Ing. Agr. M. Sc. Alberto Ignacio Echevarría
20 de diciembre de 2007
Hola:
En primer lugar les agradezco los comentarios realizados, todos muy interesantes por cierto y que reflejan diferentes realidades e inquietudes. Me disculpo por no poder responder en detalle cada una de las preguntas y comentarios realizados. Trataré en este mensaje de aclarar algunos aspectos y aportar más información.
1- Nuestra experiencia se relaciona con el área de influencia de nuestra Universidad. La granja donde se realizo la experimentación relatada en este trabajo se encuentra ubicada aproximadamente a los 32º: 54’ latitud Sur y 64º: 01’ longitud Oeste y a 317 m. sobre el nivel del mar, a unos 35 Km. al Este de la Ciudad de Río Cuarto Provincia de Córdoba. República Argentina.
El clima de la región es templado-subhúmedo, con un régimen de precipitaciones monzónico, es decir, concentrado en el período primavera-verano (el 80 % de la lluvia ocurre entre Octubre y Abril). La precipitación media anual varía entre 550 y más de 900 mm. La precipitación media de los últimos 20 años en Río Cuarto es de 801 mm, los meses de mayor precipitación son Diciembre y Enero, con 130 mm/mes, mientras que para Junio y Julio la media alcanza los 13 mm/mes.
El régimen térmico del área de llanuras es templado o mesotermal, la temperatura media anual es de 16 C, con valores medios para el mes más cálido de 23 C (Enero) y del más frío de 9 C (Julio). El período libre de heladas en Río Cuarto es de 256 días y va desde mediados de Septiembre a mediados de Mayo. En Río Cuarto (1974 – 1993) para el mes de Enero la temperatura máxima media fue de 29,0 º C, con una máxima absoluta de 39,6 º C. La mínima media para Enero fue de 16,9 º C, con una mínima absoluta de de 7,0 º C. Para el mes de Julio la temperatura máxima media fue de 15,3 º C, con una máxima absoluta de 31,0 º C, una mínima media de 3,0 º C y una mínima absoluta de – 9,6 º C. En los últimos años los extremos de temperaturas son más marcados, con mínimas absolutas en Julio de este año de – 13,3 º C y máximas absolutas en Enero de 41,0 º C.
Se podría resumir la descripción del aspecto climático para la producción porcina a campo o al aire libre en nuestra región señalando que es un clima Mediterráneo, con grandes variaciones de temperatura entre el día y la noche y entre estaciones, siendo las altas temperaturas del verano, en general, más problemáticas que el frío, el que se maneja con la provisión de cama abundante, instalaciones y alimentación adecuadas. Incluso en verano, el principal problema no es tanto la alta temperatura ambiente, que se puede atenuar favoreciendo el enfriamiento evaporativo por parte de los cerdos (refrescaderos, etc; y la humedad relativa es generalmente media a baja), sino que es más bien el efecto directo de la radiación solar (Ultravioleta, UV) que provoca quemaduras de piel, especialmente en las cerdas gestantes, las que se deben proteger del sol entre Octubre y Marzo. Como todas las cosas estos sistemas también tienen sus problemas y en nuestra experiencia la etapa de gestación prácticamente no se puede realizar totalmente a campo en nuestra región. En la época estival las cerdas en servicio (monta) y gestación deberían mantenerse protegidas del sol durante el día por ejemplo en corrales con piso de tierra y un área con techo que puede ser de materiales de menor costo, como lonas, telas plásticas (“media sombra), etc. Si no están protegidas del sol aumentan considerablemente las repeticiones irregulares de celo ( de 25 días pos monta), abortos y caída marcada de la eficiencia reproductiva (El mecanismo sería: Quemadura de piel inflamación, prostaglandina, disminución de los niveles de progesterona abortos). Aún colocando abundante sombra en las parcelas o piquetes de gestación no se soluciona totalmente el problema porque si las cerdas tienen libertad de movimiento, en nuestra experiencia, en las mañanas soleadas por ejemplo después de una lluvia que les puede haber lavado la capa de barro que las cubre, con temperaturas ambientales más bien frescas, ellas se colocan al sol (les gusta tomar sol) y ahí se exponen al efecto directo de la radiación UV.
