Protocolo de extracción de líquido ruminal mediante sonda oro-ruminal en bovinos

La colecta de líquido ruminal responde a tres propósitos principales:

-Diagnóstico de patologías, como acidosis ruminal, indigestiones ruminales, etc.

-Terapéuticos, como transfaunación de animales saludables a otros con desórdenes digestivos y enfermedades metabólicas.

-Científicos, en investigaciones para analizar la estructura de la comunidad microbiana del rumen, la digestibilidad de los alimentos, etc.

La muestra de líquido ruminal puede ser obtenida mediante ruminocentesis, procedimiento más utilizado para el diagnóstico de acidosis subaguda, siendo una técnica invasiva que se efectúa con escaso riesgo si es realizada por un profesional entrenado. Para proceder, se debe realizar tricotomía y desinfección de la zona que se desea puncionar, inmovilizar al animal (es conveniente usar sedación) y sujetar los miembros posteriores y la cola. La punción se realiza con una aguja 14G, atravesando la piel, músculos, peritoneo y luego el rumen; pueden obtenerse de 3 a 8 mm de líquido libre de contaminación con saliva. Los principales inconvenientes de esta técnica radican en la obstrucción de la aguja con el contenido ruminal, el riesgo potencial de salida del líquido a la cavidad peritoneal produciendo peritonitis, los inconvenientes generados por mala sujeción, los movimientos de los músculos abdominales que curvan la aguja.

La canulación ruminal es una técnica quirúrgica que introduce una fístula permanente en el rumen de los animales. Debe ser realizada por un profesional médico veterinario y requiere de sedación, anestesia, analgesia del animal y condiciones de asepsia durante el procedimiento. Previo a la cirugía, los animales deben ser sometidos a un ayuno sólido de al menos 24 horas y luego de la cirugía instaurar un tratamiento antibiótico para evitar infecciones. Algunas ventajas de la canulación ruminal con respecto a otras técnicas son, la posibilidad de acceder a muestras representativas libres de sesgos e indoloras para el animal y de hacer muestreos o ingresar dispositivos de manera repetitiva y a largo plazo. Sin embargo, es una técnica quirúrgica invasiva y permanente en el animal por lo cual debe ser limitada a un reducido número de animales. Actualmente, esta técnica no está aprobada en algunos países (España, por ejemplo), requiriendo otros procedimientos para la obtención de líquido ruminal.

Una técnica alternativa desarrollada por Geishauser (1993), consiste en la extracción de líquido ruminal mediante sonda oro-ruminal y una bomba de succión para la extracción de un volumen importante en un mínimo tiempo, sin requerir intervenciones quirúrgicas ni procedimientos previos.

La técnica consiste en introducir una sonda de al menos 2,5 m de largo por 1,5 pulgadas de grosor a través del esófago de las vacas y generar vacío mediante una bomba con un frasco colector. La maniobra requiere la sujeción de la cabeza del animal mediante un cepo y la colocación de un abrebocas para evitar que los animales dañen la superficie de la sonda con sus molares. La principal desventaja radica es la contaminación de la muestra con saliva, por lo que se recomienda descartar los primeros mililitros recolectados.

Ilustración 1.Colecta de licor ruminal utilizando la técnica de sonda oro-ruminal descripta.

MATERIALES

- Manguera de 2,5 m de largo por 2 pulgadas de diámetro.

-Manguera de plástico tipo cristal de 1 pulgada.

-Bomba de vacío eléctrica.

-Frasco de vidrio de 3 litros, con tapa metálica o plástica y junta hermética.

-2 pasacables de plástico acordes al tamaño de manguera utilizada.

-Llave de 3 vías.

-Abrebocas.

Ilustración 2. Bomba y sistema de vacío propuesto.

Fenestrar uno de los extremos de la manguera de 2,5 m con al menos 20 orificios de 0,5 cm de diámetro y colocar un tapón de goma en ese extremo para permitir que los orificios actúen a modo de filtro del contenido ruminal.

Agujerear la tapa del frasco de vidrio para introducir los pasacables que funcionarán a modo de sostén del tubo que conduce el vacío de la bomba y del tubo utilizado como sonda esofágica.

Como abrebocas puede utilizarse uno tradicional de madera o metal, o construir uno con un caño de PVC (calidad de instalación de agua caliente) de 50 cm de largo y en el extremo colocar una mocheta corta a resorte para impedir que sea expulsado de la cavidad bucal por los movimientos de la lengua (ver ilustración 3).

Ilustración 3. Modelo de abrebocas. Construido con caño de PVC, protegido en el extremo que se introduce en la cavidad bucal del animal con grip y dotado de mocheta corta para sujeción

Ilustración 3. Modelo de abrebocas. Construido con caño de PVC, protegido en el extremo que se introduce en la cavidad bucal del animal con grip y dotado de mocheta corta para sujeción. Ingresar el bovino de manera individual a la manga y sujetarlo mediante cepo. El largo de la sonda a introducir en el animal se estimará con la distancia desde la boca hasta el área de proyección del rumen.

Colocar el abrebocas. Para esto, se sugiere que el operario se ubique de espaldas al cepo, a un lado de la cabeza del animal y sostenga la misma por medio de la sujeción de los orificios nasales, introduciendo luego el dispositivo dentro de la cavidad bucal. Una vez en posición, se debe sujetar el abrebocas para evitar que el animal lo expulse.

Introducir la sonda a través del abrebocas. Para ello, se debe colocar la cabeza del animal por debajo de la altura de su propio lomo, de manera de facilitar el ingreso de la misma por vía esofágica, sorteando así el ingreso traqueal. La sonda debe ser dirigida mediante movimientos suaves y acompañando la actividad deglutoria del animal. Su correcta posición puede ser verificada a través de la palpación externa en los 2/3 medios del cuello del animal, siguiendo la anatomía esofágica y una vez introducido el largo prefijado de la sonda, se constata la llegada al rumen a través del típico olor que llega al extremo libre.

Una vez corroborado todo esto, conectar la sonda al sistema de vacío, que es inducido por una bomba de vacío eléctrica conectada a un frasco de vidrio cerrado herméticamente semejando un kitasato. La extracción de líquido ruminal comienza apenas unos segundos después de generado el vacío en el sistema. Se aconseja producir movimientos de tracción y retracción en la sonda para evitar adherencias a las paredes del rumen y oclusión de los orificios que impiden la extracción de licor.

Una vez colectada la cantidad de líquido ruminal necesaria para cada procedimiento, se procede a la suspensión del vacío y desacople de la sonda al sistema. Inmediatamente, se debe vaciar de contenido de la sonda, provocar un doblez y retirarla rápidamente para evitar reflujo pulmonar. Retirar el abrebocas y liberar al animal.