INTRODUCCIÓN
El agua es el recurso más valioso del mundo, necesario para toda vida y actividad que en él se desarrolla, el efecto sobre el agua de la ganadería puede resultar peligroso, no sólo por la acción sobre su contaminación, que es bastante fuerte, sino también debido al uso desmesurado de agua potable, que hace que la actividad ganadera a gran escala influya en una pérdida importante de este vital recurso.
Respecto al tema, Herrero (2003) señaló que el agua es el principal elemento para el desarrollo del hombre, los animales y las plantas, además, de ser el componente mayoritario del cuerpo y el que más cantidad de funciones desempeña. Es importante conocer la acción de elementos tóxicos del agua en el organismo animal y la capacidad de su almacenamiento en los tejidos o fluidos, como pueden ser la carne y leche, que luego se transforman en alimentos para el hombre.
De igual manera Dupchak (2009) sostiene que el agua no sólo es vital por sí misma, sino que también puede proporcionar minerales y cubrir parte de los requerimientos de calcio, sodio, magnesio, azufre, entre otros. El agua es el nutriente simple más importante para el ganado, los animales, así como los humanos, se puede vivir por largos períodos sin comida, sin embargo, sin agua puede ocurrir la muerte en cuestión de días. Desafortunadamente, tanto la calidad como la cantidad del agua provista al ganado son a menudo descuidadas.
Exponen Flores y Rochinotti (2007) que si se produce un rechazo por parte del animal a la ingesta diaria de agua por la calidad de la misma, como sucede cuando hay exceso de sales, se puede ver afectado el consumo de alimentos lo que repercutiría, posteriormente, en la ganancia de peso, con deterioro del estado general y en casos extremos puede llevar incluso a la muerte de los animales. El bovino incorpora agua fundamentalmente de dos fuentes: la que ingiere voluntariamente de bebederos o aguadas naturales (ríos, arroyos, tajamares, represas, etc.) y la que ingresa ligada con los alimentos (con forrajes muy tiernos).
Los propios autores indican que la ingesta de agua varía entre las diferentes razas, edades y pesos, además, un mismo animal puede consumir más o menos según esté acostumbrado o no al nivel salino de la misma, si bien, en un principio puede rechazarla, si el contenido de sales es tolerable, terminará por aceptarla; este tiempo de aceptación dependerá del tipo de alimento que consuma y del clima, en casos de aguas con alto contenido de sales puede verse afectada la producción por repercusiones en el consumo.
Los animales pierden agua por procesos de respiración, transpiración, excreción de sólidos y orina; estas pérdidas se incrementan donde prevalecen altas temperaturas y baja humedad ambiental. La reducción en el consumo de agua tiene como consecuencia una disminución en la producción de leche y carne, ya que la falta de agua provoca pérdida del apetito en los animales, a tal extremo que una reducción del 10 al 15% del agua presente en el organismo puede provocar la muerte del animal (Pineda, 2017).
Dentro de la industria ganadera uno de los aspectos más importantes está relacionado con el bienestar físico del animal, pues de ellos depende directamente el éxito de la empresa. Ya se tenga ganado para beneficiar o para producción lechera, es imprescindible vigilar de cerca la alimentación y la hidratación de cada animal. De la cantidad de agua que beban los animales dependerá la calidad de su producción, es por esta razón que resulta necesario aprender a escoger los mejores bebederos para ganados, que garanticen la calidad y limpieza del agua que consumirán (Monteverde, 2013).
Pocos autores evalúan la temperatura del agua para consumo animal, en la página de la Revista digital NutriNews (2017) se refieren únicamente a la temperatura ambiente como factor limitante en la cantidad de agua a beber relacionada con el peso de los animales, otros como Monteverde (2013) tomando como referencia a (Lanhamm et al., 1986; Andersson, 1987) se refiere a la temperatura del agua pero en otras condiciones climáticas, o sea climas más templados, sin embargo, en Cuba no se encontraron referencias al respecto.
