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El ecocidio de la caña de azucar, la palma africana y el banano

Publicado: 27 de septiembre de 2023
Por: Osmin Pineda Melgar Consultor Privado

ANTECEDENTES

Aunque muchos guatemaltecos no lo quieran ver, son demasiado evidentes las variaciones que se están manifestando en el ambiente como consecuencia de la actividad humana relacionada especialmente con el cambio en el uso de la tierra, aspecto que constituye el mayor reto que debe enfrentar la humanidad, para que como mínimo se desacelere el impacto que está teniendo sobre el cambio climático.
EL ECOCIDIO DE LA CAÑA DE AZUCAR, LA PALMA AFRICANA Y EL BANANO
La región geográfica de Guatemala denominada como Costa Sur comprende los departamentos de Retalhuleu, Suchitepéquez, Escuintla y Santa Rosa, cuya economía se basa fundamentalmente en el monocultivo de productos de exportación, principalmente la caña de azúcar y palma africana, ocupando un territorio equivalente al 2.97 % de la superficie total del país. 
En el país, los cultivos de caña de azúcar y palma africana son las dos actividades agrícolas que, desde hace varias décadas, están incidiendo significativamente sobre la emisión de gases de efecto invernadero. El problema debe abordarse de manera integral, por lo que es necesario mencionar que la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, define este fenómeno como “el cambio de clima atribuible directa o indirectamente a la actividad humana, que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima”. 
La convención persigue como objetivo fundamental estabilizar la concentración de los gases de efecto invernadero en la atmósfera, a un nivel que impida las interferencias antropogénicas peligrosas con el sistema climático mundial, permitiendo que los ecosistemas se adapten de forma natural al cambio climático, pero que a la vez garantice la producción de alimentos y el desarrollo económico sostenible en el área rural.
La producción de la Zafra de los años 2020/2021 del cultivo de caña de azúcar, en el país fue de 2,564,901 toneladas métricas de azúcar, que equivalen a 55,758,979 quintales de azúcar proveniente de un área cultivada de 253 mil hectáreas. La variedad de caña CG02-163, actualmente ocupa la mayor área sembrada en el país, la cual reporta un rendimiento que va de 11.5 a 12.5 toneladas de azúcar por hectárea cultivada.
Al inicio de la década de los 70, las plantaciones de palma africana en la región de la Franja Transversal de Norte, Petén e Izabal, eran totalmente desconocidas pero hoy sufren las consecuencias producto de la expansión incontrolada de estos cultivos altamente extractivos, que pocos años atrás conformaban extensas áreas de bosques ricos en recursos naturales renovables que contribuían a satisfacer las necesidades básicas de la población del área rural, produciendo niveles significativos de granos básicos como maíz y frijol para consumo. 
EL ECOCIDIO DE LA CAÑA DE AZUCAR, LA PALMA AFRICANA Y EL BANANO
El incremento de dichos cultivos en estas regiones y en la Costa Sur ha provocado que se reduzcan significativamente las tierras agrícolas para la producción de alimentos y consecuentemente se está irrespetando la vocación de los suelos del país, al provocar un cambio en el uso del suelo. La incidencia de este fenómeno tiene alcance a nivel nacional, porque ha provocado que Guatemala actualmente se convierta en un importador de maíz, arroz y otros granos, quedando sujetos a aceptar los precios internacionales que nos impongan.
Datos del año 2021 reportan que en el país el cultivo de la palma africana representa un área de 130 mil hectáreas, la caña de azúcar cubre 284 mil hectáreas y el banano solamente 72 mil hectáreas, lo que hace un total de 486 mil hectáreas. Estos tres cultivos agrícolas son en gran medida los responsables de la destrucción del ambiente y de una reserva natural de bosque de manglares remanentes en la costa del Pacífico, la cual posee una superficie de 13 mil hectáreas.

DAÑOS IRREVERSIBLES

Este problema durante muchos años ha pasado desapercibido para la mayor parte de guatemaltecos del área rural, quienes enfrentan las consecuencias ambientales pero no  tienen la capacidad de analizar las causas y buscar la forma de enfrentar  el problema de raíz, para evitar los grandes daños que está provocando al país, cuyo costo social es pagado por los pequeños agricultores de las regiones donde se desarrollan las plantaciones de palma africana, caña de azúcar y banano, porque provocan destrucción de áreas boscosas, movimientos de tierras, contaminación ambiental (aire, agua y suelo), secado de lagunas y otras fuentes de agua, eliminación de ecosistemas, uso de insumos contaminantes como las bolsas plásticas y la pérdida de la biodiversidad.
EL ECOCIDIO DE LA CAÑA DE AZUCAR, LA PALMA AFRICANA Y EL BANANO
El costo social de la expansión de esas plantaciones no debe medirse únicamente por el daño que éstas están provocando a las economías campesinas y familiares, sino que colateralmente debe medirse por el desastre ambiental causado, por privar a las futuras generaciones de guatemaltecos de agua y suelos fértiles, que constituyen condiciones mínimas de existencia, en un país donde cada año se incrementa la destrucción de su masa boscosa y los guatemaltecos permanecemos indiferentes a los problemas sociales y ambientales del país. 
Para reducir el impacto negativo sobre el ambiente, en los tres cultivos es urgente que se implemente como obligatorio un programa de manejo integrado de plagas, como base para la producción sostenible, considerando variables ambientales, sociales y tecnológicas, para garantizar a las futuras generaciones la existencia y protección de los recursos naturales de las comunidades.
Los cultivos de la palma africana, caña de azúcar y banano en el país no solamente están sustituyendo bosques tropicales y áreas de forrajes de pastoreo, sino que además provocan consecuencias devastadoras en los suelos, transformando miles de hectáreas en tierras infértiles y degradadas, cuyo proceso de recuperación requiere muchos años de manejo. La agricultura moderna intensiva requiere del uso de grandes cantidades de agroquímicos y combustibles, cuyos residuos y la emisión de CO2 están conduciendo al deterioro ambiental progresivo de suelo, agua y aire, que a largo plazo tendrá efectos irreversibles para el desarrollo de la vida humana. 

