Los bloques multinutricionales (BMN)  son un suplemento alimenticio de bajo costo, utilizado como vehículo del  Nitrógeno no Protéico (NNP), elaborado y solidificado en forma artesanal o  agroindustrial mediante la mezcla de diversos ingredientes sólidos y  líquidos.  
  
El propósito de suplementar  rumiantes con BMN es aumentar sus niveles de producción y de reproducción, a  través del incremento en la eficiencia de utilización de los nutrimentos  consumidos, mediante el aumento de la población y de la actividad de las  bacterias y hongos que conforman la flora ruminal, buscando balancear la dieta  diaria, cuya base en los países tropicales son principalmente los forrajes.
Para la elaboración de BMN se cuenta  con los siguientes ingredientes opcionales en el trópico:
Fuentes de energía:
Las fuentes energéticas alimenticias  de mayor disponibilidad y de menor costo en los países de América Tropical son:
a) la melaza de caña, la cual es un subproducto de la fabricación de  azúcar.
b) la vinaza, que es un residuo de la fabricación de alcohol etílico  utilizado en la elaboración de licores; en realidad es una melaza empobrecida,  que no se comercializa actualmente y que constituye un contaminante de las  aguas y suelos donde se vierte.
c) el melote de trapiche que lo conforman la espuma e impurezas producidas,  retiradas y cocinadas posteriormente, durante la cocción artesanal del jugo de  caña, utilizado para la fabricación de panela, tapa de dulce o raspadura.
Estas fuentes dulces dan gustocidad  al BMN y aportan energía en forma de azúcares de alta y rápida fermentación,  que mantienen más activa y eficiente a la flora ruminal.
Otras fuentes de energía en forma de  grasas son la cachaza y el aceite crudo de palma africana, además del aceite  vegetal de uso doméstico para frituras, una vez que se altera su buen sabor y  se hace necesario desecharlo. En el caso de emplearlos en el BMN se deben  mezclar al 50% con una de las fuentes de azúcares mencionadas anteriormente,  para garantizar el consumo por los rumiantes.
Fuentes de  nitrógeno no protéico (NNP):
La fuente de NNP más empleada actualmente  en el trópico es la urea agrícola. Al ingresar al rumen, la urea es convertida  en amoníaco, el cual permite aumentar la población de la flora ruminal. La urea  sola o disuelta en agua y consumida o bebida en altas cantidades causa  toxicidad, pero al ofrecerse durante todo el día y en forma sólida en los BMN,  se elimina el riesgo de intoxicación en los animales que la consumen.  
Aunque la cama de aves (pollinaza y  gallinaza) puede utilizarse como fuente de NNP, de minerales y de estimulantes  ruminales en la alimentación animal, no se recomienda su inclusión en los BMN,  puesto que es rica en ureasa, que es la enzima que convierte la urea en  amoníaco, lo cual hace que la urea adicionada a los BMN se pierda por  volatilización, perdiendo el BMN su principal objetivo como vehículo del NNP.
Fuentes de  minerales:
Las sales mineralizadas se incluyen  también en la composición de los BMN y aportan nutrimentos minerales, dan  gustocidad y la sal actúa como saborizante y preservante.
Fuentes de  aglutinantes:
Los aglutinantes son ingredientes  que solidifican y endurecen los BMN. El aglutinante de mayor uso en el trópico  es la cal viva finamente molida o pulverizada, pero se han utilizado también la  cal apagada, la cal agrícola, el yeso y el cemento de construcción, obteniendo  resultados satisfactorios de solidificación. Estos cinco aglutinantes  alcalinizan el pH del BMN, evitando la fermentación de los azúcares y el  desarrollo de hongos contaminantes. 
