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Sustentabilidad de bovinos-carne en zonas áridas y semiáridas de Sonora.

Publicado: 13 de julio de 2018
Por: Francisco Gabriel Denogean Ballesteros102 Félix Ayala Alvarez1 Ana Bertha Martínez Durán1 Luis Ernesto Gerlach Barrera1 102 Universidad de Sonora. Unidad Regional Norte. División de Ciencias Administrativas, Sociales y Agropecuarias. Departamento de Ciencia Administrativa y Agropecuaria. Unidad Regional Norte Campus Santa Ana, Sonora.
Resumen

La FAO en su informe La Larga Sombra del Ganado, publicado en 2009, señaló que a nivel mundial, contamina mas el ganado que el autotransporte, generando controversias el dato de que el ganado aporta el 18% de los Gases de Efecto Invernadero (GEI). Sonora, con casi 18.5 millones de hectáreas, en donde más del 86% es árido o semiárido, la principal utilización del terreno es mediante ganadería bovina extensiva con el sistema vaca-becerro; manteniendo una población aproximada a 1.4 millones de cabezas bovinas en el terreno. Estudios previos en Sonora han demostrado que el agostadero está sobrecargado, la productividad del ganado es baja, el terreno se está erosionando y los problemas socioeconómicos de los pequeños ganaderos se están agravando. La producción de Gases de Efecto Invernadero GEI, en los bovinos no está a discusión, conociendo que son emisores de metano (CH4), dióxido de carbono (CO2), óxido nitroso (N2O) principalmente y que el incremento de sus concentraciones en la atmosfera provoca aumento de la temperatura atmosférica de la Tierra produciendo “calentamiento global”. Para los climatólogos, el CH4, el N2O y el CO2 son GEI liberados a la atmosfera, pero para los ganaderos, estas emisiones son pérdidas de energía, nutrientes y materia orgánica del suelo, y sus emisiones reflejan falta de eficacia en el uso de insumos. Estas pérdidas bajan la productividad del ganado, siendo los bovinos los más afectados por ser los mayores generadores. Es posible disminuir estas pérdidas mediante el manejo del forraje y la nutrición de bovinos, ya que al mejorar la calidad se incrementa la productividad y se reduce la emisión de metano. Se recomienda ajustar la carga animal a la capacidad del terreno y utilizando un tipo de ganado de menor tamaño, que pueda llenar sus requerimientos nutricionales en agostaderos de baja producción forrajera.

Palabras clave: Ganado bovino, Agostaderos, Tecnologías sustentables

INTRODUCCION
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Ambiente Humano, celebrada en Suecia en 1972, se sembró la semilla de lo que más tarde se reconocería como Sustentabilidad (Calvente, 2007); durante la conferencia se habló de algo más amplio: la búsqueda de relaciones comunes entre aspectos ambientales y temas económicos relacionados con el capital, el crecimiento y el empleo.
El concepto de Desarrollo Sustentable se ubica en 1983 que la Organización de las Naciones Unidas (ONU ) creó la Comisión sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (equipo conocido como Comisión Brundtland); EL equipo trabajó durante tres años finalizando con el informe llamado Nuestro Futuro Común.. El documento señala claramente que la sociedad debe modificar su estilo y hábitos de vida, si no se quiere que la crisis social y la degradación de la naturaleza se extiendan de manera irreversible. Sustentable se ha convertido en una palabra de moda, es referente obligado al que se le han sumado la mayoría de las naciones y sus gobiernos. Así, ha pasado a ser una expresión que no debe faltar en los discursos políticos ó académicos (Ramírez et al., 2003).
Hay múltiples definiciones de sustentabilidad que aíslan elementos del concepto del cual son parte integral. Bifani (1999), describe cuatro diferentes enfoques: 1). Enfoque ecologista, que reduce el concepto a la sustentabilidad ecológica, enfatizando los límites ecológicos y la imposibilidad de crecimiento continuo en un planeta finito, donde el Desarrollo Sustentable requiere que la magnitud del sistema económico se mantenga dentro de los márgenes de la capacidad de carga de la naturaleza. 2). Enfoqu Iintergeneracional, centrado en la responsabilidad de la actual generación respecto de las futuras; éste enfoque es controversial por el énfasis en la solidaridad con el futuro, ignorando el presente. 3). Enfoque económico, enfatizando en que el desarrollo sustentable debe combinarse con el crecimiento económico, fortaleciendo la competitividad, con una mejor gestión de la naturaleza y la biodiversidad, así como el descenso de emisiones peligrosas para el medio ambiente, la idea básica es que el crecimiento económico es una condición necesaria para aumentar la protección y la renovación del medio ambiente. 4). Enfoque sectorial, refiriéndose a que un sector productivo específico, será sustentable cuando el proceso productivo no impacte al medio ambiente y además sea redituable en lo económico.
