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Pollinaza: aporte proteico para nutrición bovina

El uso de cama de pollo de buena calidad mejora la productividad de bovinos en crecimiento en engorda intensiva

Publicado: 5 de abril de 2023
Por: Homero Morales Treviño, Erasmo Gutiérrez Ornelas, Hugo Bernal Barragán
INTRODUCCIÓN
Los excrementos de los animales han demostrado ser una fuente valiosa de proteína cruda (PC) y energía para los rumiantes(1). El principal compuesto nitrogenado presente en la cama de pollo (CP) o pollinaza es el ácido úrico, el cual es utilizado como fuente de proteína degradable en el rumen (PDR), ya que es eficientemente utilizado por los microorganismos ruminales(2). La CP es además una fuente de minerales en cantidades importantes, y su contenido de fibra permite reducir las cantidades de forraje en dietas para ganado en engordas intensivas(3) .
La variación en los componentes del análisis proximal para la CP es mayor que en los alimentos convencionales. Al analizar 150 muestras de CP por un lapso de tres años, el 36 % de las muestras contenían menos del 20 % de cenizas y 28 % de PC; el 52 % contenían entre 20 y 30 % de cenizas y el 20 % de PC, y el 12 % contenían más del 30 % de cenizas y el 16 % de PC(4) .
Información existente indica que el nivel de CP en la dieta no afecta negativamente el consumo de materia seca (CMS)(5,6). Otros investigadores han mencionado un incremento en el CMS con la adición de CP en las dietas(7); sin embargo, en algunos trabajos tiende a ser menor(8) . Esto es de esperarse por la heterogeneidad de la cama en cuanto a humedad, que ocasiona la presencia de NH3 que puede afectar adversamente el olor o la gustosidad(9) .
Algunos investigadores mencionan que el aumento diario de peso (ADP) disminuye a medida que se incrementa el nivel de CP en la ración y la conversión alimenticia fue menos eficiente(5,10); sin embargo, las raciones con un alto contenido de CP fueron más económicas(10). El bajo comportamiento del ganado consumiendo raciones con CP parece ser resultado de un bajo consumo de alimento(11) , así como por las altas variaciones en sus componentes químicos.
Muchas investigaciones presentan resultados muy variables en el comportamiento del ganado alimentado con CP, por lo que su uso no ha sido del todo recomendado; sin embargo, si se realiza previamente una estimación del valor nutritivo, es posible hacer una utilización eficiente de dicho subproducto en la alimentación animal.
Por lo anterior, los objetivos del presente estudio fueron determinar la calidad de la cama de pollo a partir de análisis químicos convencionales y subsecuentemente evaluar el efecto de una cama de pollo de buena calidad sobre el comportamiento de toretes Holstein en crecimiento.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se colectaron mediante un muestreo aleatorio 19 muestras de CP sin procesar, provenientes de 15 granjas del estado de Nuevo León, las cuales representan el 10 % de las granjas del estado(12). Las muestras fueron colectadas en un periodo de dos meses y clasificadas como muestras independientes, sin considerar posibles factores que afectan su composición: material utilizado para la cama (aserrín, cáscara de arroz), tiempo de almacenamiento, y edad de las aves, etc. Todas las muestras fueron molidas usando un molino Willey con malla de 2 mm.
Las muestras fueron analizadas por duplicado, para materia seca (MS), cenizas, materia orgánica (MO) y PC(13). Se determinaron componentes de la pared celular como fibra neutro detergente (NDF), fibra ácido detergente (ADF) y PC indigestible en ADF (PCIADF). Solamente se analizaron siete muestras para NDF, considerando aquéllas que resultaron con los valores altos, intermedios y más bajos de ADF y PCIADF(14) .
Se determinó la digestibilidad in vitro de la MS (DIVMS) y de la MO (DIVMO), utilizando líquido ruminal y pepsina de acuerdo a la técnica de dos fases(15). Se realizaron dos incubaciones de cada muestra por duplicado, utilizando líquido ruminal de dos toros Holstein fistulados. Estos animales fueron previamente adaptados a dietas conteniendo un 30 % de cama de pollo, utilizadas en la prueba de alimentación. Para cada incubación se utilizó una mezcla de líquido ruminal de ambos toros en proporciones aproximadas al 50 %. La estimación de los valores energéticos de la cama de pollo fue realizada utilizando los métodos propuestos en otras investigaciones(16,17) .
