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Digestión ruminal e intestinal del maíz (Zea maíz) y Sorgo (Sorghum bicolor L. Moench) utilizando diferentes técnicas de digestibilidad (in vivo, in vitro e in sacco)

Publicado: 1 de julio de 2020
Por: U.A. González Garcia1, J.G. Estrada Flores2 , L. Corona Gochi, D.K. Abarca Amesquita4 and M. González Ronquillo1* 1 Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, 2 Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales, Universidad Autónoma del Estado de México. Instituto Literario 100 Ote. Toluca. Mexico. 50000. 3 Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Nacional Autónoma de México. 4 Unidad Académica de Medicina Veterinaria y Zootecnia
Resumen

El conocimiento de la digestibilidad de los alimentos es básico para establecer su valor nutritivo y biodisponibilidad de los nutrientes para ello se han utilizado numerosos análisis de laboratorio para estimar la digestión ruminal e intestinal del alimento como son in vitro (Produccion de gas y Daisy) e in sacco, para ser comparadas con el método in vivo. El sorgo presenta el mayor (P<0.01) contenido de almidón, mientras que la FND fue mayor (P<0.01) para el maíz, la MSd fue similar (P=0.93) para ambos cereales, la digestión de la PC fue mayor (P<0.01) para el sorgo con respecto al maíz, mientras que para la proteína no degradable en rumen (PNDR) y la proteína degradable en intestino (PDI) no se encontraron diferencias (P>0.05) entre cereales. Con lo que respecta a los métodos de digestibilidad, la MSd fue menor (P<0.01) para el in vivo con respecto al resto de los métodos, la digestión de la PC tanto en rumen como en intestino fue mayor (P>0.01) para los métodos in sacco e in vitro (Daisy). La producción de AGV´S fue similar para ambos cereales. Las técnicas in situ e in vitro (DaisyII®) permiten determinar la digestibilidad de forma rápida y sencilla comparado con los métodos convencionales. El molido del sorgo mejora su valor alimenticio aumentando su digestibilidad, lo que representa una alternativa ante el maíz para la alimentación de terneros en engorda.

Palabras clave: in vivo, in sacco, proteína degradable en rumen, proteína digestible en intestino, Producción de gas in vitro.

INTRODUCCIÓN
La leche y la carne que se produce por los rumiantes dependen en gran medida del uso digestivo de los constituyentes de la ración, y una gran parte de esos componentes se encuentran en concentrados, granos o subproductos de grano ricos en almidón y proteínas. (Ramos et al., 2009). La digestibilidad se define como la cantidad de alimento que desaparece en el tracto digestivo o en un procedimiento de laboratorio debido a su solubilización o ataque por los microorganismos anaerobios ruminales. Mientras que, la degradabilidad se refiere a la cantidad de alimento que es descompuesto en los elementos que lo integran, mediante procesos biológicos o químicos (Navarro et al., 2011); por lo tanto, el conocimiento de la digestibilidad de los alimentos es básico para establecer su valor nutritivo, biodisponibilidad de nutrientes y la dinámica de los procesos de solubilización e hidrólisis en el tracto gastrointestinal. Los parámetros de la cinética de fermentación determinan la proporción de nutrientes consumidos que pueden ser absorbidos y utilizados por el animal, y dependen de un activo crecimiento y desarrollo de la población microbiana del rumen (Bochi-Brum et al., 1999; Arce et al., 2003). En el proceso digestivo los nutrientes pueden ser hidrolizados, fermentados y degradados por microorganismos ruminales, por lo que se han desarrollado diversos procesos en los granos (molido, rolado seco, hojueleado, reconstitución, enzimas, etc.) para reducir el tamaño de partícula e incrementar su digestión en rumiantes, permitiendo al animal aprovechar los productos finales (ácidos grasos y amoniaco principalmente), así como una parte de la proteína de la dieta (Hibberd et al., 1982; DePeters et al., 2003; Altamirano et al., 2004; Giraldo et al., 2007; Al-Rabadi et al., 2011). Debido a que, en los estudios in vivo la digestibilidad de los alimentos sólo pueden ser evaluados en raciones totales y se ve afectada por numerosos factores, entre los que destacan el tipo de ración, cantidad ingerida de alimento y el estado fisiológico, por lo que su determinación es un proceso laborioso y costoso, y que requiere el empleo de grandes cantidades de alimento, se han numerosos análisis de laboratorio para estimar la digestión ruminal e intestinal del alimento (Zinn, 1990; Calsamiglia et al., 1995; Bochi-Brum et al., 1999; Gargallo et al., 2006; Cone et al., 2009) utilizando varios procedimientos enzimáticos los cuales son simples y de costo razonable comparado con los métodos in vivo (Danesh Mesgaran et al., 2005).
