Evaluación de bioseguridad de granjas porcinas argentinas

La industria porcina está creciendo muy rápido en Argentina con una creciente necesidad de animales de reemplazo, alimento y transporte de animales. Una de las principales ventajas competitivas de la industria porcina argentina es que está libre de la mayoría de las principales enfermedades porcinas. En este contexto, la aplicación de medidas destinadas a reducir el riesgo de introducción y propagación de patógenos es fundamental.

El objetivo del presente estudio fue evaluar la bioseguridad de granjas porcinas argentinas. Se evaluaron dos tipos de fincas: en primer lugar, todas las proveedoras oficiales de alto valor genético (n = 110) y en segundo lugar, una muestra de fincas comerciales (n = 192). Los datos sobre las prácticas de bioseguridad externa e interna aplicadas en las granjas se recolectaron con un cuestionario. Los datos se analizaron mediante un análisis de correspondencias y un análisis de conglomerados jerárquicos, lo que permitió identificar los tipos de granjas con respecto a las medidas de bioseguridad aplicadas. Las variables clave que caracterizan los conglomerados se identificaron a través de un análisis de valor de indicador. Además, se evaluó la bioseguridad externa de las granjas mediante el uso de herramientas de evaluación de riesgos con respecto a la posible introducción del virus de la diarrea epidémica porcina.

Los resultados evidenciaron tres conglomerados: el primero que, entre otras medidas, aplicó varias barreras para impedir el ingreso de personas, camiones y otros vehículos, pudiendo ser considerado como un grupo de alta bioseguridad, y los otros dos grupos que aplicaron un menor número de medidas de bioseguridad externas e internas. Los resultados de la evaluación de riesgos mostraron que las rutas con mayor riesgo de introducción de enfermedades eran: animales de reemplazo, vehículos que transportaban alimentos o animales y visitantes.

En conclusión, el trabajo señala que la aplicación de medidas de bioseguridad en las granjas porcinas argentinas es diversa y algunas de las brechas de bioseguridad identificadas en este estudio representan un alto riesgo para el sector porcino. Los proveedores de animales reproductores con bajos estándares de bioseguridad deben hacer esfuerzos especiales para mejorar, ya que se encuentran en la parte superior de la cadena de producción.

A partir de este estudio y de la identificación de las rutas con mayor riesgo de introducción de patógenos entéricos como el Virus de la diarrea epidémica porcina (PEDV) a las granjas argentinas, Los veterinarios y porcicultores deben prestar especial atención a las medidas de bioseguridad relacionadas con el movimiento de animales de reemplazo, el transporte de alimentos y las visitas a granja.

Los resultados de este estudio podrían ser de utilidad para mejorar la aplicación de las medidas de bioseguridad, y así reducir el riesgo de diseminación de la enfermedad. Además, brinda información sobre los puntos que se deben abordar en la formación de profesionales y productores de cerdos del país.