En la región  pampeana se observa que el momento de corte de un verdeo de avena para heno (rollos o fardos) coincide, normalmente, con un avanzado estado en la madurez  del cultivo. Este estado es el de grano lechoso a pastoso, ya que se  asocia una mayor calidad de ese heno (rollo) por la presencia de granos, aunque  se desconoce las pérdidas de calidad  por  la alteración de los otros parámetros químicos (proteína, fibra, azúcares  solubles, etc.) que se producen al encontrar al cultivo terminando su ciclo  vegetativo. 
 
 La decisión del momento óptimo de corte del verdeo para heno está  sujeta a preconceptos vinculados al rol del grano en la calidad del mismo.  Además, gran parte de esos granos se encuentran “chuzos” o mal llenados y,  generalmente, se desprenden con mucha facilidad, ocasionando que muchos de  ellos no lleguen a ser consumidos por los animales.
 
 Mientras que  la  información  respecto al mejor momento de  corte para picar un verdeo, en este caso de avena, para realizar un silaje  de planta entera es, aún, más escasa. 
 
 A partir de esta situación se definieron los siguientes objetivos:
 
 
 Objetivos de  este trabajo
- Conocer la variación de los  diferentes parámetros químicos de un cultivo de avena a medida que avanza en su  ciclo vegetativo. 
- Definir el mejor momento de  corte de un cultivo de avena con destino a heno, de acuerdo a la  categoría de animal que sería usado dicho forraje conservado.
- Establecer los momentos de  corte o picado más apropiados con destino a silaje de planta entera.
- Técnico de INTA Bordenave
- Becario de   INTA Bordenave
- Técnico de Laboratorio de forraje de INTA  Bordenave
 
Materiales y  métodos
 
 El cultivo de avena (var: Cristal) fue sembrado el 15 de marzo de  2006 con una densidad de  180 plantas/m2  en parcelas dentro de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) del INTA  en Bordenave (Bs As).
 
 Fertilización: No  se fertilizó
 
 Control de malezas: 0.4 litros de 2.4.D /ha  al macollaje
 
 
 Muestreos
 
 En este trabajo, se realizaron 8  muestreos en diferentes estados de madurez, incluso, se analizó al rastrojo de  avena, posterior a su cosecha. Cada corte se hizo por duplicado (1 repetición),  a la altura de corte que lo hace una guadañadora  o picadora.
- Panoja embuchada
- Panoja recién emergida
- Antesis (floración plena)
- Grano lechoso
- Grano pastoso
- Grano duro
- Cultivo totalmente seco
- Rastrojo (tallos secos,       exclusivamente)
Análisis  químicos
 
 Las determinaciones que se  realizaron fueron:
- Materia seca (MS)
- Digestibilidad “in vitro” de la MS (DIVMS)
- Proteína bruta (PB)
- Carbohidratos no estructurales       solubles (CNES)
- Almidón
- Fibra detergente neutra (FDN)
- Fibra detergente ácida (FDA)
- Lignina
Todos los análisis fueron realizados en el Laboratorio de Forrajes  de la EEA INTA  Bordenave.
 
 
 Resultados  y discusión
 
 En  el Cuadro 1 se describen los resultados de los análisis químicos realizados.
 
 CUADRO 1: EVALUACIÓN DE LOS  CAMBIOS DE CALIDAD DE UN VERDEO DE AVENA EN LOS DIFERENTES ESTADOS  FENOLÓGICOS
Referencias:
 MS: materia seca  PB: proteína  bruta   DIVMS: digestibilidad “in vitro”  de la materia seca
 CNES: azúcares solubles  FDN:  fibra detergente neutro  FDA: fibra  detergente ácido
 
 
 Proteína bruta
 
 Se observa, obviamente, que la proteína  bruta (PB) desciende a medida que  avanza la madurez del cultivo. Hasta el estado fenológico de panoja  recién emergida (PB: 11,65 %)  mantiene un nivelde proteína  adecuado para cubrir los requerimientos   que tienen los animales para engorde. A partir de ese estado fenológico  (panojas  recién emergidas) en adelante, los valores descienden marcadamente, hasta  alcanzar los 5,4 y 2,94 % en la planta seca y en el rastrojo,  respectivamente. Estos valores son  insuficientes hasta para un animal de bajos requerimientos, como ocurre con una  vaca de cría en estado “seca” y con preñez chica.
 