La técnica de producción de gas es un método in vitro que permite determinar la extensión y la cinética de degradación del alimento a través del volumen de gas producido durante el proceso fermentativo el cual puede ser cuantificado (Pell et al., 1993; Theodorou et al., 1994). El método in sacco, tiene como objetivo fundamental proporcionar estimativas de la tasa y la dinámica de la degradación de los constituyentes de los alimentos sometidos al efecto del ambiente ruminal (Olivera, 2001; Adesogan et al., 2005). El sistema DaisyII (ANKOM Corp., Fairtport, NY, EEUU) se utiliza como método alternativo para calcular la degradación in vitro del alimento en el rumen e intestino en condiciones de laboratorio.
El objetivo del presente estudio fue evaluar la digestibilidad de la proteína (proteína degradable en rumen PDR, proteína no degradable en rumen PNDR, proteína degradable en intestino PDI) en el grano de sorgo y maíz por métodos in vitro e in vivo, así como su efecto en el tamaño de partícula.
MATERIALES Y MÉTODOS
Procesamiento de maíz y sorgo
Se obtuvieron muestras de maíz y sorgo de un lote comercial, el cual contenía los granos enteros y cantidades insignificantes de granos partidos. Los granos enteros fueron quebrados (Molino azteca® ,1 mm Ø) para asegurar un tamaño de partícula homogéneo en ambas muestras y se tomaron 1000 g de muestra para análisis posteriores.
Evaluación in vivo
Se utilizaron cuatro terneros Holstein-Angus (PVi, 400±50 kg) equipados con cánula en rumen y duodeno, los cuales fueron alimentados con uno de dos tratamientos maíz y sorgo. Los animales fueron alimentados a las 0800 y 2000 h al 2 % PV, con acceso libre al agua. Cada periodo experimental tuvo una duración de 20 d, los primeros 15 d para adaptación a las dietas y 5 d para la recolección de muestras. Las dietas se utilizaron (Tabla 1) con un 73% de inclusión en MS de cada uno de los tratamientos y el resto (% MS) fue a base de alfalfa (6%), heno de avena (12%), melaza de caña (5%), urea (1%), sales minerales (0.05%), para cubrir las necesidades de mantenimiento (NRC, 1996). Se utilizó óxido de cromo (Cr2O3) al 0.40% de inclusión como marcador de flujo (Delagarde et al., 2010). Se tomaron muestras de heces (400 g/d) y contenido duodenal (750 ml/ hora de muestreo), por cuatro días consecutivos, el día 16 a las 0750 y 1350 h, el día 17 a las 0900 y 1500 h, el día 18 a las 1050 y 1650 h y el día 19 a las 1200 y 1800 h. Las muestras fueron almacenadas diariamente y congeladas a -20º C para obtener un pool al final de cada periodo, para análisis posteriores.
Digestión ruminal e intestinal del maíz (Zea maíz) y Sorgo (Sorghum bicolor L. Moench) utilizando diferentes técnicas de digestibilidad (in vivo, in vitro e in sacco) - Image 1
Evaluación in situ
Se utilizaron dos bovinos de raza Holstein (PV 400 ± 50 Kg) con cánula ruminal permanente para determinar la digestibilidad de la MS y la proteína (PC) de acuerdo con la técnica descrita por Ørskov y McDonald (1979). Los animales fueron alimentados ad libitum (0800 y 1600 h), con la dieta descrita anteriormente (tabla 1). Se pesaron 5 g MS de muestra de alimento y fueron colocados en bolsas de nylon (Ankom R510, 5 X 10 cm, con tamaño de poro de 50 μm), para posteriormente ser sometidas a 24h de incubación ruminal por triplicado, posteriormente las bolsas fueron lavadas manualmente con agua corriente hasta que escurrió limpia y secados en estufa de aire forzado a 60° C por 72 horas para análisis posteriores.
