GMO – OGM, Parte 1: ¿De qué estamos hablando?

Los organismos genéticamente modificados han sufrido alteraciones de su material genético en un proceso conocido como biotecnología o ingeniería genética. Estas alteraciones resultan en que el organismo expresa un rasgo o rasgos que no ocurren naturalmente en ese organismo. Existen bacterias, animales y plantas transgénicos, y se utilizan en una amplia gama de aplicaciones, incluidas las biológicas y la investigación médica, la producción de productos farmacéuticos, y la agricultura.

Pero, ¿existen alteraciones genéticas que ocurran de manera “natural”, es decir sin agregar material genético exógeno? Claro que sí, a lo largo de toda la historia el ADN de los seres vivos viene sufriendo modificaciones: mutaciones, selecciones, cruzas, etc. Cómo lo indica @biotecnoblog: Ni siquiera hace falta agregar material genético exógeno para modificar la expresión de nuestros genes. ¿Fumás? Alterás tu ADN. ¿Tomas mucho sol? Alterás tu ADN. ¿Dormís poco/mucho? Probablemente tus genes se expresen distinto. ¿Hacés mucho/poco ejercicio? Lo mismo.

Uno de los usos más adoptados de los OGM es en los principales cultivos. En estas plantas, las alteraciones al material genético se logran por la introducción de ADN (material genético) de un organismo diferente al organismo objetivo (target). El resultado es una planta y todos sus componentes – incluyendo las semillas que produce esa planta – con una expresión de rasgos nuevos – traits – como ser la resistencia a insectos, a sequía o a herbicidas entre otros.

Pero, ¿cómo se introdujeron mejoras en los cultivos hasta que apareció la ingeniería genética? Fácil, es lo que se denominaban cruzas, lo que ocurre a través de la polinización forzada o natural: es decir, los óvulos de una planta son fecundados por el material genético masculino que se encuentra en el polen de otra planta que está en las proximidades y se produce una nueva planta derivada de estas dos – de la misma especie. ¿Cómo ocurre esta reproducción sexual? Por el viento, insectos o por manipulación de las plantas, es una modificación que ocurre sin la introducción de material genético de una especie diferente.

La incorporación de cultivos OGM ayuda a minimizar el uso del suelo (mayor rinde), reducción en la utilización de combustibles (menos aplicaciones de fitosanitarios, menores extensiones), incremento de la resistencia a las condiciones adversas (sobrevivencia en casos de sequía, al ataque de insectos, etc.), y éstos son algunos de los puntos en los que se remarca la importancia de los cultivos GMO en la producción de alimentos.

Lo primero que se hace es identificar el gen que nos interesa transferir y luego aislarlo. Una vez que se tiene el gen identificado y aislado, se procede a transferirlo al organismo objetivo (target).

Las formas que más frecuentemente se usan para transferir el/los gen/genes a un organismo son dos:

El uso de una bacteria: “Agrobacterium” que actúa como vehículo para transportar y transferir el material genético
La “biobalística”, donde se “bombardean las células del target con partículas recubiertas con el material genético a transferir.
Una vez que se transfiere el material genético, se verifica que células resultaron alcanzadas por el nuevo gen, y son las que se someten a cultivo para obtener la planta transgénica.