 
 Digestibilidad de la materia seca
 
 Lo propio sucede con la digestibilidad “in vitro” de la materia seca (DIVMS),  pero se diferencia del parámetro anterior que los valores se mantienen altos, aún,  con grano  lechoso (DIVMS: 68,22 %). Es  más,  hasta el estado de grano  pastoso (64,25 %) se puede considerar que el nivel de digestibilidad es  adecuado  para obtener altos índices de  producción, especialmente de carne. Recién con grano duro y más marcado  con la planta seca y en el rastrojo, los valores descienden  significativamente a niveles muy bajos (58,25, 58,01 y 45,24 %,  respectivamente), solamente compatible con los requerimientos de mantenimiento  de una vaca de cría.
 
 
 Carbohidratos no estructurales solubles o azúcares  solubles y Almidón
 
 Respecto a los carbohidratos no estructurales solubles o azúcares solubles (CNES), se produce un fenómeno  interesante. Los niveles de CNES van en aumento, desde el estado de panoja  embuchada hasta antesis (floración plena) pasando de  17,74 a  24,64 %, respectivamente, para descender posteriormente, hasta grano  duro (12,05 %). Esta variación se explica debido a que los CNES que se sintetizan en las hojas,  durante la fotosíntesis, tienen un primer sitio de localización en los tallos  (Smith, 1973). La acumulación de estos CNES en el tallo se produce hasta la antesis,  a partir de ese estado fenológico estos azúcares solubles se dirigen a la panoja  para sintetizar almidón. De ahí que  los niveles desciendan hasta el momento de grano duro (Fernández Mayer, 2006)
 
 En la planta totalmente seca,  los CNES (5.38) se compensan entre  los existentes en los granos, bajo la forma de azúcares solubles no de almidón,  que normalmente son bajos (inferiores al 12% de la MS) con los existentes en el  resto de planta. De ahí que en el rastrojo  de avena (sin grano) los niveles son muy bajos (1.36). Se debe recordar que  los resultados de todos los parámetros fueron producto del análisis de la  planta completa (tallo + hojas + granos, si los hubiere).
 
 Mientras que los valores del Almidón son escasos en la  primeras etapas vegetativas (de 1.25   a  2.52 %, de  panoja embuchada a floración o antésis, respectivamente). En la etapa  reproductiva, los niveles aumentan considerablemente, por la formación de  harina o almidón en el grano pasando de grano lechoso a planta totalmente seca  de 5.09 a  13.30 %, respectivamente.
 
 
 Fibras (FDN y FDA) y lignina
 
 Los niveles de las 2 fibras, tanto  la fibra de detergente neutro como  la de detergente ácido (FDN y FDA, respectivamente) tienen una alta correlación con el de lignina. A medida que avanza la madurez  del cultivo se incrementan los niveles de estos 3 parámetros químicos, llegando  hasta la antésis o floración plena, a valores muy adecuados para obtener  altas producciones,  tanto de carne como  de leche, (48,10, 24,75 y 2,47 para FDN,  FDA y lignina,  respectivamente).  De ahí en adelante,  los niveles de estos parámetros  se  incrementan significativamente  llegando  al momento de la planta seca y del rastrojo a valores muy altos que  limitan la producción de carne y de leche.
 
 
 Momento  de corte o  picado más apropiado  de acuerdo a la  categoría animal
 
 Después de analizar los resultados  obtenidos en este trabajo se pueden hacer algunas consideraciones respecto al  momento óptimo de corte o picado, en función de la categoría de animal que se  vaya a suministrar esta reserva forrajera.
 