Sin duda que esto está también relacionado con la composición del material genético utilizado. En otros lugares del mundo esto no ocurre de la misma manera: Por ejemplo he tenido la oportunidad de realizar una pasantía en Aberdeen, Escocia (Reino Unido) en el año 1998, conociendo criaderos al aire libre (“Outdoor”), uno de ellos grande, de 1.000 cerdas madres. El terreno no era nada plano, con las características lomas o colinas (“Hills”) Escocesas. Las cerdas utilizadas eran F1 (50 % Landrace, 50 % Large White), siendo apareadas con verracos de tipo terminal o “sintéticos”. Estos criaderos realizaban todo el ciclo reproductivo al aire libre hasta el destete (21 a 28 días) y en algunos casos la etapa de pos destete (hasta 25 -30 Kg.) en sistemas con cama profunda. El planteo de producción consistía en una interesante rotación agrícola – porcina, donde los cerdos permanecían en el mismo lugar no más de dos años, hasta que se comenzaba a degradar el tapiz vegetal, donde todo el criadero cambiaba de lugar, a veces a sitios bastante distantes. En muchos casos el productor porcino rentaba la tierra a sus propietarios. Cabe aclarar que en ese año aproximadamente el 30 % del plantel nacional de cerdas madres del Reino Unido se encontraba al aire libre. En algunos casos la erosión hídrica podía ser un problema. También en Francia hay criaderos al aire libre (“plein air”) con tecnología similar. Debemos ser muy cuidadosos al tratar de generalizar resultados y experiencias de regiones muy diferentes, no solo en lo climático, latitud, etc., sino también con diferentes situaciones económicas de precios relativos entre insumos y producto, legislaciones locales, etc. Por ejemplo, en Escocia aparentemente no existían problemas de infertilidad estacional y en ese año los índices de eficiencia reproductiva eran bastante aceptables, alrededor de 21 - 22,5 lechones destetados por cerda y por año, tomados sobre cerdas madres totales del criadero (Si este índice se computa sobre madres efectivas, o sea sin considerar las fallas reproductivas, sería bastante mayor). Es importante destacar que Aberdeen se encuentra aproximadamente a 57 º de latitud Norte, con condiciones de radiación solar muy diferentes a nuestra zona (33 º latitud Sur).
Resumiendo un poco la experiencia que tenemos se podría decir que, en nuestra región, de todas las etapas o categorías de un criadero de ciclo completo, la etapa de parto – lactación sería la que mejor se adapta para estar a campo o al aire libre. Las cerdas no tienen graves problemas con el sol, manejadas con parideras transportables adecuadas (Por ejemplo con parideras tipo arco convencionales o con la paridera de nuestro diseño), con rotación de las parcelas, buena cobertura vegetal del suelo, provisión de refrescaderos o charcos (“Wallows en Inglés) para el enfriamiento evaporativo de las cerdas en verano (Este es un aspecto controvertido), buena alimentación y provisión abundante de cama especialmente en invierno (La cama ideal sería de rastrojo de trigo, cebada o avena, pero también se pueden usar heno de alfalfa y otros materiales).
2- Es muy pertinente e interesante el comentario del Ing. Eugenio Corbacho Corbacho, de Extremadura España en cuanto a los riesgos de erosión y degradación ambiental que pueden ocasionar estos sistemas de producción al aire libre, cuando son utilizados en zonas no aptas para ellos o cuando no son bien manejados. Sin duda no existen soluciones universales y todos los sistemas tienen sus limitaciones, ventajas y desventajas. Las pendientes del terreno muy pronunciadas, los suelos arcillosos pesados y altas precipitaciones, pueden ser, entre otras, condiciones limitantes para estos sistemas.
