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Mortalidad en lechones

Estudio de factores de riesgo vinculados a la mortalidad neonatal en una granja porcina

Publicado: 25 de abril de 2011
Por: Leonel Lazo Pérez y Yarisleidy Gutiérrez Camacho, Universidad Central 'Marta Abreu de Las Villas'. Facultad de Ciencias Agropecuarias. Departamento de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Villa Clara. Cuba
Resumen

Se analizaron 1101 partos de 250 reproductoras de las razas Yorkshire e Híbridas Yorkland, de un centro multiplicador porcino de la provincia de Cienfuegos, en un periodo de tres años. Se determinaron las principales causas de mortalidad en el período comprendido  desde el nacimiento hasta el destete (26 días). Se correlacionó el porcentaje de mortalidad en crías, con la paridad (número de partos: NP), tamaño de la camada (TC) y el peso al nacer de la camada (PNC), y la paridad con el tamaño de la camada. Se realizó un análisis de riesgo mediante un estudio retrospectivo de tipo caso-control, donde se evaluó como factor de riesgo el peso al nacer de las crías y la época del año en que nacieron, con la mortalidad perinatal. Colateralmente se realizó una valoración económica de las perdidas por concepto de mortalidad. Se concluye que las principales causas de mortalidad en las crías durante el periodo de lactación fueron inanición, aplastamiento y colibacilosis. Existe correlación positiva entre el porcentaje de mortalidad en las crías y la paridad, el tamaño de la camada y el peso al nacimiento. Existe correlación positiva entre la paridad y el tamaño de la camada. El riesgo de muerte en los cerditos que nacieron con un peso inferior a 1300g es 8.5 veces mayor que los cerdos que nacieron con un peso superior a 1300g. Así como los que nacen en invierno tienen un riesgo de morir de 4.7 veces más que los que nacen en verano. Las pérdidas por concepto de mortalidad predestete  fueron de $17343.


 

Introducción: La especie porcina se caracteriza por presentar un porcentaje de mortalidad neonatal muy elevado en comparación con otras especies como la bovina, ovina o equina, constituyendo aproximadamente del 10 al 15% de los lechones nacidos vivos y eso, a pesar de contar la porcinocultura con una de las más modernas tecnologías en Producción Animal (Quiles, 2004).
Cuando hablamos de mortalidad neonatal nos referimos a la que acontece en la primera semana de vida del lechón (English, 1990). Sobre la supervivencia del lechón inciden de manera importante una serie de factores dependientes del lechón, de la cerda y del medio ambiente, que habrán de tenerse muy en cuenta a la hora de llevar un óptimo programa de manejo y cuidado de las instalaciones a fin de reducir la tasa de mortalidad neonatal. En el primer grupo de factores, es decir, los ligados al lechón podemos citar: peso al nacimiento, nivel inmunitario y tipo genético. El segundo lo forman los factores ligados a la cerda: número de parto, peso de la cerda, comportamiento maternal, producción lechera y tamaño de la camada. Y, por último, factores ligados al medio ambiente y sistemas de producción: instalaciones y manejo de los animales, alimentación, temperatura ambiente, etc. (Lay et al., 2002).
La mortalidad perinatal es una causa mayor de ineficacia en la producción porcina, con una alta incidencia en los rendimientos finales. Sin embargo, y, a pesar de ello, son muy pocos los ganaderos que le prestan la atención suficiente para evitar una alta incidencia, acostumbrándose la mayoría de ellos a unos determinados porcentajes, entendiéndolos como normales. Solamente cuando comparan sus resultados con otras explotaciones adquieren conciencia del problema  (Svendsen,  1992).
Por todo ello, entendemos que se debe conocer todos aquellos aspectos relacionados con la mortalidad neonatal en el ganado porcino, para poder manipular y atender a los lechones en las mejores condiciones y tomar las medidas necesarias para evitar pérdidas por concepto de mortalidad en el periodo perinatal.
Nos proponemos como objetivo en el presente trabajo evaluar los principales factores de riesgos que están asociados a la mortalidad predestete en un centro multiplicador porcino.
Materiales y métodos: Para el desarrollo del presente trabajo se analizaron 1101 partos de 250 reproductoras de las razas Yorkshire e Híbridas Yorkland, de la unidad de cría porcina de la provincia de Cienfuegos. Los datos fueron tomados de los registros productivos y reproductivos referentes a los años 2005  hasta abril del 2008. Se determinaron las principales causas de mortalidad en el período desde el nacimiento hasta el destete (26 días).
Se correlacionó el porcentaje de mortalidad en crías, con la paridad (número de partos: NP), tamaño de la camada (TC) y el peso al nacer de la camada (PNC), y la paridad con el tamaño de la camada. Se realizó un análisis de riesgo mediante un estudio retrospectivo de tipo caso-control, donde se evaluó como factor de riesgo el peso al nacer de las crías y la época del año en que nacieron con la mortalidad perinatal. Colateralmente se realizó una valoración económica de las perdidas por concepto de mortalidad.
Para el análisis estadístico de los resultados se creó una base de datos empleando el tabulador Microsoft Excel y el paquete estadístico STATGRAPHICSPLUS 4.1.
Para el estudio de dependencia se aplicó un  modelo de regresión lineal simple (y=a+b*x) y para el estudio de asociación se estimó la proporción de casos y controles expuesto, con el empleo del software Epidat 3.1, mediante la conformación de tablas de contingencia 2x2 (Thrusfield, 2007), mediante el siguiente esquema.
Clasificación
Casos
Control
Total
Expuestos
a
b
(a+b)
No expuestos
c
d
(c+d)
Total
(a+c)
(b+d)
(a+c) + (b+d)



