Teniendo en cuenta que la Salmonella entérica es una de las mas importantes enfermedades de transmisión alimentaria para los humanos y por ende la importancia en buscar fármacos que permitan su control, para minimizar las zoonosis. La Neomicina se convierte en una muy buena alternativa terapéutica para el tratamiento de enfermedad entérica asociada a E. Coli y Salmonella.
El uso irracional de medicamentos como promotores de crecimiento y su reciente prohibición (colistina), han permitido a estos agentes patógenos expresar toda su patogénesis, siendo aun mas grave la presentación de portadores asintomáticos, que excretan la bacteria e incrementan la presión de infección en las líneas de producción, con altas perdidas económicas asociadas a disminución de la ganancia diaria de peso y el aumento de la conversión alimenticia.
La Salmonella es una bacteria que tiene una gran capacidad adaptativa a situaciones hostiles y adquieren resistencia antibiótica rápidamente, por tal motivo la Neomicina que es un fármaco que cuando se suministra vía oral en el alimento, tiene la cualidad de pasar inalterado por el lumen intestinal, controlando estos agentes bacterianos sin ser metabolizado, esto le da la virtud de no generar resistencias bacterianas.
Hay que diferenciar la infección enterica en granja y la contaminación de la carne en matadero o área de despiece.
Es imposible que la carne llegue contaminada con Salmonela o E. coli. En ese caso habría abcesos piogenos.
Hay muchos estudios que demuestran que los patógenos de granja son diferentes a los que se aíslan en carne.
Todos los casos de carne contaminada con cualquier bacteria debe ser tratada como deficiente higiene en el procesamiento.
El problema es que, en general, la resistencia a la Neomicina, por parte de E.coli y Salmonella, es alta. Monitoreos de antibiograma se hacen necessarios.
Lo ideal aún es mejorar la microbiota de los lechones, con atención a los manejos de biosseguridad, consumo de calostro y mejora de la capacidad inmune y de integridad de epitelios.