El crecimiento en las explotaciones tamberas

a) Tiempo total de ordeño.

b) Cantidad de operarios disponibles y tareas asignadas a los mismos.

c) Grado de automatización de la sala de ordeño.

d) Confort o bienestar animal.

En el punto anterior ya se avanza sobre este aspecto, entendiéndose el punto central para obtener una instalación eficiente es el número de unidades de ordeño relacionado con la cantidad de vacas a ordeñar, no obstante van a tener su incidencia la calidad del equipo de ordeño instalado, el grado de automatización, el diseño o modelo de bretes elegidos, la rutina de ordeño aplicada, el número de operarios disponibles, etc. Cada productor debe buscar su tiempo de ordeño "ideal" no perdiendo de vista tener un óptimo ordeño para tener rodeos sanitariamente sanos con bajos niveles de mastitis.

Sin duda alguna este es el elemento más importante de todos los analizados, ya que es el elemento en contacto directo con la vaca y más precisamente con la ubre de la misma. Para ampliar, rediseñar o cambiar un equipo de ordeño el productor o sus asesores pueden diseñar y dimensionar el equipamiento en base a nuestra NORMA IRAM 8037-1, más allá de las ofertas de mercado, donde cada una de las marcas oferentes sabrá destacar sus beneficios. Conjuntamente con el equipo básico se podrá analizar e incorporar la automatización según las necesidades de cada productor en particular, tratando de discernir entre lo verdaderamente importante, lo relativamente importante y lo superfluo. Un buen equipamiento de ordeño contribuirá en la eficiencia de la sala de ordeño y fundamentalmente en hacer cosechar la totalidad de la leche producida con la mayor calidad posible, tanto desde el punto de vista bacteriológico como sanitario (mastitis).

En la sala de ordeño de ordeño, más allá de buscar la misma sea amplia, cómoda, ventilada, bien iluminada, la clave va a estar en el modelo de brete a elegir. En este artículo no se va a descartar ningún modelo de brete de los existentes en mercado, desde el tradicional "espina de pescado" a 45 ° hasta el modelo "lado x lado" a 90 °, siempre que los mismos estén debidamente construidos e instalados, especialmente sin incurrir en errores de medidas. Pensando en calidad de ordeño, calidad de leche y confort animal, se deberán buscar bretes donde la vaca tenga su posición "definida", evitando esto movilidad y desacomodamiento en el mismo, donde se termine dificultando el ordeño o la vaca se encuentre incomoda.

El diseño o rediseño de estas salas estará en función al crecimiento del tamaño de la sala de ordeño en general y del equipamiento en particular. Debe priorizarse en las mismas el suficiente tamaño, la ventilación y la comodidad de trabajo.

La situación actual indica un alto número de equipos de frío con problemas de capacidad tanto para contener como para enfriar la leche, debido al crecimiento en cantidad de vacas y en litros producidos por las mismas. Obviamente para definir la capacidad del tanque de frío, más allá de los litros actuales, se debe analizar el crecimiento a mediano y largo plazo. Además de la capacidad a contener es muy importante determinar la capacidad de enfriamiento, tratando la leche esté a 4 °C a los pocos minutos de terminado el ordeño, dependiendo también del preenfriado con la placa refrescadora.
Un ejercicio para determinar el tiempo de enfriamiento es, con leche preenfriada a 22 °C y para llegar a 4 °C el rendimiento esperado es de 100 a 120 lts./hora enfriados por cada CV (HP) instalado.

Para diseñar, ampliar o rediseñar los corrales de espera, no se debe pensar en el número total de vacas en ordeño, sino en el número de lotes en que están divididas y en el tamaño de los mismos. Resuelto esto se buscará la vaca tenga suficiente espacio para estar cómoda en el lugar, tomando un mínimo de 1,5 m2 por vaca. El piso de hormigón deberá estar rayado para evitar patinajes o deslizamientos de las vacas. En cuanto al diseño, en el presente artículo no se va a discutir si semicirculares, circulares o rectangulares, lo importante es la funcionalidad de los mismos en su uso. La automatización con el uso de portones arreadores contribuirá a hacer más rápido el ingreso de las vacas a la sala de ordeño. Corrales rectangulares simplificarán la colocación de las sombras, de ventilación y en algún modelo de portón arreador.

Si hablamos de confort o bienestar animal, ya es indiscutible el uso de sombras con aspersión y ventilación para refrescar a las vacas. Las sombras pueden ser las típicas "medias sombras" o tinglados con chapas aluminizadas para "sombrear" dichos corrales. Respecto a aspersión y ventilación en el mercado ya existen suficientes experiencias y proveedores de los insumos para obtener el objetivo de "refrescar" las vacas.

Ante el crecimiento del número de vacas en ordeño y por consecuencia circulando, crece el número de problemas, especialmente en épocas de lluvias o temporales, ante esto se puede recomendar disponer de suficiente cantidad de callejones, amplios, bien mantenidos y en lo posible sin alambrados fijos, usándose los típicos alambrados con boyero eléctrico. El uso de estos alambrados simplificará las tareas de mantenimiento, especialmente cuando se debe "desbarrar" ya que son fáciles de desmontar y rearmar. Los animales bien tratados no necesitan de alambrados fijos para ser conducidos al corral de ordeño.

 

1. Y cuál es el costo de todo este proyecto?
2. Cuanto más voy a ganar con esta inversión?
3. En cuanto se amortiza la inversión a realizar?

• Se reduce o mantiene el tiempo de ordeño, donde especialmente las vacas estarán poco tiempo en la sala de ordeño y mayor tiempo alimentándose.
• Se ganará en confort o bienestar animal, donde las vacas expresarán al máximo su potencial productivo.
• Mejorando u optimizando el funcionamiento del equipo de ordeño se podrá ordeñar todo el potencial productivo y minimizarán los riesgos sanitarios.
• Los operarios ordeñadores encontrarán un ambiente más cómodo y confortable para hacer más eficiente su tarea.
• Con la automatización en el equipo de ordeño será factible ejecutar una mejor rutina de ordeño, incidiendo fundamentalmente sobre la calidad de leche a obtener.
• Al efectuar mejores rutinas de ordeño serán menores los costos de tratamientos sanitarios (mastitis), menor la pérdida por leche descartada (antibióticos) y menores pérdidas por mastitis subclínica.
• Con todo lo apuntado se obtendrá una mejor calidad de leche desde el punto de vista bacteriológico (UFC) y sanitario (bajos conteos de CS), incidiendo esto sobre el valor final a percibir del litro de leche.