La proporción de casos expuestos (Cerdos con peso inferior a 1300g y los nacidos en épocas de invierno) (p1) viene dada por: P1 ═ a / (a+c). La proporción de controles expuestos (Cerdos con peso superior a 1300g y los nacidos en épocas de verano) (P2) viene dado por: P2 ═ b / (b+d). El Odds ratio viene dado por: OR = a+d / c+d. La reducción relativa (RRR) y absoluta (RAR) de riesgo viene dada por RRR = 1 - RR * 100 y RAR = RNE - RE.
Resultados y discusión
Como puede apreciarse en el gráfico. 1 se muestra las causas y los factores que se asocian a la mortalidad de las crías. Entre las causas más comúnmente identificadas en esta investigación se destacan la inanición, seguida por el aplastamiento y la diarrea. La inanición, por su parte, fue la principal causa de muerte en neonatos, cuyos valores alcanzan el 78.8 % de las muertes ocurridas. Resultado que pudiera atribuirse a que en este centro existe una gran prevalencia del síndrome de insuficiencia de la lactancia en marranas periparturientas o MMA, lo cual provoca una hipogalaxia que se traduce a la larga en muerte por inanición.
Gráfico 1. Causas de mortalidad pre-destete. 
Estudio de factores de riesgo vinculados a la mortalidad neonatal en una granja porcina - Image 1
Este resultado concuerda con los obtenidos por, English et al., (1994) Spicer et al., (1996) y Dyke et al., (1997) quienes hallaron un porcentaje de muertes por inanición similares al nuestro. Nos solidarizamos con los criterios de Rodríguez et al., (1996), quienes señalan que esta causa puede tener dos orígenes: por mala habilidad materna o por incapacidad del lechón para mamar. Esto conduce a una hipoglucemia que disminuye el aporte energético y aumenta la susceptibilidad del lechón a problemas infecciosos o traumáticos. El mismo autor plantea que las muertes provocadas por aplastamiento pueden ocurrir cuando la cerda se levanta, se acuesta o realiza un movimiento brusco producidos por miedo al hombre o ruidos que se produzcan a su alrededor. En este estudio ésta causa se presentó en un 53.78 %, de los casos.
Las infecciones producidas por E. coli provocan el 11.95%  de las muertes. Este  problema infeccioso durante la lactación puede  producir deshidratación, debilidad y muerte. Aspecto que coincide con Lazo (2007), quien demostró en un estudio realizado durante cinco año en la provincia de Villa Clara que la colibacilosis entérica porcina constituye un proceso multifactorial de presentación epizoótica difusa y con tendencia al incremento de los principales índices de la intensidad y extensidad epizoótica.
De forma general consideramos que el nacimiento parece ser una experiencia traumática para los lechones a la que muchos no sobreviven. Teniendo en cuenta que en el período de estudio, murieron 820 lechones durante la lactancia materna, (7,5%) del total de nacidos vivos, resultados que no concuerdan con los obtenidos por (Quiles, 2004), quien manifiesta que el porcentaje de mortalidad en esa etapa oscila entre 10 y 15 % de los lechones nacidos vivos. Estos resultados pudieran atribuirse a la adopción de un programa de medidas organizativas que se tomaron como una correcta selección y preparación de los trabajadores, con el fin de elevar el conocimiento sobre el manejo de la masa, al tiempo que se crearon mejores condiciones de trabajo y de vida para los integrantes del colectivo. 
En el gráfico 2, se evidencia una correlación alta, positiva y significativa (p≤0.05) entre la mortalidad perinatal y la paridad. 
R2= 79.9201 %   CC = 0.89    Muertos = 2.46 + 1.74*Partos
 
