"Enfriamiento voluntario" de las vacas ¿Puede funccionar ?

El estrés por calor es uno de los principales factores de pérdida en la industria láctea de muchos países, especialmente aquellos ubicados en regiones cálidas. La pérdida causada a las granjas lecheras surge de la disminución en la producción anual de leche por vaca y en la eficiencia de la alimentación, junto con el deterioro en la salud y fertilidad de las vacas.

El tratamiento de enfriamiento más común que se proporciona a las vacas en la actualidad combina ciclos de humectación y ventilación forzada. Este tratamiento tiene el potencial de reducir significativamente estas pérdidas y mejorar la rentabilidad de la granja. En la mayoría de los casos, se requiere inversión en mano de obra adicional para mover las vacas hacia y desde los sitios de enfriamiento, también durante la noche. Por esta razón, el "tema laboral" es bastante complicado de tratar y, mientras participaba en muchos proyectos en el mundo, me resultó difícil para los propietarios y los encargados de las fincas asegurarse de que los trabajadores siguieran trayendo las vacas para enfriar, especialmente durante las noches, fines de semana y días festivos.

En los últimos años, obtuvimos mucha experiencia en lo que yo llamo "enfriamiento voluntario". Esto significa permitir que las vacas reciban el tratamiento de enfriamiento en su propio tiempo a lo largo del día. No hay duda de que, en caso de que funcione, entonces los ganaderos pueden ahorrar parte de los gastos de enfriamiento de las vacas, sobre todo la mano de obra necesaria para mover las vacas hacia y desde los sitios de enfriamiento.

Ahora, la gran pregunta es, ¿funciona?

El primero en darnos respuesta a esta pregunta, donde las fincas que implementaron el Sistema de Ordeño Voluntario (VMS – Voluntary Milking System), donde no existe un horario fijo de ordeño. En los últimos 20 años, estoy involucrado en la implementación de sistemas de enfriamiento, basados en mojado y ventilación forzada, en "granjas robóticas" (De Laval y Lely), en Israel, España, Italia, Argentina, Chile y Holanda. En todas estas granjas, las vacas se enfrían mediante una combinación de cortas sesiónes de aspercion y ventilación forzada, proporcionada en el área cercana a las máquinas robotizadas. En algunos casos, los "sensores de detección de presencia" ubicados en la entrada a los "sitios de enfriamiento" activaron el sistema, solo con la presencia de vacas. En otros casos, la línea de alimentación se divide en secciones, donde el enfriamiento (ventiladores y aspersores) en cada sección, se activan cuando las vacas "cruzan el rayo" y por el tiempo que permanecen allí. La implementación de este modo de enfriamiento permitió que estas "granjas de robots" hicieran frente adecuadamente al estrés por calor del verano y redujeran significativamente el impacto negativo del verano en la producción de leche y la fertilidad. En la mayoría de los casos, la producción promedio de leche por vaca en el verano superó los 40 kg y cayó muy poco desde el nivel de invierno. Las vacas inseminadas en el verano en estas granjas alcanzaron una tasa de concepción del 30% y más, muy por encima de los niveles registrados allí, antes de la implementación de este modo de enfriamiento.

De la experiencia adquirida en los últimos años en las granjas de ordeño robotizado podemos aprender que las vacas pueden utilizar "voluntariamente" el sistema de enfriamiento y alcanzar un buen rendimiento durante los meses de verano. Al "dejar que las vacas" elijan su propio tiempo de enfriamiento, la granja puede ahorrar gastos de mano de obra, pero aún con el riesgo de gastar más dinero en consumo de electricidad y agua, en comparación con los procedimientos de enfriamiento "regulares", donde todas las vacas se enfrían en períodos fijos, y el sistema de enfriamiento está "apagado" en el resto del tiempo.

Para evitar tales posibles gastos adicionales, una nueva estrategia de "enfriamiento inteligente", basada en una nueva tecnología avanzada, desarrollada recientemente por una empresa israelí llamada ENGS, fue probada en la granja lechera Ginosar, ubicada en el Valle del Jordán, uno de los más cálidos lugares de Israel y de la tierra. El verano en Ginosar comienza a principios de abril y termina en noviembre, por lo que las vacas experimentan estrés por calor durante casi 250 días al año. A pesar de estas condiciones limitantes, la finca alcanzó en 2021 una producción anual de leche por vaca muy alta (13.300 kg). Hasta hace poco tiempo, el enfriamiento de las vacas en la finca Ginosar se basaba en ciclos de mojado cortos y ventilación forzada, proporcionados a las vacas en el "patio de espera". Se proporcionó enfriamiento antes y entre las sesiones de ordeño, seis veces y 6 horas acumuladas de tratamiento por día. En el verano de 2021, se instaló un sistema de "Enfriamiento inteligente" en esta granja, donde el enfriamiento se proporcionó principalmente en los pasillos de alimentación (excepto el enfriamiento de las vacas en el patio de espera, justo antes de ser ordeñadas). Los pasillos de alimentación en cada establo se dividieron en 3 secciones de humectación y ventilación forzada. "collares sofisticados" en los cuellos de las vacas, monitorean en tiempo real diferentes parámetros fisiológicos y de comportamiento de las vacas, historial de rendimiento y ubicación en tiempo real. Dichos collares estan en comunicación con el sistema de enfriamiento del pasillo de alimentación y, según la configuración de los granjeros, puede activar el sistema de enfriamiento en una sección determinada, de acuerdo con la presencia de vaca o vacas. En el verano de 2021, la granja dejó de traer vacas para ser enfriadas en el patio de espera, y la mayor parte del tratamiento de enfriamiento que recibieron las vacas se administró en el pasillo de alimentación, activado por el "sistema de enfriamiento inteligente. Para evaluar la efectividad de este nuevo procedimiento de enfriamiento, utilicé el índice de "la relación verano-invierno" (V : I), que se calcula al final de cada año para cada granja en Israel por la asociacion de criadores de leche de Israel (Israel Cattle Breeders Asociación). En el primer paso, comparé los resultados de la granja Ginosar en 2021 con los de las 21 granjas lecheras ubicadas en la misma región (Velle del Jordan). Los resultados se presentan en la Tabla 1.

