Claves para obtener el tamaño de huevo deseado

En todo el mundo, los huevos generalmente se comercializan de una de dos maneras. En los mercados que se consideran maduros, los huevos se venden por unidad y peso; los huevos se clasifican por peso, para ser vendidos por unidades. Esta clasificación también significa diferencias en el precio del huevo. Sin embargo, en otras regiones, los huevos se venden por kilogramos en lugar de por unidad. Esto significa que se prefieren los huevos pequeños, ya que es más atractivo para el consumidor obtener más huevos por kg. Sin embargo, cada productor tiene su propia estrategia o necesidades, por ejemplo, muchos productores trabajan con diferentes edades de parvadas para satisfacer mercados específicos.

Es apropiado mencionar que el tamaño del huevo está estrechamente relacionado con la edad de la gallina; cuanto mayor es la gallina, mayor es el tamaño de huevo. Este es un desarrollo natural, aunque no está claro si la relación es entre la edad o el peso corporal, ya que ambos van aumentar.

Si tratamos de enumerar los factores que afectan el peso del huevo, tendríamos una lista interminable. Podemos inferir que cada aspecto zootécnico de la producción puede afectar el tamaño del huevo: genética, desarrollo de pollitas, iluminación, muda, enfermedades, consumo de alimento, aminoácidos, perfil de ácidos grasos, temperatura o humedad de la casa, etc. Sin embargo, el peso corporal y la nutrición son los elementos pragmáticos con mayor relevancia.

Algunas aves tienen una predisposición genética, lo que significa que tienden a crecer más que otras; vinculado al consumo de alimento y eventualmente al tamaño del huevo. Por lo tanto, los productores deben analizar detalladamente sobre el tipo de gallina con el que les conviene trabajar en primer lugar basado en sus prioridades de mercado. Por ejemplo, las líneas marrones son gallinas más pesadas que las gallinas blancas (también llamadas aves claras).

El peso corporal es un parámetro importante para el éxito durante la producción de huevos, especialmente durante el período de levante. Proporciona indicadores para cambiar el programa de alimentación de acuerdo con los requisitos fisiológicos y la formación del esqueleto. El peso corporal de la gallina también puede dar un pronóstico del tamaño del huevo durante todo el período de producción. Una regla general establecida es que por cada 100 g de reducción en el peso corporal, el tamaño del huevo se reducirá en 0.8-1.0 g.

El peso corporal al inicio de la producción de huevos regula el peso del huevo durante todo el ciclo de puesta. Las gallinas más pesadas ponen huevos más pesados (Tabla 1)

Para determinar el inicio de la producción de huevos, se debe considerar la edad de la estimulación lumínica más el peso corporal, ya que juegan un papel importante en la madurez de los órganos reproductivos. A medida que alcanzan una edad mayor, las gallinas comienzan a poner huevos más grandes. Por lo general, el tamaño de los huevos es inversamente proporcional al número de huevos.

La estimulación con luz es una herramienta clave para promover la madurez sexual y el tamaño del huevo. Un programa lento de reducción durante el período de cría le da a la pollita más horas de luz para comer y crecer, y también retrasa la madurez y conduce a un tamaño de huevo más grande. Por otro lado, un programa de iluminación descendente más rápido proporciona menos horas de luz y un crecimiento más lento, pero promueve la madurez sexual más temprana con un tamaño de huevo más pequeño. Cuanto más rápido sea el inicio de la producción, más huevos totales al final del ciclo de puesta.

Las gallinas durante un período de estrés calórico afectan la ingesta de alimento y, finalmente, al tamaño del huevo. De hecho, cada problema que modifica la ingesta de alimento afecta el peso del huevo y podría ser lo contrario; por ejemplo, en un ambiente más fresco o en situaciones de producción sin jaula, el requerimiento de energía aumenta y las aves compensan comiendo más. Como se muestra en la Figura 1, la implicación tangible de la ingesta de alimento es la ingesta de nutrientes, especialmente la proteína (aminoácidos) que tiene una mayor influencia en el tamaño del huevo que la energía. Los estudios han demostrado que un gramo diario adicional de ingesta de proteína aumenta el peso promedio del huevo en 1,4 g.

Sin embargo, los aceites y grasas utilizados como fuente de energía en las dietas de gallinas influyen en el tamaño de la yema de huevo, particularmente aquellos con un perfil de ácido graso con mayor contenido de ácido linoleico, por ejemplo, aceite de soya (el aceite de palma es lo opuesto). La yema de huevo está sujeta a este resultado de crecimiento, pero se limita principalmente a las gallinas jóvenes, por lo tanto, solo se sugiere aumentar el tamaño del huevo al comienzo de la producción. No se recomienda como una estrategia para reducir el tamaño, porque los niveles de energía se verán comprometidos.

Aunque los consumidores pueden preferir los huevos grandes o extra-grandes, los productores no están en general a favor de dichos productos. Esto se debe principalmente a la mayor cantidad de huevos rotos, quebrados, y la mayor incidencia de mortalidad por prolapso. A medida que la gallina envejece, la calidad de la cáscara del huevo disminuye debido a una menor absorción de calcio y un mayor peso del huevo. El peso de la cáscara de huevo es relativamente constante a lo largo de la edad de una gallina, por lo que distribuir una cantidad constante de cáscara sobre un huevo más grande a medida que envejece podría dar como resultado una mayor pérdida de huevos, debido a una cáscara más débil en la fase tardía de la producción.

Hasta cierto punto, la disminución de la proteína cruda balanceada a través de aminoácidos esenciales de acuerdo con el perfil de proteína ideal, es una buena herramienta para prevenir los huevos "extra-grandes" o "jumbo" en la última parte del ciclo de producción. Sin embargo, es una práctica común mantener la persistencia del huevo para el uso continuo de la misma dieta con contenido de aminoácidos después de la producción máxima. En otras palabras, el requisito de la gallina ya ha disminuido debido a una caída natural en la producción de huevos. El exceso de proteína cruda en la dieta cuando la masa del huevo disminuye a medida que aumenta la edad de la gallina, fomenta el crecimiento del peso corporal y del huevo.

Basado en la mayoría de los estudios de aminoácidos en gallinas, el parámetro de peso del huevo es más sensible a los aminoácidos de la dieta que la producción de huevo. Las gallinas alcanzan la tasa máxima de postura a niveles de ingesta de aminoácidos más bajos en comparación con los necesarios para maximizar la  masa de huevos. Las gallinas necesitan un nivel de ingesta de metionina + cisteína y lisina mucho más alto para lograr el peso máximo del huevo, mientras que la treonina y el triptófano no tienen un efecto significativo en comparación con la tasa máxima de postura. Por otro lado, la treonina y el triptófano dan como resultado una respuesta más fuerte a la tasa de postura frente a lisina y metionina + cisteína, que tienen un efecto moderado.

La metionina es el primer aminoácido limitante en gallinas, reducirlo reducirá el tamaño del huevo, pero también la producción se reducirá. Por lo tanto, alterar los niveles de inclusión de metionina suplementaria o el nivel de recomendación es altamente riesgoso, especialmente cuando las dietas se formulan aplicando el concepto de proteína ideal o también llamado perfil de aminoácidos ideal (Tabla 2).

Las relaciones de aminoácidos deben mantenerse permanentemente, de lo contrario, el concepto de proteína ideal no se respetaría. Por lo tanto, se recomienda ajustar los niveles de lisina y aplicar las proporciones óptimas de los otros aminoácidos a la lisina para mantener el concepto de proteína ideal evitando así, problemas en la producción.