Diseño de galpones avícolas

Al ver como gasto el dinero presupuestado para reparaciones y mantenimiento, se pierde de vista un punto importante: el tiempo de vida útil de las edificaciones. Todos los materiales están diseñados para resistir inclemencias del tiempo de acuerdo a sus componentes; la madera, por ejemplo, tendrá menor durabilidad que el aluminio y el hierro, pero todos necesitan mantenimiento para alcanzar como mínimo el tiempo de vida útil destinado. El desafío es conseguir que puedan durar más de ese tiempo máximo, y es factible lograrlo.

En cada giro de la Industria de Alimentos se hace uso de materiales diferentes; influye si es una Planta seca o húmeda, la acidez de los ingredientes, humedad relativa, temperatura, exposición hacia el exterior, etc. La clave está en utilizar el dinero a “cuenta gotas”, pero que cada centavo coopere al pronto retorno o sirva para mantener el valor de los Activos. Una reparación puede valer $20.00 hoy, pero a mediano plazo, convertirse en nueva reparación valorada en el doble o más y probablemente se deba ejecutar en el peor de los momentos, cuando ya es emergencia e incluso afectar la producción al tener que parar la Planta para ejecutarla.

Los especialistas en crianza de aves, conocen que las granjas se construyen en áreas rurales; los galpones quedan expuestos a terrenos vecinales cultivados o solo con vegetación, que favorecen el desarrollo de ratas y ratones de campo, entre otras especies. Al no considerar esas amenazas, es seguro que, en cuanto carguen los galpones, las ratas iniciarán a llegar en busca del alimento para las aves. 

Proteger los silos o bodegas de concentrado (pienso), evitará contaminación por moscas, cucarachas, y ratas. Es buena práctica mantener control sobre derrames, y asegurarse que los suelos para enterrar aves muertas, queden completamente cubiertos y ubicados lo más retirado posible de los galpones.

Las siguientes recomendaciones podrían cooperar a mantener en la mente que un ahorro actual puede convertirse en alto gasto más adelante. 

Al diseñar sanitariamente los galpones, se reduce el riesgo de infestación por roedores, y al final, resulta ser inversión; mientras que, colocar muchas Estaciones de Cebo, solo es un paliativo. Las Estaciones de Cebo son necesarias, pero siendo éticos, no resuelven el problema, solo lo disminuyen.

No es necesario hacer grandes inversiones, pero es indispensable tener claro que el riesgo por contaminación producida por roedores, es alto.

Los sitios donde se almacena el concentrado son importantes; la bodega debe ser exclusivamente para el pienso y mantenerse limpio.

Los alrededores de los galpones deben estar despejados y lo único que podrán tener son Estaciones de Cebo o Trampas, con el propósito de hacer monitoreo, para evaluar resultados del rastreo de madrigueras y medidas sanitarias para mantener ambientes saludables para las aves.

Para solucionar problemas con plagas y otros contaminantes, la clave está en pensar sanitariamente, y lo más sorprendente es que los costos bajarán sensiblemente. En granjas y ganaderías, la atracción de moscas es inevitable, pero ambientes lo más limpios posible atraerán menor cantidad y el control será más eficiente. El punto es evitar colocación no necesaria de plaguicidas; es más efectivo trabajar en el diseño y mantenimiento sanitarios; controlar la limpieza; y manejar las moscas con lienzos adhesivos o plaguicidas no dispersantes.