En 2006, la FAO publicó un documento elaborado por la Iniciativa para la Ganadería, Medio Ambiente y Desarrollo (Livestock, Environment and Development. LEAD), titulado “La larga sombra del ganado, problemas ambientales y opciones” (Livestock’s Long Shadow). LEAD es un proyecto cuya finalidad es concebir y fomentar estrategias y prácticas ecológicamente sostenibles de producción ganadera y, al mismo tiempo, ocuparse de la reducción de la pobreza, (Steinffeld et al., 2006). Este documento señala que contamina más la ganadería que la industria del autotransporte y contribuye con el 18% de los GEI antropogénicos. La contaminación y el calentamiento global, tienen gran repercusión social. Especialmente en los últimos años, los científicos abordan la emisión de Gases de Efecto Invernadero GEI, desde distintos ángulos y en muchas ocasiones poniendo en la mira a la ganadería en general y a la bovina en especial, como la principal especie ganadera productora de metano de origen entérico que es un importante GEI. (Bonilla et al., 2012). El calentamiento global, el efecto invernadero y el cambio climático son conceptos muy usados en la actualidad por los medios de comunicación, grupos ambientalistas y público en general (Caballero et al., 2007; Valencia, 2009). El Efecto Invernadero es un mecanismo por el cual la atmosfera de la tierra se calienta, y es un mecanismo muy importante para que el planeta sea un lugar adecuado para que exista vida en él. El Calentamiento Global se refiere a la tendencia de la temperatura a incrementarse como ha sucedido en los últimos 150 años y que se atribuye al efecto de la contaminación; el cambio climático engloba los conceptos anteriores incluyendo a todas las variables climáticas que han ocurrido en la historia de la tierra; éstas están asociadas a factores como los cambios en la actividad solar, circulación de los océanos, actividad volcánica, composición de la atmósfera, entre otros. Por otra parte, la misma FAO y otros organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), han expresado su especial preocupación respecto al tema alimentario mundial, en particular por sus efectos sobre la población en condiciones de pobreza (FAO-SAGARPA, 2012). La importancia social de la ganadería radica en que el número de pobres dedicados a actividades pecuarias se calcula en mil millones de habitantes que es el 15% de la población mundial (Zalapa, 2012); asimismo, aporta a la dieta humana 58 millones de toneladas anuales de proteínas de alto valor biológico. Estas contribuciones se dan en un medio donde 864 millones de habitantes padecen de desnutrición y los productos de origen animal pueden ser una solución.
Un grave problema que ha causado deterioro de los agostaderos es el sobrepastoreo. Este problema combinado con las sequías, causan que actualmente los agostaderos han reducido su capacidad de carga, Por lo que una práctica básica que debe realizarse es el ajuste de cargas para disminuir la presión del pastoreo (Melgoza, 2003). El éxito en la administración de un rancho requiere de entender su operación de manera completa; debe practicarse un diagnóstico del funcionamiento, la planeación, programa, proyecto o detalle de las actividades que deben realizarse, así como las medidas adoptadas o estrategias para organizar y desarrollar cualquier tarea; planear estratégicamente para obtener utilidad. (Perez, 2008). El tamaño del hato estará en función de la carga animal que será determinante por el índice de agostadero de los potreros, para saber el número de unidades totales que soporta el terreno en determinada época. En México, la única guía para establecer la carga animal adecuada en los diferentes ecosistemas son los estudios de la Comisión Técnico Consultiva para la Determinación de los Coeficientes de Agostadero COTECOCA) desde hace mas de 40 años para cada estado de la república, con base en muestreos estadísticos para variables que en esencia son dinámicas (Díaz et al., 2003). Es importante mencionar que COTECOCA se creó con la finalidad de determinar la máxima extensión inafectable de la superficie de terreno considerada como pequeña propiedad, que sustituyo a las concesiones de inafectabilidad ganadera que determinaba el Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización para dar certidumbre jurídica a la tenencia de la tierra agropecuaria (SAGARPA, 2013). En Sonora se aprovechan 14,523,784 hectáreas de agostadero además de 1,048,790 hectáreas de praderas inducidas totalizando 15,572,574 hectáreas para la producción bovina la cual en el año 2015 produjo 71,727 ton de carne con un valor de $6,812,523,000. Se exportaron 224,500 becerros castrados y 41,750 becerras, cuyas exportaciones se valoraron en 266,650,000 de US/Dls. Esta actividad la desarrollan 33,969 productores (SAGARHPA, 2017).
