El manejo de la condición corporal en la cerda reproductora continúa siendo un factor determinante para el éxito en la producción porcina. Una reciente investigación publicada en la revista Contemporânea analizó más de 2 000 registros de parto de cerdas Yorkshire × Landrace y confirmó que el espesor de grasa dorsal (EGD) es un indicador clave para predecir desempeño reproductivo y eficiencia productiva.
Datos y metodología
El trabajo incluyó 2 065 registros correspondientes a 906 cerdas, de los cuales 1 998 partos de 895 animales fueron validados para el análisis. Se midió el espesor de grasa dorsal (EGD) en parto y destete, y se correlacionó con variables como tamaño de camada, número de nacidos vivos, intervalo destete-cubrición (IDC) y pérdida de grasa durante la lactancia. El modelo estadístico consideró la paridad y diferentes grupos de espesor.
Resultados principales
Los hallazgos muestran que tanto una condición corporal demasiado baja (< 15 mm) como excesiva (> 26 mm) al parto pueden afectar negativamente la reproducción. El espesor de grasa al parto presentó las correlaciones más fuertes con el tamaño de camada total y el número de crías vivas.
Asimismo, se comprobó que las cerdas con un EGD muy bajo al destete (~11,9 mm) tuvieron intervalos destete-cubrición más prolongados, retrasando el inicio de la próxima gestación. En las hembras primerizas se registró la mayor pérdida de grasa entre parto y destete, un factor que compromete la continuidad de su vida productiva.
El estudio propone que el rango óptimo de grasa dorsal al parto es de alrededor de 19 mm, y que las cerdas no deberían bajar de 16-17 mm al destete para evitar comprometer su desempeño reproductivo.
Implicancias para la producción
Los resultados refuerzan la importancia de monitorear sistemáticamente la condición corporal mediante mediciones objetivas de grasa dorsal. Ajustar las dietas según la fase reproductiva permite maximizar el tamaño de camada, reducir días no productivos y prolongar la vida útil de las hembras.
Para los investigadores, se trata de una herramienta práctica que puede ayudar a técnicos y productores a diseñar estrategias nutricionales más precisas, evitando tanto la delgadez excesiva como la sobrecondición. Además, recomiendan validar estos rangos de referencia en distintas granjas y sistemas de manejo para ampliar su aplicabilidad.
Conclusión
La investigación confirma que la grasa dorsal no es solo un indicador de estado corporal, sino un factor directamente asociado a la productividad de la cerda. Mantenerla dentro de un rango óptimo constituye una estrategia de manejo fundamental para lograr sistemas de producción porcina más eficientes y sostenibles.
PALABRAS CLAVE: Espesor de grasa dorsal, cerda, desempeño reproductivo, tamaño y peso de la camada
Fuente:Valdez, J. M. R., Espinoza-Aguirre, L. F., Gómez, I. P., Loera, J. J. P., Valdez, A. M. R., & Romo-Rubio, J. A. (2025). INFLUENCIA DEL ESPESOR DE GRASA DORSAL EN EL DESEMPEÑO REPRODUCTIVO DE LA CERDA. Revista Contemporânea, 5(9), e9149. https://doi.org/10.56083/RCV5N9-087