CULTURA EMPRESARIAL GANADERA
9 de enero de 2016
Sr Luis Eduardo Chaparro,
1. El punto óptimo de cosecha en el manejo racional de pasturas está ampliamente estudiado y reportado en la literatura. Este no es un asunto de interés exclusivo para los Voisinistas. En internet se pueden ubicar ilimitados artículos referentes a la relación entre estado fisiológico (o fenología) de las plantas forrajeras y estado de calidad o de valor nutricional (bromatológico) de las mismas. Lo único en que los Voisinistas enfatizan es, en que si bien se sabe casi con exactitud cuál es la relación entre fenología vs bromatología, resulta extraño que los profesionales y ganaderos insistan en manejar TIEMPOS FIJOS DE REPOSO para realizar la cosecha, cuando a toda luz la ciencia y la academia coinciden en que los múltiples factores extrínsecos (del ecosistema o entorno o ambiente) que influyen en cada nuevo ciclo de crecimiento y desarrollo de las plantas hacen que no siempre a una misma edad se pueda alcanzar el punto óptimo de cosecha. Todos sabemos que en la época seca a las plantas les toma más tiempo crecer y desarrollarse, mientras que en épocas lluviosas se acelera. Si esto lo tenemos tan claro, es muy extraño que queramos cosechar un pasto a la misma edad sin importar si es verano o invierno, si llueve o no, etc. Esto solo para citar un ejemplo.
Entonces, en lo que se diferencian los Voisinistas de los ganaderos tradicionalistas, es en que los Voisinistas cosechan el pasto cuando este está en punto ÓPTIMO (por algo se le llama así) de cosecha, mientras que los tradicionalistas manejan una edad estándar para la cosecha no siempre coincidiendo con el punto óptimo o de mayor valor nutricional. Esto desde luego trae consecuencias. Y solo voy a citar una de ellas (la de mayor impacto): A los Voisinistas que aprenden a manejar correctamente el concepto de punto óptimo de cosecha EL PASTO LES SOBRA (y hasta se les vuelve un problema cuando no saben cómo manejar los excedentes de forraje que producen), y esto aún, manejando cargas animales más altas. Entre tanto, a los tradicionalistas, el pasto no les alcanza a pesar de manejar cargas animales más bajas.
2. En cuanto al hacinamiento de animales, esto es totalmente falso, o por lo menos, el término hacinamiento no es aplicable al manejo intensivo de la ganadería racional. Primero, por el hecho de que los animales no están encerrados, pastorean al aire libre, y lo hacen en potreros en los que abunda la comida y el agua está (o debe estar) siempre a un paso (ya que nos basamos en el concepto de Pinheiro Machado: el agua debe ir al ganado, y no al contrario). Adicionalmente, un buen Voisinista sabe que debe cultivar arbustos forrajeros y árboles que provean sombrío, con lo que a su momento llegará a tener un Silvopastoreo Racional. Así pues, no hay un ambiente más confortable para los animales de pastoreo que bajo el manejo PRV. Y en segunda instancia, me da la impresión que la gente siempre se imagina que en PRV tenemos al ganado "como en lata de sardinas", pero cuando ves al ganado en un potrero bajo manejo PRV, a pesar que el potrero está medido con exactitud para soportar la carga de hasta 400 UGM/Ha/día (o su equivalente según el tamaño de cada proyecto en lo particular), puedo afirmar que ellos pastorean A SUS ANCHAS. Tengo fotografías publicadas aquí en Engormix y en nuestra página web (que ubican como cultura empresarial ganadera con cualquier buscador o navegador de internet), donde pueden ver cualquier cantidad de proyectos PRV en los que se corrobora esta afirmación. De no ser así, sería literalmente imposible certificar ganaderías con PRV como orgánicas pues los reglamentos de certificación orgánica son enfáticos en impedir el hacinamiento. Así que reafirmo que en PRV no existe hacinamiento, y al contrario, aseguro que no hay un ambiente más confortable y que proporcione más garantías para la producción animal sostenible, sustentable y confortable que un proyecto PRV.
3. En cuanto a las peleas entre animales, hay que asombrarse de lo que se consigue en PRV. Casi la totalidad de los animales bajo manejo racional en PRV se vuelven tan dóciles que se les puede acariciar sin dificultad alguna, y antes que salir corriendo cuando lo ven a uno más bien vienen a buscarte y te pueden hasta lamer tus manos u olfatear tu cuerpo. Y entre ellos, se vuelven muy dóciles y tranquilos, y peleas entre ellos prácticamente no hay, y si la hubiera, habría que revisar al menos dos cosas, la primera, la causa de la pelea (que estoy seguro no se debe al efecto de mayor carga animal por unidad de superficie), que bien puede presentarse de igual modo en condiciones de pastoreo extensivo, y segundo, el trato que les da a los animales quien los tiene a su cargo. Los animales no son agresivos porque si, no está en su naturaleza (excepto las peleas entre machos dominantes que ocurren incluso en pastoreo extensivo), entonces puedo afirmar que si en PRV hay animales agresivos es casi seguro que el pastor los trata agresivamente. Así que cuando en PRV algún animal se torna inmajeable se descarta y se saca de la ganadería, y así se asegura de que la ganadería se mantenga tranquila en este sentido.
Finalmente en PRV se maneja la "escuela", que es un potrero en el que los animales con conducta indeseable se van a pasar algunas temporadas para educarlos (si es que se disponen a volverse mansos) o en su defecto para reafirmar que el animal debe salir de la ganadería por mala conducta.
En fin, en el PRV todo debe acoplarse al MANEJO RACIONAL, y hay soluciones racionales para cada situación. No es una panacea, no soluciona todos los problemas (palabras de Pinheiro Machado), pero si permite que tengamos ganaderías con muchísimo mejor manejo y resultados, con suficientes soluciones para muchos de los problemas comunes.