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Enteritis aguda en aves – Disbiosis, enteritis inespecífica y disbacteriosis... ¿le quedan claros estos conceptos?

Publicado: 14 de junio de 2023
Por: Phytobiotics
Cuando se habla de la salud intestinal, a menudo se citan dos conceptos: Disbiosis y enteritis inespecífica. El uso de estas terminologías puede suscitar algunas dudas por parte de los profesionales. La disbiosis y la enteritis inespecífica son conceptos muy diferentes: mientras que la segunda no está necesariamente presente en un cuadro de disbiosis, la primera está relacionada con el equilibrio microbiano, cuando se produce un desequilibrio puede causar una enteritis inespecífica. Es decir, no tiene una causa original conocida, pero algunas disbiosis abren la puerta a eso y otras a la disminución del aumento de peso. Por lo tanto, la disbiosis puede no tener necesariamente signos clínicos de algún cambio intestinal en la necropsia.
La alteración del ecosistema bacteriano del hospedador puede definirse como disbacteriosis, que se refiere a los cambios en el número o la composición de las bacterias intestinales no patógenas del hospedador que pueden dar lugar a trastornos digestivos. No se trata de una infección, sino de un desequilibrio microbiano. Sin embargo, es probable que en muchos casos clínicos la disbacteriosis y las infecciones entéricas estén presentes simultáneamente y que exista una relación causal: la disbacteriosis puede causar infecciones, y las infecciones pueden causar disbacteriosis. Baba et al (1991) describieron que los pollos con coccidiosis tenían un mayor número de colonias de Clostridium sp.
Los agentes infecciosos que potencialmente desempeñan un papel en la disbacteriosis son las coccidias, Clostridium perfringens y otras bacterias no identificadas que producen metabolitos tóxicos (Morrow, 2001; De Gussem, 2007). Estos agentes son importantes causas del desequilibrio intestinal y aunque están muy discutidos en la literatura, es prudente hacer un breve comentario sobre cada uno de ellos:
La coccidiosis es una de las enfermedades aviares causadas por protozoos del género Eimeria, presentes en prácticamente todas las explotaciones avícolas. Provoca pérdidas tanto por el aumento de la conversión alimenticia, como por la disminución de la tasa de crecimiento y en ocasiones, por el aumento de la mortalidad en las parvadas (Mc Dougald 1998), además de ser un factor predisponente para la aparición de la clostridiasis al dañar los tejidos intestinales y modificar las funciones del tracto gastrointestinal rompiendo las barreras naturales de defensa del animal (Gil de los Santos et al., 2008). Las principales eimerias que causan problemas en la avicultura son Eimeria acervulina que causa principalmente lesiones en el duodeno, E. maxima que causa lesiones en el yeyuno y el íleon y E. tenella que causa procesos hemorrágicos en el ciego de las aves.
Clostridium perfringens es parte de la microbiota intestinal normal de los pollos, sin embargo, algunos factores como los cambios bruscos de alimentación, el estrés, la salmonelosis, las micotoxinas y la coccidiosis hacen que este microorganismo se reproduzca rápidamente produciendo toxinas que provocan lesiones ulcerosas y necrosis de la mucosa intestinal dando lugar a una enfermedad conocida como enteritis necrótica (Saif 2008). La presencia de C. perfringens ha cobrado una enorme importancia en la industria avícola debido a las pérdidas económicas ocasionadas por los procesos infecciosos que este microorganismo produce en los pollos de engorda. Esta bacteria provoca una enteritis necrótica que afecta mortalmente a una enorme población de aves de corral en diferentes partes del mundo. Las investigaciones sobre la prevalencia y la patogénesis de este proceso infeccioso en la avicultura industrial nacional son todavía escasas.
La Salmonelosis es una zoonosis de importancia mundial que preocupa a las autoridades sanitarias, constituyendo una de las principales barreras al comercio internacional de alimentos por lo que la Salmonelosis citada es considerada la enfermedad de mayor impacto financiero para las industrias pecuarias, aún en la mayoría de los casos teniendo un impacto extremadamente bajo en el desempeño. La amplia distribución de la Salmonella entre los animales y su capacidad para sobrevivir durante largos periodos en el medio ambiente contribuyen a su destacado papel en la salud pública (Butaye et al. 2003). El género Salmonella pertenece a la familia Enterobacteriaceae y comprende las especies S. enterica y S. bongori. La especie S. enterica alberga cepas patógenas distribuidas en seis subespecies y 2,564 serovariedades, todas ellas patógenas para el ser humano (Bopp et al. 2003), entre ellas Salmonella Enteritidis (SE).
