Fibra: Una palabra amplia, confusa y químicamente mal definida

¡La palabra fibra usada en el contexto de la nutrición animal es amplia, confusa y químicamente mal definida! Así comienza el abordaje de una excelente revisión realizada por Choct (2015) perteneciente a un grupo de investigadores australianos de la University of New England. Esta columna es la primera de dos publicaciones que haré junto con Gessulli para traer un entendimiento mejor de este nutriente importante y que comienza a ser mejor utilizado por los nutricionistas de monogástricos, en especial como estrategia predominante para modulación de microbioma, mantenimiento de performance zootécnica y reducción de los costos de alimentos.

Para el autor, la definición es amplia porque la fibra ha sido tradicionalmente referida como un residuo orgánico que permanece después de una serie de extracciones ácidas, alcalinas y/o con uso de detergentes; es confusa porque varios términos se utilizan para describirla, tales como: Fibra Bruta, Fibra de Detergente Ácido, Fibra de Detergente Neutro, Polisacáridos No Almidones, etc ... Todos estos términos se refieren a una proporción del mismo producto químico, pero ninguna realmente trae el real contexto universal de lo que se puede definir como la fracción total de fibra presente en la dieta. Estos conceptos tampoco coinciden o se relacionan entre sí de manera directa - como veremos más adelante. La palabra fibra, aún de acuerdo con Choct (2015), es químicamente mal definida por la manera en que todas estas fibras, excepto el concepto de Fibra Dietética (FD), son obtenidos y cómo dependen de extracciones con disolventes que no distinguen entidades químicas específicas.

Como la nutrición animal está cada vez más convirtiéndose en una herramienta de sostenibilidad, por esperar el máximo de rendimiento con el mínimo de recursos invertidos, todos los nutrientes que se trabajan en una dieta necesitan ser evaluados. En los últimos años, ha surgido un gran interés en saber cómo la fibra puede ser aprovechada en la alimentación de aves y cerdos. Para eso, las entidades químicas que componen la fibra necesitan ser elucidadas y sus propiedades físicas y funcionales debidamente comprendidas.

Antes de hablar sobre el trabajo de 2015, se hace necesario contextualizar el interés de este grupo de investigadores en cuanto al tema fibra. En una publicación anterior (Choct, 2009) evaluaron el papel de algunos nutrientes en la gestión de la integridad intestinal de los animales. De acuerdo con el autor, la salud y la nutrición son interdependientes. La interacción entre los dos ocurre en gran parte en el intestino, así que el término "salud intestinal" es muy amplio y requerirá un enfoque cada vez más multidisciplinario, involucrando fisiología intestinal, endocrinología, microbiología, inmunología y nutrición (es decir, Nutriología). De acuerdo con el autor, uno de los desafíos del nutricionista para la década de 2010-2020 se quedaría a ser la caracterización de la constitución del microbioma intestinal y definir cómo estos organismos interactúan entre sí y con el huésped.

La respuesta pasa por los principales sitios de fermentación en aves y cerdos que sucede en el intestino grueso, especialmente en los ciegos. En este ambiente, estas fracciones del microbiota realmente tienen un papel de relevancia y si observamos el contenido nutricional de los alimentos que llegan al intestino grueso, el 60% del volumen total es representado por las fracciones de fibra (Figura 2).

Estos conceptos nos traen de vuelta la necesidad de caracterización eficiente de la fibra en las dietas de monogástricos. Como mencioné anteriormente, la FD sería un mejor parámetro que los tradicionales términos utilizados. De acuerdo con Choct (2015), la definición de FD provoca una gran controversia, porque también ha habido numerosas, a veces confusas, definiciones a lo largo de los años, incluyendo definiciones basadas en los efectos fisiológicos y en métodos de determinación. De relevancia directa para la nutrición de monogástricos, el autor recomienda definir la FD como la suma del contenido de polisacáridos no almidones totales (PNAt) y lignina (Figura 3).

De esta forma, para aumentar la productividad y reducir el costo de producción, es esencial que todos los nutrientes en el espacio de la matriz en la formulación de alimento completo sean cuidadosamente considerados y comprendidos, incluyendo la FD. En el futuro, nuevas matrices de nutrientes deben ser desarrolladas para considerar todos los carbohidratos presentes en los ingredientes, incluyendo en especial las cantidades y tipos de oligosacáridos y PNAt, además de sus fracciones solubles e insolubles (ya que la liginina no tiene papel viable en la nutrición de monogástricos). Tal enfoque llevará a un uso más direccionado de ingredientes nutracéuticos, como enzimas de degradación de PNAt, aditivos a base de fibra y otros intensificadores de modulación intestinal.

Este material servirá de apoyo y consulta para una serie de futuras publicaciones envolviendo modulación de microbioma intestinal, por traer de forma resumida el entendimiento de fibra dietética.