Según el censo ganadero, en el año 2015 el Estado de Sonora contaba con 2,279,250 cabezas de bovinos carne las cuales equivalen 1,804,018 Unidades Animal (UA); porcentualmente se conformaba de 58.6% de vientres, 13% de vaquillas, 6% de toros, 6% de becerras, 3% de becerros y 0.3% de novillos. El coeficiente de agostadero reportado por COTACOCA para Sonora en 2014 consideraba un promedio de 25.45 ha/UA, por lo que el agostadero sonorense con dichos datos solo podía sostener 611,888 UA y en 2015 mantenía 1,804,018 UA, por lo que la sobrecarga es muy alta.
La sobre utilización del agostadero con un uso no sustentable del recurso como fuente de alimento para el ganado en los potreros, muestra que en las regiones que reciben menor precipitación pluvial la sobre utilización es en mayor grado (Denogean et al., 2010), situación que causa degradación por sobrepastoreo, seguida por la erosión del suelo y finalmente la desertificación. En Sonora se ha documentado, con base en la superficie del agostadero (15,368,994 ha) y el número de cabezas de ganado (1,490,497) equivalentes a 949,854 UA, se está utilizando un Coeficiente de Agostadero (CA) de 16.2 ha por Unidad Animal (UA), cuando el CA medio para el estado es de 26 ha/UA, por lo que se tiene una sobrecarga superior al 30%, (Fundación PRODUCE-Sonora, 2009; COTECOCA, 2002)
Para el ganadero sonorense, las condiciones climático-ecológicas que impiden diversificar las actividades ganaderas lo obligan a la cría de becerros (Denogean et al., 2010). El principal problema es la alimentación del ganado, los agostaderos han sufrido por años el sobrepastoreo y cada vez son suelos más erosionados los que logran sostener a la hembra durante la gestación, sin embargo no son suficientes para mantener además, a la cría en el período de lactancia. Así, el criador está en el eslabón más débil porque cubre la etapa más larga, de mayor costo y con los mayores riesgos en la cadena.
En Sonora se pueden apreciar pastizales con alta dominancia de gramíneas de excelente valor forrajero, áreas con abundancia de arbustos de escaso o nulo valor forrajero, zonas de alta precipitación y áreas del desierto donde las lluvias rara vez se presentan (Velázquez, 1997), la sobre explotación y el manejo inadecuado de buena parte de las tierras de pastoreo en Sonora, las prolongadas y recurrentes sequías de los últimos años, han causado transformaciones drásticas en la vegetación de los agostaderos, propiciando una disminución de su potencial forrajero, así como la desertificación y degradación de los terrenos (Ibarra et al., 2003).
Con los antecedentes descritos se planteó el presente estudio, con el objetivo de implementar tecnologías disponibles en ganadería bovina que han mostrado ser sustentables, económicas y productivas. Generar información práctica para el manejo de pastizales abiertos y arbosufrutescentes, mediante prácticas de manejo para mejorar la vegetación herbácea de alto valor para bovinos, así como mantener la riqueza de especies más deseables dentro de la comunidad vegetal, contribuir a la conservación del hábitat de las especies y poblaciones silvestres nativas. El objetivo específico es estimar la Capacidad de Carga (CC) y la Carga Animal (CA) que puede sostener sustentablemente el Rancho de la Universidad, ubicado en el norte de Sonora.