PROPUESTAS PARA MITIGAR EL DAÑO.

Es oportuno tratar de implementar medidas ambientales urgentes basadas en ley, para frenar los daños que desde hace varias décadas viene ocasionando el cambio en el uso de la tierra en el país, sin respetar la vocación que por su naturaleza tienen los suelos. Entre las acciones que es necesario impulsar se detallan las siguientes:
a). Duplicar el presupuesto asignado al INAB, con el objetivo de fortalecer el Programa de Incentivos Forestales a nivel nacional, en las áreas donde ha sido destruida la masa boscosa, para utilizar el suelo con otros fines agropecuarios.
b). Crear en el MAGA una dependencia con su respectiva asignación presupuestaria, para que se encargue de implementar en las áreas de monocultivo de pastos dedicadas a la ganadería bovina, diferentes modalidades de Sistemas Silvopastoriles (cercas vivas, árboles de usos múltiples en combinación con especies de piso y árboles distribuidos entre los potreros).
c). Promover una iniciativa de ley para que los propietarios de fincas que se dediquen a la producción de caña de azúcar, palma africada, Musaceas o la explotación de ganado bovino, asignen como mínimo el 5 por ciento del área para establecer una plantación forestal, con el fin de incrementar la producción de oxígeno, la captura de carbono, la protección de cuencas y fuentes de agua.
d). Fortalecer económicamente al INAB, a efecto de que en las áreas más deterioradas promueva un Programa de Bosques Energéticos utilizando especies de crecimiento rápido, para la producción de leña a utilizar como insumo para la combustión, especialmente por parte de la población rural.
e). Reactivar la producción de granos básicos a nivel de finca, por medio de una iniciativa de ley para que los propietarios de las fincas que se dedican a la explotación de cultivos de caña de azúcar, palma africana, Musaceas o ganado bovino, dediquen al menos el 5 por ciento de la superficie para el cultivo de granos básicos.
Con la aplicación de estas acciones se estaría mejorando la captura de carbono, reduciendo el impacto sobre el bosque para producción de leña, mejorando la alimentación del ganado bovino a través del uso de leñosas arbustiva de usos múltiples en combinación con las gramíneas forrajeras, protegiendo los cuerpos de agua y los suelos de procesos erosivos.

BLANCO OBANDO, EDGAR. 2018.Conflictos socioambientales y cultivo de banano. Estudio de la Región Atlántica/Caribe de Costa Rica 1950-2017. Universidad de Costa Rica. 77pp.

BOSHELL, J. F. 2011. Informe final del Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero del Subsector de la Caña de Azúcar de Guatemala. Guatemala.

CABRERA, J. A.; ZUAZNÁBAR, R. 2010. Impacto sobre el ambiente del monocultivo de la caña de azúcar con el uso de la quema para la cosecha y la fertilización nitrogenada. Cultivos tropicales 31(1); 5-13. Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA), La Habana, Cuba.

CONAP. 2008. Plan Maestro AREAS Protegidas del Suroeste del Peten. 2008-2012. DGPN. Ministerio de Cultura y Deportes MICUDE The Nature Conservancy-TNC: Guatemala 231 pp.

CONAP. s/f. Riesgos de la agroindustria de la palma africana para las áreas protegidas y diversidad biológica en Guatemala. 28pp.

ESPINOZA RUÍZ, ROBERTO. 2016. Impacto ambiental en el cultivo de banano. Universidad Técnica de Machala. Ecuador.

MELGAR, MARIO. 2014. El cultivo de la caña de azúcar en Guatemala. Editorial Edinter. 512 pp.


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Autores:
Osmin Pineda
Universidad de San Carlos de Guatemala - USAC
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Eddy Alvillar Sánchez
2 de febrero de 2024
Creo que el enfoque en parte está errado, al señalar cultivos específicos como problemáticos. En mi opinión, es cuestión de implementar "estrictamente" la explotación de las tierras según su comprobada VOCACION POTENCIAL, tanto Agrícola, Pecuaria, Forestal y/o Refugio de Fauna
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Eddy Alvillar Sánchez
2 de febrero de 2024
Creo que parte del enfoque está errado al señalar cultivos específicos como problemáticos. Es cuestión de plantearse "estrictamente" la explotación agrícola de las tierras según la VOCACIÓN POTENCIAL de las mismas, aparte de los métodos racionales respectivos
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Alvaro Castillo Castillo
29 de enero de 2024
Osmin que bueno ,que bueno que estén trabajando a través de leyes para mejorar el medio ambiente y con ello la economía del país y además de la seguridad alimentaria los habitantes , creo que es la mejor forma de trabajar, para que los políticos tengan conciencia de que este es un problema que atañe a todos los sectores .
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MANUEL B. SUQUILANDA VALDIVIESO
2 de noviembre de 2023
El ecocidio de la caña de azúcar, el banano y la palma africana, un excelente articulo de Osmin Pineda, para quien vayan mis felicitaciones.

El problema que analiza Osmin, atañe a la mayoría de paises de Norte, Centro y Sudamérica. Los daños en los ecosistemas y el ambiente son ya muy marcados y están incidiendo sobre la vida de los sectores rurales y urbanos en todos los sentidos, comprometiendo mas que nada la salud de significativos grupos sociales y por ende la provisión de alimentos.

Manuel B. Suquilanda Valdivieso
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