También forman jabones cálcicos al  unirse con la cachaza, con el aceite crudo de palma africana o con el aceite  vegetal de cocina desechado y utilizado en los BMN que contienen alguna de las  mencionadas fuentes de grasa. 
La formación de un jabón cálcico  evita el cubrimiento del aceite sobre la fibra del forraje consumido, lo cual  reduciría o aún impediría su fermentación y la utilización de los nutrimentos  contenidos en ella, por parte de la flora ruminal. Además, la formación de  jabones cálcicos evita que la grasa sea fermentada por la flora ruminal, lo  cual le permite pasar intacta al intestino (sobrepasante), donde puede ser  metabolizada para su uso directo como fuente de energía en las funciones  vitales del animal. 
Otro aglutinante utilizable es el  almidón que puede ser de yuca, papa, maíz y banano o plátano verdes, molidos y  secos o también semolina o pulidura de arroz. El almidón no sólo aglutina, sino  que aumenta el contenido energético del BMN.
Es importante que los BMN adquieran  una consistencia apropiada (como de chicle) para favorecer su consumo restringido  ante el lamido exclusivo de los animales y que conserven la forma durante su  consumo; es decir que no se desintegren ni se desarmen o desmoronen.
Fuentes de fibra:
La fibra contiene cantidades  variables de energía, proteína, minerales y vitaminas; sin embargo, su función  adicional en el BMN es absorber la humedad de las fuentes de energía empleadas  en su composición, además de darle firmeza y amarre. 
Como fuentes secas de fibras cortas  utilizables se encuentran el olote o tusa de maíz picada; las cascarillas de  café, soya, girasol, maní, cacao; el salvado o afrecho de maíz y de trigo; las  tortas de algodón, soya, girasol, maní, palmiste y ajonjolí y la semolina,  harina o pulidura de arroz. 
Como fuentes de fibra larga  utilizables se encuentran el bagazo de caña, el heno picado de múltiples  plantas forrajeras, el pinzote o vástago y las cáscaras de banano, plátano,  coco,  palmito y palma africana picadas y  secas. 
La única fuente de fibra que no se  debe usar, puesto que no absorbe humedad, es la cascarilla de arroz. La  cascarilla de algodón debe ser picada antes de usarla.
Las fuentes de fibra larga aseguran  el amarre del BMN, por lo tanto deben ser usadas al menos en un 5% de la fibra  total.
La inclusión en los BMN de fuentes  de fibra que contengan proteína sobrepasante (que no se fermenta en el rumen),  como las tortas de oleaginosas y la pulidura de arroz, incrementan  sensiblemente la producción de los animales suplementados con ellos.
En el Cuadro 1. se presentan tres formulaciones opcionales de BMN que han  permitido consumos de hasta 500 g/animal/día, y   ganancias de peso 30 a 50% mayores (400 vs 600 g/animal/día), en  animales suplementados con BMN en pastoreo de pasturas mejoradas de Brachiaria brizantha cv Marandú, de  pasturas naturalizadas de Ratana (Ischaemum  indicum) y de pasturas nativas de Gramalote (Paspalum fasciculatum)  asociadas con Maní Forrajero (Arachis pintoi) en el Trópico  Húmedo de Costa Rica.  
Cuadro 1. Porcentajes de ingredientes  utilizados en la elaboración de BMN. Universidad EARTH, 2007.
  
