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Indicadores financieros post pandemia en la industria de alimentos

Publicado: 15 de noviembre de 2021
Por: Guadalupe Galo
La crisis financiera del 2008, gestada desde el 2006, tuvo capacidad para impactar fuertemente la economía del mundo; pero el 2020 se desarrolló otra mucho más severa, que tocó más allá de las finanzas. Ahora, finalizando el 2021, el panorama respecto al conocimiento de la causa es menos complejo y en la mayoría de países se está controlando; sin embargo, la repercusión nos obliga a jugar muy bien nuestras cartas, porque el efecto financiero apenas comienza. La buena noticia, es que podemos hacerlo.
Sobrepasar los efectos emocionales por el fallecimiento de familia y amigos, no es fácil, porque además de la pérdida, por las condiciones propias de la pandemia, no logramos cerrar el círculo de luto, no pudimos despedirnos, y eso dejó secuelas que tardarán en asimilarse.
Pero también estamos inmersos en las secuelas económicas en el mundo, que aparecieron inmediatamente después de la crisis sanitaria; ahora vemos el alza de precios en el combustible, problemas de abastecimiento, y otros, que se muestran como grandes desafíos; y la solución no es simplemente subir precios, porque eso puede revertirse y aumentar la crisis.  
No podemos recuperar las vidas perdidas, pero sí podemos lidiar las finanzas identificando lo estructural. La eficiencia y la debida gestión, siempre fueron necesarias, pero hoy, también son estructurales para conseguir recuperación económica. La Industria de Alimentos tiene la capacidad de retarse en varios aspectos que probablemente están sobredimensionados o no aprovechados.
Para identificar los aspectos susceptibles a cambios, lo primero que debe cambiar es la mente. Asimilar que el mundo cambió, y que somos parte de ese mundo. La resistencia al cambio, siempre existió -y no desaparecerá- pero ahora tenemos desafíos que no dan lugar a negociar si queremos o no hacer los cambios, sino que deben darse para obtener resultados positivos.
Las costumbres se arraigan con el tiempo, hasta creer que son la única forma de hacer las cosas. Hoy entendimos, por ejemplo, que las capacitaciones, auditorías, reuniones, y otros, pueden hacerse en línea. Tuvimos que aprender por la presión, pero se hizo ¿es igual? no, no es igual, pero funciona, y era la única manera para continuar.
Si logramos desprendernos de las costumbres, si nos atrevemos a romper esquemas, entonces estamos listos para identificar los aspectos que necesitamos cambiar, y para aprender a gestionar con más eficiencia.
La Industria de Alimentos en general, desde las plantaciones y granjas, puede aprovechar las oportunidades y gestionar cambios que, aunque parezcan pequeños, son trascendentales porque hacen sinergia con el todo.
¿Por donde empezar? Reiteramos que lo primero es trabajar nuestra mente y preguntarnos ¿esto que hacemos es lo único que podemos hacer o existen formas distintas de hacerlo? Si la respuesta es que podemos y queremos encontrar las oportunidades, entonces, vale preguntarse ¿Por qué se hace así? Seguramente encontraremos que mucho de lo que hacemos es así, porque sí, porque así se hizo siempre, porque así nos enseñaron, pero ¿cuál es la ciencia con que se hace?
Estamos seguros que aparecerán muchos ejemplos de etapas que se ejecutan sin saber por qué o para qué. Veamos un ejemplo: el proceso de elaboración de especias a partir de hojas frescas: Recolección de la cosecha, separación de hojas, lavado, desinfección, y secado (que implica altas temperaturas por varias horas).
Cuando se incluyó la desinfección ¿Identificamos lo que queremos eliminar? ¿Acaso aislamos microorganismos patógenos resistentes a alta temperatura? Lo más probable es que las hojas no porten esos microorganismos y si así fuese ¿se eliminan en el proceso de secado?
Lo que habremos aprendido al cuestionar lo que hacemos, es que simplemente se diseñó un proceso sin fundamento científico; que esa etapa podría eliminarse; y que tendremos ahorros en agua, desinfectante, y Mano de Obra; también, que conocemos y estamos conscientes sobre todo lo relacionado a nuestro producto.
La revisión es sencilla, pero debe ser integral y crítica para en verdad encontrar lo que buscamos. No debe temerse a reclamos por haber sobredimensionado lo que se hace o por no hacer lo necesario; si los dueños de las empresas o los jefes reclamaran por los hallazgos, significaría que no han comprendido el propósito de los cambios.
Es buen momento para revisar todos los programas ¿Cuánto se gasta en plaguicida y cuánto se invertiría en reparar las instalaciones para disminuir la probabilidad de ingreso de plagas? Si tienes una bodega horizontal cargada a granel, y las aves entran y llegan hasta el cereal, no solo tienes un problema grave de salubridad e inocuidad, sino también una pérdida en producto ¿has medido esa merma anormal o eres un genio y ya tienes incorporada esa negligencia a los costos?
El daño causado por aves no es inherente, sino una grave falla evitable. Aunque digas que necesitas tener abiertas las bodegas para ventilar, puedo demostrarte que la colocación de inyectores y extractores, te será rentable; incluso la colocación de cortinas de malla puede solucionar gran parte del problema, y te puedo demostrar que la inversión es recuperable a corto plazo. Claro, la otra parte está afuera, quitando derrames de grano que atraen a las aves, y eliminado los espacios con escuadra que les son atractivos para posarse. ¿Se irán todas las aves? no, pero dejarán de ser problema. 
Cada Planta de Alimentos es una historia, y en todas hay soluciones eficientes, solo tienes que abrir la mente para verlas, y afinar números en los Indicadores. Recuerda que la empresa debe subsistir y tener ganancias; que venimos de una pandemia, y que todo eso, provocó cambios; también, que las empresas más inteligentes, ya están reaccionando.
Es importante comprender que las empresas no son “familia”, son equipos, con responsabilidades que deben cumplirse. En la familia fallamos, en las empresas no es aceptable.
Una sugerencia que será útil para el ejercicio de validación: mantén ante tus ojos que la importancia radica en el producto, eso es lo esencial. No debe anteponerse las certificaciones. Una certificación refleja que las cosas se están haciendo bien, y eso sirve comercialmente, pero no ayuda si el propósito solo es aprobar una auditoría, y después, todo sigue igual. Los papeles hablan y mucho, pero el piso de la Planta es la realidad, ese es el punto focal, es ahí donde se gana o pierde, es ahí donde puedes empezar la recuperación financiera.
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Guadalupe Galo
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