Inicio precoz de postura favorece la fractura de quilla y perjudica la calidad de la cáscara

Uno de los minerales esenciales para la nutrición de las aves es el Calcio (Ca), tanto por su función vital como componente principal de la estructura ósea, el balance ácido-base y el sistema enzimático, como por su participación en la composición de la cáscara del huevo. Si bien en las dietas para aves de postura es necesaria la formulación de Ca utilizando ingredientes no vegetales para poder cubrir los 2,2 g de Ca que cada huevo contiene en promedio, a lo cual no se llega utilizando cereales y oleaginosas (Peixoto y Rutz, 1988), no sucede lo mismo con las recomendaciones para dietas de prepostura, ya que se considera que no habrá puesta de huevos en este período. Sin embargo, el cambio de alimento de prepostura a un alimento de postura no es automático a nivel de comedero cuando parte de las gallinas ponen los primeros huevos, por lo cual el balance entre el Ca absorbido a nivel intestinal y el que se utiliza para la cáscara resulta negativo en el aproximadamente 5-10% de las aves (de Juan y col., 2023). Si esto ocurre por períodos cortos puede ser aportado por el Ca del hueso medular, pero a medida que este período se extiende también puede ser tomado del Ca que se encuentra en el hueso estructural (Whitehead y Fleming, 2000). Esto podría explicar en gran medida el hecho de que las aves con postura precoz sean las que tienen mayor probabilidad de sufrir una fractura de quilla (Gebhardt-Henrich y Fröhlich, 2015) y de tener peores resultados de calidad de cáscara en el último segmento del ciclo de postura (Korber, 2020).

En un trabajo recientemente publicado y llevado a cabo por el equipo del Prof. Gonzalo G. Mateos de la UPM (de Juan y col., 2023) se explicita una simple cuenta asumiendo dietas comerciales con 2-2,5% de Ca en el alimento de prepostura hasta que las aves lleguen a un 5-10% de postura y asumiendo también una biodisponibilidad del Ca de un 60%. Esto da como resultado la necesidad de un consumo de 160 g de alimento por día para mantener el balance cálcico de las gallinas que comienzan a poner huevos en forma precoz, lo cual mas que duplica lo que generalmente se observa en las tablas de consumo para el período. Si las gallinas absorben 1,2-1,5 g de Ca por día podría generarse entonces un déficit diario de 33-45%. Esto podría no afectar la postura de estos animales en producción, ya que Roland (1986) obtuvo como resultado de la privación de Ca en la dieta unos 4 a 5 huevos, los cuales se pudieron formar tomando las reservas de los huesos de las aves. Sin embargo, también señala que la máxima calidad de cáscara no se mantendría ni un solo día sin Ca en la dieta. Sin llegar a este extremo, Lukic (2008) estudió el efecto de una dieta de 2,5% de Ca en gallinas de 22 a 25 semanas, lo cual causó en primer lugar una disminución del mineral en la cáscara (cuantitativamente), luego una disminución de la calidad de la cáscara y por último también la calidad ósea de las aves.   

La fractura de quilla en aves de postura ha sido declarada como uno de los principales problemas de la avicultura por diferentes organismos europeos y de norte américa. Tanto el dolor asociado a la fractura como las pérdidas económicas que se dan por una menor producción de huevos son relevantes para posicionarla en dicho lugar. El porcentaje de aves afectadas en distintos lotes comerciales de ponedoras y reproductoras pesadas de Canadá y Europa se encuentra en un rango entre un 20 y un 96% (Toscano y col., 2020). Si bien se ha asociado a esta dolencia con una elevada  producción de huevos de las gallinas, también se ha informado acerca de otros factores que aumentarían la susceptibilidad a la fractura, los cuales incluyen una reducida actividad física (Fleming y col., 2006), las enfermedades óseas (Baumgartner y Ulrich, 2015), que pueden ser degenerativas (osteomalacia, osteoporosis, osteodistrofia) o inflamatorias (osteomielitis), la osificación tardía, que deja una porción de la quilla mas débil (Birchard y Sherding, 2005), y la edad al primer huevo. Este último factor considera el cambio fisiológico que se produce en el ave al entrar a postura, que si ocurre tempranamente podría retrasar la osificación de la quilla, lo cual resulta mas relevante para este hueso, ya que de por si es de los últimos en osificarse (Buckner y col., 1949). Gebhardt-Henrich y Frohlich (2015) monitorearon en forma individual la postura de un lote de gallinas desde su primer huevo y también por palpación el estado de su quilla hasta las 43 semanas de vida, asociándose la fractura de la misma en mayor proporción a la edad del primer huevo que a la producción de huevos. En promedio, las gallinas sin fractura de quilla comenzaron la postura 17 días mas tarde que aquellas que presentaron la lesión ósea. 

