¿230 calorías o correr 22 minutos? ¿y si en lugar de etiquetar por calorías se hiciera por actividad física?

La obesidad en los países desarrollados alcanza niveles alarmantes e incrementándose año tras año, y etiquetar los alimentos con las calorías que continene no parece haber sido una buena estrategia para combatirla.

Los consumidores no acabamos de comprender o traducir qué representa ingerir 50 o 100 calorías de más. Para nosotros es una cifra que se hace difícil valorar en su sentido más amplio.

Sin embargo, se se etiquetara los alimentos con la cantidad necesaria de ejercicio que se precisa para que nuestro cuerpo lo “queme”, probablemente acabaríamos siendo mucho más conscientes.

Por ejemplo, si nos comiéramos una barrita de chocolate que tuviera 230 calorías, comprenderíamos su concepto calórico, pero no de toda su magnitud. Por contra, si en la etiqueta se colocara información diciendo que para quemar esta cantidad de calorías necesitaríamos andar durante 42 minutos o correr durante 22, la cosa cambia ¿verdad?.

Pues esta es la propuesta de un grupo de investigadores británicos que publicaron un artículo en el Journal of Epidemiology & Community Health y en el que abogan que, con este sistema, los consumidores reducirían cada día su consumo calórico en unas 200 calorías lo que, unido a una mayor actividad física, podría redundar en un mayor beneficio y en una disminución de la obesidad.

¿No creen que vale la pena intentarlo?

Referencia: Amanda J Daley, Eleanor McGee, Sue Bayliss, April Coombe, Helen M Parretti. Effects of physical activity calorie equivalent food labelling to reduce food selection and consumption: systematic review and meta-analysis of randomised controlled studies. Journal of Epidemiology and Community Health, 2019; jech-2019-213216 DOI: 10.1136/jech-2019-213216