Digestibilidad ruminal in vitro
Las muestras de grano fueron incubadas in vitro, para la cual se preparó un medio de cultivo de acuerdo a la metodología descrita por Ankon Technology, Inc.(Macedon, NY, USA) para un equipo DaisyII, que consta de dos soluciones buffer: solución A: KH2PO4 (10 g/l), MgSO4•7H2O (0.5 g/l), NaCl (0.5 g/l), CaCl2•2H2O (1 g/l), Urea (grado reactivo; 0.5g/l); solución B: NaCO3 (15 g/l) y Na2S • 9H2O (1g/l). El medio de cultivo se realizó en una proporción de 4:1 (medio de cultivo: líquido ruminal) a una temperatura de 39º C, agitando la solución para permitir una mezcla uniforme. El líquido ruminal se obtuvo de los dos bovinos fistulados mencionados anteriormente. Se utilizaron 24 bolsas de nylon (Ankom R510, 5 X 10 cm, con tamaño de poro de 50 μm) depositando en cada una de ellas 5 g MS de muestra. Los granos fueron incubados por 24 h, depositando tres bolsas por jarra, realizándose dos repeticiones. Pasado el tiempo las bolsas fueron lavadas con agua hasta que el agua escurrió limpia, para después ser secadas en estufa de aire forzado a 60° C por 72 horas para análisis posteriores.
Digestibilidad intestinal in vitro
Los residuos obtenidos de la digestión in vitro (DaisyII) e in situ fueron sometidos a una digestión intestinal (pepsina-pancreatina) para determinar la proteína degradable en intestino (PDI), de acuerdo con el método descrito por Gargallo et al. (2006). En cada una de las jarras de digestión se incubaron al azar ocho replicas (bolsas Ankom R510, 5 X 10 cm, con tamaño de poro de 50 μm) por tratamiento (4 bolsas/jarra con 2 g MS de muestra), incluyendo un blanco, con el fin de generar el factor de corrección; se introdujeron dentro de cada jarra que contenía una solución de 2 L de HCl al 0.1 N ajustada a un pH de 1.9 con 1 g/L de pepsina (P-700), permaneciendo por un tiempo de 1 h a una rotación constante a 39° C. Pasado ese tiempo, las bolsas fueron lavadas manualmente con agua corriente hasta que escurrió limpia, posteriormente fueron depositadas dentro de las jarras de incubación (4 bolsas/jarra) los cuales contenían 2 L de una solución de pancreatina (con una solución buffer de KH2PO4 al 0.5M ajustada a un pH de 7.75) conteniendo 50 ppm de timol y 3 g/L de pancreatina (P-7545, Sigma), y permanecieron a una rotación circular constante a 39° C durante 24 h. Posteriormente se lavaron con agua corriente hasta que escurrió limpia y secados en estufa de aire forzado a 60° C por 72 horas para análisis posteriores.
Producción de gas in vitro
Para determinar la cinética de degradación ruminal se utilizó la técnica de producción de gas in vitro de acuerdo con el método descrito por Theodorou et al. (1994) y Mauricio et al. (1999). Aproximadamente 0.800 g MS de cada ingrediente fueron incubados en botellas de vidrio con 90 ml de solución buffer y 10 ml de líquido ruminal teniendo una réplica de tres botellas por muestra. El líquido ruminal fue colectado de dos bovinos de raza Holstein (PV 400 ± 50 Kg). De cada bovino se colectó una cantidad aproximada de 0.5 L de líquido ruminal y 100 g de sólido previo a la alimentación (0730 h) de los animales y filtrado en triple capa de gasa y lana de vidrio, se homogenizó con CO2 durante cinco minutos, posteriormente fueron mezclados y utilizados como inóculo. Las botellas fueron incubadas en un baño de agua a 39° C. El volumen de gas fue registrado a las 3, 6, 9, 12, 18 y 24 h de incubación (Streeter et al., 1993) por medio de un transductor de presión marca Delta (Modelo HD 8804). Una vez finalizado el periodo de incubación, se tomó una muestra de contenido de los frascos para posteriores análisis y las muestras fueron filtradas y secadas (48 h, 65 °C) para determinar la proporción de materia seca desaparecida (MSd). La producción de gas a las 24 h se correlacionó con la materia seca desaparecida para obtener la producción de gas relativa (PGR, ml gas g-1 MSd) (Gonzalez Ronquillo et al., 1998).