Tabla 1 – Índice de proporción de verano a invierno para la producción de leche y rasgos de fertilidad en 2021, en la granja lechera de Ginosar, en comparación con el promedio de 21 granjas lecheras en el valle del Jordán.

Como se puede ver en la Tabla 1, la magnitud de la disminución en la producción de leche en todas las granjas del valle del Jordán fue de 3,6 kg por vaca/día, en comparación con una disminución de solo 1,3 kg por vaca/día en la granja Ginosar. El contenido de células somáticas en la leche es buen indicador de que la vaca está estresada. La relación V:I  para el contenido de células somáticas fue superior a 1,0 en las granjas del valle del Jordán, lo que indica el estado térmico "estresante" de las vacas en estas granjas, mientras que en Ginosar fue inferior a 1,0, donde es muy probable que las vacas se encuentren en un "estado térmico normal", y sin estrés. Los datos presentados en la tabla 1 muestran claramente que la granja de Ginosar, cuando utiliza el "sistema de enfriamiento voluntario", enfrenta bastante bien el estrés por calor del verano, incluso mejor que las granjas de la misma región, que enfrian las vacas de manera regular, trayendo vacas para que se enfríen en el sitio de enfriamiento algunas veces durante el día.

En el segundo paso, comparé el índice de relación verano-invierno, para la producción de leche y los rasgos de fertilidad en la granja de Ginosar en 2021, cuando el "sistema de enfriamiento inteligente" estaba en uso, con los alcanzados un año antes, cuando las vacas fueron traídas para enfriar en el patio de espera, durante 6 veces al día (enfriamiento regular). Los datos se presentan en la tabla 2.

Tabla 2 – El índice de relación verano/invierno para la producción de leche y la tasa de concepción en la granja lechera Ginosar, en 2020, cuando las vacas se enfriaban regularmente llevándolas a enfriarse al patio de espera y en 2021, donde las vacas recibieron enfriamiento "voluntario", utilizando el "sistema de enfriamiento inteligente" en la línea de alimentación.

Como se puede ver en la Tabla 2, la magnitud de la disminución en la producción de leche del invierno al verano fue menor, cuando las vacas se enfriaron "voluntariamente", en comparación con el año, cuando las vacas se enfriaron con el método de enfriamiento regular. El enfriamiento voluntario permitió que la granja también alcanzara una tasa de concepción relativamente "aceptable" en el verano, no diferente a la alcanzada cuando las vacas se enfriaron en el modo regular.

De lo presentado en las dos tablas, podemos concluir claramente que el "enfriamiento voluntario" puede "hacer el trabajo" y tiene el potencial de alcanzar buenos resultados productivos y reproductivos en el verano, mismo al ser implementado en granjas con vacas de alto rendimiento, ubicadas en regiones extremadamente cálidas, y con el beneficio de evitar la necesidad de mover las vacas hacia y desde el sitio de enfriamiento. Los resultados obtenidos en la granja de Ginosar están en consonancia con los logros obtenidos anteriormente, en las granjas de robots.

Como parte de la comparación entre las dos "estrategias de enfriamiento", también examiné la inversión requerida en energía eléctrica y la agua necesaria para enfriar las vacas en el verano. El consumo de electricidad fue el mismo en ambos veranos, cuando en el verano de 2021, con "enfriamiento voluntario", se consumió más electricidad durante las horas nocturnas, cuando el costo de la electricidad por KW solía ser menor. En cuanto al uso del agua, se requería menos agua para enfriar las vacas, cuando se practicaba el "enfriamiento voluntario", ahorrando dinero a la granja en ambos sentidos, el costo directo del agua, que es bastante cara en Israel, así como el alto costo de tratar mayores cantidades de efluentes.

La experiencia obtenida en el enfriamiento de vacas en granjas robotizadas, y la alcanzada desde la granja Ginosar en el verano de 2021, nos enseña que "se puede confiar en las vacas" para utilizar con eficacia el tratamiento de enfriamiento "voluntario". El uso de tecnologías avanzadas, que permiten activar el enfriamiento por individuo o grupo de vacas de acuerdo con sus "necesidades de enfriamiento", permite a las granjas ahorrar gastos de mano de obra, electricidad y agua, al mismo tiempo que alcanzan resultados de rendimiento satisfactorios en el verano, en vacas de alto rendimiento, que se desempeñan en condiciones extremadamente cálidas.