La calidad del agua debe ser excelente para asegurar que las vacas beben una cantidad suficiente de ésta, por ello, la calidad del agua debe comprobarse regularmente, sobre todo en los días más cálidos. Un suministro inadecuado de agua o una mala calidad de ésta provocarían perdidas en la producción de las vacas. Para un consumo de agua óptimo, la temperatura del agua debe estar entre uno100 C y 200C (www. bebederos-shop.com, 2017).
La manipulación del rebaño lechero en función de las temperaturas ambientales, implica incorporar estrategias de manejo de las experiencias ancestrales que en otros tiempos ayudaron a paliar y superar la inclemencia del progresivo calentamiento global (Stone, 2017).
El abasto de agua afecta duramente la producción ganadera en la provincia de Camagüey y en particular aquellos municipios que tienen mayor potencial lechero, ya que en los sistemas de producción animal el agua es esencial para el buen funcionamiento de este sistema agrícola, por lo tanto, es necesario establecer la cantidad y calidad del agua que consumen los animales para garantizar un adecuado funcionamiento del sistema.
Los bebederos tradicionales que se emplean en la ganadería cubana son de prefabricado con diferentes medidas según los fabricantes y no incluyen protección contra el sol, lo que puede causar una disminución en el consumo de agua y por ende en la producción ganadera.
Es objetivo de este trabajo comparar el comportamiento de la temperatura del agua en los bebederos tradicionales utilizados en la ganadería y los bebederos metálicos adquiridos, a los cuales se les diseño un techo; así como evaluar cualitativamente su influencia en el confort general del ganado.
MÉTODOS
El estudio se llevó a cabo en la finca escuela “La Victoria” perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) “Evelio Rodríguez”, ubicada en la Comunidad El Guayabo del municipio Jimaguayú, que posee un sistema ganadero en desarrollo con un área de 120,78 ha, distribuidas en 40 cuartones, posee un rebaño de 287 Unidades de Ganado Mayor (UGM). Las aguas que se emplean son subterráneas (pozos).
Para la evaluación se emplearon los dos tipos de bebederos (Figura 1).
Los bebederos tradicionales son de prefabricado, hexagonales con dimensiones de: Largo Exterior: 3,0 m x ancho 0,75 m; Largo Interior 2,80 m x ancho 0,55 m, Para un volumen de 1,75 m3, capacidad para abastecer de agua a 14 vacas de 400 Kg. con una producción de más de 10 L según ACPA (2005).
Por su parte los nuevos bebederos adquiridos son metálicos, cilíndricos con 3,0 m de largo y 0,3 m de profundidad, con un volumen total de 0,85 m3, capaz de abastecer siete bovinos adultos de más de 400 Kg. Los techos colocados son metálicos material con que se contaba en la finca, los cuales fueron diseñados en la propia unidad y cubren toda el área de los bebederos, además, tanto los bebederos metálicos como los tradicionales, poseen válvulas de boyas para mantener constante el abasto de agua e impedir que se derrame, haciendo un uso racional de este recurso sin que se produzcan daños al suelo.
Figura 1. Bebederos evaluados
La calidad del agua se analizó mediante un análisis de agua a las fuentes de abasto que proporcionan el agua a los bebederos, según normas de la Empresa de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos de Camagüey, para comprobar su aptitud para ser bebida por los animales.
En relación a la calidad del agua para consumo animal, señalan Ayers y Westcot (1987) citados por García et al. (2014) expone que las aguas con elevado tenor salino, así como aquellas que contienen elementos tóxicos, y la Conductividad Eléctrica (Ce) alcanza índices superiores a 8 dS/m representan un peligro para los animales y pueden afectar la calidad de la carne y leche, hasta el punto de hacerlas inadecuadas para el consumo o pudiendo llegar a producir mortandad en el ganado con las consecuentes pérdidas económicas (tabla 1).
Tabla 1. Indicadores de calidad del agua para el ganado
El método empleado fue la observación del comportamiento de los animales y la medición de temperatura del agua a diferentes horas del día mediante termómetro con precisión de 1 oC y un con rango de –10 oC a 150 oC (Figura 2). El trabajo se realizó en verano
Figura 2. Medición de temperatura en los bebederos
Para tomar como base que todas las canoas estaban listas para ser utilizadas, estas fueron llenadas la noche anterior a las mediciones, evitando el efecto del relleno en la evaluación. Las mediciones de temperatura se llevaron a cabo en tres horarios y se realizaron 5 muestras.
