¿Cuánto tiempo descansan las vacas lecheras en un tambo pastoril de Santa Fe, Argentina?

El descanso de las vacas, i.e., tiempo echada, es una actividad de alta prioridad en vacas lecheras y se utiliza como un indicador importante de su bienestar (Beggs et al., 2018).

Los factores ambientales y de manejo afectan el tiempo de descanso. La falta de confort en los sectores de alimentación y los ordeños muy prolongados, entre otros factores, reducen el tiempo que las vacas pueden permanecer echadas (Arnott et al., 2017; Tucker et al., 2021).

En Argentina, no existen estudios que reporten la cantidad de horas que las vacas permanecen echadas en sistemas pastoriles. El objetivo de este trabajo fue cuantificar el tiempo que las vacas permanecen echadas en un sistema pastoril, y analizar la distribución del tiempo echada en función de la rutina diaria.

Las mediciones se llevaron a cabo desde el 10 de abril hasta el 9 de mayo de 2022, en un sistema pastoril con suplementación y estacionamiento de partos desde fines de abril hasta fines de octubre, ubicado en San Agustín, provincia de Santa Fe, Argentina. Para cuantificar el tiempo que las vacas permanecieron echadas se utilizaron podómetros Track A Cow (ENGS, Rosh Pina, Israel), los cuales han evidenciado fuerte correlación con observaciones visuales del tiempo de descanso de las vacas (Borchers et al., 2016). Se colocaron los podómetros a 50 vacas Holstein x Jersey, sobre un total de 198 vacas del único rodeo en producción. Las vacas tuvieron una producción promedio de 17 litros/día (4,05% proteína y 4,85% grasa) durante el período evaluado, con 207 días de lactancia y una condición corporal promedio de 3 (escala 1 a 5). La alimentación consistió en pastoreo de alfalfa, silaje de maíz ofrecido en autoconsumo y concentrado comercial, a base de maíz y expeller de soja, con 18 %PB y 2,98 Mcal de EM, ofrecido en la sala de ordeño. Luego de cada ordeño, se les ofreció pastura en forma de pre-oreo y agua a voluntad.

Los ordeños de la mañana comenzaron a las 5:00 h y finalizaron a las 6:45 h, y los de la tarde iniciaron a las 16:00 h y finalizaron a las 17:45h. En ambos ordeños las vacas caminaban hacia la franja de pastoreo a medida que iban siendo ordeñadas y salían de la sala.

Los podómetros registraron el tiempo echada de cada vaca durante cada hora del día. Se calculó el promedio diario de horas que las vacas permanecían echadas en cada actividad (pastoreo de mañana, piquete de alimentación con suplementos, pastoreo de tarde y pastoreo nocturno). Se analizaron los datos de los 30 días del estudio mediante estadísticas descriptivas, calculando el promedio de horas echada y el desvío estándar.

El tiempo promedio que las vacas permanecieron echadas fue 9,13 h/d (DE 1,42), coincidente con una reciente revisión que reporta que las vacas en pastoreo se echan en promedio entre 8,5 a 9,5 h/d, mientras que las vacas en sistemas confinados tipo free-stall entre 8,2 a 13,5 h/d (Tucker et al., 2021).

Como muestra la Figura 1, en el pastoreo de la mañana (07.00-10:00) las vacas se echaron 1,22 h (mín. 0,70 h y máx. 1,55 h) lo que representa 41% del tiempo total en dicho pastoreo. En el piquete de alimentación con suplementos se echaron 1,04 h (mín. 0,68 h y máx. 1,54 h) y representó solamente el 17% del tiempo de esa actividad, mientras que en el pastoreo de la tarde (18.00-22:00) se echaron 2,18 h (mín. 0,95 h y máx. 2,77 h), es decir 55% del tiempo. Finalmente, durante el tiempo que las vacas permanecieron en la pastura de noche, se echaron 4,68 h (mín. 2,22 h y máx. 5,53 h), representando el 66% del tiempo de dicha actividad, lo que muestra una preferencia de las vacas por echarse durante la noche, coincidente con estudios similares (Beggs et al., 2018).

Los resultados obtenidos muestran que las vacas descansaron un tiempo promedio adecuado y que hay variaciones en el tiempo que las vacas se echan durante el día, en función de las actividades que realizan. Durante la alimentación con suplementos las vacas se echaron una proporción menor del tiempo que en las otras actividades. Este tipo de estudios pueden ser de utilidad para diseñar rutinas diarias que, además de optimizar la alimentación, optimicen el descanso de las vacas, mejorando su bienestar.