Análisis de laboratorio
Para determinar tamaño de partícula de los granos procesados se usó un agitador W. S TYLER 8570 (Mod. RX-812) con cribas del número 6 (3.360 mm), 7 (2.830 mm), 10 (2.000 mm), 20 (0.840 mm), 30 (0.590 mm) y 40 (0.420 mm) con 10 minutos de agitación (Ensor, 1970). El contenido de MS del alimento, heces y contenido duodenal fue determinado en una estufa de aire forzado (60º C, 48 h) posteriormente se molieron (molino Wiley, 1 mm Ø) para determinar: Cenizas (600° C por 3 h), y su diferencia para Materia Orgánica (MO), N utilizando el método Kjeldahl (AOAC, 1991) y la proteína cruda (PC) fue calculada como N X 6.25, FDN (Goering y Van Soest, 1970) utilizando alfa amilasa (ANKOM FAA). En el contenido duodenal se determinaron NNH3 (Chaney et al., 1962). Para la determinación de energía bruta (EB) se utilizó una bomba calorimétrica adiabática PARR® (Gallenkamp, Automatic Adiabatic Bomb). La digestión del marcador (Cr) se realizó mediante la técnica descrita por Hill y Anderson (1958), posteriormente la concentración del marcador (Cr2O3) en duodeno y heces se determinó por espectrofotometría de absorción atómica, después de la solubilización de las muestras incineradas (Siddons et al., 1985).
Los residuos de las muestras (maíz y sorgo) utilizadas en las pruebas de incubación ruminal y pepsinapancreatina, así como los residuos de producción de gas fueron analizados para MS (60º C, 48 h, en una estufa de aire forzado) y N (método Kjeldahl; AOAC, 1991). La PDI no fue determinada en los residuos de producción de gas debido a que no fue suficiente.
Una vez finalizado el tiempo de lectura de cada periodo de incubación de la Producción de gas in vitro, se registró la lectura de pH (Conductronic pH 130) a cada frasco, posteriormente se filtró el líquido y se tomaron 5 ml para la determinación de ácidos grasos volátiles (AGV´S) por el método propuesto por Jouany (1982) utilizando el 4-metil valérico como marcador interno, y 10 ml a los cuales se les adicionó 3.5 ml de HCl para la obtención de N-NH3 (Weatherburn, 1967). La producción de metano se calculó de acuerdo con el modelo descrito por Wolin (1960).
Cálculos
Para el cálculo de tamaño de partícula se utilizó la siguiente fórmula:
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Dónde: di = Diámetro de la abertura de la malla de ith criba, d i+1 = Diámetro del tamaño de la próxima criba que ith es la criba (justo sobre el grupo), dgw = Diámetro de la media geométrica, di = Diámetro geométrico de la partícula en ith criba., ith criba = [di X di+1] 1/2, Sgw = Desviación estándar geométrica.
Digestibilidad in vivo
La digestión del N se calculó mediante la siguiente fórmula (Faichney, 1975):
Digestibilidad ruminal del nutriente = 100 – 100 [(% marcador en el alimento/% marcador en duodeno) X (% de nutriente en duodeno/% de nutriente en alimento)]
Digestibilidad in vivo, in vitro (DaisyII) e in sacco
La materia seca desaparecida fue calculada mediante la siguiente fórmula:
Digestibilidad del nutriente = [(Consumo del nutriente – nutriente en heces) / consumo del nutriente] X 100
Digestibilidad intestinal
In vitro. La digestión pepsina-pancreatina del N se calculó como: el N en la muestra original menos el N restante después de la incubación pepsina-pancreatina dividido por el N de la muestra original (Gargallo et al., 2006).
