Inclusión de pasta de cártamo en dietas para cerdos simulando variaciones en el precio.

Ante la dinámica de los precios y las condiciones cambiantes de los mercados de insumos para la alimentación de los cerdos, como son los granos de cereales y los subproductos de oleaginosas como la pasta de soya y de canola, es necesario identificar ingredientes que al complementarse con otros en la dieta, cubran los requerimientos nutricionales, sin comprometer la productividad pero que den una ventaja económica y monetaria. El objetivo del presente trabajo, fue evaluar las cantidades posibles de utilización de pasta de cártamo (como un ejemplo) en dietas para cerdos en crecimiento, proyectando diferentes escenarios de precio con la información de un trabajo experimental1 en el que se evaluó la incorporación de este insumo, desde sus precios de oportunidad, para corroborar la efectividad de los criterios de formulación de los alimentos.

 

Se integró información de los precios nominales regionales de los principales ingredientes de la dieta de cerdos en los estados de Querétaro y Guanajuato, sorgo en grano (SOG=$3.26), pasta de soya (PAS=$8.20), pasta de canola (PAC=$5.83), pasta de cártamo (PCT=$3.80); el sebo (SEB=$12.20) y los aminoácidos cristalinos se mantuvieron a precios constantes como sucedió con las fuentes de calcio y fósforo, mientras que las enzimas (fitasa y carbohidrasas) fueron constantes y sus efectos se proyectaron en los ingredientes. Las dietas se obtuvieron con un modelo de programación lineal a mínimo costo (NutriónTM v. PRO 5.0, Comercializadora de Software, S.A. de C.V.).

El modelo consiste en determinar una función objetivo a minimizar, satisfaciendo un conjunto de restricciones que involucran el precio de los insumos y las cantidades a utilizar según su disponibilidad y los requerimientos nutricionales. Para evaluar la cantidad de la PCT en las dietas se calculó su inclusión en tres fases de alimentación con diferentes niveles de precios, para simular diferentes condiciones de mercado, obteniendo la media y la desviación estándar por fase.

Las fases de alimentación, por los rangos de peso de los animales, fueron: de 25 a 40 kg; de 40 a 60 kg y de 60 kg en adelante; en todos los casos se mantuvieron los precios de la materia prima y de los ingredientes mayores; solo se restringió el máximo de la PAC (Fase 1, 6%; Fase 2, 8% y Fase 3, 12%).

 

Los datos se presentan como las modificaciones de los ingredientes mayores en la fluctuación de los precios de oportunidad de la PCT, que fueron: en la Fase 1, menor a $3.78/kg; en la Fase 2 < $3.92/kg y en la Fase 3 < $4.20/kg. En la primera fase de alimentación (Figura 1), el precio de la PCT ($3.80/kg) excluyó al ingrediente, pero a cualquier reducción del precio a partir de $3.78/kg, la PCT se incluiría hasta el 3.5%, para un costo promedio/ton de la dieta de $4,626±0.38, sin que haya un beneficio mayor por precios menores, fundamentalmente porque la PAC desplaza en propiedades a la PCT, razón por la cual los cambios del SOG y la PAS son menores.

Forzar la inclusión de la PCT al precio observado ($3.80/kg) encarecería la dieta en aproximadamente $1/ton, pero, esto daría ventajas en el aprovechamiento del recurso y el manejo de inventarios, en especial cuando la PCT se incluyera a mayores concentraciones y con ventajas monetarias, como sucedió con las Fases 2 y 3.

En las Fases 2 y 3, el precio de la PCT ($3.80/kg) favoreció el uso del ingrediente, en la Fase 2 al 4.2% y Fase 3, al 8.4% de la dieta, en estos dos casos desplazando la PAC. En la Figura 2, se muestra el impacto en el precio de la dieta con diferentes precios de la PCT.

Es claro que el precio de oportunidad que favoreció el uso del ingrediente tiene una reducción lineal hasta el punto en el que se favorece la inclusión de niveles mayores de PCT, llegando a ser del 26 al 44% con precios menores a $3.50/kg y con reducciones importantes en las concentraciones del SOG y de la PAS. Estos cambios en el uso de los ingredientes, sin duda son reflejo de la calidad relativa de su proteína, pero, la mayor limitante está en la densidad energética ya que a mayores niveles de inclusión de la PCT los niveles de SEB aumentaron. Ahora bien, si el precio de oportunidad no es un factor determinante para proteger los costos, si lo es el nivel de inclusión, por ejemplo, en la Fase 3 (Figura 3), el cambio en la inclusión de la PCT del 3 al 8% redujo el costo de la dieta en cerca de $600/ton; arriba del 8% (al punto de oportunidad) el aumento en el precio fue lineal, lo que es un efecto cuadrático (Y = 4,965 - 72.96X + 1.75X2, R2=0.71), cuyo punto de inflexión es ≈20.4% de PCT en la dieta, que en términos de probabilidad indica que la mayor punto de ahorro (menor costo de la dieta) estará entre el 16 y 24% de PCT en el alimento ($4,217 ± 13.55), para un beneficio (al precio de oportunidad) de casi $750/ton.

 

La pasta de cártamo es un insumo que, como cualquier otro, se incluirá en dietas para cerdos en función de sus propiedades. Su disponibilidad y niveles de inclusión son determinantes a un precio competitivo, siempre que no se altere la productividad de los animales.

 

La decisión en el uso de la materia prima debe descansar en el valor del ingrediente en los términos más objetivos (e.g., densidad energética y aminoácidos digestibles). Las consideraciones de precio no pueden ser absolutas y deberán ponderarse a la variación dada por las fluctuaciones del mercado, en donde la disponibilidad y continuidad son categóricas.

 

Pérez AMA et al., 2015. XVII Congreso Bienal AMENA (en prensa).