Estudio de factores de riesgo vinculados a la mortalidad neonatal en una granja porcina - Image 2

Gráfico 2. Correlación entre la mortalidad perinatal y la paridad.
Como se puede observar la mayor cantidad de cerdos muertos ocurrieron a partir del cuarto parto, lo cual coincide con Svendsen, (1992) quien señala que en el primer parto se produce el mayor porcentaje de bajas. A partir del primero, el porcentaje de mortalidad disminuye hasta el cuarto, a partir del cual comienza a aumentar. Ello es debido a una disminución de la capacidad láctea de la cerda y a que las camadas son más heterogéneas y menos vigorosas.
Por otra parte Quiles, (2004) ha observado que el aplastamiento es más elevado en cerdas multíparas que en primíparas, seguramente porque éstas últimas tienen un menor peso corporal. Aspecto que fue corroborado en nuestra investigación, Donde el 53.7% de las muertes en crías fue a causa del aplastamiento (Gráfico 1).
Así mismo Courboulay (1991), se refirió a que las reservas corporales en cerdas racionadas durante la gestación van disminuyendo según el orden de parto.
En el gráfico 3, se muestra la correlación entre la mortalidad perinatal y el tamaño de la camada.
 CC = 0.88   Muertos = -51.6305 + 5.59819*Tcamada  R2 = 78.237 %
 
Estudio de factores de riesgo vinculados a la mortalidad neonatal en una granja porcina - Image 3

Gráfico 3. Correlación entre la mortalidad y el tamaño de la camada.
En el grafico anterior se muestra una dependencia positiva, alta y significativa (p≤0.05) entre las variables estudiadas. Esto de debe a que a medida que aumenta el tamaño de la camada disminuye el peso de las crías por lo que son mas susceptibles a morir por enfriamiento, hipoglucemia o aplastados.
En el gráfico 5, se muestra un estudio de dependencia entre el tamaño de la camada y el número de partos promedio respectivamente.
T camada = 9,68 + 0,305714*Partos   R2=98,8261%
 
Estudio de factores de riesgo vinculados a la mortalidad neonatal en una granja porcina - Image 4
Gráfico 5. Correlación entre el tamaño de la camada y la paridad.
Como se puede apreciar en el grafico 5, existe una correlación alta (0,99), positiva y significativa (p≤0.05) entre las variables analizadas. El tamaño de la camada se incrementa con la edad o pariciones avanzadas. Resultados que pudieran atribuirse a que en esta unidad las puercas nulípara son cubiertas con un peso adecuado (110kg) permitiendo un desarrollo correcto del aparato reproductivo, lo cual repercute favorablemente en los próximos partos del ciclo productivo de la cerda. Además que el grado de ovulación en la cerda aumenta progresivamente y de manera marcada del primero al segundo celo, del segundo al tercero y del tercero al cuarto; después del comienzo de la pubertad.
Por otra parte se ha establecido claramente Close, (2003), que la condición corporal en esta etapa afecta el rendimiento de por vida de la cerda, en términos del número total de lechones que produce y de partos que resiste.
Nuestros resultados coinciden con Machado, (2005) quien en un estudio realizado en un centro genético de la provincia de Santiago de Cuba, durante los años 2000 - 2005 obtuvo una correlación positiva entre ambos indicadores. También coincidimos con Kemp et al., (1998), quienes señalan que la cantidad de cerditos nacidos aumenta entre el 1ro y 4to parto, pero desciende desde el 8vo, con aumento de las muertes, referido a la edad el descenso se observa a partir de los 4,5 años como promedio.
En el siguiente gráfico se observa dependencia entre la mortalidad predestete y el peso al nacer.
CC = 0.787197  R2 = 61.968%  Muertos = -77.8 + 52.3333*Peso al nacer
 