- 7:30 am. Temprano en la mañana cuando los animales salen al pastoreo después del ordeño
- 12:30 pm. Horario del mediodía, momento de mayor temperatura ambiental.
- 4:30 pm. En horas de la tarde para lograr una visión integral del comportamiento durante la permanencia de los animales en el potrero.
Con empleo de un cronómetro digital se determinó el tiempo de llenado de las canoas para conocer posibilidades de recarga del bebedero.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Expresa Fernández (2017) que el consumo de agua por el animal está influenciado por muchos factores externos e internos que por lo general son muy difíciles de controlar, la temperatura del ambiente y del agua tiene un alto impacto en el consumo.
En la tabla 2 se presentan resultados de análisis de calidad del agua en los 5 pozos utilizados para el abasto de agua al ganado de la unidad seleccionada para el estudio.
Tabla 2. Calidad del agua para bebida del ganado en la finca de estudio
En el área de estudio el muestreo del agua en las diferentes fuentes de abasto indica que la Ce presenta valores fuera del rango de peligro, según lo indicado por García et al. (2014), no obstante, el 80% y el 60% de las fuentes muestreadas reflejan altos valores de sodio y cloro respectivamente, lo cual puede constituir un aspecto a considerar por su efecto acumulativo, coincidiendo con Jiménez (2017) que expone que entre otros elementos que afectan de una manera particular al agua consumida se incluyen la salinidad de la misma y su contenido de sulfatos y cloruros, el contenido de sodio de la dieta, la temperatura del agua, la accesibilidad al agua, factores sociales y otros parámetros de calidad como el pH y tóxicos disueltos. También Sager (2008) citado por Hernández et al., (2005), explican que un abrevadero metálico o de cualquier otro elemento (madera, cemento) puede estar también relacionado con el origen de importantes contaminaciones del agua, afectando seriamente a los animales, de aquí se puede deducir que la calidad del receptáculo define la calidad del agua de una manera nada desdeñable.
Luque (2008) expone que la cantidad de sales en el agua ya sea en un tanque australiano u otro tipo de reserva es mucho mayor que la que contiene esa misma agua cuando recién sale del pozo, debido al efecto de la evaporación (las aguas se evaporan, pero las sales quedan), e indica que ello se soluciona mediante las siguientes medidas: renovando con frecuencia el agua del bebedero o del tanque ó instalando una tela tipo “media sombra” arriba del bebedero o tanque, por lo que las canoas metálicas techadas contribuyen a mejorar la calidad del agua al reducir la temperatura de la misma y por tanto la evaporación, evitando la acumulación de las sales.
En la figura 3 se observa que las mediciones de temperatura realizadas al agua en canoas techadas y tradicionales a diferentes horas del día muestran diferencias para ambos tipos de bebederos.
Figura 3. Incremento de la temperatura del agua en diferentes momentos del día por tipo de canoa
Como se puede apreciar, en las primeras horas de la mañana el agua se encuentra como promedio a una temperatura adecuada, (20,2 -24,2OC) coincidiendo con los estudios realizados por Monteverde (2013) donde expone que la temperatura del agua considerada como de confort para los animales se halla entre los 17 y 28°C, valores menores en invierno o mayores en verano afectan el consumo.
Plantea Monteverde (2013) que, con alta temperatura ambiental, el agua fresca es más efectiva para reducir el estrés calórico, disminuyendo la tasa respiratoria y la temperatura corporal. En la finca donde se realizaron las observaciones, los animales en el horario del mediodía permanecen en el potrero, momento en el que el agua a beber tenía una temperatura entre 28,1 oC y 30,3 oC para ambos bebederos, caliente al tacto y por tanto poco apetecible lo que no les permitía reducir su estrés calórico, también Duarte (2010) considera que las demandas serán máximas en condiciones de elevada temperatura y clima seco, y el acceso a sombra en épocas de temperatura elevada mejora la eficiencia de utilización del agua para bebida y el bienestar animal.