MATERIAL Y MÉTODOS
El presente estudio es producto de un proyecto denominado “Establecimiento de un sistema de monitoreo de las comunidades vegetativas en el Rancho Experimental de la Universidad de Sonora en Cananea, Sonora” el rancho está, localizado en el Municipio de Cananea..Sonora; Geográficamente está ubicado entre los 110° 06’ y 110° 10’ de Longitud Este, y los 30° 58’ y 31° 01’ de Latitud Norte. El clima de la región es templado y semiseco, (BS1kw), con régimen pluvial preferentemente de verano. La precipitación y la temperatura media anual son de 420 mm y 16.3 °C,respectivamente. La vegetación está enmarcada en una zona de transición entre el Pastizal Mediano Abierto y el Pastizal Mediano Arbosufrutescente, donde la vegetación es una asociación de zacates, árboles y arbustos. La topografía es irregular con pequeños valles, lomerío bajo, lomerío alto y lomerío suave. Basados en los estudios de COTECOCA en la región de Cananea realizados desde 1970; las 707-10-21 ha del rancho tienen capacidad para sostener 66 Unidades Animal. Se establecieron cinco Líneas Interceptas (transectos) de 50 m de longitud en cada uno de los cinco potreros actuales para muestrear vegetación herbácea.
Se establecieron cinco cuadrantes fijos de 2 x 2 m (4 m2 ) para monitorear tendencia a través del tiempo, donde se mide porcentaje de cubierta total, cobertura de zacates nativos, hierbas, mantillo, y suelo desnudo.
En cada área de exclusión (4 m2 ), se cortó con tijera a un centímetro sobre la superficie del suelo, se colectó totalmente en bolsas de papel y se envió al Laboratorio para análisis de contenido nutricional. Se hace notar que todos los sitios habían sido pastoreados y la época del muestreo fue en la más crítica del año (28 de mayo de 2016). En el Laboratorio se corrieron análisis de contenido proteico y minerales a la biomasa colectada. Se tomaron muestras de suelo a 30 cm de profundidad en cada uno de los cinco potreros, se enviaron al Laboratorio para análisis de contenido mineral.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Con base en los datos de campo, la existencia de forraje disponible se muestra en el Cuadro 1.
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Los resultados del análisis de la disposición de forraje (Cuadro 1), muestran la dieta alimenticia para el ganado en condiciones extensivas en las zonas áridas y semiáridas de Sonora; escaso, seco y poco digerible. No se analizó el contenido energético del forraje. El contenido de Proteina Bruta es bajo ya que aporta 3.7% y McLoughlin (2009), señala que bovinos de 450 kg requieren solo para mantenimiento un consumo de 0.507 kg diarios de proteína; la capacidad de consumo de éstos animales es de 13.5 kg de MS diarios (3% del Peso vivo), por lo que el consumo de estos forrajes solo le suministra 499 gramos, suponiendo una buena digestibilidad. Armienta (1995), reporta que durante la época seca, el consumo inadecuado de forraje por el ganado en agostadero ocurre como resultado de un bajo contenido de proteína, y un aumento en la lignificación y el contenido de fibra. Magaña et al.,(2006), señalan que el forraje de baja calidad deprime el consumo voluntario al bajar su gustocidad, debido a altos niveles de fibra y bajos contenidos de proteína. Allison (1985), citado por Mejía (2010), señala que una alta intensidad de pastoreo la calidad de las dietas disminuye, atribuyéndolo a la reducción en la selectividad, forzando a consumir porciones más maduras y fibrosas de las plantas, resultando una menor digestibilidad y contenido nutricional de la dieta.
Los resultados de laboratorio muestran que el contenido de minerales del forraje es muy variable, como se muestra en el Cuadro 2; a partir de la cual se comparó con los requerimientos recomendados por investigadores de nutrición bovina (McDowell et al. 1984; Jiménez et al.,2014, Armienta 1995), que se presentan en el Cuadro 3.
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La producción bovina en agostaderos depende del potencial de los forrajes para satisfacer las necesidades nutricionales de los bovinos. La satisfacción de éstas necesidades dependerá de que el animal consuma la cantidad suficiente de forraje y que éste tenga los nutrientes en cantidades y proporciones adecuadas (Huerta, 2010). El conocimiento de los niveles de macrominerales Ca, P, K, Na. Cl, Mg y S; y microminerales Co, Cu, I, Fe, Mn, Mo, Se y Zn, existentes en suelos, forrajes y tejidos del ganado permite elaborar estrategias de suplementación para mejorar la eficiencia productiva del ganado en condiciones de agostadero (Espinoza et al., 1991). En el presente estudio se encontró que los Macrominerales Sodio, Potasio y Magnesio; asi como los microminerales Hierro y Cobre presentan fuertes deficiencias en los forrajes al compararlas con las necesidades (requerimientos) del ganado como se muestra en el Cuadro 3.
