Dicen que cada desastre trae unas oportunidades ocultas y que toda crisis es madre y generadora de muchos nuevos proyectos y desarrollos, que antes no se habían hecho porque estaban ocultos o porque la situación de confort no permitía ver las oportunidades o porque los precios de los productos o servicios no estaban en un rango de competitividad. Pues la situación entre Rusia y Ucrania está generando unas crisis de producción de granos y fertilizantes químicos que ahora tenemos que resolver de alguna manera para continuar los procesos de producción.
Uno de ellos es el tema de los fertilizantes químicos, que vienen en una gran proporción de esos países o de los de su órbita y no estarán disponibles, para suplir las necesidades de la producción agrícola. Una noticia del periodico EL TIEMPO de la ciudad de Bogotá dice que Colombia deberá buscar nuevas fuentes de abastecimiento para 660.000 toneladas de fertilizantes químicos que vienen de esa región.
Seguramente cada país buscará mantener su abastecimiento total o parcialmente, a costa de unos precios elevados, ya que así como Colombia, muchos otros países están buscando nuevos proveedores y estos, amparados en la inexorable ley de la oferta y la demanda, tendrán nuevos y jugosos precios para sus productos.
También es previsible que productos que son materias primas como el trigo, la cebada, el maíz y la soya, usados para para otros procesos y alimentos, sufran reducción en su oferta y mantengan precios altos en los mercados internacionales por bajas de producción en los países abastecedores tradicionales.
Todas estas situaciones, hacen ver que hay excelentes oportunidades para el desarrollo de proyectos encaminados al desarrollo de nuevas fuentes de fertilizantes. Están en el mercado, tímidamente fertilizantes y correctores de suelo extraídos de minas locales y especiales con componentes como yesos agrícolas ricos en azufre y minerales como calcio, hierro, manganeso, mejorando los suelos y la disponibilidad de otros nutrientes.
En este campo los fertilizantes orgánicos provenientes del beneficio de residuos vegetales pueden ser una de las alternativas. Es reconocido que vivimos en una sociedad que produce una gran cantidad de desechos orgánicos, tanto en los campos de producción como en las plantas de procesamiento y distribución de alimentos y en los centros de consumo. Las alternativas desarrolladas y viables, son múltiples e incluyen procesos como el compostaje controlado y revitalizado, la lombricultura que produce fertilizantes concentrados de alto valor nutricional, la cría de insectos que producen, no solo fertilizantes orgánicos de la mejor calidad sino también la irreemplazable proteína animal con altos valores nutricionales, en tiempos increíblemente cortos, en comparación con la producción de otras proteínas de tipo animal que tardan meses y años.
La cría de insectos, como la mosca Hermetia illucens que habita en la naturaleza y que puede ser criada muy fácilmente con los residuos orgánicos se presenta como una excelente alternativa para las municipalidades que cuentan con plazas de mercado, centrales de abasto y similares donde se produce una cantidad importante de residuos vegetales y animales, que pudieran alimentar larvas de insectos de la especie mencionada, para obtener en pocos días muchos kilos de carne de larvas de insectos que puede ser utilizada fresca o seca para la incorporar en la alimentación de peces, aves de corral y cerdos, aportandoles un alto contenido de proteína, grasa y los mejores aminoacidos para completar dietas muy efectivas y baratas. Estos insectos, transforman los desechos orgánicos en muy poco tiempo, siendo fuente muy rica de nutrientes tanto para obtener materias primas para la alimentación animal como ricos fertilizantes orgánicos, altamente nitrogenadas como corresponde a los desechos obtenidos por la digestión animal de las larvas.
En GaviAgro hemos ayudado a establecer varios cultivos de insectos y hemos podido comprobar que su implantación en las granjas, fincas y sitios de producción de residuos orgánicos son muy simples, requieren poca inversión y producen grandes cantidades proteína para las explotaciones pecuarias y una cantidad importante de fertilizante orgánico de alto valor nutricional para los cultivos comerciales.
