Los modelos mixtos no lineales mostraron el mejor ajuste para las vacas de primer parto, debido a que los criterios AIC y BIC fueron los más bajos en comparación con los modelos no lineales (Cuadro 2) y la varianza del error se redujo en 53.15%. El modelo de mejor ajuste fue el de Wood, seguido de Wilmink, Cobby y Brody, lo cual es corroborado por Rodríguez et al. (2005) y Figueiredo et al. (2010), quienes mencionan que el modelo de Wood tuvo mejor ajuste a la curva de lactancia, y con el trabajo de Apaza-Huallpa et al. (2016) en vacas mestizas del altiplano boliviano. No obstante, Martínez et al. (2019) encontraron un mejor ajuste con el modelo de Wilmink.
Los modelos mixtos no lineales presentaron el mejor ajuste en las vacas en producción de segundo parto. Lo anterior debido a que los criterios AIC y BIC tuvieron los valores más bajos y se disminuyó la varianza del error en 63.18%. El modelo de mejor ajuste fue Wilmink, seguido de Wood, Cobby y Brody (Cuadro 3); tal y como fue demostrado por Martínez et al. (2019).
Para las vacas en producción de tres a más partos, los modelos mixtos no lineales también tuvieron el mejor ajuste; ya que los criterios AIC y BIC mostraron ser los más bajos, y la reducción de la varianza del error en 72.26%. El modelo de mejor ajuste fue Wilmink, seguido de Wood, Cobby y Brody (Cuadro 4); sin embargo, Ferreira et al. (2015) reportaron al modelo Wood como la mejor opción para ganado Holstein para todas las pariciones (1-6), debido a su simplicidad y menor número de parámetros.
Los modelos mixtos no lineales presentaron los mejores criterios de ajuste para la curva de lactación. En el presente estudio, el mejor ajuste para el primer parto fue el modelo mixto no lineal de Wood y para el segundo y más partos el modelo mixto no lineal de Wilmink (Figura 1). Por otro lado, en la misma figura se observa que el primer parto presenta una curva con menor pico de producción, pero con mejor persistencia; caso contrario a lo observado para el segundo parto y de tres a más partos, los cuales presentaron un mayor pico de producción, pero con menor persistencia.
En modelos mixtos no lineales, se observó que el pico de producción para la primera lactancia se presentó más tardíamente que en las demás lactancias (Cuadro 5), pero con una menor producción láctea (kg) en comparación con la producción en la segunda y demás lactancias. Según Hale et al. (2003), la máxima producción de leche se produjo en la semana siete para las vacas ordeñadas dos veces al día y durante la semana ocho para las ordeñadas tres veces al día. Asimismo, Otwinowska-Mindur y Ptak (2016), utilizando el modelo de Wilmink, obtuvieron 23 kg en el primer parto y 28-30 kg en el pico de la segunda y tercera lactación, ocurriendo esto alrededor de los 38 días en producción para vacas Holstein con dos ordeños, mientras que Duque et al. (2018) indican que los niveles de producción aumentaron en las primeras cinco lactancias, pero con mayor persistencia en las primeras lactancias, de allí que el modelo Wood sería el que mejor se ajusta para el ganado Holstein colombiano.
Por otro lado, Strapáková et al. (2016) mencionan que vacas con alto mérito genético para persistencia lechera tienden a tener un menor mérito genético para la producción de leche, lo cual puede influir en la persistencia de las curvas de lactancia entre primíparas y multíparas.
Cuadro 6. Persistencia lechera respecto al pico y caída mensual de la persistencia (%), según modelos mixtos no lineales en un establo de la provincia de Huaura (Lima, Perú)
Cuadro 7. Rendimiento productivo porcentual por tercio de lactancia según el número de parto en un establo de la provincia de Huaura (Lima, Perú)
Cuadro 8. Producción de leche a 305 días estimada según modelos mixtos no lineales por número de parto en un establo de la provincia de Huaura (Lima, Perú)
En el Cuadro 6 se muestra la persistencia de la producción de leche según modelos mixtos no lineales de mejor ajuste, así como la producción acumulada mensual de acuerdo con el número de parto y sus porcentajes de caída. En la primera lactancia, la caída mensual se presenta al sexto mes con la curva de Wood, debido a que en el establo evaluado recategorizan las vacas por niveles de producción al sexto mes de lactación, trasladando a los animales a otro corral, donde al cambiar de ración y pasar de tres a dos ordeños al día, provocan un desbalance nutricional y estrés, demorando en adaptarse, por lo que decae la producción y la persistencia lechera.
El rendimiento productivo porcentual por etapas productivas para la primera, segunda y tercera a más lactancias se presenta en el Cuadro 7. Los modelos de Wood y Wilmink obtuvieron similares rendimientos productivos por lactancia; lo que difiere de lo reportado por Cartier E y Cartier J (2004), quienes indican que la proporción adecuada es de 45, 32 y 23% para cada uno de los tercios de la lactación.
En el Cuadro 8 se presenta la producción de leche a 305 días estimada con los modelos seleccionados, según el número de lactancia. En la primera lactación, la producción fue menor que en la segunda y tercera a más lactaciones. El primer parto representa el 80% de su máxima producción; el segundo parto el 97% ciento y el tercer parto a más representa el 100%; resultados que difieren de Olivera (2001) quién menciona potenciales productivos de 85, 97 y 100% de la capacidad máxima de producción para las tres primeras lactaciones, respectivamente.
Utilizando los modelos mixtos no lineales de mejor ajuste (Wood y Wilmink para el primero y demás partos, respectivamente); se pudo estimar la producción de leche estimada a 305 días (kg). Esto es confirmado por Torshiziy Hosseinpour (2015), al indicar que el mejor modelo para realizar estimaciones de producción lechera a 305 días en vacas lecheras Holstein primíparas con tres ordeños es el de Wood.
Las estimaciones de producción de leche a 305 días (Cuadro 7) fueron mayores a lo hallado por Sessarego et al. (2017), quiénes reportaron producciones a 305 días de 8275 y 9068 kg para vacas Holstein de primer y segundo parto, respectivamente. De la misma manera, Castillo et al. (2019) mostraron una producción de leche a 305 días de 5360 kg en vacas Holstein de primer parto, mientras que Huamán et al. (2015), menciona que en vacas cruzadas F-1 (Gir x Holstein) de primer parto fue de 4031 kg mediante el modelo matemático Wood en la región de San Martín, Perú.
CONCLUSIONES
- Los modelos mixtos no lineales presentaron un mejor ajuste comparados con los modelos no lineales para curvas de lactación a 305 días en vacas Holstein.
- El modelo mixto no lineal de Wood fue el de mejor ajuste para la primera lactación y el modelo de Wilmink para el segundo y más partos.