3 aspectos a tener en cuenta al elegir un probiótico para aves

Los beneficios del uso de probióticos en la producción de aves han sido ampliamente reportados, particularmente en las últimas dos décadas. Al mejorar la integridad del tracto gastrointestinal de las aves, crean el entorno ideal para el desarrollo de una microbiota equilibrada y, al mismo tiempo, estimulan el desarrollo y la maduración del sistema inmunitario innato y específico (GALT). Esto es vital para la defensa contra los microorganismos patógenos y sus potentes toxinas, y permite que el intestino de las aves siga realizando funciones esenciales -digestión y absorción- que se traducirán en un mejor rendimiento zootécnico y económico.

El contenido de este material no pretende mostrar las ventajas del uso de probióticos para las aves. Sus beneficios son ya ampliamente conocidos. Lo que pretendo es advertir que sólo la calidad y la cantidad adecuadas de ellos pueden lograr realmente los efectos esperados. Parece obvio, pero no lo es. Más aún cuando tenemos el uso de probióticos asociados o mezclados con otros componentes. Lo explicaré mejor.

Con la gran cantidad de productos veterinarios disponibles en el mercado, que contienen probióticos en su formulación, es difícil saber cuál es el más adecuado para su negocio (aquí abordamos el tema) – y la eficacia real de cada uno. Tal y como adelanté anteriormente, es fundamental entender que tanto la calidad como la cantidad adecuada del probiótico es lo que permite alcanzar los efectos esperados con su uso. Incluso porque, como organismos vivos, los probióticos requieren cuidados fundamentales para mantener su viabilidad, para que puedan cumplir su función y ofrecer el nivel de garantía que figura en el prospecto de un producto.

Con esto en mente, y para que la salud de sus aves no esté en peligro, he enumerado 3 puntos de atención a tener en cuenta al analizar la eficacia de los probióticos para las aves.

Los probióticos son diferentes entre sí, y varían según su composición, concentración y vehículo.

Hay tres grupos principales en el mercado: i) NAGF, que significa Normal Avian Gut Flora (Flora Normal de Aves Adultas), ii) los probióticos de múltiples cepas colonizadoras y iii) los probióticos de una o más cepas NO colonizadoras. Cada uno de ellos ofrece una protección específica y ayuda a alcanzar un objetivo en el negocio

Si esto es cierto, su uso debe ir acompañado de un programa específico y personalizado que responda a los desafíos a los que se enfrenta el productor en su actividad cotidiana. Cuando hablamos de colonización temprana, es importante considerar el uso de probióticos ya en la planta incubadora, ya que las bacterias probióticas desempeñan un rol esencial en la formación, maduración y mantenimiento de la integridad intestinal, proporcionando equilibrio de la microbiota intestinal (eubiosis), compitiendo con el crecimiento de bacterias patógenas y la respectiva aparición de enfermedades entéricas.

Los probióticos son productos que contienen microorganismos vivos de una o varias especies. Se pueden presentar en diferentes formatos: en polvo, líquido, liofilizado o como alimento preparado, y pueden administrarse en spray, en el alimento, en el agua de bebida e incluso “in ovo”. Incluso hay alimentos comerciales que ya contienen probióticos. La presentación y la forma de administración son, por tanto, muy variables.

Como he dicho más arriba, lo más importante es que estén en la ¡dosis recomendada y correcta! En otras palabras, hay una concentración y una cantidad mínimas que se deben consumir para que los probióticos realmente aporten beneficios a la salud de las aves y que los efectos sean los esperados. Por más que un producto tenga en su composición "probióticos", es necesario verificar que la calidad y la cantidad son las ideales.

Hay que prestar atención a la compatibilidad entre los probióticos y otros ingredientes, como minerales, vitaminas, electrolitos y ácidos orgánicos, contenidos en el producto comercial. Esto se debe a que, aunque estén recubiertos, pierden su eficacia cuando se asocian con determinados ingredientes. En otras palabras, incluso si el nivel de probiótico descrito en el prospecto es suficiente para proporcionar los beneficios esperados, es poco probable que esto ocurra si se mezcla con otros componentes incompatibles.

Dado que Biocamp se centra en la producción y comercialización de probióticos y vacunas para avicultura, la empresa está atenta al nivel de calidad que deben alcanzar sus productos para que sean realmente eficaces. Para ello, cuenta con un laboratorio de garantía de calidad y laboratorio de I&D (Investigación y Desarrollo) para reforzar y garantizar la calidad de lo que pone en el mercado.

El laboratorio cuenta con un moderno sistema de bioseguridad para el desarrollo de sus productos y el equipo de especialistas que trabaja en él controla estrictamente la valoración de los productos (número de bacterias formadoras de colonias por gramo de producto (UFC/g) para liberarlos), además de realizar un seguimiento de los mismos en los diferentes tiempos de shelf life (vida útil). 

Biocamp no fabrica un producto que quiera vender. Biocamp produce lo que el cliente necesita y se compromete a ofrecer calidad y seguridad, con productos que aportan salud a las aves, al medio ambiente y al consumidor, es decir, que contribuyen no sólo a la sustentabilidad de la cadena de producción, sino del propio planeta. Y todo ello sin dejar de centrarse en las ganancias financieras de los productores, que son fundamentales para que sus negocios prosperen.