Dicen que cada desastre trae unas oportunidades ocultas y que toda crisis es madre y generadora de muchos nuevos proyectos y desarrollos, que antes no se habían hecho porque estaban ocultos o porque la situación de confort no permitía ver las oportunidades o porque los precios de los productos o servicios no estaban en un rango de competitividad. Pues la situación entre Rusia y Ucrania está generando unas crisis de producción de granos y fertilizantes químicos que ahora tenemos que resolver de alguna manera para continuar los procesos de producción.
Uno de ellos es el tema de los fertilizantes químicos, que vienen en una gran proporción de esos países o de los de su órbita y no estarán disponibles, para suplir las necesidades de la producción agrícola. Una noticia del periodico EL TIEMPO de la ciudad de Bogotá dice que Colombia deberá buscar nuevas fuentes de abastecimiento para 660.000 toneladas de fertilizantes químicos que vienen de esa región.
Seguramente cada país buscará mantener su abastecimiento total o parcialmente, a costa de unos precios elevados, ya que así como Colombia, muchos otros países están buscando nuevos proveedores y estos, amparados en la inexorable ley de la oferta y la demanda, tendrán nuevos y jugosos precios para sus productos.
También es previsible que productos que son materias primas como el trigo, la cebada, el maíz y la soya, usados para para otros procesos y alimentos, sufran reducción en su oferta y mantengan precios altos en los mercados internacionales por bajas de producción en los países abastecedores tradicionales.
Todas estas situaciones, hacen ver que hay excelentes oportunidades para el desarrollo de proyectos encaminados al desarrollo de nuevas fuentes de fertilizantes. Están en el mercado, tímidamente fertilizantes y correctores de suelo extraídos de minas locales y especiales con componentes como yesos agrícolas ricos en azufre y minerales como calcio, hierro, manganeso, mejorando los suelos y la disponibilidad de otros nutrientes.
En este campo los fertilizantes orgánicos provenientes del beneficio de residuos vegetales pueden ser una de las alternativas. Es reconocido que vivimos en una sociedad que produce una gran cantidad de desechos orgánicos, tanto en los campos de producción como en las plantas de procesamiento y distribución de alimentos y en los centros de consumo. Las alternativas desarrolladas y viables, son múltiples e incluyen procesos como el compostaje controlado y revitalizado, la lombricultura que produce fertilizantes concentrados de alto valor nutricional, la cría de insectos que producen, no solo fertilizantes orgánicos de la mejor calidad sino también la irreemplazable proteína animal con altos valores nutricionales, en tiempos increíblemente cortos, en comparación con la producción de otras proteínas de tipo animal que tardan meses y años.
La cría de insectos, como la mosca Hermetia illucens que habita en la naturaleza y que puede ser criada muy fácilmente con los residuos orgánicos se presenta como una excelente alternativa para las municipalidades que cuentan con plazas de mercado, centrales de abasto y similares donde se produce una cantidad importante de residuos vegetales y animales, que pudieran alimentar larvas de insectos de la especie mencionada, para obtener en pocos días muchos kilos de carne de larvas de insectos que puede ser utilizada fresca o seca para la incorporar en la alimentación de peces, aves de corral y cerdos, aportandoles un alto contenido de proteína, grasa y los mejores aminoacidos para completar dietas muy efectivas y baratas. Estos insectos, transforman los desechos orgánicos en muy poco tiempo, siendo fuente muy rica de nutrientes tanto para obtener materias primas para la alimentación animal como ricos fertilizantes orgánicos, altamente nitrogenadas como corresponde a los desechos obtenidos por la digestión animal de las larvas.
En GaviAgro hemos ayudado a establecer varios cultivos de insectos y hemos podido comprobar que su implantación en las granjas, fincas y sitios de producción de residuos orgánicos son muy simples, requieren poca inversión y producen grandes cantidades proteína para las explotaciones pecuarias y una cantidad importante de fertilizante orgánico de alto valor nutricional para los cultivos comerciales.