Los componentes químicos de la CP se analizaron utilizando estadística descriptiva (18). Los valores de digestibilidad in vitro de las 19 muestras de CP se analizaron con un diseño completamente al azar, donde la incubación se consideró como repetición. Para identificar camas de pollo de buena calidad, a partir de análisis químicos, se realizó un análisis de correlación de los contenidos de cenizas, PC y ADF, con los valores estimados de EM a partir de la MO digestible in vitro.
La prueba de comportamiento se realizó en los campos experimentales de la Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Nuevo León, ubicados en los municipios de Marín y de Escobedo N.L., México. Se utilizó CP sin procesar, proveniente de granjas avícolas de la región. Se utilizaron 33 toretes Holstein con un peso inicial de 220 ± 36 kg, alojados en corrales individuales de 50 m2 equipados con comedero y bebedero. Los animales fueron vacunados contra carbón sintomático, edema maligno y septicemia hemorrágica, desparasitados con Clorhidrato de LLevamisol y vitaminados con 1,000,000 UI de vitamina A, 150,000 UI de vitamina D3 y 100 UI de vitamina E.
Se proporcionaron tres dietas de adaptación por un período de siete días cada una. Al inicio, estas dietas fueron relativamente bajas en energía, la cual se fue incrementando sistemáticamente al aumentar el contenido de grano de un 34 % hasta un 54 %, a expensas del heno de sorgo. La cantidad de melaza en las tres dietas permaneció constante (8 %), así como la cantidad de urea (0.5 %). La cantidad de CP en esta fase se incrementó de 10, a 15 % de la dieta.
Las dietas durante el período de adaptación, y durante la prueba, se ofrecieron dos veces al día, proporcionando el alimento a libre acceso. Los animales se pesaron cada 28 días a las 0900 en una báscula mecánica con capacidad de 1,000 kg y con una división mínima de 200 g. Al inicio y al final de la prueba los animales fueron pesados dos días consecutivos y se registró el peso promedio.
Tres raciones que difirieron en su nivel de CP (0, 15 y 30 %) fueron evaluadas durante 84 días (Cuadro 1). El tratamiento sin cama contenía el 0.5 % de urea con la finalidad de tener una fuente de NNP
Cuadro 1. Raciones utilizadas en la evaluación del crecimiento de toretes Holstein alimentados con tres niveles de cama de pollo
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disponible y asegurar la cantidad de PDR para los microorganismos ruminales. Las dietas tenían alrededor del 15 % de forraje picado a un tamaño aproximado de 2.5 cm. El nivel de forraje en las dietas dependía del nivel de CP, ya que se formularon considerando que todas las dietas tuvieran un contenido similar de NDF. Todas las dietas fueron formuladas para cumplir con los requerimientos que marca el NRC(19) para animales de talla mediana con un peso promedio de 270 kg y aumentos diarios de peso (ADP) de 1.2 kg. El registro de consumo fue individual, considerando el alimento ofrecido menos el alimento rechazado semanalmente.
Los 33 toretes fueron estratificados por peso vivo inicial y fecha de ingreso a la prueba, para asignarlos a los tratamientos correspondientes. Cada torete fue considerado como una unidad experimental. Se utilizó un diseño completamente al azar con covarianza para descartar la influencia del peso inicial sobre las variables evaluadas, constando de tres tratamientos con 11 repeticiones. Las variables analizadas por varianza fueron: ADP, CMS y conversión alimenticia. Se realizó un análisis de regresión lineal múltiple incluyendo el nivel de CP y los promedios del peso vivo y ADP como variables independientes, sobre el CMS, utilizando el programa Harvey(20) .
