Este parámetro no es uno más sino que puede resultar decisivo al calcular el resultado económico del tambo. Pero lamentablemente, suele dar pie a malos entendidos que es necesario aclarar. En los últimos tiempos, se suele escuchar cada vez más discutir sobre este ítem en la producción agropecuaria, y el tambo no es la excepción. De modo q...
Lei con atención su artículo sobre el costo de oportunidad (CO) y me pareció por la lectura, que es una costumbre de ustedes en Argentina incorporar el costo de oportunidad cuando hacen sus análisis. Al respecto creo que es conveniente hacer el análisis calculando el ingreso, costos y la respectiva utilidad, con lo que se obtiene el resultado real de la operación en un determinado año, sin incorporar el costo de oportunidad. Sólo una vez obtenido y analizado el resultado de lo que efectívamente pasó seria aconsejable incorporar otros costos como es en este caso el CO que usted explica.
El costo de oportunidad a su vez puede establecerse no solo sobre la tierra sino que sobre cada parte del capital invertido en la explotación. Así tenemos un costo de capital de largo plazo invertido en tierra, uno de corto plazo en cultivos anuales, etc. La comparación debiera hacerse sobre lo que efectívamente es factible para el productor. Una alternativa puede ser como usted plantea el arriendo del predio, en otros la inversión financiera de corto o largo plazo, etc.
Es muy cierto lo que plantea al final de su artículo sobre el para qué hacerlo. En mi opinión creo que siempre es bueno hacerlo, ya que nos permite comparar lo que estamos haciendo respecto de otras situaciones hipotéticas factibles. Eso no quiere decir que precipitemos nuestras decisiones por lo que ocurre en una temporada determinada, pero si lo hacemos en forma permanente podemos obtener una idea sobre si estamos en lo que creemos es mejor. No obstante ello, hay que considerar que no toda la gente tiene una visión maximizadora y aunque no se esté en la actividad más rentable el productor pueda querer continuar en la actividad agrícola en la forma que se hace.
Es claro sin embargo que aunque la agricultura no sea la actividad más rentable, esta debe rentar (generar utilidades), de lo contrario está destinada a desaparecer. Para eso es necesario llevar información productiva y contable de calidad que permita tomar deciones acertadas.
@Ricardo Vidal Med.Vet, DGE, MSc. En Argentina, se estima que el 60 % de la superficie agrícola se hace sobre campos arrendados. Y en el caso del tambo, se estima que el 65%. De modo que en ambos casos, hay prácticamente 2/3 de la superficie que se produce bajo la modalidad de arrendamiento, generando entonces, como contrapartida, una importante clase "rentista" agropecuaria!, con todas las implicancias en el costo de oportunidad de la tierra. Aprovecho entonces para consultarle sobre cómo es la situación en este sentido en Chile. Y por las dudas, estoy en felixfares57@yahoo.com.ar
Coincido en gran medida con los puntos que planteas y me parece muy valioso el enfoque gradual que propones: primero analizar los resultados reales del ejercicio (ingresos, costos y utilidad efectiva), y luego, sobre esa base, incorporar el análisis del costo de oportunidad (CO) como una herramienta complementaria para tomar decisiones estratégicas.
En efecto, como bien mencionas en Argentina es frecuente incluir el CO en los análisis económicos, no solo sobre la tierra sino también sobre el capital total invertido en la explotación. El objetivo no es necesariamente buscar una respuesta inmediata ni imponer un criterio rígido, sino más bien generar un marco de referencia que nos ayude a evaluar alternativas factibles para cada productor. El ejemplo que propones, comparando el uso propio de la tierra con su posible arrendamiento o una inversión financiera alternativa, es precisamente el tipo de reflexión que da sentido al uso del CO.
También coincido plenamente con la observación sobre los distintos perfiles de los productores. No todos toman decisiones exclusivamente con una lógica de maximización económica. Muchas veces intervienen factores personales, familiares, culturales o incluso vinculados al arraigo y a la identidad rural, que hacen que seguir en la actividad tenga valor más allá del resultado financiero. Sin embargo, como bien señalas, toda actividad productiva necesita al menos ser rentable para poder sostenerse en el tiempo. Y para eso, contar con información productiva y contable confiable es fundamental.