In vivo. La digestión intestinal del N se calculó mediante la siguiente fórmula:
Digestibilidad del nutriente = [(g nutriente que entra al intestino – nutriente en heces)/g nutriente que entra al intestino] X 100
Producción de gas in vitro
La producción de gas se estimó en ml/gas por hora, así mismo se ajustó al modelo propuesto por France et al. (1993) y = a [1 – exp (–b (t - T) – c (√t - √T))]. Dónde: “y” es la producción total de gas (ml), “t” es el tiempo de incubación (horas), a es la producción potencial de gas (ml), b describe la tasa fraccional de producción de gas (ml/h) y c es la tasa constante de producción de gas (h), T representa el tiempo de retraso (horas) en que los microorganismos colonizan el sustrato para comenzar la fermentación.
Análisis estadístico
Los datos obtenidos de las pruebas in vitro e in sacco fueron ajustados a un análisis de varianza mediante la utilización de un diseño completamente al azar.
Y ijk = µ +Tj + εijk.
Dónde: µ es la media general, T es el efecto debido al cereal y ε es error experimental.
En el análisis de varianza, se incluyó el cereal (n = 4) y su repetición (3 tandas de incubación). El análisis de varianza correspondiente se hizo mediante el procedimiento ANOVA del programa estadístico SAS (2002). Los promedios se compararon mediante la prueba de Tukey (Steel y Torrie, 1997).
Los datos obtenidos por el efecto de los tratamientos in vivo en las características de digestibilidad, flujos y dinámica ruminal fueron ajustados a un tabla latino 2 X 2 replicado dos veces, y analizados utilizando el procedimiento PROC GLM de SAS (2002) (Versión 9.0, SAS Inst., Inc. Cary, NC):
Yijk= μ + Pi + Aj + Tk + εijk
Donde, µ es la Media general, Pi es el efecto del periodo, Aj es el efecto del animal, Tk es el efecto debido al tratamiento y εijk es el error aleatorio.
Los datos obtenidos entre técnicas (in vivo, in vitro e in sacco) fueron ajustados a un análisis de varianza mediante la utilización de un diseño completamente al azar.
Y ijk = µ +Tj + εijk.
Dónde: µ es la media general, T es el efecto debido al cereal y ε es error experimental.
En el análisis de varianza, se incluyó la técnica (n=3) y su repetición (3 tandas de incubación). El análisis de varianza correspondiente se hizo mediante el procedimiento ANOVA del programa estadístico SAS (2002). Los promedios se compararon mediante la prueba de Tukey (Steel y Torrie, 1997).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Composición química y tamaño de partícula
La industria de los alimentos evalúa el tamaño de partícula utilizando métodos como el molido y el quebrado para evaluar las raciones de los animales, estos métodos son comúnmente utilizados en os cereales para aumentar la superficie de área a la degradación microbiana reduciendo las barreras físicas que existen alrededor de los granos exponiendo los nutrientes del grano (proteína y almidón) (Yang et al., 2005; Arzola-Álvarez et al., 2010). El efecto del procesamiento utilizado, la composición química y las características físicas se muestran en la tabla 2 y 3. El quebrado de los granos de sorgo, además de romper el pericarpio duro, alteró la matriz proteica que encapsula los gránulos de almidón, lo que conduce a una mayor disponibilidad de nutrientes; sin embargo, la variación en la FND y el contenido de almidón en la composición química del maíz varió por método de procesamiento, lo cual puede indicar alguna separación en componentes del grano de maíz (Galyean et al., 1981). Las diferencias (P < 0.01) en el tamaño de partícula entre las diferentes cribas utilizadas (tamaño de poro), el sorgo presenta un menor tamaño de partícula (µm: P < 0.01), así como una mayor (P < 01) área de superficie. La disminución de la partícula en el sorgo quebrado y el aumento en área de superficie con la reducción en el tamaño de poro se atribuye a un aumento lineal en el número de partículas por gramo de muestra (Wadhwa et al., 1998; Balogun et al., 2006).
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Digestibilidad de la proteína
En la tabla 4 se presentan las digestibilidades por cereal y por técnica. La digestibilidad de la MSd, PNDR y PDI fue similar para ambos cereales. La proteína degradable en rumen (PDR) fue mayor (P<0.01) para el sorgo. Los métodos de procesamiento a los que son sometidos los cereales modifican la velocidad de degradación ruminal y con ello la proporción de almidón o proteína que se digiere en éste u otros tramos posteriores del tracto digestivo, esto puede tener una importante incidencia en la eficiencia con la que se utiliza la dieta y en la respuesta productiva del animal, dada la influencia que el lugar de digestión tiene sobre el tipo de nutrientes absorbidos; por lo tanto, algunos efectos medidos del quebrado se relaciona con el tamaño de partícula y por consiguiente a la superficie de área disponible; por lo tanto, en cuanto menor sea el tamaño de partícula, más digerido será el grano (Lowman et al., 2002; Mahasukhonthacha et al., 2010).