RESULTADOS
Existió una gran variación en todas las características analizadas de la CP (Cuadro 2). El contenido de MS fue de 85.7 %. El contenido de cenizas alcanzó hasta un 24.1 %; sin embargo, 18 de las 19 muestras contenían entre el 15.0 y 22.0 %. Todas las muestras tuvieron un contenido superior al 25.8 % de PC y el 89.4 % fueron superiores al 30.0 %. Se encontró un valor de 3.2 % de PCIADF en base seca, que corresponde aproximadamente al 10 % de la PC. Se obtuvo una media para ADF de 14.8 %, con un
Cuadro 2. Análisis proximal de fracciones de fibra* y de digestibilidad de 19 muestras de cama de pollo en base seca (%)
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rango de 8.2 a 20.3 %. Se encontró una media de 15.2 % para hemicelulosa. En las siete muestras analizadas el promedio de NDF fue de 28.9 %. Se encontraron diferencias (P< 0.01) para DIVMO, donde la media fue de 72.7 %. El promedio de la MO digestible fue de 59.1 % con una variación del 20 %.
Al correlacionar el contenido de EM con los diferentes componentes químicos de la CP (Cuadro 3) se encontró que por cada unidad porcentual que se incrementa la proteína del 26 al 35 %, el valor de la EM aumenta en 0.030 Mcal/kg (P< 0.01; r 2=-59). En forma similar, por cada unidad porcentual que se incrementa el contenido de cenizas, el valor de la EM disminuye en 0.018 Mcal/kg (P< 0.07; r2=-42). Así mismo por cada unidad porcentual que se incrementa el contenido de ADF más cenizas, el valor de la EM disminuye en 0.019 Mcal/kg (P< 0.01; r2=-61).
No existió diferencia (P> 0.05) para los aumentos de peso por efecto de los niveles de CP (Cuadro 4), ni por efecto del peso inicial. Los ADP de los animales que recibieron dietas con el 30 % de cama fueron iguales que el testigo (1.17 kg/día). La conversión alimenticia y los aumentos de peso tendieron a ser mejores en los animales alimentados con la dieta del 15 % de CP (P> 0.05).
Al corregir el consumo de alimento por el peso inicial se encontró un menor consumo para los
Cuadro 3. Correlaciones de los contenidos de digestibilidad de la materia seca, materia orgánica y energía metabolizable con diferentes análisis químicos en 19 muestras de cama de pollo
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Cuadro 4. Crecimiento de toretes Holstein alimentados con tres niveles de cama de pollo
El uso de cama de pollo de buena calidad mejora la productividad de bovinos en crecimiento en engorda intensiva - Image 4
animales alimentados con la dieta sin cama y un mayor consumo para los toretes alimentados con la dieta con el 30 % de cama de pollo, presentándose un efecto lineal (P< 0.01).
En la prueba de comportamiento, la DIVMS y DIVMO de las dietas disminuyeron a medida que se incrementó el nivel de CP, atribuído a su baja digestibilidad, que en promedio fue de un 76.1 y 72.7 % para DIVMS y DIVMO, respectivamente.
Los contenidos de EM, ENm y ENg de las dietas calculados a partir de los análisis de laboratorio, se presentan en el Cuadro 5.
El consumo diario de energía por animal está determinado por el consumo de MS y por la concentración de energía de la dieta. El consumo de EM y de proteína fueron similares o mayores al incluir cama en la ración (19.5, 19.9 y 19.6 Mcal de EM y 0.92, 1.10 y 1.17 kg de PC para 0, 15 y 30 % de CP en la ración, respectivamente). El consumo se incrementó al elevar el nivel de CP, encontrándose que por cada unidad porcentual de CP incluída en la ración, se aumentó (P< 0.01, r 2=0.66) el consumo de alimento en 24 g/día (Cuadro 4). Asimismo, el consumo por kilogramo de peso metabólico se incrementó (P< 0.05.
Cuadro 5. Análisis de laboratorio (base seca) y cálculo del contenido de energía de la cama de pollo y de las raciones utilizadas en la evaluación del crecimiento de toretes con tres niveles de cama de pollo
El uso de cama de pollo de buena calidad mejora la productividad de bovinos en crecimiento en engorda intensiva - Image 5
r 2=0.35) en 0.32 g/día por cada unidad porcentual de cama de pollo incluída en la ración.
