CADIA - Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos
9 de marzo de 2009
Creo que mi compatriota Diego Osuna, hace referencia a la calidad alimentaria de los productos lácteos, al igual que yo en lo referente a las características organolépticas. Desde ya que no se han estimado necesidades particulares de ácidos grasos en la dieta de los vacunos, ya poligástricos.
Por lo demás, a un bacilo láctico, o a un Penicillum de quesos fermentados, no les dá igual un ácido graso butírico, cáprico, caproico o caprílico, que un oleico, palmítico o esteárico. Responden cambiando a cepas distintas, cuando no ingresan levaduras lipotróficas como Torula (amargo de los quesos). Posiblemente que aunque la leche fluida para consumo humano, modifique su composición natural de grasas provenientes de la síntesis metabólica del vacuno, por triglicéridos de ácidos grasos de cadena más larga, siga conservando su capacidad nutritiva. Pero no es igual, el producto, de ningún modo.
Así como vemos la rápida rancidez de la mantequilla (en mi país manteca), producto de el exceso de ingesta de poroto de soja,, desactivado, extrusado o crudo, que en mi país se da en algunos casos a mansalva, las grasas terminan siendo pasantes simplemente en razón del exceso.
Comprendo que nuestros colegas latinoamericanos no alcancen a comprender que se pueda incurrir en esos desatinos, pero en muchas oportunidades se alimentan animales con poroto crudo de soja en virtud de la abundancia, tanto de este como de sojilla (granos partidos, cáscaras y limpiezas) que en donde llega a haber casi 50.000.000 de toneladas de cosecha. Por esa razón es tanta la cantidad de aceite que comen los animales que la flora ruminal, por más que se adapte no alcanza a digerir. Se produce un efecto de impermeabilización de las paredes ruminales y alterándose el funcionamiento del rumen.
Esto viene a cuento de lo que ocurre con los ácidos grasos de origen vegetal y de cadenas largas que arriban al estómago glandular sin ser atacados por la flora del rumen. Son finalmente grasas pasantes pues pasan forzadamente por el gran volumen.
Algunos colegas saludan alborozados la presencia de ácidos grasos insaturados omega 3 y omega 6, apoyando este hecho que consideran auspicioso desde el punto de vista nutricional para el ser humano. El problema es que los ácidos grasos insaturados se oxidan formando las uniones épocas que no son ni más ni menos que la rancidez. Por esta razón la mantequilla hoy se enrancia más rápido que 20 años atrás. En el caso de los quesos duros, que demandan 6 meses de estacionamiento, esto se torna en un problema no menor.
Si las grasas que saponificaremos con Ca o Mg, son previamente hidrogenadas, para saturarlas e impedir su rancidez (margarización), se TRANS forman, lo que no las hace buenas para el consumo humano.
En un contexto comercial en el que toda la producción tiene la misma característica, el mercado no tiene como comparar. Pero cuando pretendemos ingresar nuestros productos a mercados más exigentes, nos encontramos con una traba más a las que normalmente nos imponen.
Así como los enólogos de mi pais y de Chile, afirman que la calidad de los vinos que producen, arranca en la conducción del cultivo de la vid y las crecientes exportaciones a mercados muy exigentes lo confirman la calidad de los productos lácteos arranca en el manejo, la genética y la alimentación de los rodeos.
El riesgo, aunque lejano de propagar el síndrome de encefalitis espongiforme, hace que no se trate solo de un resguardo moral, sino de un riesgo poco probable pero que de darse, obligaría al sacrificio de millones de animales. No se tratría solo de un resguardo moral.
Por suerte este foro nos da la posibilidad de expresar nuestro pensamiento libremente, sin ánimo de interferir en el valioso trabajo de otros colegas.