Estudio de factores de riesgo vinculados a la mortalidad neonatal en una granja porcina - Image 5

Gráfico 4. Correlación entre la mortalidad y el peso al nacer del cerdito.
El gráfico anterior muestra la correlación positiva, alta y significativa (p≤0.05).  Contrariamente a los resultados encontrados por la mayoría de los autores quienes consideran que el peso al nacimiento está asociado con la supervivencia y la vitalidad del lechón, o sea, los cerdos que nacen con un peso superior a 900 g tienen mayor probabilidad de supervivencia.
Al respecto Weary et al., (1996)  Tuchscherer et al., (2000) y Casellas et al., (2004), han observado que los lechones con pesos relativos inferiores manifiestan más problemas de termorregulación debido a su radio superficie-masa corporal superior, son menos competitivos en la ubre y  acaban ingiriendo menos calostro.  Todo ello reduce su vitalidad y les hace más susceptibles a ser aplastados por la cerda, puesto que permanecen más tiempo cerca de ella.
Sin embargo los resultados obtenidos en este estudio no coinciden con la mayoría de estos autores, lo cual pudiera atribuirse a que en la granja de estudio el 100% de los cerdos nacidos vivos promedian un peso vivo superior a los 1000g, lo cual fue corroborado en este estudio donde solamente el 5.61% de los cerditos nacieron con bajo peso (Gráfico 1).
Teniendo en cuenta lo anteriormente señalado, se realizó un estudio retrospectivo de asociación de tipo caso control, con el objetivo de determinar si el riesgo de muerte estaba asociado al factor peso al nacer, para lo cual se utilizó una n de 233 animales como casos (Peso <1300g) y como controles (Peso >1300g) respectivamente (Tabla 3).
Tabla 3. Estudio de riesgo relativo con respecto al peso al nacimiento y la mortalidad perinatal.
Prevalencia
Estimación
IC (95,0%)
Peso <1300g
0,789700
-
-
Peso >1300g
0,304721
-
-
Odds ratio
8,567979
5,624930
13,050878
Fracción atribuible en expuestos
0,883286
0,822220
0,923377
Fracción atribuible poblacional
0,697531
0,606565 
0,767465
Como se puede apreciar en dicha tabla, existe asociación entre el factor de riesgo (peso al nacer) y el suceso (mortalidad perinatal), con un OR = 8,5. La proporción de  cerditos muertos en los animales que nacieron con un peso inferior a 1300g fue de un 78,9%, mientras que la proporción de  cerditos muertos en los animales que nacieron con un peso superior a 1300g fue de 30, 4%.
El riesgo de muerte en los cerdos con peso menor a 1300g, fue de 8,5 veces más que en los cerdos con pesos superior a los 1300g. Por otra parte si logramos eliminar el factor de riesgo (PV - 1300g), se lograría reducir el 88,3 % de las muertes en este grupo de animales, y el 69.7 % en la población total. Es decir si se trabaja en función de mejorar la alimentación de las cerdas en el último tercio de la gestación para lograr mayor peso vivo al nacimiento, se logrará reducir considerablemente la mortalidad perinatal, ya que la reducción absoluta de riesgo es de 0.48, o sea, que por cada 100 cerditos que logremos que nazcan con mas de 1300 g, podemos evitar 48 casos de muerte, siendo la reducción relativa de riesgo de 75%, es decir, se evita el riesgo de muerte en un 75% cuando los cerdos nacen con un peso superior a 1300g.
En la tabla 4, se muestra el riesgo de muerte de los animales que nacieron en la época de invierno, fue de 4,7 veces más que los que nacieron en verano.
Tabla 4. Estudio de riesgo relativo con respecto a la época de parto nacimiento y la mortalidad perinatal.
Prevalencia
Estimación
IC (95, 0%)
Invierno
0,721030
-
-
Verano
0,351931
-
-
Odds ratio 
4,759475
3,213586
7,049009
Fracción atribuible en expuestos
0,789893
0,688821
0,858136
Fracción atribuible poblacional
0,56936
0,459798
0,656982
 Si se logra eliminar los efectos de las bajas temperaturas, las muertes en los animales expuestos a dichas condiciones se reducen a un 78.9%, y en la población total a un 56.9 %. Esto se logra mejorando la asistencia al parto y el manejo del recién nacido. Según Faccenda, (2005), los cerditos no deben ser aislados  de la madre hasta el final del parto para que puedan consumir todos juntos el calostro; durante la espera los lechones son colocados en una caja confortable dentro de la jaula. Mientras que Ruiz et al., (2004), manifiesta que inmediatamente después de nacer hay que estimular las crías y secar los líquidos del parto. Teniendo en cuenta que la evaporación del líquido que impregna la piel de los lechones provoca hipotermia (una disminución de la temperatura corporal), se entiende que el nido mejora las condiciones ambientales en las que nacerán los lechones creando un microclima que impida la hipotermia.
Al realizar una valoración económica por pérdidas por concepto de mortalidad, se pudo constatar que de 10 871 nacimiento que hubo en el período estudiado 820  (7.5%) murieron antes del destete.  Si estos cerditos hubiesen llegado al destete con un peso promedio de 7,5kg (peso alcanzado en la unidad) y con un precio de venta de $2,82/kg de peso vivo. Se hubiesen  vendido 820 cerdos (6150 kg de carne en pie) que representaría un ingreso de $17343.
 
