En condiciones prácticas, el contenido energético (AMEn/kg) de la harina de soja (SBM) para aves se estima a partir de valores tabulados o mediante el uso de ecuaciones de predicción basadas en tecnología de infrarrojo cercano. Los valores de energía proporcionados para harina de soja en las tablas de las instituciones pertinentes varían ampliamente y, en consecuencia, su aplicabilidad es limitada.
En los últimos años, el uso de ecuaciones de predicción específicas se ha convertido en el método preferido para estimar el contenido energético de harina de soja (soybean meal - SBM). Sin embargo, los valores proporcionados por las diferentes Instituciones también son variables debido a que utilizan diferentes unidades y componentes para la estimación del valor energético. Y además, en muchas circunstancias, las ecuaciones de predicción no tienen en cuenta las diferencias en la digestibilidad de las proteínas o en la composición de la fracción de carbohidratos.
Este informe elaborado por los investigadores Guillermo Fondevila, Lewis Alfonso Aguirre Toribio, Lourdes Cámara, Álvaro Fernández de Juan, y Gonzalo Gonzalez Mateos de la Universidad Politécnica de Madrid proporciona argumentos, basados en investigaciones publicadas recientemente, para modificar los coeficientes aplicados a los nutrientes mediante las ecuaciones de predicción actualmente disponibles para aumentar la precisión en la estimación del contenido energético (AMEn/kg) de la harina de soja para aves.
Se propone un nuevo modelo de predicción denominado “UPM 2022” basado en nuevos coeficientes modificados utilizados en la ecuación original de WPSA (1989):
AMEn (kcal/kg) = 69,1 + 43,1 × Proteína bruta × dCP + 55,7 × Extracto etéreo + 37,3 × (Almidón + Sacarosa) + 12,4 × Oligosacáridos, en el que todos los datos se expresan en base al 88 % de materia seca y todos los componentes se presentan como porcentajes.
El contenido de AMEn de las muestras de harina de soja utilizadas en investigaciones científicas relevantes se estimó utilizando un conjunto de ecuaciones de predicción actualmente disponibles y se comparó con el valor basado en la novela "UPM 2022". Los valores de AMEn obtenidos para el SBM cuando se utiliza la ecuación “UPM 2022” son en promedio 38 kcal/kg superiores a los valores obtenidos con el uso de la ecuación WPSA (1989).
La variabilidad en los valores energéticos de las harinas de soja de diferentes orígenes fue mayor con el uso de la ecuación “UPM 2022” que con el uso de cualquiera de las ecuaciones. Los nutricionistas y los gerentes de las fábricas de alimentos deben contrastar sus propios datos con los proporcionados en el informe actual para aprovechar la metodología expuesta para aumentar la precisión de los valores energéticos de diferentes lotes de harina de soja en función de su composición química.
Las conclusiones del trabajo en el presente documento enfatizan la necesidad de mejorar la metodología utilizada para estimar el contenido de energía de harina de soja (soybean meal - SBM) basado en ecuaciones de predicción.
La información proporcionada sugiere que el contenido energético de la harina de soja depende principalmente del contenido de proteína digestible, seguido del contenido de sacarosa y extracto de éter.
No se recomienda el uso de proteína bruta (CP) y extracto libre de nitrógeno (NFE) como variables clave en la ecuación de predicción debido a la reducción de la precisión de la estimación.
De hecho, cuando estas dos variables reemplazan la proteína digestible y las fracciones de carbohidratos (CHO) en la ecuación, los valores de energía de las muestras que difieren en la composición química y la digestibilidad de la proteína se vuelven similares, dentro de un rango muy estrecho.
El novedoso modelo “UPM 2022”, que resulta de modificar los coeficientes originales de la ecuación WPSA (1989) basados en contenidos de proteína bruta (CP), extracto etéreo (EE) y extracto libre de nitrógeno (NFE), incrementó el rango de valores energéticos entre muestras con diferente composición de diferentes orígenes.
En particular, la evaluación de la digestibilidad de las proteínas y la composición química de la fracción de carbohidratos, principalmente sacarosa, resultó en mejores estimaciones del contenido energético (AMEn) de la harina de soja.