Transmisión aérea de virus en porcinos: partículas de gran tamaño dominan la emisión viral aérea
Publicado:1 de enero de 2002
Fuente:Lan Wang, José Morán, My Yang, Bernard A. Olson, Christopher J. Hogan Jr. & Montserrat Torremorell. University of Minnesota, USA
Un reciente estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores de la University of Minnesota (EE. UU.) revela que cerdos inoculados con un virus de influenza A de origen porcino (H1N1) generan emisiones aéreas virales que tienen mayor carga de ARN (RNA) en partículas de mayor tamaño (> 8 µm), lo cual plantea nuevas implicancias para la bioseguridad en explotaciones porcinas.
Nature
El experimento involucra un sistema de aisladores modulares conectados con flujo de aire unidireccional entre animales infectados y naïve. Los investigadores inocularon 24 lechones de 18 a 21 días con una cepa H1N1 de origen porcino, y analizaron las emisiones aéreas de partículas en un rango que iba de < 0,22 µm hasta > 8 µm durante 6 días posinoculación (DPI).
Click aquí para ampliar la imagen Diagrama del sistema de aislamiento modular para animales. La flecha azul indica la dirección del flujo de aire.
Entre los hallazgos clave se incluyen:
La máxima excreción nasal del virus, medida por ARN viral, se alcanzó a los 2 DPI, con una concentración media de 8,24 log₁₀ ARN copias/mL.
La carga de ARN en partículas aéreas tuvo su pico también a los 2 DPI, con un valor medio de 2,83 × 10⁵ ARN copias/m³ de aire en los muestreos.
Importante: la carga acumulada (área bajo la curva) de ARN viral en partículas mayores a 8 µm fue significativamente mayor que en las partículas de 0,22-1,7 µm (p < 0,05).
Si bien no se logró aislar virus infectivo en esas partículas aéreas, los lechones testigos se infectaron en solo 1 día de exposición al flujo de aire desde animales infectados —lo que indica que la transmisión aérea sí se produjo.
Para la industria porcina, estos resultados refrendan que la ruta aérea —y particularmente a través de partículas de mayor tamaño— representa un riesgo concreto para la diseminación de virus respiratorios en granja. Aunque el estudio se enfocó en influenza A, los autores destacan la relevancia del enfoque para otros patógenos porcinos de transmisión aérea, como PRRS (Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino) o PED (Diarrhea Epidémica Porcina).
Desde el punto de vista práctico, la exploración de la distribución del tamaño de partículas virales sugiere que las estrategias de control tradicionales centradas en filtración de aire o ventilación podrían requerir ajustes, considerando que las partículas de mayor tamaño depositan más rápidamente pero pueden llevar mayor carga viral. Los autores proponen que el conocimiento de la dinámica de emisión viral —momento de mayor esparcimiento (día 2) y tamaño predominante de partículas— sea incorporado en planes de bioseguridad en granjas.
En conclusión, la publicación amplía la comprensión sobre cómo los animales infectados pueden generar emisiones aéreas virales y subraya la necesidad de reforzar medidas de contención, monitoreo y ventilación en instalaciones porcinas, con especial atención al «window» temprano de infección y al papel de las partículas de mayor diámetro. Este tipo de evidencias es clave para afinar protocolos de prevención frente a virus emergentes en la producción animal.
Autores: Lan Wang1, José Morán2,3, MyYang1, Bernard A. Olson2, Christopher J. Hogan Jr.2 & MontserratTorremorell1. 1Department of Veterinary Population Medicine, University of Minnesota, St. Paul, MN, USA. 2Department of Mechanical Engineering, University of Minnesota, Minneapolis, MN, USA. 3Department of Mechanical Engineering, University of Ottawa, Ottawa, Canada