4 de abril de 2009
A continuación enumero parte de lo que se puede realizar, ACLARO que pongo de ejemplo algunas de las especies que se pueden utilizar y que estas están sujetas a la disponibilidad de semillas, condiciones bióticas y abióticas, presupuesto y visión a futuro del ganadero, personalmente recomiendo meter no solo plantas para la alimentación animal, sino que también plantas para la alimentación humana, maderables y ornamentales, ya que son muy beneficiosas para el equilibrio ecológico y representan un ingreso económico para el productor.
En la zona destinada para la siembra de forrajes para ensilar, sembrar arbustos forrajeros los cuales tienen las siguientes ventajas:
o Mejoran la calidad nutricional de los ensilajes.
o Se establecen solo una vez en treinta o más años.
o Se pueden utilizar para corte y alimentación directa sin ensilar.
o Si se planifican bien los cortes, se pueden hacer más de cuatro cortes al año Según la altura sobre el nivel del mar, lo que suministra un excelente suplemento constante a los animales de ordeño.
o Mejora la producción de leche. Remplaza cualquier concentrado comercial para la producción de leche.
Diseñar, planificar y ejecutar un sistema silvopastoril multiestrato compuesto por tres estratos definidos por la altura de las especies utilizadas (bajo, medio y alto) gramíneas y leguminosas herbáceas (bajo), leucaena y morera manejada como arbusto para ramoneo (medio) y árboles como el guacimo, algarrobo y matarratón manejados para sombra y frutos (alto).
El uso de las leguminosas arbustivas y arbóreas en las praderas tienen importancia debida entre otras a:
Economía del Nitrógeno pues estas plantas son fijadoras de N, debido a la simbiosis con el Rhizobium. Diferentes autores citados por Chamorro, et al 1998 indican que el rango de fijación de N varía entre 100 a 200 Kg., de Nitrógeno/ha/año equivalente a 230 kg de urea.
Alto valor nutritivo representado en elevados niveles de proteína, fósforo y calcio, que estimula un mayor consumo de la pradera asociada especialmente durante la época seca.
Mayor tolerancia a la sequía de las especies arbustivas y arbóreas, que les permite proveer alimento especialmente durante la época seca.
Mejor balance de energía y proteína disponible que se presenta en los asocios gramíneas – leguminosas, lo que se traduce en mayor utilización de los nutrientes del forraje y una mayor producción animal.
Como diseño del sistema, teniendo en cuenta diferentes experiencias en sistemas silvopastoriles, rotación de potreros, manejo de sombra (como regla general se necesita mínimo diez árboles de sombrío por hectárea para que los animales ganen mejor peso, lo ideal es veinte a treinta árboles/ha.) manejo del agua y factores bióticos y abióticos, se propone aprovechar el diseño del sistema radial para hacer franjas de arbustos y árboles, que proporcionen al máximo los requerimientos nutricionales y de confort para optimizar los rendimientos y hacerlos más sostenibles en el tiempo. Vale la pena resaltar que este es un proceso que requiere un tiempo para realizarlo pero una vez establecido y con un buen mantenimiento, lo mínimo de vida útil que se estima es de treinta años.
A continuación se puede ver en la figura parte del diseño de los radiales en donde las cercas de alambre a un mediano plazo, serán reemplazadas por cercas vivas que vienen hacer las franjas que servirán como bancos de proteína y forraje. Si se inicia la rotación en sentido de las agujas del reloj, los animales comerán el forraje en ramoneo por un costado de la franja, dejando un costado sin cosechar, una vez se rote el ganado consumirán la otra parte de la franja y así sucesivamente, dejando atrás las franjas ramoneadas en recuperación para el próximo pase, el cual debe ser estimado de acuerdo al tiempo de recuperación de la franja, el tipo de mantenimiento de la franja, el tiempo de permanencia en los potreros del ganado y los factores abióticos y abióticos. De igual forma se puede manejar varios árboles y arbustos dentro del potrero para dar sombríos y forrajes, teniendo presente una adecuada luminosidad para los pastos herbáceos que están establecidos y los que se deseen establecer.
Como especies a plantar para crear las franjas de proteína y forrajeras se destacan las siguientes teniendo presente las condiciones de la finca:
LA MORERA (Morus alba) Nombre común: Amoreira (Brasil), Maulbeerbaum (Alemania), Mulberry (Ingles), Kurva, Tut (M. rica).
La morera es un árbol o arbusto que tradicionalmente se utiliza para la alimentación del gusano de seda. Es una planta de porte bajo con hojas verde claro brillosas, venas prominentes blancuzcas por debajo y con la base asimétrica. Sus ramas son grises o gris amarillentas y sus frutos son de color morado o blanco, dulces y miden de 2 a 6 cm. de largo Pertenece al orden de las Urticales, familia Moraceae y género Morus, del cual se conocen más de 30 especies y alrededor de 300 variedades. Las especies más conocidas Morus alba y M. nigra, parecen tener su origen al pie del Himalaya a pesar de que su origen es de climas templados. Actualmente se le localiza en una gran variedad de ambientes, creciendo bien en diferentes altitudes (desde el nivel de mar hasta 4000 m de altura) y en zonas secas y húmedas.
El follaje de la morera tiene un excelente valor nutricional debido a sus altos niveles de proteína (de 20 a 24[percent]) y de digestibilidad (de 75 a 85[percent]) que lo hacen comparable a los valores de los concentrados comerciales para vacas lecheras. Su contenido de materia seca varia entre 19 y 25[percent]. Las variaciones en la composición bromatológica son producto de la edad del material, la posición de las hojas en la rama y el nivel de fertilización.