Conclusiones:
1.    Las principales causas de mortalidad en las crías durante el periodo de lactación fueron inanición, aplastamiento y colibacilosis.
2.    Existe correlación positiva entre el porcentaje de mortalidad en las crías y la paridad, el tamaño de la camada y el peso al nacimiento.
3.    Existe correlación positiva entre la paridad y el tamaño de la camada.
4.    El riesgo de muerte en los cerditos que nacieron con un peso inferior a 1300g es 8.5 veces mayor que los cerdos que nacieron con un peso superior a 1300g. Así como los que nacen en invierno tienen un riesgo de morir de 4.7 veces más que los que nacen en verano.
5.    Las pérdidas por concepto de mortalidad predestete  fueron de $17343.
 
Recomendaciones:
Continuar realizando estudios de este tipo teniendo en cuenta otros factores de riesgo como: manejo, instalaciones, alimentación, nivel inmunitario,  tipo genético y producción lechera.
 

Anexo 1. Tablas de contingencia: Tablas 2x2 simples (Peso al nacer)  
Estudio de factores de riesgo vinculados a la mortalidad neonatal en una granja porcina - Image 1

Anexo 2. Tablas de contingencia: Tablas 2x2 simples (Época del año)
Estudio de factores de riesgo vinculados a la mortalidad neonatal en una granja porcina - Image 2

Casellas, J.; Noguera, J.; Varona, L.; Sánchez, A.; Arqué, M.; Piedrafita, J. 2004. Viability of Iberian x Meishan F2 newborn pigs. II. Survival analysis up to weaning. Journal of Animal Science. 82: 1925-1930.
Close, W. H. 2003. Capacidad genética de las cerdas. Universidad de Iowa. Disponible en: http://www.terra.es/personal2/adymix/articulos/genetica.htm [Citado el 6 de abrir del 2008].
Courboulay, V. 1991. Peut on augmenter le poids des porcelets a la naissance en jovant sur l´ alimentation des truis. Porc Magazine. 231: 125-126.
Dyke, G.; Swierstra, E. E. 1997. Causes of piglets death from birth to weaning. Can J Anim Sci. 67:543-547.
English, P. R.; Morrison, V. 1994. Causes and Prevention of piglet mortality. Review article. Pig News and Information. 5:369-376.
English, P.R. 1990. Piglet mortality. Ed. University of Aberdeen, Scotland, U.K. 34-35 p.
Faccendab, M. 2005. Cuidados del lechón. Disponible en:    http://www.3tres3.com/sala_parto/ficha.php?id=1061 [Citado el 4 de abrir del 2008].
Kemp, D.; Soede, N. M. 1998. Relation ship of weaning to estrus internal to timing of ovulation and fertilization in sows. Journal Animal Science. 74:14.
Lazo, P. L. 2007. Comportamiento epidemiológico de la colibacilosis entérica porcina en la provincia de Villa Clara, patotipo, genes de virulencia y resistencia a antibióticos en los aislados de Eschericia coli. Tesis Doctoral.  UCLV. Villa Clara. Cuba.
Quiles, A. 2004. Factores que inciden en la mortalidad neonatal en los lechones. Disponible en: http://www.vet-uy.com/articulos/cerdos/050/0023/porc023.htm [Citado el 1 de marzo del 2008].
Rodríguez J. C.; Buenfil, Clare E.; Allaway, M. J. Alvarez, F. J.; Segura C.; Alzina, A. L.1996. Rev Biomed: Identificación de los factores asociados a la mortalidad de lechones lactantes en una granja porcina en el estado de Yucatán, México. 7:147-152. Disponible en: http://www.uady.mx/~biomedic/revbiomed/pdf/rb96733.pdf [Citado el 6 de abrir del 2008].
Ruiz, T. J.;  Manteca, X. 2004. Conducta y bienestar en las salas de maternidad. Disponible en: http://www.3tres3.com/comportamiento/ficha.php [Citado el 6 de abrir del 2008].
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Svendsen, J. 1992. Perinatal mortality in pigs. Animal reproduction Science, 28: 59-67.
Thrusfield, M. 2007. Veterinary Epidemiology Third Edition. Black well publishinp. 269-270 p.
Tuchscherer, M.; Puppe, B.; Tuchscherer,  A.; Tiemann, U. 2000. Early identification of neonates at risk: traits of newborn piglets with respect to survival. Theriogenology. 54: 371-388.
Weary, D.M., Pajor, E.A., Thompson, B.K., Fraser, D. (1996). Risky behaviour by piglets: a trade off between feeding and risk of mortality by maternal crushing. Animal Behaviour. 51: 619-624. 