El consumo de alimento expresado en relación al peso metabólico fue de 101, 106 y 111 g/kg de PV0.75 para el nivel de 0, 15 y 30 % de cama, en consecuencia los consumos de proteína en los toretes asignados a las dietas con el 15 y 30 % de CP aumentaron un 20 y 27 % en relación con los de animales alimentados con la dieta testigo. Se observó un mayor contenido (8.22, 9.44 y 11.10 %) y existió un mayor consumo de PDR (0.551, 0.677 y 0.815 kg/día), para las dietas con los niveles de 0, 15 y 30 % de cama de pollo respectivamente (Cuadro 4).
El costo de las raciones utilizadas fue menor a medida que se incrementó el nivel de CP, costando 1.28, 1.15 y 0.98 $/kg para aquéllas con el nivel de 0, 15 y 30 %. Debido al ahorro en el costo del alimento, al incrementar el nivel de cama hasta 30 %, el costo de alimentación por kilogramo de incremento de peso fue 17.6 % menor (P< 0.05), comparado con los animales que recibieron la ración testigo. Los animales que recibieron el nivel del 15 % de cama tuvieron un ahorro del 13.5 % por cada kilogramo de peso producido.
DISCUSIÓN
El contenido de la MS en las muestras de cama fue ligeramente menor de lo deseado en una dieta de ganado de engorda, al considerar tres muestras con un alto contenido de humedad; sin embargo, la mayoría de las muestras tuvieron valores superiores al 85 %. Harmon et al. (8) encontraron un 82.9 % de MS, en muestras de CP y Deshck et al. (1) obtuvieron un promedio de 86.3 % de MS, con un rango de 74.5 a 93.6 %, mencionando que la cama se removió de las naves durante el verano, y que la mayoría de las muestras fueron colectadas en el otoño, época durante la cual existió aire seco, razón por la cual los contenidos de MS fueron altos. Es deseable tener altos porcentajes de MS, ya que entre más humedad tenga un ingrediente resulta más caro en base seca, además de las dificultades que se tienen para su almacenamiento.
Altos niveles de cenizas implican menor concentración de MO; la media de 81.4 % para MO fue muy similar a la mencionada por Rude y Rankins(21) del 79.0 %; sin embargo, en otro estudio(6) se destacan valores inferiores (62.9 %). Cantidades menores al 80 % de MO indican un menor contenido de energía y proteína, que son los nutrientes más críticos y caros en la alimentación animal. Aún camas con 15 % de cenizas contienen suficientes minerales para ser considerados al momento de la formulación, teniendo un ahorro sustancial por concepto de las premezclas minerales. Si se consideran animales con un peso promedio de 250 kg y con ADP de 1.2 kg con un CMS de 7 kg/día de una dieta con el 15 % de CP, la CP aporta 33 g de Ca y 18 g de P, lo que representa el 100 % de los requerimientos de estos minerales para este tipo de animales(19) .
Una CP de mejor calidad es aquélla que contenga altos valores de MO digestible. El contenido de cenizas afecta la cantidad de MO(13) y por lo tanto tiene influencia en la MO digestible, no sólo por su menor cantidad disponible para ser fermentada, sino además se ha observado que a mayor porcentaje de cenizas se reduce la energía digestible(22) .
El promedio de PC fue muy similar o superior a otros valores(1,2,3), existiendo diferencias sustanciales en el valor mínimo, ya que en otros estudios(1) se han encontrado valores del 19.4 % mientras que en el presente estudio el valor mínimo fue de 25.8 %. Un factor que contribuye al bajo contenido de PC es el alto contenido de fibra cruda (FC) (23.0 %), indicando que la CP contiene una mayor proporción de material base original. Se ha encontrado que el contenido de PC en la cama se elevó de 13.8 a 25.6 % cuando se incrementó de uno a seis el número de parvadas, con un período de crecimiento de seis semanas para cada parvada(24). Aún cuando en México generalmente sólo se cría una parvada en el material que se usa como cama, la PC resultante es alta, lo cual puede ser explicado ya que no se le proporciona ningún proceso después de la recolección, el cual se realiza con la finalidad de destruir la mayoría de los patógenos de la CP, sin embargo, durante el periodo de tratamiento se pierde parte del nitrógeno por volatilización(9) .