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Los resultados del Cuadro 4 respecto al contenido de minerales del suelo, muestran deficiencias en N, P, Ca, Mg y K. Los niveles de Na están en los límites adecuados. Las deficiencias nutricionales son los principales factores que más inciden en la producción ganadera especialmente en los pastos en donde las deficiencias y desequilibrios minerales en el suelo y el forraje han sido considerados los principales causantes de los problemas de baja producción del ganado (Laredo et al., 1987). Es necesaria la caracterización de los elementos minerales en el sistema suelo- planta- animal, mediante muestreos sistemáticos de los agostaderos con la finalidad de diseñar suplementos minerales de acuerdo los requerimientos del ganado.
CONCLUSIONES
Si la ganadería bovina es fuerte productora de metano; si el metano es un GEI muy importante en el calentamiento global, si el calentamiento global está afectando al clima; es posible realizar prácticas en el manejo de bovinos en agostaderos sonorenses que mitiguen el problema. Los nutriólogos bovinos han encontrado que a mejor calidad en la dieta de bovinos, la emisión de metano disminuye. Por lo tanto, una buena nutrición con mejor alimentación mitigará la producción de metano en bovinos. Los resultados del presente estudio y la información técnica revisada permiten obtener las siguientes conclusiones que son tecnologías conocidas pero necesarias de implementar para mitigar el problema del calentamiento global causado por bovinos.
Ajustar la Carga Animal a la capacidad del Terreno. No es posible tener una buena producción y por ende, buena rentabilidad si los escasos recursos del agostaderos se reparten entre mas animales, ya que estos compiten por los escasos insumos, produciendo desnutrición y baja eficiencia reproductiva. Independientemente del ajuste con base en los Coeficientes de Agostaderos, y dado que en las zonas áridas y semiáridas la precipitación pluvial es errática, es necesario hacer ajustes anuales en el terreno en función de la producción anual de forraje. Las prácticas productivas en la ganadería sonorense siempre han contravenido el principio de equilibrio forraje:carga animal que evidencian los índices de sobrecarga animal.
Implementar programas de suplementación nutricional. En agostaderos es necesario suplir las necesidades de nutrientes de los animales durante los periodos críticos como es la época de sequía. Es necesario conocer tanto los requerimientos nutricionales, como los aportes de las plantas que consumen los animales. Las variaciones en las condiciones ambientales que se presentan en Sonora (Velazquez, 1997), obligan a elaborar programas de suplementación para las distintas épocas del año para eficientar la unidad productiva, evitando pérdidas de peso y mortalidades en el hato.
Selección del tipo de ganado adaptable a zonas áridas y semiáridas. Para éstas regiones se requiere un tipo de vaca (“Frame”) de tamaño mediano, que demanda bajos insumos y puede producir adecuadamente para mantener rentable la actividad (Denogean et al., 20149. Los bovinos consumen el equivalente al 3% de su peso vivo en materia seca. Una vaca de 600 kg consumirá anualmente 6,570 kg de materia seca, mientras que una de tamaño mediano (450 kg) consumirá 4,927 kg . Esta decisión puede ayudar a ahorrar el 25 % del forraje producido en el agostadero, en donde su marcada estacionalidad de las lluvias trae aparejada una escasez o falta total de alimento en determinadas épocas.
Aprender a convivir con la sequía. La sequía pertenece al esquema climático normal de las regiones áridas y semiáridas por lo que está relacionada con la alta variabilidad de las precipitaciones, lo cual tiene efectos muy variados en la producción de forraje de los diferentes tipos de vegetación. Por lo que la sequía es normal en Sonora. Para que la ganadería de zonas áridas mejore sus condiciones de rentabilidad el ganadero debe considerar la sequía como un riesgo habitual a enfrentar, incorporando provisoriamente a su sistema de producción prácticas rutinarias que le permitan eliminar o amortiguar los efectos de los años secos en su negocio.
LITERATURA CITADA
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Francisco Gabriel Denogean Ballesteros
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