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Autores:
Leonel Lazo Pérez
Universidad Central Marta Abreu - UCLV
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Leonel Lazo Pérez
Universidad Central Marta Abreu - UCLV
29 de abril de 2011
Con relación a procesos diarreicos causados fundamentalmente por E. coli en esta etapa crítica de la vida del cerdo, he consultado algunos trabajos que afirman que el oxido de zinc reduce la proliferación de E. coli en el intestino. Los estudios han mostrado que pocos organismos se cultivan a partir de los ganglios linfáticos mesentéricos de cerdos que recibieron oxido de zinc, lo que sugiere que reduce la diseminación de E. coli desde el intestino delgado hacia los ganglios linfáticos mesentéricos. También el empleo de ácidos orgánicos, no solo por el efecto protector contra la acción de microorganismos y hongos sobre el alimento, sino también, debido a su efecto sobre el Ph del estómago y la flora intestinal, con la consecuente reducción de procesos diarreicos. Tengo experiencia en la inmunización pasiva, a escala experimental, lo cual puede lograrse por la ingestión de anticuerpos contra determinantes esenciales de virulencia, como las fimbrias adhesivas. Este efecto puede lograrse mediante la inmunización de gallinas con factores adhesivos o fimbrias purificadas, de esta forma los huevos obtenidos contienen grandes cantidades de anticuerpos (IgY), los cuales son profilácticamente efectivos en las infecciones neonatales de cerditos con E. coli enterotoxigénico, al ser aplicados de forma continua por vía oral. Leonel Lazo
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Federico Astorga
Cargill
29 de abril de 2011
En mi experiencia profesional, el ofrecimiento de alimento sólido a los lechones se comienza con 7 días de vida. En platos bajos se empieza ofreciendo pequeñas cantidades de "sopa" preparada con agua templada en la que añadimos una pequeña cantidad de un lacto-iniciador. Al ser preparados fácilmente degradables (enranciamiento) debemos asegurarnos de su consumo de forma frecuento. si pasadas 3 horas no se ha consumido, lo retiraremos y prepararemos una nueva dilución. En los siguientes días vamos pasando de "sopa" a "papilla" y de esta a alimento seco a partir del día 15 de vida. a) Es conveniente invertir dinero en esta fase y ofrecer un buen alimento: el consumo es mínimo, y el impacto es enorme. Recordemos que lograr 700 g más de peso vivo al destete se convertirán, por la mejor curva de crecimiento que tienen los lechones pesados, en 5 kg a la edad de sacrificio (o en 7-10 días menos para alcanzar ese peso de sacrificio) Algunos fabricantes de piensos para primera edades han presentado investigaciones de gran calidad demostrando la conveniencia de invertir en nutrientes de alta digestibilidad debido a la capacidad tan condicionada que tienen los lechones en esa edad. Personalmente he tenido buenas experiencias con combinaciones de probióticos (Enterococcus faecium) y prebioticos (Inulina, FOS, MOS) y aceites esenciales o extractos vegetales (orégano, tomillo, alcachofa). En cuanto al óxido de Zn (ya saben que en Europa su uso está restringido) realiza un efecto físico: tapiza el intestino y no permite a los coliformes adherirse a la pared intestinal. Por lo tanto sólo enmascara un problema, no lo corrige. Es bueno quitándo un síntoma, pero deberemos seguir trabajando en la mejora de la inmunidad y del estado nutricional de las madres: profilaxis vacunal y estrategías de incremento de la ingesta voluntaria en climas cálidos. Un saludo, y gracias por estar convirtiendo este Foro en un verdadero lugar de debate y conocimiento.
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Leonel Lazo Pérez
Universidad Central Marta Abreu - UCLV
28 de abril de 2011
