Revisión de problemas locomotores con origen nutricional y genético en el pollo de engorda

Hace poco revisamos algunos problemas óseos de origen infeccioso que tienen relevancia en la producción de pollo de engorda. En esta ocasión el punto es revisar brevemente aquellas afectaciones locomotoras de origen nutricional y que también se relacionan con la genética actual de estas aves.

La condrodistrofia también conocida como perosis es una alteración con una etiología un tanto incierta. Se caracteriza en que una o ambas piernas presentan torsión y flexión rotacional en donde se involucra la tibia o el fémur, pero con mayor frecuencia en la articulación intertarsal, frecuentemente también se presenta desplazamiento del tendón gastrocnemio.

Este padecimiento se ha atribuido a deficiencias nutricionales de colina, manganeso, zinc, biotina, piridoxina y ácido nicotínico además de infecciones por micoplasma.

Los signos que podemos apreciar son cojera, marcha insegura, postración constante y dificultad para ponerse en pie; esto tiene como consecuencias la disminución en el consumo de alimento y de la productividad. Además, si la cama está húmeda y sumado a la postración prolongada es probable que se produzcan focos de dermatitis tanto en patas como en el cuerpo del ave, y esto conduce a mermas en el rastro y con los consumidores finales.

La necrosis de cabeza de fémur es una lesión muy frecuente en explotaciones avícolas actualmente, se observa como una fractura total o parcial de la cabeza del hueso y cuando la lesión se encuentra en etapas tempranas, el hueso se observa poroso y frágil.

Suele iniciarse como una osteomielitis bacteriana que ya revisamos anteriormente, pero diferentes alteraciones nutricionales pueden ser desencadenantes o agravantes. Por ejemplo, las alteraciones en los niveles de suplementación de calcio, fósforo o vitamina D que pueden conducir a raquitismo y la malabsorción de nutrientes también pueden dar lugar a alteraciones óseas que tengan influencia sobre la aparición o agravamiento de la necrosis de la cabeza del fémur.

Entre los agentes infecciosos que podrían estar implicados con el comienzo del problema se mencionan a Staphylococcus aureus y Escherichia coli. Las bacterias colonizan los vasos sanguíneos de la placa epifisaria, sobre todo en las zonas donde la corriente sanguínea es más débil, como en la cabeza femoral, o en zonas cartilaginosas alteradas. Tras la colonización se produce la osteomielitis y, posteriormente, una necrosis inicial de los condrocitos que posteriormente avanza hasta el hueso.

Al visualizar este problema dentro de las casetas, notamos a las aves con algún grado de inmovilidad o hasta con dificultades para permanecer en pie debido al dolor derivado de las lesiones. En las necropsias en casos relativamente leves se puede observar porosidad y un poco de fragilidad cuando dislocamos la articulación coxofemoral; en situaciones más graves la fractura aparece en toda la parte proximal del fémur.

Para poder prevenir esta patología es importante tener atención en los niveles de macro y microminerales, además de la relación Ca/P. La vitamina D₃ es muy importante como ya hemos revisado en anteriores patologías. Además, si existe una adecuada salud intestinal, se favorecerá la correcta absorción de nutrientes

El raquitismo se caracteriza por debilitamiento de las patas en el pollo. Como en otros trastornos óseos, se asocia a deficiencias de Ca, P o vitamina D3. Algo a destacar de este problema es que se puede observar en aves jóvenes menores a 3 semanas de edad.

Con base a las lesiones y a la histopatología, se han determinado dos tipos de raquitismo: hipocalcémico en donde hay acumulación de condrocitos proliferados e hipofosfatémico caracterizado por la acumulación de condrocitos hipertróficos en la metáfisis

Las lesiones producidas por la deficiencia de vitamina D₃ provocan lesiones similares a las de la deficiencia de calcio. En el caso de que la vitamina D se encuentre en niveles muy bajos, los huesos tibio-tarsales pueden exhibir cambios raquíticos significantes.

La espondilolistesis es una anomalía de las vértebras y cuyo significado es: “resbalón” o “deslizamiento” de la vértebra con relación a la adyacente.

El daño puede aparecer en cualquier región vertebral, concretamente en el pollo de engorda se observa de forma más común en el tórax, algunos autores refieren este daño a la 6ª vértebra torácica cuya particularidad es que es la única vértebra móvil de esta región, se localiza entre el notarium y el sinsacro para terminar de conformar el tórax óseo.

Este problema puede presentarse en forma leve como un esguince y una mínima desalineación y en la mayoría de las veces es imperceptible a simple vista, o puede haber una desalineación completa de una vértebra con otra; cuando esto sucede invariablemente habrá dolor, incapacitación e incluso postración en las aves. El problema se agrava cuando existe fatiga en estructuras complementarias de las vértebras como cartílago, ligamentos, músculos y membrana sinovial.

Se han realizado investigaciones sobre el impacto que tiene el bebedero de nipple con la aparición de esta trastorno, sabemos que este equipo ha revolucionado y beneficiado el suministro de agua a las aves comerciales, pero cuando se maneja alto o muy alto, los pollos se tienen que estirar para alcanzarlo. Si agregamos a esta situación el peso que actualmente exigimos a las aves, la desalineación o resbalón de la vértebra puede suceder con mayor facilidad y generarse el daño mecánico de la 6ª vértebra torácica.

El síndrome de hueso negro se presenta cuando hay un cambio de coloración en la carne adyacente al hueso debido a la migración de hemoglobina de la médula hacia el tejido circundante

Este problema afecta a los pollos de crecimiento rápido en donde el aumento de las tasas metabólicas y la disminución de los periodos de producción, hacen que la formación de los huesos sea muy rápida y su mineralización sea insuficiente.

Un factor que contribuye a la aparición del SHN es la temperatura de conservación. la decoloración es más intensa en aquellos cortes que fueron congelados antes de cocinarlos que en los que solo fueron refrigerados previo a la cocción; esto se debe a que la hemoglobina es normalmente oxidada y transformada en metahemoglobina después del descongelamiento y la desnaturalización ocurre durante el proceso de cocción.

La incidencia del problema ocurre mayormente en muslos y piernas cuya afectación ronda al 30% de las piezas, esto puede ser debido a que los huesos de dichas partes contienen niveles altos de reserva sanguínea.

Una consecuencia de todos los problemas óseos que hemos revisado es la postración prolongada en las aves y la aparición de dermatitis por el contacto de la piel con la cama, que en algunas ocasiones puede presentar un exceso de humedad, evidentemente aumentan las pérdidas por el aspecto visual de las canales. Esto también representa una puerta de entrada de patógenos resultando en infecciones septicémicas.