Introducción.
Los ingredientes ricos en fibra son necesarios en los programas de alimentación de reproductoras, en especial cuando se cuidan el bienestar y productividad de las cerdas1,2,3. La cascarilla de soya (CSY) es un ingrediente bien conocido, con ventajas para la fabricación de alimentos por sus propiedades físicas y porque no interfiere con la digestión de otros componentes de la dieta4.
Los objetivos del trabajo fueron el de validar el uso de la CSY en la alimentación de cerdas gestantes y explorar el potencial de la CSY para manipular el consumo o permitir la compensación por su menor densidad de energía.
Material y métodos.
Con formulación por programación lineal a costo mínimo para cerdas gestantes, usando grano de sorgo y pasta de soya, la CSY fue conveniente hasta en un 36% de la dieta; este nivel se usó en alimentos para cerdas gestantes (primeros y último tercio de gestación), sustituyendo salvado de trigo o pajas. Para corroborar la inocuidad de la CSY, se levantó información de los cambios de peso durante gestación, al parto y al destete, así como la productividad de 7 grupos consecutivos de producción, cada uno con 12 cerdas de 3° y 4° parto. Con técnicas del control estadístico de procesos, se notaron las desviaciones en relación a la respuesta de la población en control.
Con cerdos en finalización, como modelo de alimentación a libertad, se plantearon 4 tratamientos por la inclusión de CSY (0, 12, 24 y 36%), en sustitución directa del sorgo, de una dieta formulada (sin CSY) para cubrir los requerimientos de la población durante los últimos 42 días de la engorda.
Los cerdos usados tuvieron una edad y peso iniciales de 131 ± 1.1d y 81 ± 11.9 kg, cuando se aleatorizaron a 20 corrales (6 cerdos por corral), distinguidos por sexo y peso. Se midió el consumo (CDA), la ganancia de peso (GDP), la eficiencia alimenticia (GxC) y el tejido magro libre de grasa (TMLG). Los datos se analizaron conforme a un Diseño Completamente al Azar, distinguiendo los efectos mayores del nivel de inclusión de CSY, del sexo y su posible interacción.
Los cálculos se facilitaron con las rutinas GLM, MIXED y REG, de SAS (v. 9.3) para distinguir el tiempo para alcanzar el máximo consumo de EM (Mcal/d), en respuesta a la inclusión abrupta de las dietas con CSY.
Resultados y discusión.
La inclusión de CSY no alteró el consumo o la producción de las cerdas gestantes. Con los cerdos en crecimiento, los niveles crecientes de CSY indujeron mínimos aumentos (P>0.44) en el CDA, pero la GDP se deprimió linealmente (P<0.01) por la inclusión de la CSY, mientras que en la GxC se tuvo una respuesta cuadrática (P<0.01), ya que desde el primer nivel de CSY esta se redujo: 0, 0.34; 12, 0.28; 24, 0.27 y 36%, 0.26 kg. No se alteró el TMLG (P>0.80) y no se tuvieron interacciones con sexo (P>0.39). Mientras que con los niveles 0 y 12% de CSY, los cerdos llegaron a un consumo de EN de 8.2 Mcal/día, en alrededor de 21d, con el 24 y 36% de CSY, se alcanzó un consumo de EN =7.8 Mcal/d a más de 30d.
Conclusiones.
La CSY deprimió la energía de las dietas e impidió la completa compensación del consumo en niveles superiores al 12% de la dieta. Esto subraya los méritos del ingrediente en las condiciones que demandan saciar a los animales al tiempo de prevenir excesivos consumos de energía.
Implicaciones.
La CSY es un buen recurso en la alimentación de cerdas, en particular cuando la inducción de saciedad y prevención de glicemia son necesarias.
Referencias.
1.- DeDecker, et al., 2014. JAS. 92:1666-1674;
2.- Holt et al., 2006. JAS. 84:946-955;
3.- Rentería-Flores et al., 2008. JAS. 86:2576-2584;
4.- Rentería-Flores et al., 2008. JAS. 86:2576-2584.
Palabras clave. Cascarilla de soya, cerdos, consumo de alimento, comportamiento productivo