En nuestro país hay diferentes criterios al respecto, con relación al suministro de los alimentos a las crías, hemos probado a los diez días, luego a los siete y ahora a los tres, como el destete en Cuba es a los 33 días como promedio (aunque hay empresas que lo realizan a los 26 días). A los diez días, cuando los cerdos llegaban al destete, la mortalidad por concepto de procesos entéricos era considerable, en especial la diarrea postdestete, se consideró por muchos especialistas que los cerdos con este sistema, no tenían una adecuada adaptación al consumo del alimento, a pesar del incremento del consumo producto de el aumento de las necesidades del cerdito en contraposición con la disminución de la producción lechera pasado los 28 días de lactación. Sin embargo a los siete días, se consideraba una mejor implantación de la flora intestinal, y adecuada acción de las enzimas, y por ende, mejor adaptación al consumo del alimento y una menor cantidad de procesos diarreicos. No obstante, observamos en la práctica que el verdadero consumo lo iniciaban a partir de los diez días y más, en dependencia de la condición corporal y producción de leche de la cerda madre. Sin embargo cuando los cerdos eran destetados precozmente, resultaba más conveniente iniciar el suministro de pienso, a los siete días. Con respecto a la variante de tres días, no tengo experiencia, pero coincido con el profesor Velasco. Con relación a la hipogalactia, en nuestras condiciones es también frecuente, influenciada por factores predisponentes de manejo, alimentación, mala higiene, etc y como un aspecto fundamental, la acción de endotoxinas de microorganismos Gram negativos. Leonel Lazo
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Leonel Lazo Pérez
Universidad Central Marta Abreu - UCLV
27 de abril de 2011
Muchas gracias por su opinión Federico Astorga, tengo gran admiración por nuestros colegas españoles, pues parte de mi formación la recibí en la USC. Coincido con los criterios suyos y del profesor nutriólogo Marcial Velasco. Como les comenté anteriormente en esa unidad, se comenzaba a administrar el pienso de inicio a las crías a los siete días de nacido, actualmente en nuestro país la tendencia es a comenzar el suministro de pienso a los tres días de nacido, sobre todo cuando el destete es antes de los 33 días. Quisiera que me dieran su criterio al respecto en base a sus experiencias. Leonel Lazo
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Federico Astorga
Cargill
27 de abril de 2011
Felicidades por este buen trabajo, Dr. Lazo. Hace un par de semanas tuve la oportunidad de departir con el responsable técnico de la nutrición de una de las principales empresas de Dinamarca. Alimentan a unas 500,000 madres y la media de sus granjas es de 32 lechones destetados por cerda y año (el mejor 10% de las granjas están en 35 lechones destetados por cerda/año). La genética danesa es comercializada en diferentes países (aquí mismo en España) y sin embargo no somos capaces de conseguir esos índices de producción. Allí me comentaron que conseguían consumos de pienso en las madres durante lactación de 10 Kg/día. ¿por qué en otros países no? El principal inconveniente es la calidad de las instalaciones en cuanto al control de la temperatura, humedad y ventilación. Fuera de los intervalos de confort podemos tener reducciones de la ingesta voluntaria o pérdidas de energía disponible por mantenimiento de la temperatura corporal. El segundo factor limitante es el estatus sanitario: fallos gestacionales, pérdidas de embriones, infecciones subclínicas o gasto en energía y proteína "secuestradas" por el sistema inmunitario. No es necesario trabajar con animales SPF, pero debemos invertir en profilaxis y bioseguridad. Y, por último, el nivel técnico de nuestros operarios de granja: a mayor conocimiento, mejores resultados. En Dinamarca, se ha cambiado cantidad de mano de obra por calidad de la mano de obra. El conocimiento de las consecuencias técnicas de las diferentes operaciones de manejo facilitan la consecución de objetivos superiores. De su trabajo extraigo otra conclusión más: la importancia de tomarnos tiempo en encalostrar correctamente a cada lechón nacido. Asegurar el acceso a defensas y energía en las primeras horas de vida es fundamental para la supervivencia de los lechones. Si fuera necesario, debemos poner barreras físicas temporales para facilitar el acceso de los más débiles a las mejores mamas y luchar por su desarrollo. Estas maniobras les darán defensas y energía para poder estar más activos y reducir los riesgos de aplastamiento (y por lógica, de desnutrición) Muchas gracias a todos por sus aportes de calidad al Foro.
