Estrategías para mitigar el estrés calórico del ganado lechero en holanda

Introducción

Los Países Bajos se encuentran en la zona climática moderada del mundo y no es el primer país que se tiene en cuenta cuando se considera el estrés por calor. Sin embargo, durante el verano las temperaturas a veces pueden superar los 30 ° C durante varios días seguidos. Esto se produce principalmente en combinación con una alta humedad, y los informes recientes sobre el cambio climático predicen que esta situación puede volverse más común. Por lo tanto, es importante saber cuándo y cómo las vacas lecheras sufren estrés por calor y cómo un granjero puede ayudar a las vacas a sobrellevarlo.

Cuando las temperaturas ambientales se elevan por encima de la temperatura crítica superior (UCT), las vacas necesitarán energía adicional para enfriarse y comerán menos. Esto da como resultado una menor producción de leche (Frazzi et al., 2003; Rhoads et al., 2009). El UCT para ganado lechero lactante depende de su nivel de producción y puede variar entre 15 y 24 ° C (Johnson, 1965; Berman y Meltzer 1973; Allen et al. 2003; Frazzi et al. 2003). Una vaca que produce 30 kg de leche por día comenzará a sudar a una temperatura ambiental de 12 ° C (Berman y Meltzer 1973). En las condiciones climáticas holandesas, la temperatura máxima diaria suele estar por encima de este nivel. Sin embargo, los agricultores holandeses no ven el estrés por calor como un problema importante, aunque la reducción en la producción de leche puede llegar hasta 33% (Frazzi et al. 2003). Por lo tanto, estudiamos el efecto sobre la producción en condiciones prácticas de verano en los Países Bajos. Además, a las vacas lecheras les gusta estar al aire libre en el pasto (Von Keyserlink et al. 2017) y a los consumidores les gusta ver a las vacas en el paisaje. Sin embargo, esto aumenta el riesgo de estrés por calor si no se proporciona suficiente sombra. En el paisaje holandés moderno hay muy pocos árboles y, por lo tanto, las vacas pueden sufrir estrés por calor cuando están al exterior. Para demostrar que las vacas aprecian la sombra en condiciones cálidas, se organizó un estudio para investigar esto.

Materiales y métodos

Se seleccionaron trece granjas lecheras holandesas sobre la base de que tenían un registro electrónico de producción de leche. Tres granjas alojaban a sus vacas afuera durante el verano, siete las mantenían adentro cuando hacía calor y afuera a temperaturas más bajas (por ejemplo, durante la noche o durante los días de lluvia) y tres granjas mantenían a las vacas adentro todo el tiempo. En cada granja se seleccionaron 5 vacas que estaban entre 100 y 120 días en lactancia al inicio del estudio. Durante seis semanas en el verano (28 de julio - 7 de septiembre) de 2003, se registró la producción diaria de leche de esas vacas, la temperatura ambiental máxima, mínima y media diaria. La humedad en los Países Bajos siempre es alta. Por tanto, se estudió el efecto de la temperatura ambiente sobre la producción de leche. Las granjas se agruparon de acuerdo con el hecho de que las vacas se alojaban en el exterior en todo momento, en el exterior / interior o en el interior en todo momento.

Otro estudio se realizó en 2021 (un año con verano caluroso nuevamente) en la granja flotante en Rotterdam. Esta es una granja que tiene un granero flotante (https://floatingfarm.nl/). El número de vacas en la granja fue 37. Hay un pequeño potrero en la orilla adosado al establo flotante, donde las vacas pueden caminar y acostarse. En este potrero se plantaron 3 árboles en la primavera de 2021. Durante varias semanas de agosto se registró la posición de las vacas en el potrero, así como la temperatura ambiental, la humedad relativa y la radiación solar. Se anotó si estaban a la sombra de los árboles o no. Los parches con sombra eran pequeños porque los árboles aún eran jóvenes.

Resultados

El verano de 2003 resultó ser muy cálido al comienzo de nuestro período de grabación. A finales de agosto las temperaturas bajaron a valores normales, lo que hizo posible una comparación. En la figura 1 se presenta la producción de leche de una vaca individual, mantenida afuera sin sombra, y una que se mantuvo adentro, en relación con la temperatura ambiental (diaria) máxima y promedio. En la figura 3 se presenta la producción de leche media de las vacas en el exterior y en el interior, en la figura 4 en relación con la temperatura ambiental. Se puede observar que la producción de leche de la vaca en el exterior disminuye después de unos días de altas temperaturas. Cuando bajan las temperaturas diarias, la producción de leche aumenta de nuevo. Casi no hubo reducción en la producción de leche de la vaca que se mantuvo adentro durante el mismo período, aunque la temperatura diaria (exterior) fue alta.

