Coinfección por PCV2 y PCV3 y la eficacia de la vacuna contra PCV2
Publicado:4 de febrero de 2025
Por:Jesús Hernández, Mónica Reséndiz-Sandoval (Lab. Inmunología, Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, México); Alexanda Henao-Díaz, Ángel Cota-Valdez (Grupo Bachoco, Unidad de Negocios Cerdo. México); Verónica Mata-Haro (Lab. Microbiología e Inmunología, Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, México); y Luis G. Giménez-Lirola (Iowa State University, EE.UU.)
En un estudio realizado por investigadores del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, junto a la Universidad Estatal de Iowa y la empresa Bachoco, se investigó la dinámica del circovirus porcino tipo 2 (PCV2) y PCV3 en una granja comercial después de la vacunación con PCV2.
El trabajo se realizó dando seguimiento en una granja ubicada en el noroeste de México libre del virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRSV) y Mycoplasma hyopneumoniae , con antecedentes de detección de PCV3 y un programa establecido de vacunación contra PCV2 con una vacuna comercial de subunidades basada en ORF2. Los cerdos convencionales se ubicaron en el Sitio 1, donde se alojaron 650 cerdas. Se les inició un protocolo de vacunación contra PCV2: los lechones recibieron una dosis única a los 21 días de edad; las primerizas recibieron dos dosis antes de la inseminación y las cerdas recibieron una dosis a los 14 días postparto. Además, se realizó una vacunación masiva en el Sitio 1 6 semanas después del inicio del estudio de seguimiento.
Para el estudió se recolectaron muestras de suero de 35 cerdos, a partir de las 3 semanas de edad, semanalmente hasta las 21 semanas de edad. También se analizaron fluidos orales de seis corrales de cerdos de la misma edad. El ADN viral se evaluó en sueros agrupados y muestras de fluidos orales individuales, mientras que los anticuerpos (IgG e IgA) se midieron en el suero y los fluidos orales. Se evaluaron parámetros productivos, incluyendo la mortalidad semanal y la mortalidad acumulada.
Click aquí para ampliar la imagen Diseño experimental. Este estudio comprendió dos investigaciones independientes: un estudio longitudinal y un estudio transversal. El estudio longitudinal evaluó la viremia por PCV2 y PCV3, así como la presencia de anticuerpos IgG contra PCV2 y PCV3 en suero. Además, se cuantificaron las cargas virales y los anticuerpos IgG e IgA contra PCV2 y PCV3 en fluidos orales de cerdos de 3 a 25 semanas de edad. El estudio transversal midió las cargas virales y los anticuerpos IgG e IgA contra PCV2 y PCV3 en fluidos orales de cerdos de 3 a 11 semanas de edad.
Los resultados obtenidos revelaron que la coinfección por PCV2 y PCV3 se detectó en cerdos a las 8 semanas de edad, y que PCV3 se detectó en fluidos orales dos semanas antes. El ADN de PCV3 se detectó en fluidos orales a las 4 semanas de edad. Los anticuerpos IgG de PCV2 en el suero aumentaron gradualmente después de la vacunación, alcanzando un máximo a las 7 semanas de edad, para luego disminuir y estabilizarse hasta las 21 semanas de edad. Los anticuerpos IgG contra PCV3 fluctuaron al inicio, pero fueron uniformemente positivos después de las 13 semanas de edad. En fluidos orales, los anticuerpos IgG e IgA contra PCV2 mostraron una respuesta fuerte solo a las 3 y 23 semanas de edad. Por el contrario, se observó una respuesta IgG fuerte y constante en fluidos orales en ausencia de coinfección por PCV2 y PCV3 en cerdos entre las 3 y las 11 semanas de edad. Los parámetros productivos de la granja se mantuvieron estables durante todo el estudio.
Este estudio evaluó los efectos de la coinfección por PCV2 y PCV3 en la productividad de las explotaciones y la respuesta de anticuerpos a la vacuna contra PCV2. Estos resultados indican que la coinfección no aumentó la mortalidad, pero sí provocó una respuesta anormal de IgG en las secreciones orales. Se requieren más estudios para evaluar el impacto de esta reducción de anticuerpos en explotaciones coinfectadas con otros virus, como el virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRSV) o la influenza, o bacterias como Mycoplasma spp. o Actinobacillus pleuropneumoniae .