Si bien el equipo de la UPM en el citado trabajo recomienda elevar los niveles de Ca del alimento prepostura y equipararlos a los niveles de postura, también existe la posibilidad de obtener fórmulas con niveles de Ca de mayor disponibilidad. Si se toma como ejemplo los valores de digestibilidad para Ca obtenidos en la Universidad de Maryland para carbonato de calcio y fosfato monocálcico, los cuales fueron de 34 y 68%, respectivamente, siendo  el Ca_Dig/Kg para ambos ingredientes prácticamente el mismo (Angel, 2013), podemos utilizar la información para aplicarlos a una fórmula maíz-soja con estos dos ingredientes para una ponedora Hy-Line, pero si después le agregamos una fitasa a la fórmula lo que puede ocurrir es una disminución en un 50% del fosfato  y de un 0,1% en el carbonato de calcio o conchilla que tenía anteriormente. En términos de relación Ca digestible: P digestible estaríamos pasando de una relación 3,2:1 a una relación 2,9:1, aproximadamente, por lo cual se disminuiría la cantidad relativa de Ca para su absorción y seguiría existiendo Ca de baja absorción en gran cantidad. El mayor costo del fosfato monocálcico y su composición seguramente no permitirán una mayor incorporación si se formula a menor costo, pero se podría forzar un mayor porcentaje para reemplazar a parte del carbonato de Ca o conchilla fina. También sería necesario identificar carbonatos de calcio, conchillas y harinas de carne-hueso de alta digestibilidad de Ca. El rango de variabilidad es amplio y se pueden desarrollar proveedores dispuestos a cumplir con estándares específicos de pruebas de solubilidad in-vitro que se encuentren asociadas a digestibilidad in-vivo.

En ese sentido he participado del relevamiento de muestras de conchilla que utilizaban productores locales para evaluar la solubilidad de las mismas (Roulleau y Melo, 2012), caracterizándolas frente a un carbonato cálcico patrón (CaCO₃ DIETAXION).

También se ha recomendado como estrategia el reemplazo parcial con otras sales solubles de Ca, como lo es el Pidolato de Ca, que en mayor medida se ha utilizado como suplemento no formulado a partir de las 55 semanas de edad, obteniéndose una mejora en la calidad de la cáscara, la producción de huevos y la conversión (Protais y col., 2005; Agblo y Duclos, 2011; Roulleau, 2014; Estevez y Carné, 2017). Esta fuente de Calcio, a la cual también en muchos casos se la refiere como un mineral orgánico, tiene la ventaja de ser absorbida en forma independiente al pH (95%), de acuerdo a lo que establecieron Cayon y Roquer en 1997.  

Si bien una gran parte de la absorción de Ca a nivel intestinal se realiza en forma pasiva, el rol del transporte activo para su absorción es de gran importancia en momentos críticos para la postura inicial, debido a que no es un mecanismo saturable. La proteína responsable de este transporte a nivel de las células intestinales es la CaBP o Calbindina, cuya activación depende de niveles adecuados de Vitamina D₃ o de sus metabolitos intermedios (Adekokun y Adeola, 2013) y precisa de Arginina a nivel intracelular para para que se pueda sintetizar la molécula transportadora (Sahin y col, 2017), lo cual se ve beneficiado por la matriz orgánica del Pidolato de Calcio (Roulleau, 2014).

El hueso cortical tiene como función primaria el soporte estructural del ave y se forma desde la primera edad hasta la madurez sexual, lo cual no vuelve a suceder a partir de entonces (Hudson y col., 1993). Lo contrario ocurre con la formación de hueso medular, ya que la misma depende del estrógeno producido por los folículos en desarrollo del ovario durante la postura, sirviendo como fuente de calcio para la cáscara del huevo (Dacke y col., 1993). En la medida que el Ca medular no se reponga con el de la dieta comienza una resorción del hueso cortical para poder obtener el macromineral, lo cual lleva a una pérdida de tejido óseo estructural.

Sin dudas que para la mejor formulación de dietas de prepostura el concepto de “Calcio digestible o disponible” es un parámetro nutricional en el cual se necesita trabajar más, tal como se realizó con el Fosforo. Pueden existir grandes diferencias en Ca_Dig de acuerdo a la materia prima y la formulación a costo mínimo no dará siempre el mayor beneficio económico.

El desarrollo y realización de evaluaciones de digestibilidad in-vivo o de solubilidad in-vitro de las materias primas que se utilizan en el país mejorará la formulación para poder evolucionar hacia dietas con una mayor proporción de Ca digestible respecto al Ca Total.

La suplementación estratégica de metabolitos de la Vitamina D y de Pidolato de Ca para la mejora del transporte activo del Ca a nivel intestinal mejorará la disponibilidad mineral para la mejora de la calidad de la cáscara y la disminución de fracturas de quilla.

La integridad cartilaginosa de la quilla hasta la total osificación de la misma también puede ser mejorada por la administración de Pidolato de Ca, ya que el ácido pidólico en el enterocito es precursor de la prolina (Jones, 1985), uno de los principales componentes del colágeno, dando como resultado una acelerada biosíntesis de este último (Phan-Dinh-Tuy y Moczar, 1978).