Toda nuestra experiencia se ha realizado en terrenos planos, con escasa pendiente, siempre con buena cobertura vegetal del suelo, como se puede observar en las fotografías. La rotación y descanso de las parcelas donde se encuentran las parideras es sumamente importante. Las parideras se cambian de lugar después de cada destete dentro de la misma parcela (Ejemplo: De 30 m x 20 m), mientras esta conserve su adecuada cobertura vegetal., debiéndose contar también con un área o superficie de reserva para armar sobre ella, con alambres electrificados, todas las parcelas necesarias cuando la cobertura vegetal del área en uso se encuentre en vías de degradación. Con parcelas de unos 30 m x 15 m y dejando un área igual en descanso, la asignación de superficie para cerdas lactantes (Maternidad) es de 11 – 12 cerdas por hectárea. Por supuesto en zonas como la nuestra con alto valor de la tierra todo este planteo compite, en cierta forma en desventaja, con rotaciones agrícolas puras de soja – maíz. La cobertura vegetal del suelo no solo es importante para prevenir la erosión. También lo sería en cuanto a las condiciones de temperatura del suelo alrededor de la paridera, por ejemplo en verano y a la mortalidad de lechones.
En un relevamiento de criaderos porcinos al aire libre realizado en Francia (Berger, F. et al. 1997. Annales de Zootechnie, 1997. Vol. 46, 4: 321-329), sobre la base de los resultados técnicos para el plantel porcino nacional de Francia (GTTT. Año 1994) se tomo una muestra representativa de 51 criaderos al aire libre entre los mejores 2/3 de los criaderos del registro nacional, se caracterizo un grupo de 24 criaderos por una pérdida de lechones moderadamente baja ( 16%) y otro grupo de 27 piaras por una perdida de lechones relativamente alta ( 22 %). Entre las características ambientales una buena calidad de la cobertura de pasto en los piquetes caracterizó el grupo con perdidas bajas. Las parideras fueron arcos de chapa corrugada en todos los casos de diseño similar. Sorpresivamente la existencia de sistemas anti-aplastamiento en el diseño de las parideras fue mas frecuente en el grupo de altas perdidas, sugiriendo que estos sistemas no están todavía bien adaptados. Se refiere a rieles anti-aplastamiento y nichos o cajones. Los criaderos con altas pérdidas de lechones se caracterizaron, en cuanto a la intervención humana alrededor del parto por lo siguiente: a- Mirar los partos. b- Interferir durante el parto y c- Por cuidados tempranos de los lechones. Estos resultados son opuestos a los citados para los partos en confinamiento.
3- Materiales a utilizar, durabilidad de la paridera, aislamiento térmico, etc.
Sin duda que existen muchos materiales alternativos para la construcción de una paridera de este tipo, según disponibilidad, costos, etc.
Las primeras parideras experimentales fueron construidas en 1994 y todavía se encuentran en uso en el criadero de cerdos de la Universidad. Prácticamente no han tenido mantenimiento. Actualmente muestran algo de corrosión en la cara externa de las ventanas y el deterioro del frente y fondo de madera terciada o laminada (Terciados fenólicos, se denomina aquí a este material, porque tiene un tratamiento para preservar la madera). La estructura principal de hierro ángulo (Hierro para herrería) y/o perfiles esta todavía en buenas condiciones. Actualmente se les debería hacer algún mantenimiento, como reemplazar los laminados o terciados dañados, limpiar las superficies algo oxidadas de las ventanas regulables, pintar con un buen antioxido tipo convertidor de óxido y después dar dos manos de pintura blanca.
Por su construcción y por las características mismas de este sistema de producción, las parideras en general no están en contacto directo con heces u orina, como ocurriría por ejemplo con los pisos perforados u enrejillados de un confinamiento. Las cerdas en general orinan y defecan afuera, en la parcela, manteniendo bastante limpio el interior de la paridera. Los lechones podrían hacerlo mientras se encuentran en el interior de la paridera, en los diez primeros días de vida, hasta que se retira la madera o tabla colocada en la abertura de entrada o el cajón contenedor (“Fender”).