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Leonel Lazo Pérez
Universidad Central Marta Abreu - UCLV
26 de abril de 2011
Estoy de acuerdo con sus consideraciones, considero además que la alimentación en calidad y cantidad es primordial en el último tercio de la gestación, etapa en la cual ocurre el mayor desarrollo del tejido de las mamas y el crecimiento del feto, por lo que influirá sobre el peso al nacer y la vitalidad del cerdito recién nacido para ingerir calostro. Leonel Lazo
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Leonel Lazo Pérez
Universidad Central Marta Abreu - UCLV
25 de abril de 2011
Estimado profesor Marcial Velasco, ante todo un cordial saludo y gracias por interesarse en nuestro artículo. La composición del alimento de las cerdas lactantes fue un alimento concentrado que contenía un 16 % de PB, 12.56 MJ/Kg de energía digestible y 6.5 de FB. El consumo promedio diario era de 6 Kg. Los lechones consumieron un pienso de inicio ad libitum desde el 7mo día de nacido hasta el destete. Coincidimos con usted con relación a la influencia determinante de la alimentación en la cantidad y calidad de la leche, también consideramos que una alimentación predestete, con el empleo de aditivos de acción específica como promotores del crecimiento-antibióticos, probióticos, prebióticos, acidificantes, aditivos fitogénicos, etc, pueden contribuir a la reducción de procesos infecciosos y en especial los entéricos. Con relación a las condiciones ambientales proporcionada a los lechones en la zona geográfica donde se encuentra la instalación, existen un grupo de factores que a nuestro juicio, influyeron negativamente, tales como, que en las horas más frescas, la temperatura es inferior a 25.5 ° C, si tenemos en cuenta que la temperatura crítica del cerdito es inferior 32-35 ° C y unido a factores fisiológicos relacionados con la mayor cantidad de partos en horas nocturnas (en la granja no se aplica tratamiento hormonal para sincronizar los partos en horas diurna), el sistema de termorregulación inmaduro de las crías, unido a factores de manejo como deficiencias en el manejo de mantas protectoras, mal diseño de los refugios e influencia de la orientación de las naves, influyen sobre la supervivencia del lechón. Es por ello que recomendamos en este trabajo profundizar en otros factores que pueden influir en la mortalidad de las crias. Leonel Lazo
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Luisa Hernandez Medicina Veterinaria Zooctenia
11 de junio de 2012
Que buen lugar, todos los temas están muy interesantes!!
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Marcial Velasco
Marcial Velasco
29 de abril de 2011
http://www.pigprogress.net/weblog/zinc-oxide-alternatives-7012.htmlrr La información discutida en la liga disponible arriba es sobre el valor del oxido de zinc para el control de ciertas diarreas comunes en cerditos al destete. Espero les sea útil. Celebro el interes generado por el tema que inició el Dr. Perez Lazo y a donde hemos participado gente con experiencia en varios paises. En Estados Unidos y México seguimos usando el oxido de zinc con los resultados deseables Marcial Velasco
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Luisa Hernandez Medicina Veterinaria Zooctenia
29 de abril de 2011
Es muy importante en una granja porcina, donde se maneja la producción tener los factores vinculados a la mortalidad neonatal bien claros, porque así tendremos nuestra granja en optimo estado.!! Estuvo muy interesante!!.
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