Explorar
Comunidades en español
Anunciar en Engormix

Efecto de la alimentación con desperdicios orgánicos sobre la producción y reproducción de vacas lecheras

Publicado: 8 de febrero de 2018
Por: M. López, H. Losada, J. Cortez, J. M. Vargas y L. Luna Área de Sistemas Agropecuarios. Departamento de Biología de la Reproducción. División de Ciencias Biológicas y de la Salud. Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa. Av. San Rafael Atlixco No 186. Col. Vicentina. Iztapalapa. C.P. 09340. México D.F
Introducción
La delegación Iztapalapa, ubicada al oriente de la Ciudad de México es de 124 km2, de los cuales un 75 % está dedicado a uso urbano, su población estimada es de 1,815,786 habitantes y de acuerdo al promedio de los ingresos esta población se clasifica como extremadamente pobre, con una elevada participación de la mujer y los niños en la contribución al ingreso familiar (INEGI, 2010). Estos sistemas de producción utilizan principalmente la raza Holstein, que es considerada como una alta productora de leche, pero sus requerimientos nutricionales también lo son, lo que significa que su producción de leche está supeditada, entre otros factores, a la condición corporal al momento del parto y a su capacidad de quedar gestante como resultado de la actividad ovárica adecuada derivada de una nutrición proteínica-energética adecuada. El objetivo del presente trabajo fue analizar los efectos de la inclusión de desperdicios orgánicos en alimentación sobre la producción de leche, condición corporal y el intervalo parto-primer calor.
 
Metodología
Descripción del área de trabajo El estudio se realizó en establos ubicados en la Delegación Iztapalapa, al oriente de la Ciudad de México. El clima es C(w2)(w) y BS1k que corresponden a un templado subhúmedo y semiseco respectivamente, con una temperatura media anual de 17 °C (García, 1973). La disponibilidad de los servicios básicos en la zona de estudio son: agua potable (75%), drenaje y alcantarillado (70%), electricidad (90%) alumbrado público (70%) y superficie pavimentada (50%) (INEGI, 2010). Durante el estudio las vacas eran sujetadas al comedero individual y solo al terminar la ración eran liberadas para disponer de rastrojo de maíz ad libitum.
Unidades experimentales y tratamientos La duración del experimento fue de 90 días, en los que se analizaron 32 vacas con un peso vivo (PV) de 538 Kg ± 65 y ocho meses de gestación. Los datos se obtuvieron en ocho establos con cuatro vacas cada uno; en cada establo había una vaca de primer parto, una de segundo, una de tercero y otra de cuarto parto. Las vacas también fueron seleccionadas por el número de partos que habían tenido al momento del estudio; siempre y cuando hubieran parido a los dos años de edad aproximadamente y que hubieran parido un becerro por año.
El estudio tuvo dos tratamientos: a) Alimentación Convencional (AC), en donde los animales comían alfalfa achicalada, rastrojo de maíz y alimento concentrado comercial (con 16% de proteína cruda); y b) Alimentación No Convencional (ANC), en el que además de los mismos insumos del grupo anterior se integraban desperdicios orgánicos provenientes de la CEDA. En ambos grupos el suministro de sal mineral fue ad libitum.
Análisis de los alimentos - Se obtuvo una muestra de los alimentos utilizados durante el estudio para determinar el valor nutricional de cada uno, los cuales se reportaron previamente por Almaráz et al. (2012). Condición corporal- Se evaluó la condición corporal de las vacas, utilizando la metodología propuesta por Wildman y col. (1982) de acuerdo a la siguiente descripción: 1. Flaca o sumamente delgada; 2. Delgada, poco encarnada; 3. Normal para su raza; 4. Con tendencia a gordura; 5. Gorda
Determinación del peso vivo de los animales La determinación del peso vivo fue indirecta, se calculó cada 15 d después de la ordeña matutina, mediante la medición el perímetro torácico (Yan et al., 2009). Para valores intermedios se calculó el peso por interpolación Alimentación de las vacas- La alimentación de las vacas durante el presente estudio fue semi controlada, debido a que la cantidad de alimentos ofrecidos era conocida, excepto el rastrojo de maíz que fue administrado ad libitum y su consumo fue determinado por la diferencia de alimento ofrecido y el rechazado; para determinar la cantidad total de alimento consumido, se determinó la materia seca ofrecida y la residual del siguiente día en una estufa de aire forzado (AOAC, 1990). Variables experimentales y análisis estadístico - De cada una de las vacas se determinó: condición corporal, Kg de PV al parto, Kg de PV después del parto, número de parto, tipo de parto, producción de leche semanal y número de días transcurridos del parto al próximo calor (estro). Los efectos del tipo de dieta sobre el peso vivo, producción de leche, intervalo parto-calor y condición corporal, fueron analizados por separado mediante un ANDEVA con 16 repeticiones tratamiento-1. Para todas las variables se determinó el coeficiente de correlación de Pearson entre ellas, mediante el programa PASW Statics 18 (2007).