El costo de oportunidad, entonces, no reemplaza el análisis tradicional, sino que lo complementa. Nos ayuda a no perder de vista el valor del tiempo, del capital y de los recursos cuando evaluamos si lo que estamos haciendo es, en el mediano y largo plazo, lo mejor que podríamos estar haciendo. Como bien dices, no se trata de reaccionar frente a lo que pasó en una sola campaña, sino de usar esta herramienta de forma sistemática para tener una brújula estratégica.
Un cordial saludo y mis felicitaciones por tu análisis.
Alvaro Garcia DVM PhD ex Uruguay ex USA Santa Maria, Azores
Si lo que muy bien han llevamos al contexto donde me encuentro trabajando actualmente, que es la producción lechera en las Islas Azores (Portugal), el panorama es aún más particular. En este archipiélago, la gran mayoría de las unidades productivas lecheras son muy pequeñas, muchas veces familiares, y las tierras están muy fragmentadas. En la mayor parte de los casos, los productores no son dueños del 100% de las tierras que trabajan, pero tampoco hay una dinámica rentista como la que describen. Es común que haya acuerdos informales de uso de la tierra entre vecinos o familiares, más que contratos formales de arrendamiento.
Por ejemplo, un productor que ordeña 60 vacas y entrega leche diariamente puede estar trabajando entre 10 y 15 parcelas distintas, algunas propias, otras cedidas informalmente, y otras en arrendamiento a muy bajo costo. En estos casos, el costo de oportunidad formal de la tierra es difícil de calcular, porque muchas veces no hay un mercado de alquiler activo ni precios de referencia comparables. En cambio, el productor mide sus decisiones más en función del costo real de producción por litro y del acceso al pasto en diferentes estaciones del año.
Este contexto hace que el análisis económico dependa menos de un cálculo explícito del CO de la tierra, y más del flujo de caja operativo y del equilibrio entre ingresos por leche entregada y gastos en alimentación, mano de obra y sanidad. No obstante, en unidades más grandes y formalizadas (como las cooperativas o explotaciones más técnicas en Terceira o São Miguel), ya se empieza a incluir el costo de oportunidad de la tierra como un elemento útil para comparar si vale más la pena invertir en producción o rentar a otros rubros (como turismo rural o producción hortícola intensiva).
En resumen, mientras que en sistemas extensivos como los de Argentina el arrendamiento marca profundamente la estructura productiva, en sistemas como el de los Azores, donde predomina la propiedad familiar, uso fragmentado de tierras, y costos indirectos difíciles de estandarizar, el análisis del costo de oportunidad es más difuso, pero no por ello irrelevante. Solo requiere adaptarse al entorno real del productor y sus alternativas concretas.
Un saludo cordial desde las Azores,
Alvaro Garcia DVM PhD ex Uruguay ex USA Dellait Animal Nutrition and Health & US Grains Council
Al igual que en Argentina, en Chile hay lecherías (Tambos) que operan sobre suelo en arriendo, no obstante esto no es la mayoría. El alto costo del suelo en todo caso hacen que la alternativa de arrendar sea conveniente cuando logras un arriendo de largo plazo.
A una empresa lechera que desee crecer significativamente, le es muchas veces mas rentable arrendar y así se evita el destinar cantidades significativas de capital en tierra, el que se puede destinar a incrementar el rebaño lechero (hato lechero), lo que hace viable que con menos capital puedas crecer. Esto claro, es factible sólo con un contrato de arriendo legalmente robusto y de largo plazo. Es más, en lo personal me ha tocado participar directamente en este tipo de modelo de crecimiento, el que incluso hemos financiado satisfactoriamente con deuda financiera, generando un apalancamiento financiero muy interesante dadas las bajas tasas en esos momento. Las condiciones actuales en que tenemos tasas altas, hacen mas restrictiva esta alternativa hoy en día.
Gracias por darte el tiempo de compartir tu opinión, en la que por lo demás coincidimos.
Encontré muy interesante lo que nos relatas de tu actual actividad profesional. Sin duda una experiencia muy diferente a lo que uno está acostumbrado aqui en esta parte del cono sur de sudamérica
Aqui en Chile hay situaciones similares asociadas a la pequeña agricultura, sin embargo es cada vez menos frecuente en el ámbito lechero, en donde la tendencia es a crecer, al igual que muchas otras partes del mundo.
Recibe un atento saludo y te propongo que nos comentes mas de lo que haces en las Azores
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