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Efecto del estrés térmico en la microbiota intestinal

Publicado: 6 de septiembre de 2022
Por: Ruby Yu, Investigación y Desarrollo, PlusVet
Con la llegada del verano, la temperatura ambiental y la humedad aumentan, y el estrés térmico supone un desafío para muchas granjas.
La flora intestinal es crucial para la salud animal. La microbiota intestinal influye en la salud del huésped al participar en su metabolismo, regular su sistema inmunológico, mantener la homeostasis gastrointestinal, afectar la función cerebral e incluso el comportamiento del animal. La disbiosis  conduce al desarrollo de enfermedades digestivas, lo que resulta en pérdidas económicas.
Abundantes estudios demuestran que el estrés por calor afecta muchos parámetros productivos, como el aumento de peso, la tasa de producción de huevos y la conversión alimenticia. El estrés por calor también modifica la respuesta metabólica y la función inmune, lo que puede estar relacionado con la influencia de las altas temperaturas sobre la microbiota intestinal y la integridad intestinal.
Efecto del estrés térmico en la microbiota intestinal
Efectos del estrés térmico en la composición del microbioma
El estrés  térmico reduce significativamente el recuento de especies que son dominantes en condiciones normales: tanto los Firmicutes, un grupo de bacterias Gram positivas, como los géneros Lactobacillus y Bifidobacteria disminuyen significativamente. La reducción de Lactobacillus y Bifidobacteria es relevante para la salud intestinal porque estos dos géneros protegen contra la invasión de patógenos gracias a un mecanismo llamado exclusión competitiva.
Por otro lado, el estrés por calor aumenta el recuento de E. coli y Salmonella sp. Como el estrés por calor a menudo se asocia con una falla de la barrera intestinal, el animal corre el riesgo de sufrir infecciones generalizadas. 
Efectos del estrés por calor en los metabolitos microbianos intestinales
Los ácidos grasos de cadena corta (ácido butírico, acético y propiónico) son el resultado de la fermentación de la fibra por parte de las bacterias intestinales. 
Múltiples estudios han demostrado que los ácidos grasos de cadena corta:
  • Promueven la secreción de moco intestinal en monogástricos
  • Inducen a las células B a diferenciarse en células plasmáticas y secretar inmunoglobulina A, inhibir la inflamación intestinal
  • Reducen la producción de ciertos factores inflamatorios
El estrés térmico inhibe el crecimiento de Ruminococcus faecis, Clostridium butyricum, Clostridium leptum y Phascolarctobacterium, lo que a su vez disminuye la concentración de ácidos grasos de cadena corta en el intestino.
Los extractos de plantas mejoran el estado de la flora intestinal
Algunos extractos de plantas tienen funciones prebióticas y promueven selectivamente el crecimiento de bacterias benéficas simbióticas. Por ejemplo, los polisacáridos de Pueraria aumentan significativamente la diversidad de especies, reducen el recuento de bacterias patógenas y aumentan el número de bacterias beneficiosas. El extracto de achicoria es otro prebiótico que favorece el crecimiento de Lactobacillus sp.
Por otro lado, el aceite de ajo aumenta la abundancia relativa de Phascolarctobacterium sp, que produce ácidos grasos de cadena corta, mientras que la alicina pura inhibe la E. coli.
Además, los extractos de plantas mejoran la digestión, la absorción y la utilización del alimento al regular la expresión de proteínas relacionadas con la absorción en el sistema digestivo.
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