Figura 1. Rendimiento de leche de dos vacas individuales representativas. Uno se mantuvo en el exterior sin sombra, el otro en el interior, en relación con la temperatura máxima y media diaria.

Figura 2. Producción de leche media de las granjas durante todo el período de 6 semanas. Las vacas se alojaron afuera todo el día, afuera durante los períodos más fríos (por ejemplo, por la noche) y adentro durante los días cálidos y soleados, o adentro en todo momento.

Figura 3. Rendimiento medio de leche (en Kg) de las fincas que mantuvieron sus vacas afuera o adentro durante una semana calurosa (Diff-W) y una semana con temperaturas moderadas (Diff-C). El rendimiento de leche se representa como la diferencia del rendimiento real por día, en comparación con el rendimiento esperado.

En la figura 4 se presenta la posición de las vacas en la granja flotante en un día soleado. Es notable que los animales aprovechen cada pequeña mancha de sombra. Las vacas no solo usaban los árboles como sombra, sino también como un "palo de fregar" para rascarse, como lo demuestra la vaca en el centro.

Figura 4. Vacas en la granja flotante durante un día cálido y soleado. Está claro que utilizan todos los matices.

En la figura 5 se resume el número de vacas en varios días. La influencia de la temperatura ambiental y la radiación solar es visible. Solo había 12 lugares a la sombra disponibles para las 37 vacas. Al 8 de septiembre, todos estaban ocupados, aunque la temperatura ambiental era de "solo" 21,8 ° C. La radiación solar alcanzó los 263 W / m² . Que las vacas estaban tumbadas a la sombra está influenciado por el clima se muestra el 2 de septiembre, cuando hubo una radiación solar de 82 W / m² y una temperatura ambiental de 17.4 ° C. Ese día no había vacas a la sombra.

Figura 5. Número de vacas afuera y adentro / afuera de la sombra con temperatura ambiental y radiación solar. Tenga en cuenta que el número máximo de lugares para las vacas a la sombra es 12.

Discusión

En nuestro estudio, confirmamos informes anteriores de que las vacas tienen una producción de leche reducida durante los períodos cálidos. Es obvio que las vacas necesitan sombra durante los períodos cálidos y soleados (Widowski 2001). Sin embargo, congregarse a la sombra puede resultar en la acumulación de estiércol y reducir la fertilidad de los pastos. Los agricultores también tienen la percepción de que proporcionar sombra puede reducir el tiempo que el ganado pasa pastando. Una solución a este problema podría ser alojar a las vacas en el interior durante los períodos cálidos. Al menos durante el día. Esto requiere instalaciones de vivienda adecuadas con techos aislados y amplia ventilación. El enfriamiento adicional podría ser una ventaja, como lo demuestra Flamenbaum (2019 y 2021), pero la rentabilidad de dichos sistemas debe determinarse para las condiciones holandesas.

Los establos del presente estudio no tenían equipo de enfriamiento. Esto podría ser una explicación para el hecho de que las vacas que se alojaban en el interior tuvieran un rendimiento menor (comparado con el esperado) que las que estaban en el pasto. Aunque las temperaturas bajaron a finales de agosto de 2003, todavía estaban por encima de los 20 ° C. Las vacas en el pasto aparentemente se encontraban en un ambiente más fresco que las alojadas en el interior. Esto puede deberse a una ventilación inadecuada.

No solo durante el verano, sino también durante el invierno, cuando las vacas se alojan en el interior debido a la falta de pasto en las praderas, las temperaturas pueden elevarse por encima de los niveles críticos cuando la ventilación no es adecuada. En los establos tradicionales, diseñados en los años 60 del siglo pasado, el sistema de ventilación no es adecuado para las vacas de alto rendimiento del siglo XXI.

Aunque las temperaturas cálidas (> 25 ° C) no son comunes en los Países Bajos, incluso los veranos moderados tienen suficientes días con temperaturas superiores a 20 ° C, lo que está reduciendo la producción de leche como se muestra en el estudio que realizamos el verano de 2003. Nosotros, por lo tanto, aconsejamos maximizar la ventilación e implementar equipos de refrigeración en los establos. Durante los días soleados de verano, es necesario proporcionar sombra o albergar a las vacas en el interior, en un establo aislado y bien ventilado. El hecho de que las vacas aprecien la sombra se muestra en la granja flotante fuera del potrero, donde se utiliza cada pequeña mancha de sombra en un día cálido y soleado (T> 20°C).

Estrategías para mitigar el estrés calórico del ganado lechero en holanda

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