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Estabilización de PRRS y recuperación de los parámetros zootécnicos de la pirámide de producción

Publicado: 11 de noviembre de 2019
Por: Manuel Toledo Castillo (Veterinario producción Grupo Francés) y Fernando Pérez García (Director Comercial GARSAN)
INTRODUCCIÓN
En las zonas de alta densidad porcina, el principal factor de riesgo para las entradas laterales del virus PRRS en las explotaciones, suele ser la distancia con respecto a otras explotaciones de ganado porcino. Por lo tanto, necesitamos disponer de herramientas que nos permitan estabilizar la explotación de la manera más rápida posible y recuperar los resultados zootécnicos que teníamos como objetivo en toda la pirámide de producción.
Descripción de la explotación
Se trata de una explotación de 500 reproductoras que está rodeada, en menos de 1km de distancia, por gran número de cebaderos, con lo que nuestro sistema de producción es muy inestable debido a las posibles entradas laterales de virus. La explotación recibe las nulíparas negativas a PRRS de una multiplicadora negativa, con un peso de 20kg. La fase de transición y cebo se realizan fuera de la explotación.
Estas futuras reproductoras son sometidas a todo el programa de adaptación sanitaria a la granja y de aclimatación productiva antes de ser introducidas en el hato reproductor.

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CLÍNICA DE LA EXPLOTACIÓN
En gestación se produce un incremento en la tasa de abortos, sobrepasando el 4%, y la fertilidad se torna muy irregular, sufriendo alteraciones semanales muy importantes.
Al mismo tiempo, en maternidad observamos un incremento de las bajas en las primeras 48 horas de vida debido a una pérdida de vitalidad en los lechones recién nacidos (Imagen 1). A su vez se observa un incremento de inflamaciones articulares y meningitis estreptocócicas a mitad de lactación.