Cuando se obtienen CP con niveles de humedad menores al 14 %, es de esperarse que se liberen mínimas cantidades de amoniaco, y es posible lograr un ahorro considerable en la alimentación del ganado, ya que la CP podría contribuir a sus requerimientos de proteína. Con los valores de PC de la cama, las dietas con el 15 % aportan aproximadamente el 30 % de los requerimientos de PC de los animales de 250 kg con 1.2 kg de ADP. Debido a que la PCIADF es una fracción indigestible(25), la proteína potencialmente utilizable de la CP fue de 28.4 %.
Un alto contenido de ADF en la cama no necesariamente implica baja calidad, ya que esta fracción es importante en dietas de bovinos en engorda al contribuir a que el animal tenga una adecuada función ruminal(26). Esta ventaja es aún más importante en ciertas épocas del año como sequías e invierno, cuando el forraje llega a tener un precio muy elevado. Deshck et al. (1) encontraron un rango en los valores para ADF de 17.8 a 30.0 % con una media de 24.6 %, valores superiores a los encontrados en el presente trabajo.
El valor promedio de NDF fue inferior a los mencionados por otros(27,28), quienes encontraron valores de 33.7 % y 43.6 %. La media encontrada de hemicelulosa fue muy similar a la descrita en otros trabajos(28) .
Egana et al. (29), mencionan 78.5 y 71.2 % de DIVMS para CP obtenida en piso de cemento y piso de tierra respectivamente, valores similares a los del presente estudio. Al estimar la EM a partir de la DIVMO se encontró un valor mayor de EM a los indicados(1) pero menor a los sugeridos por el NRC(19).
La relación inversa encontrada entre el contenido de cenizas y de energía metabolizable de la CP, es similar a la mencionada(22), ya que por cada unidad porcentual que se incrementa el contenido de cenizas, el valor de la EM disminuye en 0.019 Mcal de EM/kg. La relación negativa encontrada entre la suma de ADF más cenizas y EM es de esperarse, ya que las cenizas no contienen energía y la ADF es una fracción resistente a la degradación del rumen y a la digestión, sin embargo, esta relación es alta y útil para estimar la EM a partir de la determinación de ADF y de cenizas(1) .
Este estudio muestra que análisis simples de laboratorio (PC, cenizas y ADF) son una buena opción para identificar CP de alta calidad. Camas de pollo con valores mayores de 31 % de PC y/o menores de 18 % de cenizas son consideradas de buena calidad, ya que el correspondiente contenido de EM es superior a 2 Mcal/kg.
Los resultados de la prueba de comportamiento son similares a otras investigaciones(5), en donde se ha mencionado que cuando alimentaron novillos con dietas conteniendo un promedio de 24 % de CP en base seca, disminuyó en un 5 % el ADP (1.07 kg/ día) y fue necesario 10 % más alimento por cada kilogramo de aumento de peso, con relación al grupo testigo.
Los resultados de DIVMS y DIVMO fueron similares a los encontrados por otros investigadores(6,21,23) , quienes observaron una disminución de la digestibilidad de MS para dietas, al aumentar entre 12 y 50 % el contenido de la cama. En otros estudios, donde no se han encontrado diferencias en la digestibilidad de la MS, puede deberse al nivel de CP utilizado (18.6 %) así como al porcentaje de cenizas (25.8 %)(9) .
El contenido de energía en las dietas se redujo en forma proporcional a la inclusión de cama entre 0 y 30 %. Los contenidos de EM, ENm y ENg en las dietas, calculados a partir de los análisis de laboratorio, fueron mayores a los valores estimados a partir del NRC(19) en un 5.5, 4.25 y 1.12 % para las dietas con 0, 15 y 30 % de CP, respectivamente.
El aumento en el consumo de dietas con 15 y 30 % de CP estuvo de acuerdo a lo esperado, ya que se refleja el bajo valor de EM de la cama (2.14 Mcal/kg) (Cuadro 5) comparada con la EM del sorgo (3.04 Mcal/kg) o de la harinolina (2.75 Mcal/ kg), que son reemplazados de la dieta. Estudios similares realizados con novillos de 205 kg de peso inicial, alimentados con dietas conteniendo 25 y 50 % de cama de pollo durante 84 días, han mencionado incrementos en el consumo, de 8.4 a 9.2 kg/día, y una reducción del ADP de 1.2 a 1.0 kg/día, debido al mayor nivel de cama de pollo en la dieta(6)
El consumo de alimento, expresado en relación al peso metabólico, es similar a lo publicado por Caswell et al.(7), quienes indican consumos de 95, 115, 108 y 115 g/kg de PV0.75 cuando utilizaron maíz ensilado, maíz ensilado con un 22 % de cama, ensilado de maíz y harina de soya y ensilado de cama de pollo con granos de maíz.