Como órgano esencial del sistema inmunitario de la mucosa del hospedador, el intestino ha evolucionado para realizar dos tareas muy complejas: la absorción de nutrientes y la defensa contra los patógenos. Está bien establecido que una comunidad microbiana beneficiosa desempeña un papel importante en el mantenimiento de la homeostasis fisiológica normal, modulando el sistema inmunitario del hospedador e influyendo en el desarrollo de los órganos y el metabolismo del mismo (Sommer y Backhed, 2013). Sin embargo, debido a la sobreestimulación a la que se somete este órgano, es muy susceptible a la aparición de reacciones inflamatorias que pueden empeorar los cuadros clínicos en lugar de recuperarlos. En condiciones homeostáticas, el intestino está expuesto a infinidad de estímulos antigénicos: alimentos, toxinas, además de estímulos endógenos como componentes bacterianos y metabolitos derivados de la microbiota, induciendo una estimulación del sistema inmunitario innato. Esta respuesta inflamatoria se ha definido como "inflamación fisiológica" o Metainflamación (Kogut et al, 2018).
La comprensión de este proceso llamado Metainflamación es un eslabón clave para entender los padecimientos entéricos. Los animales de alto rendimiento tienen el tracto gastrointestinal sobreestimulado de forma natural, es decir, sin ningún desafío específico. En este contexto, cualquier factor; ya sea microbiológico, nutricional o ambiental que desequilibre mínimamente este sistema puede desencadenar un cuadro clínico de considerable impacto.
  • Awad A., El-Nahas A. & Abu-Akkada S. 2013. Evaluation of the protective efficacy of the anticoccidial vaccine Coccivac-B in broilers, when challenged with Egyptian field isolates of E. tenella. Parasitol. Res. 112:113- 121.
  •  Baba, E.; Nagaishi, S., Fukata, T.; Arakawa. A. The role of the intestinal microflora on the prevention of Salmonella colonisation in gnotobiotic chickens. Poult. Sci., 70 (1991), pp. 1902-1907.
  •  De Gussem, M. 2007. Coccidiose em aves: revisão sobre diagnóstico, controle, prevenção e interação com a saúde intestinal geral. Em Proceedings do Simpósio Europeu XVI em Poultry Nutrition (pp. 160 169. Estrasburgo, França.
  • Jayaraman S., Thangavel G., Kurian H., Mani R., Mukkalil R. & Chirakkal H. 2013. Bacillus subtilis PB6 improves intestinal health of broiler chickens challenged with Clostridium perfringens-induced necrotic enteritis. Poult. Sci. 92:370-374.
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Rebeca Zamora, Esteban Cornejo
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Esteban Cornejo
Actividades Veterinarias Ltda.
23 de mayo de 2023

Seguiremos hablando de estas causas toda la vida, Roberto! Gracias por la lista primaria de patógenos.

Cuántos más agentes de estos nos quedarán por entender/conocer?!

Aquí en Costa Rica lidiamos mucho con una enfermedad causada por un Campylobacter poco conocido, especie hepaticus, que le decimos hígado moteado, llamada "Spoty Liver Disease", descrita en Australia e Inglaterra principalmente, también en EEUU.

Este Campylobacter se puede compara con algunos agentes que mencionaste, en que es residente controlado del intestino, hasta que algo estresante pasa y se estimula el aumento de su población y empiezan los problemas. Daños al epitelio, fuga sistémica, llega al hígado y vesícula y empiezan los daños específicos...

Justo ayer me mencionaba un investigador chileno amigo, Doctor José Antonio Quinteros Ugarte, que tiene experiencia con esta enfermedad, que se ha propuesto otro Campylobacter adicional nuevo como contribuyente de este problema: especie bilis

Cómo computamos con nuestro cerebro humano lo que significa albergar literalmente trillones de bacterias en cualquier intestino??

Hablaremos de esto por el resto de nuestras vidas!

Gracias por compartir.

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