Las mediciones realizadas a las 4:30 p.m. resultaron elevadas para ambos tipos de bebederos, expone el autor antes señalado que con elevadas temperaturas el consumo de agua se modifica, reduciéndose el intervalo entre bebidas a menos de dos horas. En estas condiciones el agua debe estar disponible en el potrero y cerca de la sombra, pues el animal prioriza mantenerse a la sombra y no trasladarse a tomar agua, Jiménez (2017) indica que la temperatura ambiental influye en la cantidad de agua bebida por los animales, pues a medida que se incrementa la temperatura ambiente aumentan los requerimientos de agua entre un 30% y un 60%, además de la influencia de otros factores ambientales como la humedad y velocidad del viento.
Aunque en ambos tipos de bebederos se produjo durante el día un incremento total de 12 oC, desde la primera lectura hasta la tercera, la temperatura en el bebedero techado fue siempre inferior con relación al bebedero tradicional, proporcionando un mayor confort para el ganado, siendo considerado por los autores de este trabajo lo expresado por Dirksen, Grunder y Stober, (2008) que el agua no sólo es buena para calmar la sed o refrescarse cuando hace calor, en la producción animal desde la más deficiente a la más eficiente, el agua es un alimento y como tal debe tratarse.
En relación al manejo de los bebederos en la finca, los bebederos tradicionales son pesados y por tanto se requiere uno para cada punto de acceso al agua, en tanto los bebederos techados son ligeros y pueden ser trasladados en caso preciso, reduciendo la cantidad de bebederos necesarios en la finca, lo que coincide con Hernández, (2019) que expresa que una vez ubicados los bebederos tradicionales en los puntos seleccionados para el acceso de los animales en los potreros resulta muy difícil su traslado, además, su costo de producción es elevado.
El tiempo de llenado se midió en dos repeticiones, osciló entre los 45 – 50 min para las canoas techadas y 70 - 75 min para las canoas tradicionales, sin embargo la capacidad de llenado de las canoas no se tomó en cuenta para saber si podían satisfacer las necesidades de los animales, ya que se coincide con Carne (2018), que explica que es más importante la velocidad de rellenado del agua en el bebedero una vez que éste se vacía, que la longitud del bebedero mismo. En este caso, el sistema de suministro de agua permanente garantizó que los bebederos nunca quedaran vacíos, de manera que en ninguna de las tres mediciones de la temperatura del agua, realizadas en el estudio, el relleno de las canoas tuvo efecto sobre la temperatura del agua.
Explica Arias (2020) que en cuanto al comportamiento de los animales se han reportado cambios en el nivel de agitación, agrupamiento y permanencia en los potreros, expone además que en el verano buscan el lugar más fresco o bien se agrupan alrededor de los bebederos. Esta experiencia también la obtuvieron los autores de este trabajo, quienes encontraron que con el empleo de bebederos techados los animales dominantes se quedan más tiempo cerca del bebedero no permitiendo el acceso al resto del rebaño, no obstante el sistema permite un suministro de agua permanente, lo cual facilita el acceso de los animales al bebedero en cualquier momento sin crearse tanta competencia entre ellos.
Se expone en Bebederos - Shop (2017) que para un consumo de agua óptimo la cantidad de aguaque una vaca debe beber dependedediversos factoresentre los que se encuentralatemperatura del agua, por lo que sería interesante repetir este trabajo en diferentes épocas del año para evaluar su comportamiento en nuestras condiciones, así como el efecto a largo plazo sobre la calidad del agua en los bebederos techados.
CONCLUSIONES
- La temperatura del agua de los bebederos techados se mantiene en valores inferiores a los bebederos tradicionales durante todo el día, logrando un mayor confort para los animales.
- La capacidad del bebedero y el tiempo de llenado del mismo no influyen en la temperatura del agua si se mantiene un flujo constante de la misma.
- Con el empleo de bebederos techados los animales dominantes se quedan más tiempo cerca del bebedero buscando sombra.
