En estos momentos, un grupo de profesionales nos hallamos en discusión sobre este tema de la castración química. Todavía estamos en la etapa de discutir la farmacodinamia de la ractopamina. Algunos disentimos en la denominación de inmunológico al método, para ponerlo dentro del grupo de las acciones humorales.
La habilitación de un producto de estas características habilitaría al reclamo de otros laboratorios a comercializar estos productos o similares,que no son nuevos, para ser usados en aves, vacunos, lanares y caprinos. Los más añosos recordamos la parabola balística descripta por el Ralgro (Zeranol). Conocemos del daño tremendo a la comercialización de los pollos parrilleros, que ha causado el mito popular, avalado por los dichos de algunos ilustres y mediáticos galenos al respecto, del supuesto uso de hormonas o para hormonas como anabolicos en esta producción.
De todos los trabajos a los que tuve acceso, ninguno hace hincapié en el contenido acuoso de los tejidos, comparando tratados, castrados por cirugía y testigo entero. En cuanto a las calidades organolépticas de las canales, no cabe duda que la castración de los machos es indispensable por el momento. Tal vez llegue el día en que la precocidad, la velocidad de crecimiento, permita al igual que en los pollos parrilleros, adelantar la faena lo suficiente como para no tener que castrar, pero hoy no es así. De hecho, no son pocos los países del mundo , según tenemos entendido, que no permiten el uso de la ractopamina.