La digestibilidad entre los métodos utilizados (in vivo, in sacco, Daisy II y producción de gas), fue mayor para el método in sacco (P<0.01). Debido a que el contenido de nitrógeno en los granos es menor, son más pesados lo que hace que aumente la gravedad especifica facilitando la salida del rumen y reduciendo así el tiempo de retención, por lo que la digestibilidad en el método in vivo se ve disminuida (Histrov et al., 2003); mientras que Beauchemin et al. (2001) menciona que con el grano procesado se obtiene una mayor digestibilidad de la MS en las bolsas de nylon incubadas en novillos, aumentando la tasa fraccionaria de degradación.
Aunque las muestras frescas promueven problemas para los análisis in vitro e in situ, generalmente muchos alimentos se ingieren en su forma fresca, y estimar la velocidad y el grado de digestión mediante la incubación puede ser engañoso. En el caso del sorgo, la textura del endospermo tiene un efecto significativo en la digestibilidad in vitro de la proteína y el almidón y una explicación probable para la degradación de la proteína es que se sabe que produce menos gas por unidad de sustrato que los carbohidratos (Lowmann et al., 2002; Yang et al., 2005; Wong et al., 2009); siendo esta una posible respuesta a la baja digestibilidad mostrada en el presente estudio.
Producción de gas
En la tabla 5 se presentan los parámetros de la producción de gas in vitro obtenidos del ajuste de la incubación (ml gas/g MS incubado) de los cereales utilizados en el presente estudio, donde se observa una ligera diferencia de la fracción A (ml gas/g MS incubado) siendo menor (P>0.01) para el maíz, la velocidad con la cual los microorganismos del rumen fermentan los componentes del alimento o tasa de producción de gas (b) y la fracción c fue mayor (P<0.01) para el maíz, para la fase de retardo o fracción lag el sorgo mostró un menor tiempo de retardo de la producción de gas (P<0.01). Para la MSd (mg/100 mg) no se encontraron diferencias (P<0.93) entre ambos cereales, mientras que la PGR (ml gas/g MS) fue mayor (P<0.01) para sorgo. Una estimación de la degradación puede hacerse por incubación de las muestras in vitro con líquido ruminal. La digestibilidad se deriva a partir de la desaparición de la MS (Tilley and Terry, 1963) o la cantidad de gas producido (Menke et al., 1979) después de un periodo de incubación fijo. Las curvas de producción de gas para las medias de maíz y sorgo se presentan en la figura 1. Las diferencias de producción de gas ocurren después de las primeras 9 h hasta las 24 h. Estas diferencias se atribuyen al contenido del endospermo corneo contenido en la matriz proteica del maíz y sorgo, ya que es resistente a la degradación, siendo mayor en el sorgo, por lo tanto, se esperaría que fuera menos digestible que el maíz (Streeter et al., 1993). Sin embargo, la producción de gas para el sorgo fue mayor (P<0.001), las razones de una mayor producción de gas mayor no son claras; sin embargo, puede estar relacionado con el tamaño de partícula y la estructura del almidón; ya que estudios anteriores sobre la digestibilidad del almidón purificado en cultivos de sorgo mostraron que el almidón del sorgo resulto ser más digestible que el maíz (Hibberd et al., 1982; Kotarsky et al., 1992; Streeter et al., 1993), por su parte Hale (1973) indicó que la ruptura de la matriz proteica alrededor del almidón puede mejorar la digestión del grano procesado. Aproximadamente el 72 y el 73% del total de la MS es almidón (Tabla 2) y la fermentación a partir de la proteína es relativamente poca, por lo que el almidón representa la mayor producción de gas (DePeters et al., 2003), por lo tanto, las tasas de digestión entre el maíz y el sorgo pueden ser parcialmente explicadas porque el contenido de almidón es mayor y es menos numeroso en el maíz que en el sorgo (Streeter et al., 1993). Una fermentación intensa, permitiría un crecimiento microbiano más rápido aumentando el consumo de alimento en los animales siempre que el pH no disminuya considerablemente (Atasoglu et al., 2006). La comparación de las tasas de digestión in vitro entre sorgo y maíz pueden proveer información valiosa acerca del sitio y alcance de digestión. La producción de gas resulta de la fermentación de los carbohidratos solubles y estructurales del sustrato, mientras que la fermentación de proteínas y lípidos es escasa (Getachew et al., 1998).