Resultados y Discusión
Alimentación
El valor nutricional de los insumos utilizados en estos establos fue reportado por Almaráz et al., 2012, con estos valores nutricionales reportados anteriormente por este mismo grupo de trabajo, se determinó el contenido nutricional de las dietas de estos dos tratamientos. El PV inicial promedio de las vacas alimentadas convencionalmente (AC) fue de 513±59 Kg y de las alimentadas no convencional (ANC) fue 563±63 Kg. En las vacas de primer parto se obtuvo menor peso con respecto a las de cuarto parto. El PV de ambos tratamientos disminuyó al momento de presentar el primer calor posparto; no existió diferencia significativa entre tratamientos (p 0.071). Al evaluar los cambios en la condición corporal, no se encontraron diferencias significativas (p 0.127) entre los sistemas de alimentación, ni en las vacas de diferente número de parto, sin embargo, sí hubo diferencia significativa considerando el número de parto (p 0.018). Tampoco se encontró diferencia significativa en el intervalo parto-calor considerando el tipo de alimentación (p 0.125), sin embargo sí existió diferencia en este intervalo considerando el número de parto de la vaca (p 0.038) los datos se presentan en la Tabla 4.
En general, las vacas lecheras mantenidas bajo sistemas convencionales de alimentación reinician su actividad cíclica alrededor de los 30 d del parto (4.2 semanas), aunque la manifestación del celo puede pasar desapercibida (Melendez et al., 2008), en el presente estudio las vacas retornaron al estro a las 4.8 semanas, lo que supone una diferencia negativa respecto a los sistemas de producción intensiva (Cavalieri et al. 2004). Se ha reportado que el intervalo parto-primer calor está influenciado por los cambios de peso al final de la gestación y de la condición corporal al momento del parto (Wright et al., 1992). En este trabajo se encontró que el número del parto (edad de la vaca) influyó en el intervalo parto-calor, en las vacas de primer parto el intervalo fue mayor en contraste con las otras edades, lo cual está de acuerdo con la literatura (Waldmann et al., 2006). El inicio de la función ovárica posparto fue más tardío en las vacas primerizas (6.75 semanas) y la producción de leche acumulada a los 100 d de lactancia también fue menor en las vacas con menor número de partos (uno a tres), aunque no se encontró una correlación significativa entre producción de leche y el reinicio de la actividad ovárica. El peso y la condición corporal presentaron una correlación negativa con respecto al reinicio de la actividad ovárica posparto en las vacas primíparas. El reinicio de la ciclicidad ovárica post-parto (intervalo parto-primer calor) es multifactorial, entre los que destacan la raza, edad, número de parto, estado nutricional, cambios de peso durante el puerperio, enfermedades perinatales y la producción de leche. El reinicio de la actividad ovárica post-parto facilita las posibilidades de que el animal presente un intervalo corto entre el parto y la concepción, y de esa manera, se pueda aumentar el rendimiento de producción de leche durante su vida productiva (Teyer et al., 2002). La correlación que existe entre el número de parto con la producción de leche d-1 y el intervalo parto-primer calor, fue significativa.
Es importante resaltar que en el presente estudio, la máxima producción de leche se presentó entre los primeros 30 y 45 d de lactación con una media de 18 L, la cual se considera baja para las características del ganado utilizado de acuerdo a Reist et al. (2003) que plantean que las vacas con disponibilidad de materia seca en niveles de 3% o más de su peso corporal, podrían cubrir los requerimientos de producción de hasta 20 L d-1, sin la necesidad de recibir suplementos concentrados, esto indica un déficit energético temporal que es compensado con las reservas corporales. En esta investigación no se encontraron diferencias significativas entre los dos sistemas de alimentación (concentrado y desperdicios orgánicos), lo que representa una oportunidad para los productores que decidieron utilizar los desperdicios de la Central de Abasto, debido a los beneficios económicos que esto representa, sin alterar el intervalo parto-primer calor ni las demás variables productivas ya mencionadas.
 
Referencias
Almaraz I., Losada H., Cortés J., Vargas J., Miranda L. y Sánchez J. 2012. Producción de gas in Vitro de desechos de verduras usados para alimentar vacas lecheras. Livestock Research for Rural Development, 24(8). http://www.lrrd.org/lrrd24/8/alma24132.htm
Butler, W. 2000. Nutritional interactions with reproductive performance in Dairy Cattle Animal. Reproduction Science, 61: 449-457.
Law R. A., Young F. J., Patterson D. C., Kilpatrick D. J., Wylie A. R., Ingvarsten K. L., Hameleers A., McCoy M. A., Mayne C. S., Ferris C. 2011. Effect of precalving and postcalving dietary energy level on performance and blood metabolite concentrations of dairy cows throughout lactation. Journal of Dairy Science, 94(2): 808–823.
Melendez P., Duchens M., Pérez A., Moranga M. and Archbald L. 2008. Characterization of estrus detection, conception and pregnancy risk of Holstein cattle from the central area of Chile. Theriogenology, 70(4): 631-637.
Yan T., Mayne S., Patterson D. and Agnew R. 2009. Prediction of body weight and empty body composition using body size measurements in lactating dairy cows. Livestock Science, 124 (1-3): 233–241.
Contenido del evento:
Temas relacionados:
Autores:
Juan Manuel Vargas
Universidad Autónoma Metropolitana - UAM (México)
Recomendar
Comentar
Compartir
Profile picture
¿Quieres comentar sobre otro tema? Crea una nueva publicación para dialogar con expertos de la comunidad.
Súmate a Engormix y forma parte de la red social agropecuaria más grande del mundo.