  Nota: Los porcentajes son equivalentes en  peso
      
        
            Elaboración de los  BMN:
        
  
    Durante la preparación de los BMN,  se colocan el o los líquidos energéticos dentro de un recipiente de boca  amplia, en una mezcladora de concreto o en una mezcladora horizontal de  concentrados; luego se agrega la urea, que puede molerse para facilitar su  dilución o se debe mezclar hasta disolver por completo los gránulos;  seguidamente se agregan la sal mineralizada y la torta o la semolina,  revolviendo vigorosamente hasta homogenizar la mezcla; se continúa agregando la  cal y se disuelve en la humedad de la mezcla; por último, sin detener el  mezclado, se adicionan de manera fraccionada las fibras cortas y largas, hasta  lograr la contextura deseada.
  
  La contextura apropiada se logra  cuando al tomar una muestra de la mezcla sobre la palma de la mano, cerrando  luego fuertemente el puño, no sale líquido entre los dedos y al abrir la mano  queda formada una masa que no se expande.
  
  Si sale líquido entre los dedos es  necesario homogenizar la mezcla o agregar más fibra. Si la masa se expande es  necesario homogenizar la mezcla o agregar más líquidos energéticos.
  
  Para moldear los BMN se puede  utilizar un balde, cubo o recipiente metálico de boca más ancha que el fondo,  el cual se recubre internamente con hojas de papel periódico cuyos extremos  sobrantes se doblan sobre los bordes del recipiente.
  
  La mezcla se vierte y apisona por  capas delgadas dentro del recipiente. Para apisonar manualmente los BMN se  puede utilizar un pisón de madera o se puede introducir la mezcla dentro de una  formaleta o prensa para elaborar bloques de cemento. El apisonado o prensado  deben ser fuertes pero no excesivos, puesto que la consistencia es de suma  importancia para autorregular el consumo y no para estimularlo o impedirlo.
  
  Al alcanzar el tamaño según la  capacidad del recipiente o el peso deseado (10 a 25 kg), se retira  cuidadosamente el BMN húmedo, que debe ser colocado en el sitio de secado. El  proceso de secado dura entre 8 a 15 días, dependiendo de la humedad  ambiental.     
  
  El sitio de secado deberá ser  techado, bien ventilado y sin radiación ni calor solar directo sobre los BMN.  Los BMN una vez secos deberán almacenarse fuera del alcance de los niños,  insectos, roedores, aves y animales domésticos y silvestres. Deberá evitarse su  contaminación con agroquímicos y combustibles.  
  
  
  Modo de empleo:
  
  Para la suplementación de animales  en pastoreo, los BMN deben ser colocados permanentemente y para su consumo a  voluntad dentro de comederos o saladeros techados, para evitar que se derritan  por efecto del agua lluvia, en cuyo caso se pueden presentar casos de  intoxicación, al beber los animales el líquido o comer en exceso la mezcla  derretida.
  
  
  En ganado estabulado, los BMN se  pueden ofrecer colocados dentro de las canoas o comederos techados, en los  mismos que se ofrece el alimento.
  
  
  En vacas en ordeño, los BMN se  pueden ofrecer en los comederos del establo o en los puestos de ordeño  individuales, además de suministrárselos a voluntad en los saladeros de los  potreros.
  
  Los terneros menores de 5 meses de  edad, cuyo rumen no está aún desarrollado y funcional, pueden consumir BMN sin  riesgo de intoxicación, pero no pueden aprovechar el NNP que contienen.
  
  Los BMN deben ser ofrecidos en forma  continua y a voluntad o libre consumo, sin necesitar acostumbramiento previo de  los animales, que lo pueden consumir cuando les apetece. Su consumo puede  variar dependiendo de la calidad del forraje consumido por los animales. Así,  con forrajes de baja calidad estacional o permanente, es de esperar un mayor  consumo de BMN.
  
Se debe ofrecer sal mineralizada  adicional a la que contiene el BMN; esto es debido a que los animales pueden  requerir, según su condición fisiológica, producción y peso, mayor cantidad de  minerales de los que el BMN puede proporcionarles.
Generalidades:
  
  Es más ventajoso el uso de fibras  que se obtengan secas directamente del campo o de la agroindustria (olote o  tusa de maíz, bagazo de caña, cascarillas, salvados, harinas y tortas de  cereales u oleaginosas), debido a los altos costos y mayor dificultad en el  secado de estos materiales en el trópico.
Entre animales a los que se ofrece  el BMN por primera vez, es común que se presenten consumos en cantidades  irregulares.
Es reducida aún la información disponible  sobre el efecto del suministro de BMN en la producción de leche, pero si bien  se requieren nutrimentos de mejor calidad para producir leche que los  requeridos para producir carne, es de esperar que la manipulación ruminal  mejore la eficiencia de utilización de los alimentos en todo tipo de rumiantes  y sistemas de producción. En la Universidad EARTH se han logrado incrementos  del 15% en producción de leche. 
Los BMN también se pueden  aprovechar para el suministro de desparasitantes, sean estos compuestos  químicos o plantas que poseen dichos principios parasiticidas, como el Madero  negro, Madrecacao, Madreado, Piñón Cubano o Matarratón (Gliricidia sepium)o  el Neem (Azadiracta indica) y otras  plantas nativas del trópico. Ya se iniciaron en EARTH, proyectos de  investigación aplicada en este tema.