La estructura que forma la base de la paridera en hierro de herrería tiene el espesor suficiente (Casi 5 mm) como para resistir, hasta cierto punto, la corrosión producida por el contacto directo con la tierra húmeda, cama, etc. Son dos Hierros T de 50,8 x 4,76 mm de espesor, de 2,90 m de largo c/u que sirven como “patines” (2” x 3/16”). 5,80 m. Con dos Hierros ángulo de 38,1 x 4,76 mm (1 ½” x 3/16”), de 1,60 m c/u forman la base rectangular de la paridera. También hemos utilizado como “Patines” de la base Perfil Normal 80 (PN 80) que es mucho mas grueso y resistente, tipo H o como un riel, pero su costo es actualmente muy elevado. Toda la estructura de hierro fue protegida con antioxido y pintura para exterior tipo esmalte sintético y debería mantenerse periódicamente. Por otra parte las cerdas tienen contacto directo principalmente con los costados, frente y fondo de laminado o terciado de madera preservada con fenoles, que tiene un costo más bien alto, pero una vida útil prolongada. Es la parte que mayor deterioro ha experimentado. Las ventanas regulables tiene contacto con la cerda principalmente solo en su parte inferior externa y cuando están completamente cerradas.
La chapa de hierro o acero solo se ha utilizado para dos cosas en esta paridera:
Una como cobertura del techo con chapa canaleta o sinusoidal, denominada aquí “Cincalum”, Nº 25, que es una chapa de acero revestido con una aleación de aluminio-zinc que ofrece una óptima resistencia a la corrosión gracias a su fórmula de Aluminio 55%, Silicio 1,6% y el resto Cinc en proporción al peso. Según los fabricantes más de 20 años de continuos ensayos demuestran que este revestimiento 55% Al-Zn supera de 2 a 6 veces la vida del acero galvanizado.
La otra estructura que en la paridera utiliza chapa en este caso galvanizada son las dos ventanas laterales regulables. Son chapas (Nº 28 -30) producidas a partir de chapa de acero laminada, que se reviste en ambas caras con una capa de cinc.
En los dibujos constructivos aportados de la paridera (Me disculpo si no son suficientemente claros), en la Vista de Costado, quizás no se aprecian todos los detalles constructivos de las dos ventanas regulables. Son dos ventanas de 1,00 x 1,60 metros (Ver Fotografías) construidas con un marco de 1,00 x 1,60 m, de caño de hierro de sección cuadrada, tipo estructural de 30 x 30 mm x 1,6 mm de espesor, con un caño transversal al centro. En el interior de este marco o rectángulo de caño se coloca una plancha de 30 mm de espesor de Poliestireno Expandido (25 a 30 Kg./m3 de densidad) como aislante térmico. En los dibujos se lo denomina como “Telgopor”, que es la denominación común en esta región de Argentina (Ver dibujos). Este material tiene un coeficiente de conductividad térmica a 10 º C de 0,034 a 0,031 W/mK , lo que junto a la superficie externa brillante de la chapa galvanizada (Reflectividad, para las situaciones de verano) otorgan a estas ventanas buen comportamiento térmico. El marco o estructura de caño con la plancha aislante en su interior se recubren por ambos lados con chapa galvanizada lisa Nº 28 o 30, cuanto mayor el espesor mayor durabilidad pero mayor costo. Las chapas o recubrimiento se fijan al marco de caño con remaches cada 10 cm., remaches que aquí se denominan tipo “Pop” y que se colocan con una pequeña herramienta de mano especial. Con esta construcción la ventana es sumamente rígida, no entra agua en su interior y tiene una duración prolongada (Más de 13 años en nuestra experiencia). Desde un punto de vista térmico, en verano, mejor aún que la chapa con terminación galvanizada para las ventanas, sería pintarlas de color blanco (Reflectividad y emisividad de la superficie), además del aislante interno.
Por supuesto que se podrían usar otros materiales como madera, pero aquí la madera no es nada económica, su duración sería probablemente menor dependiendo del tipo de madera a utilizar y de la protección o métodos de preservación usados y con menor aislamiento térmico.
