (AGS) provinieron de sebo, una relación n6:n3=13.5:1 y los AGI, de aceite de cártamo (94.8%) y una fuente de DHA de algas marinas (LG-Max®, Alltech México, 23% DHA) con una relación n6:n3=5:1.

Los lechones se alimentaron con el mismo patrón de grasas que sus madres hasta el d76±1.0 de vida cuando, en un segundo experimento los lechones se aleatorizaron individualmente a 4 TRT, producto del arreglo factorial por el uso previo de AGS o AGI y de los mismos a partir del d76: 1) AGS-AGS; 2) AGS-AGI; 3) AGI-AGS y 4) AGI-AGI. Con un 2% de grasa adicionada a las dietas, estos TRT se siguieron hasta el d174 de edad, pero durante los últimos 28d con AGI, la relación n6:n3 fue de 1:1. Del nacimiento al d76 se tuvieron 6 unidades experimentales (UE), camadas, por TRT; del d76 en adelante, se tuvieron un mínimo de 29 UE (alojamiento individual)/TRT.

En ambos experimentos, se midió el consumo diario de alimento (CDA), la ganancia diaria de peso (GDP), la eficiencia alimenticia (GxC) y, durante finalización, el desarrollo de grasa y del músculo largo dorsal con técnicas de ultrasonografía en tiempo real. La cosecha fue al d174 (120±9.3 kg).

Se tomaron muestras de las grasas: dorsal (GD), de la pierna (GP), del tocino (GT) y del unto (UN) para los cambios en composición y estabilidad oxidativa (EO) con TBARS, índice de yodo (IY) y punto de fusión (PF). Los datos se analizaron para un Modelo Completamente al Azar, camadas hasta el d76 e individualmente del d76 al sacrificio, con los procedimientos GLM, MIXED y UNIVARIATE de SAS®.

Resultados y discusión.

Hasta el d76 de vida la GDP fue mayor con AGS (P<0.02; EEM=0.012; AGS=0.35 vs. AGI=0.31 kg); es posible que se haya desafiado con AGI la EO⁴. Sin embargo, a partir del d76 no se encontraron diferencias en el comportamiento productivo (P>0.15: CDA=2.85±0.669 y GDP=0.96±0.080). En la GT, TBARS sugiere mayor (P<0.001) oxidación lipídica con el TRT AGI-AGI (2.95±0.428 mg MDA/kg) vs. AGS-AGI=2.28±0.634, AGS-AGS=1.69±0.653 y AGI-AGS=1.29±0.536 mg MDA/kg. El mismo comportamiento se observó con él UN (P<0.001): AGI-AGI (3.54±0.463 mg MDA/kg) vs. AGS-AGI=2.62±0.398, AGS-AGS=1.61±0.394 y AGI-AGS=1.36±0.849 mg MDA/kg y, en general, los efectos en TBARS fueron similares en todas las grasas, coincidiendo con el IY y el PF. El efecto en oxidación lipídica se observó particularmente cuando se usaron los AGI en crecimiento y finalización, pero el uso previo (del nacimiento al d76) potenció el efecto (interacción, P<0.002).

Conclusiones.

El tipo de grasas en la dieta influye en la composición corporal, pero sus efectos serán evidentes en función del tiempo de suplementación. La susceptibilidad al estrés oxidativo pudo manifestarse en el comportamiento productivo durante el crecimiento temprano. El seguimiento de los IY y PF podrían ayudar a prevenir el estrés oxidativo.

Referencias.

¹Rodríguez-Cruz, M. et al., 2005. Rev. Invest. Clínica, 57(3):457-472.;

²Wilkinson, SJ. et al., 2014. Anim. Prod. Sci. 54:329-338.;

³Palmquist D.L. 2009. Prof. Anim. Scientist, 25:207-249.

⁴Valdés JC. et al., 2015. XVII Congr. Bienal AMENA