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Parámetros de fermentación ruminal in vitro
Los datos obtenidos al final de la fermentación se muestran en la tabla 6. Las muestras utilizadas (maíz y sorgo) fueron similares para pH, la producción de N-NH3 fue mayor (P<0.01) para maíz, mientras que la producción total de AGV´s al final de la fermentación (mol/100mol) de cada sustrato no presentó diferencias (P>0.05), entre los cereales evaluados. La fuente de carbohidratos de la dieta influye en la proporción de AGV´s producidos en el rumen. Desde el tipo de AGV´s formados afecta la cantidad de gas producido. Los carbohidratos no fibrosos (almidón) promueven la producción de ácido propiónico ya que son fermentados más eficientemente; sin embargo, el consumo excesivo de carbohidratos altamente fermentables por los animales ocurre cuando estos son adaptados primero a dietas altas en concentrados y/o cuando a los animales se les cambia de dieta, provocando una variación en el pH ruminal (Dijkstra et al., 2005; Owens et al., 1998). El pH obtenido por la fermentación de los cereales utilizados no muestra variación alguna, encontrándose dentro de los parámetros, el cual oscila de 6.2 a 7.0 (Calsamiglia et al., 2002). Álvarez et al. (2001), citan un pH de 6.0 en dietas para vacas lecheras con maíz quebrado seco menor a lo encontrado en el presente estudio. Los productos que se obtienen al final del proceso fermentativo dependen en parte, de los microorganismos presentes en un momento dado en el rumen ya que los compuestos de algunas bacterias pueden ser utilizados por otros para su metabolismo (Weston et al., 1968). La producción de ácido acético y ácido butírico encontrado en el presente estudio no difieren a lo mostrado por Corona et al. (2006), quienes encuentran una producción de ácido acético de 58 – 67 y de 10 - 11 mol/100 mol respectivamente; sin embargo, la producción de ácido propiónico mostro una tendencia (P=0.08) para los granos utilizados en el presente estudio con respecto Corona et al. (2006) quienes reportan una concentración de 24 a 26 mol/100 mol utilizando maíz rolado seco en dietas para ganado de engorda. El aumento de ácido propiónico se observa cuando la cantidad de concentrado adicionada es elevada y su composición es a base de granos con altas cantidades de almidón, por otra parte, la adición de concentrados disminuye la producción de metano (Blaxter et al. 1964). Este aumento puede deberse a que durante el tratamiento previo existe un grado de fragmentación parcial de los gránulos de almidón (Trei et al., 1966).
CONCLUSIONES
El molido del sorgo mejora su valor alimenticio aumentando su digestibilidad, lo que representa una alternativa ante el maíz para la alimentación de terneros en engorda. Las técnicas in situ e in vitro (DaisyII®) no tuvieron diferencias lo que permiten determinar la digestibilidad de forma rápida y sencilla comparado con los métodos convencionales.
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Autores:
Luis Corona Gochi
UNAM - Universidad Nacional Autónoma de México
Ana Ma. González Ronquillo
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M.C. Fernando R. Feuchter A.
Universidad Autónoma Chapingo
1 de julio de 2020
FELICIDADES por exponer los resultados del esfuerzo de esta investigación. ¡ENHORABUENA!
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Mossano Sergio
20 de julio de 2020
Extraordinario trabajo, mis Felicitaciones... Realmente siempre dude de como dar el Maíz a los rumiantes para su aprovechamiento. Una consulta, que alimentaria más al engorde de Novillos, Maíz molido o Sorgo Molido? Y que opinan del maíz molido y húmedo. Es decir maíz molido y humedecido con agua e inoculante, tapado con plástico en fosas? Gracias..
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