Se nos ha observado también (No en este Foro) que un mejor material aislante sería la espuma de poliuretano que se aplica sobre las superficies a aislar como espuma y con equipos especiales. Tiene mayor capacidad aislante, alrededor de un 30% menos de conductividad térmica por lo que con menos espesor se consigue el mismo efecto comparado al poliestireno expandido o “telgopor”. No hemos usado este material porque aquí, especialmente para aplicarlo sobre superficies pequeñas o en poca escala es mucho más costoso que el “telgopor” y por otra parte en esta paridera las cerdas no tienen contacto directo con el material aislante. La placa de aislante o telgopor en el lado interno del techo de la paridera, fijada con tornillos pasantes, se pinta en su cara interna con una pintura negra de base acuosa que le da muy buena protección y el color más apropiado para absorber la radiación de onda larga circundante.
Estas ventanas, junto con el aislamiento proporcionado por los 30 a 50 mm de poli estireno expandido en el techo, debajo de las chapas (Ver dibujos), son muy importantes para el comportamiento térmico de la paridera en verano y en invierno. En verano, cuando las ventanas se mantienen abiertas, se consigue una superficie sombreada aproximada de 1,60 m de ancho por 3,70 -3,80 m de largo. Las ventanas se pueden regular fácilmente en su abertura, por ejemplo cerrarlas totalmente en las noches si estas son frías o cuando hay tormentas inminentes, aunque esto obviamente depende del manejo y del factor humano (Productor y/o mano de obra contratada).
4- Principales inconvenientes o aspectos negativos
Como ocurre generalmente con todas las alternativas tecnológicas, este diseño o tipo de paridera de campo transportable presenta ventajas y también desventajas. El hecho de haber aportado esta información con el trabajo que originó este Foro (Un resumen con formato original de poster) y mi participación en el mismo, solo tiene como finalidad realizar un pequeño aporte al conocimiento sobre este tema basado en nuestra experiencia y experimentación en nuestra región, entendiendo que existen muchas variantes en cuanto a materiales a utilizar, costos, diseños alternativos, complejidad constructiva, durabilidad y en un sentido más amplio en cuanto a la viabilidad ambiental y económica de los sistemas de producción porcina al aire libre, aún para una sola etapa productiva como sería el parto –lactación. No se deberían generalizar ciegamente los resultados que hemos obtenido, siendo necesario en mi opinión experimentar y adaptar los aspectos generales a cada realidad particular.
Por ejemplo el costo relativamente alto en materiales y la mano de obra necesaria (Cierta complejidad constructiva) son los problemas más marcados para la adopción de este tipo de paridera por parte de los productores en nuestra región (También existe una cierta tendencia hacia sistemas de confinamiento total, incluida la maternidad, que en mi opinión no es buena o mala en si misma). La disponibilidad de los materiales utilizados no es aquí ningún problema y han sido elegidos precisamente para que incluso un productor o criador con cierta habilidad manual y con herramientas simples, pueda construir esta paridera en su granja. Una características que tiene este diseño, que puede ser un inconveniente, es que la paridera no se desarma, haciendo costoso su transporte a distancias considerables. Además no esta pensada constructivamente para ser producida industrialmente en serie, usando estampado, plásticos, etc.
Hemos intentado reemplazar los materiales utilizados por otros de menor costo, simplificando también los detalles constructivos, pero el resultado en general fue que ello es posible, pero comprometiendo la durabilidad, comportamiento térmico, transportabilidad y otras características de la paridera. En realidad la alternativa constructiva de menor costo sería una paridera tipo arco convencional (Fotos Nº 3 y 8), con resultados aceptables de acuerdo a los resultados de nuestras experiencias, pero con menor durabilidad y con menores pesos promedio de los lechones al destete. También se nos ha observado que el peso promedio de los lechones al destete no es relevante porque los mismos presentarían crecimiento compensatorio en las etapas subsiguientes de producción. En nuestra experiencia ello no es así (Tenemos un trabajo completo publicado en RedVet, que no es el citado en mi participación anterior), estando esto de acuerdo con la mayoría de los trabajos reportados internacionalmente.
Saludos para todos, con los mejores deseos para el 2008.
Alberto I. Echevarría