Programa efectivo para el control de la Ileítis en cerdos con Kitasamicina

La presencia de Lawsonia intraceullaris se ha vuelto una preocupación cada vez más constante en la crianza tecnificada de nuestro país. Esta bacteria gram negativa de tipo intracelular genera la enfermedad infecciosa entérica llamada Enteropatía Proliferativa Porcina (EPP) o también conocida como ileítis. Las formas de presentación de la enfermedad son de tipo Hemorrágica o aguda, crónica y subclínica.

En el Perú se estima que la incidencia de ileítis se encuentra entre el 30 a 40%, siendo la forma subclínica de la enfermedad la de especial interés ya que podría causar un impacto importante sobre la eficiencia alimenticia (C.A), pérdidas en la ganancia de peso (GDP), y por ende en el incremento de los costos de producción si no es diagnosticada a tiempo. En la actualidad existe una presión importante en el productor por obtener el máximo potencial productivo del animal, siendo el tracto gastro intestinal el más exigido y a la vez más susceptible a la presencia de cualquier agente invasor.

A pesar de su importancia, la epidemiología de la enfermedad aún no está completamente determinada respecto a las fuentes de contagio (de madre-lechón vía heces, presencia de fomites, resistencia al medio ambiente, vectores biológicos, etc.).

La principal fuente de contagio detectada es a través de las heces de los animales infectados o también llamada contaminación Fecal-Oral. Con menos de 1 gramo de heces puede ser suficiente para infectar a un cerdo (dosis mínima infectante de 10³ bacterias/cerdo) (Acosta, 2021).

Por otro lado, es necesario señalar que la mayor prevalencia de la enfermedad durante la crianza es al final de la recría y durante las fases del engorde. Es así que la bacteria puede permanecer en las heces hasta dos semanas; asimismo se ha encontrado que esta es susceptible a la mayoría de detergentes y desinfectantes.

Con respecto a su erradicación, (Guedes, 2019) algunos intentos realizados por veterinarios daneses por permanecer libres de la enfermedad, se produjo en ambos casos una recontaminación de la granja en un plazo de 12 a 24 meses.

La Lawsonia intracellularis posee un único flagelo unipolar largo que le permite adherirse en la membrana apical del enterocito e ingresar por esa zona, logrando llegar hasta el citosol.

En este punto genera la atrofia de las vellosidades intestinales, produciendo diarrea y por ende la pérdida de la capacidad absortiva y enzimática del intestino, especialmente del íleon que es el lugar preferencial de la bacteria, pero también la podemos encontrar en el yeyuno, ciego y colon. En las formas más agudas podemos apreciar diarrea hemorrágica o diarreas crónicas, e inclusive sin diarreas en las formas subclínicas.

Después de iniciado el brote, la enfermedad se vuelve muy costosa y difícil de controlar. Puede afectar nuestro hato de reemplazo y a los cerdos próximos al sacrificio, ocasionando pérdidas económicas importantes.

En la forma aguda, la tasa de supervivencia de los animales enfermos es muy baja y habrá mortalidad inclusive durante una semana y días posteriores a cualquier tratamiento antibiótico en el agua de bebida o programa complementario vía alimento.

En la infección por Lawsonia intracellularis y la forma como la bacteria ocupa el espacio intracelular de los

enterocitos en las diversas proporciones del intestino (ileon, ciego y parte proximal del colon), se necesitarán de antimicrobianos altamente liposolubles, capaces de penetrar y llegar al sitio de infección intracelular. Se ha documentado que muchos antibióticos como tiamulina, Kitasamicina, tilosina, tetraciclina, lincomicina y algunas quinoxalinas son eficaces en dosis profilácticas para controlar las infecciones por L. intracellularis.

Los antibióticos de tipo macrólido como la kitasamicina han demostrado su efectividad por diferentes vías de administración. Por ello es preciso considerar que un buen programa de erradicación debe contemplar el uso responsable de los antimicrobianos.

El incremento en un 8% de la C.A para un cerdo de 100 kg a causa de la ileítis, podría ocasionar un aumento de 5.5 dólares más por cerdo solo por la cantidad de alimento extra ingerido, fuera de su efecto en la variabilidad de los lotes y en la GDP

En estos casos la prevención viene siendo la forma ideal de controlar la ileítis. Estudios realizados en Perú (MSD Animal Health, 2021) en el 2021 a nivel de frigoríficos demostraron la prevalencia de las formas subclínicas de la enfermedad en un 36% (escore de lesiones grado 2 y 3).

Kimyso 500 contiene Kitasamicina, que es un macrólido producido por Estretomices Kitasotoensis. Su mecanismo de acción es inhibiendo la síntesis protéica mediante la unión a la subunidad ribosomal 50S, impidiendo la translocación del aminoacil ARNt. Tiene también efectos sobre el nivel de la peptidil transferasa.

Es un antibiótico que no induce resistencia transferible por la vía del factor “R” de las enterobacterias GRAM (-), lo cual lo hace un antibiótico ideal como aditivo alimenticio.

Algunas experiencias en Brasil con el uso del macrólido Leucomicina o conocido también como Kitasamicina, a dosis de 90 y 180 ppm en cerdos desafiados (inoculados con Lawsonia Intracelullaris obtenida de la mucosa intestinal de animales afectados), dieron como resultado una reducción en la conversión alimenticia de 11.2% y 20.8% respectivamente, versus el control en el periodo 22 días post infección o 44 días de edad (1.83 Control, 1.632 el de 90 ppm y 1.448 el de 180 ppm).

En cuanto a las lesiones, hubo una reducción en la longitud de lesión en el intestino de un 45.6% y 61.9% respectivamente, versus el control. Igualmente en el ensayo de inmunohistoquímica, se redujo el grado de lesión de los grados 3 y 4. (Franza et al., 2010)

Existen referencias de la excelente asociación de Kitasamicina junto a tetraciclinas, demostrándose su efecto potenciador antimicrobiano cuando se administran juntas (18% más de efectividad relativa que una oxitretraciclina o cloranfenicol solos in vitro frente a cepa de Bacillus cereus causante de diarreas) (Rodrígues, 1983).

Este tipo de combinaciones, según experiencias recientes de campo en Perú, también resultarían eficaces como tratamiento contra ileítis y disentería.

En resumen, la ileítis clínica y más aún subclínica, así como otras enfermedades de tipo entéricas, afectan negativamente la performance de los animales y por ende las ganancias a obtener en las granjas, aumentando los costos de alimento.

El efecto de la variabilidad en el lote al momento del sacrificio, por efecto negativo que tiene esta enfermedad sobre la ganancia de peso, puede ser determinante para el futuro de la industria porcina.