Los consumos de proteína en los toretes asignados a las dietas con el 15 % y 30 % de cama, fueron mayores a los recomendados por el NRC(19) para una ganancia de 1.2 kg (0.95 kg de proteína), debido a la mayor concentración de PC y al mayor consumo de materia seca con estas dietas. En ambos grupos de animales se presentó un exceso en el consumo de PDR, sin embargo, en el grupo alimentado con la dieta del 15 %, este excedente fue de un 22 %, con un aumento en el consumo de energía del 2 % en relación con los animales del grupo testigo; mientras que los toretes que consumieron la dieta con el 30 % de CP, los excedentes de PDR fueron de un 47 %, y con un consumo de energía similar a los animales del grupo testigo. Al existir un mayor consumo de PDR, se presenta una elevada concentración de NH3 ruminal y una alta cantidad de nitrógeno es excretado en la orina(30). Una mayor ingestión de PC, provoca un gasto de energía para poder excretar el exceso de N(30). El mayor desbalance que se presentó en los animales que recibieron el nivel del 30 % de cama, pudo ser la causa de que tuvieran los mismos ADP que los toretes de la dieta testigo, teniendo en consecuencia una conversión alimenticia menos favorable. Con el fin de minimizar la pérdida de nitrógeno se puede mezclar la CP con fuentes de energía, para que el NH3 pueda ser utilizado por las bacterias del rumen(9) .
Al considerar el costo del alimento necesario para incrementar un kilogramo de peso, los cálculos muestran que es económica la sustitución de sorgo y harinolina por cama de pollo.
CONCLUSIONES E IMPLICACIONES
Es posible estimar la calidad de la cama de pollo considerando su contenido de proteína cruda, cenizas y fibra ácido detergente. El consumo de materia seca en bovinos en crecimiento se incrementa al aumentar el nivel de cama de pollo. Incluyendo camas de pollo con más de 31 % de PC/kg de MS o menos de 18 % de cenizas/kg de MS no se afecta el comportamiento animal, permitiendo reducir los costos de alimentación.

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Autores:
Hugo Bernal Barragan
Universidad Autónoma de Nuevo León - México
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Umberto Francesa
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Umberto Francesa
22 de octubre de 2023
Muy buena información, Prof. Bernal, no sabe Ud que tan bien recibida es; este es un tema que ha creado varios forums en este sitio.
Sin dida alguna ha aclarado las misconcepciones que se han discutido incesantemente aquí en Engormix y que Ud ha aclarado muy bien. Desafortunadamente, es necesario conocer los principios de nutrición ruminal para entenderlos.
Muy al caso Ud llamo lo atención acerca de la gran variabilidad química del producto: cenizas y materia seca entre otros, siempre recalcando la importancia de los otros ingredientes de la dieta: cereales y azucares, asi como heno de mediana a baja calidad.

Vital a nuestro entender la mención hecha, a dietas elevadas en RDP y la contaminación ambiental, debido a la eliminación de ammonia a través de la heces y orina, de las cuales, dietas con pollaza (=>25% de MS) , son contaminantes.

Resumiendo, gracias
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Eduardo Espinoza
18 de octubre de 2023
Me causó una grata impresión el contenido de este reporte de la investigación realizada. Me reconvengo a mí mismo por no haberla leído antes. Los enunciados que contiene son de gran valor para los que nos interesa el tema. Y poner en práctica las recomendaciones incluidas. Por ejemplo: ..."análisis simples de laboratorio (PC, cenizas y ADF) son una buena opción para identificar CP de alta calidad..." Fabuloso. Personalmente creo necesario investigar la disponibilidad y costo de diferentes fuentes de energía (mejor si son subproductos o desechos locales de la agroindustria), en consonancia con la curva de degradación del NNP contenido en la G o P. Ineficiencia que limita la tasa de GP/D. Gran contribución y mis felicitaciones a los autores.
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