El Amoniaco en las camas, producto del Nitrógeno excretado por las aves en forma de ácido Úrico descompuesto, es un gas incoloro, altamente irritante, que con niveles superiores a 50ppm favorecido por la humedad, la temperatura y el pH, es perjudicial para la salud de las aves y los trabajadores.
Problemas sanitarios y zootécnicos como, dificultades respiratorias, patas o garras quemadas y ceguera, son consecuencia de niveles altos (>50ppm) de amoniaco volatilizados en la cama.
Los acidificante inorgánico de alta capacidad, al entrar en contacto con el Amoniaco que es una base, se neutraliza para formar Sulfato de Amonio, un excelente fertilizante, soluble en agua, evitando la volatilización.
Los cambios en la concentración de Amoniaco se perciben inmediatamente se acidifica la cama, y se pueden corroborar con cualquier equipo de medición de Amoniaco, alcanzando valores inferiores a 5ppm dependiendo de la dosis, por consiguiente, los beneficios en bienestar animal y ocupacional son inmediatos.