Niveles de minerales orgánicos (Cu, Fe, Mn y Zn) en el crecimiento y finalización de cerdos.

Los minerales traza en ingredientes convencionales son a menudo de mayor concentración que los requerimientos para cerdos (NRC, 2012), a excepción de Zn, I, y Se, aunque de biodisponibilidad baja (Suttle, 1996; Gowanlock et al., 2013); mientras que las formas queladas o proteinatos de estos elementos pueden ser suficientes al 50% de las recomendaciones (Gowanlock et al. 2013, 2015). Por el contrario, niveles excesivos de minerales traza, particularmente de fuentes altamente disponibles, podrían desequilibrar el metabolismo.

El objetivo de este estudio fue evaluar los efectos de los niveles de Cu, Fe, Mn y Zn de proteinatos, en el comportamiento productivo de cerdos y la calidad de carne.

 

Se establecieron 4 tratamientos (TRT) con niveles crecientes de cada elemento, a partir de fuentes orgánicas (OR, Bioplex- ® , Alltech de México, S. A. de C. V.): OR1 (Cu 2, Fe 20, Mn 1 y Zn 25 ppm); OR2 (Cu 7, Fe 60, Mn 16 y Zn 60 ppm); OR3 (Cu 12, Fe 100, Mn 31 y Zn 95 ppm) y OR4 (Cu 17, Fe 140, Mn 46 y Zn 130 ppm). Vitamina E (60 mg/kg) y Se (0.2 ppm) fueron constantes. Con 72 cerdos (machos y hembras) de igual progenie, con peso inicial de 29.6±3.80 kg, alojados individualmente y en un diseño de bloques completos al azar, se condujo un ensayo por 84d en 4 fases de alimentación de 21d. Por fase, se calculó una dieta basal con grano de sorgo, pastas de soya y canola.

Todas las dietas incluyeron una 6-fitasa (2,000 FYT/kg), mientras que la relación Ca:P se mantuvo en 1.14:1. Los minerales traza se añadieron por separado, en una premezcla (3 kg/ton).

El Consumo diario de alimento (CDA), la ganancia diaria de peso (GDP) y las contantes hemáticas, se registraron al inicio y al final de cada fase. Los cerdos se cosecharon individualmente y se midió el rendimiento y calidad de carne. Los datos se analizaron con un diseño de bloques completos al azar, siendo los bloques los grupos de cosecha.

El sexo se incluyó en el modelo como factor y se hicieron comparaciones ortogonales para identificar las tendencias de respuesta. Para muestras repetidas en tiempo, se usaron los procedimientos de Modelos Mixtos de SAS (v. 9.3).

 

El CDA (2.79±0.305 kg) fue similar (P>0.11) entre TRT, pero hubo una interacción TRT por sexo para la GDP (P<0.05): en las hembras la GDP fue constante (0.97±0.089 kg), pero en los machos hubo una tendencia lineal negativa: OR1, 1.07; OR2, 1.03; OR3, 0.99 y OR4, 0.94 kg (EEM = 0.031). El CDA/GDP solo tuvo efecto por sexo (P<0.09; hembras, 0.37 vs. machos, 0.35 kg; EEM = 0.004). Las constantes hemáticas en todos los tiempos y para todos los TRT estuvieron dentro de los valores normales (P>0.19). A parte de los efectos de sexo, las características de la composición corporal fueron similares entre TRT; pero en peso de la canal, interactuaron sexo y TRT (P<0.02), las hembras fueron similares (90.2±1.16 kg), pero los machos mostraron la misma tendencia lineal que en GDP: OR1, 97.8; OR2, 94.70; OR3, 91.5 y OR4, 87.5 kg (EEM = 2.36).

En todas las variables de calidad de carne (e.g., pH, color, marmoleo), sólo la capacidad de hidratación mostró diferencias (P<0.03): OR1, 19.1; OR2, 13.2; OR3, 15.8 y OR4, 12.4 % (EEM = 1.91).

 

Los resultados sugieren la factibilidad de reducir las concentraciones de Cu, Fe, Mn y Zn en la dieta, hasta un 50% de los niveles mínimos, siempre que provengan de una fuente de alta disponibilidad, sin beneficios por el uso de niveles más altos de minerales traza.

 
Referencias Bibliográficas