 Si bien la decisión de corte de un  forraje para heno o silaje de planta entera no se debe analizar fuera  del sistema de producción ya que existen, a veces, otros factores diferentes a  los exclusivamente nutricionales, que pueden definir una estrategia de corte o  picado determinada. 
 No obstante,  desde el punto de vista estrictamente técnico y aspirando a la confección de un  forraje conservado de la mejor calidad posible, se pueden hacer algunas  recomendaciones.
- Para animales de altos       requerimientos, vacas lecheras de alta producción (mayor de 25-30       litros/vaca/día) y terneros en plena etapa de crecimiento (hasta       los 250 kg       de peso vivo), el momento de corte que permite la máxima  calidad del forraje, tanto para heno       como para silaje de planta entera, es en panoja embuchada. El único parámetro nutricional que       estaría en déficit es el almidón, especialmente para las vacas lecheras,       que se puede corregir con el agregado de granos de cereal en comederos.
- Para animales en engorde (mayor de 250 kg       de peso vivo) con altas ganancias de peso (mayor a 800 gramos diarios)       se puede cortar o picar la avena hasta el momento que están las panojas       recién emergidas. En este caso, habría que diferenciar los       requerimientos de un animal para carne de uno para leche, ya que un heno o       un silaje obtenido  hasta ese estado       de madurez (panojas recién emergidas) cubrirían en forma parcial los       requerimientos de vacas lecheras de mediana a alta producción (de 15 a       25 litros/vaca/día). En este momento, se observa un déficit en proteína y       energía. Para satisfacer la primera (proteína) habría que suministrar,       junto con el heno o silaje, algún forraje fresco de calidad (verdeo de       invierno o pastura) o, en su defecto, un suplemento proteico. Mientras que       para cubrir la falta de energía habría que agregar a la dieta granos de       cereal, en cantidades variables, según la calidad del resto de la dieta y       el nivel de producción (leche) que se tiene o se desea alcanzar con la       vacas lecheras.
- Para vacas de cría en       lactancia se puede cortar, para heno o silaje, el cultivo con un mayor       estado de madurez, hasta grano pastoso inclusive. Sin       embargo, en este estado fenológico los parámetros químicos son       insuficientes para animales de altos requerimientos (engorde o leche). De       tener necesidad de usar una reserva en este estado de madurez con animales       de altos requerimientos, se deben compensar los faltantes proteicos y       energéticos con alimentos como se citará en el párrafo anterior.Del estado de madurez de grano duro en adelante no se  aconseja su empleo para confeccionar un silaje de planta entera, porque  los altos costos de confección (picado) “elevarían” demasiado el costo del kilo  de materia seca de ese silaje. En estas condiciones, no habría ninguna  compensación ni con la calidad ni con la  cantidad del forraje conservado. De ahí que la única reserva que se podría  confeccionar, en esos estados de madurez, sería para henos (rollos) y para las  categorías que se mencionan a continuación.
- Para vacas de cría en estado       “seca” y con preñez chica se puede cortar para heno hasta con grano       duro. 
- Si el empleo de este heno es para       “mantenimiento”, especialmente de categorías de bajos requerimientos, se       puede cortar hasta con la planta totalmente seca.
- Mientras que  el rastrojo de avena, luego de la       cosecha del grano,  tiene una       calidad insuficiente, aún para un nivel de mantenimiento de cualquiera de       las categorías. En caso de emplearse un heno confeccionado en este estado       de madurez se debe corregir el consumo de proteína y de energía.           
 
- De esta manera se evita  que  el animal movilice grasa y tejido corporal (cetosis) y no se afecte la futura  producción de carne o leche.  
 
- Estas consideraciones son válidas       para aquellos sistemas de producción donde el consumo de heno o de silaje       supera  el 25-30% del total de la       materia seca de la dieta consumida.
Sin embargo, cuando los niveles de consumo del forraje conservado no  superan el 10% de la dieta es posible el empleo de heno o silaje en avanzado  estado de madurez, independiente de la calidad del mismo, siempre y cuando, se  corrijan los requerimientos proteicos y energéticos, y desde el punto de vista  económico, tenga sentido hacer una reserva de tan baja calidad.
 
 
 Conclusiones
 
 Como dijéramos anteriormente, el  momento de corte de una avena para heno o silaje de planta entera esta muy  asociado a las costumbres y hábitos de la gente.  El sentido de este trabajo es clarificar el  tema y tratar, en la medida de lo posible, de dejar algunas recomendaciones,  especialmente, cuando la participación   del heno (rollo) o del silaje en el total de la dieta es alta (mayor del  25%).
 
 A partir de esta información se  proponen futuros trabajos, especialmente con silajes de planta entera. Por  ello, está planeado realizar en la misma Estación Experimental de Bordenave un  ensayo donde se evalúe la calidad de los silajes y los cambios de los  parámetros químicos que puedan sufrir respecto al forraje en estado fresco (al  momento del picado), en los mismos estados de madurez de este trabajo, a través  del método de los microsilos.
 
 De ahora en adelante, el productor  y/o el técnico  deben hacer un análisis  de esta información y adecuarla a su sistema de producción.