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Imagen 1: Aumento de la mortalidad de los lechones recién nacidos.
Al final de la lactación los lechones que tienen que ser sacrificados por pérdida de condición corporal son necropsiados. En dichas necropsias se ven lesiones de poliserositis, compatibles con enfermedad de Glässer. (Imagen 2).
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Imagen 2: Poliserositis en cavidad torácica, compatible con enfermedad de Glässer.
Al paso a transición de los lechones, se produce un incremento de las diarreas post-destete, las cuales presencia a una gran mayoría de antibióticos. Seguidamente se produce un incremento de la sintomatología nerviosa, que se traduce en un aumento de la mortalidad y en una pérdida de viabilidad de los lechones, que finalmente deben ser sacrificados.
En el cebo aparecen procesos respiratorios recidivantes que hacen que tengamos un porcentaje de bajas superior al 8% y más de un 4% de animales, que deben ser sacrificados a final del engorde, ya que no pueden ser comercializados.
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Imagen 3.
La situación es insostenible, debido a las grandes pérdidas económicas que nos ocasionan la fase 2 y fundamentalmente la fase 3.
MONITORIZACIÓN SANITARIA
Planteamos inicialmente un estudio longitudinal a lo largo de la pirámide productiva para conocer los patógenos que nos afectan en cada una de las edades del animal y así establecer un protocolo de control rápido y efectivo.
Cronograma analítico:
Usamos un macerado de exudados del corte de rabo, para conocer si los lechones son virémicos a PRRS en los primeros días de vida.
Efectuamos analíticas de sangre de los lechones entre las 3/6/9 semanas de vida para conocer el estatus de la línea de producción frente a virus PRRS.
Se envían pulmones en toda la fase para conocer los posibles agentes primarios o secundarios que pueden estar interviniendo en el desarrollo de los animales tanto en transición como en cebo.
Resultados de las analíticas y protocolo de acción:
Las primeras analíticas sobre el macerado de colas nos indican que los animales se encuentran virémicos al nacimiento (Tabla 3), por lo tanto, el primer abordaje es la vacunación masiva de las cerdas frente a virus PRRS, para conseguir negativizar los lechones al nacimiento como inicio de la estabilización de la granja.
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Tabla 3: Macerado de colas de lechones  de entre 1 a 3 días de vida, en el que se observa animales virémicos desde el nacimiento.
Posteriormente, 4 semanas después de la vacunación de las reproductoras con Suvaxyn PRRS MLV, monitorizamos los lechones en los primeros días de vida para poder comenzar la vacunación de los mismos. (Tabla 4)
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Tabla 4: Macerado de colas de lechones procedentes de cerdas vacunadas (transcurrido un mes de la vacunación en sábana del efectivo reproductor).
Qué elementos consideramos muy importantes para conseguir la estabilización de la explotación y la reducción de la sintomatología clínica.
  • Una vez estabilizados los lechones al nacimiento, por la vacunación que hemos realizado a todas las reproductoras, procederemos a la vacunación de todos ellos entre los 3 y 5 días de vida, ya que uno de los factores que consideramos de mayor importancia para el funcionamiento de la vacunación de los lechones, es el tiempo desde la vacunación hasta la infección de los animales.
  • Otro factor a tener en cuenta es que los animales vacunados frente a los no vacunados con diferentes vacunas, coincide en todos los estudios, con una reducción de la viremia tanto en carga de excreción como en días de duración de la misma.
  • En los animales vacunados, sí que observamos que con respecto al lote de animales no vacunados, la respuesta a los antibióticos era mucho mejor, la gravedad de la clínica (sintomatología respiratoria y neurológica) se reducía, aunque era preciso realizar tratamientos vía oral en el agua a los animales, tanto para la meningitis estreptocócica, como para enfermedad de Glasser
El objetivo que perseguimos realizando una vacunación masiva de reproductoras y lechones es el de intentar alcanzar los resultados productivos que teníamos antes del inicio del proceso y la mejora de los indicadores zootécnicos en toda la pirámide, ya que la granja no tiene nada explosivo. Es un problema que se ha cronificado y esta enquistado en la granja, y solo los malos datos productivos, nos hacen ver la dimensión que tiene el problema en nuestros costes de producción.
Destacar que todas estas acciones deben complementarse con medidas de manejo que deben de ser lo más estrictas posibles, para limitar el impacto de la enfermedad, ya que la eficacia de las vacunas en el control de la patología de esta enfermedad se ve reducida si no existe esta complementariedad entre la vacunación y unos protocolos de manejo estrictos, logrando así minimizar el impacto económico.
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Tabla 5. Información sobre la infección por vPRRS, esencialmente para las prácticas de Bioseguridad.
PROCEDIMIENTOS DE MANEJO:
Se han propuesto distintas medidas de control, que se listarán divididas por las distintas fases de producción:
1- Futuras reproductoras:
Con respecto a la entrada de nulíparas se cierra la entrada durante 4 meses, ya que tenemos reposición en crecimiento. De esta manera podemos realizar la fase de crecimiento de nulíparas en un sitio externo para una vez estabilizada la granja proceder a la entrada de primerizas de mayor peso y así efectuar su adaptación a la misma. Cerrar la granja a la entrada de nulíparas, es clave para poder contener que tengamos un elemento de trasmisión vertical en la granja incidiendo de manera continua
2- Maternidad:
  • Seguir estrictamente un protocolo de ‘todo dentro-todo fuera’. 
  • Vaciar, limpiar y desinfectar las fosas de purines entre lotes.
  • Limpieza exhaustiva de las parideras.
    • Ventanas por dentro y por fuera.
    • Tubos de alimentación y agua.
    • Slat: en los laterales de los slat es en donde mayor acumulación de materia orgánica observaba.
    • Comederos y bebederos, sin ningún tipo de restos.
    • El techo de las parideras y las paredes laterales, aunque no tengan contacto con los animales.
    • Observar lugares donde tras la desinfección se observe desarrollo importante de moscas, pues seguro serán zonas donde no se ha limpiado correctamente.
  • Lavar las cerdas con espuma antes de su entrada en maternidad con una pistola de baja presión.
  • Utilizar adopciones solamente en caso necesario, y únicamente en las primeras 36 horas. 
  • No retrasar el destete de lechones: los movimientos de lechones desde más edad a menor edad son uno de los mayores riesgos de que la enfermedad se establezca de manera endémica en la granja.
3- Manejo en transición:
  • Vaciar, limpiar y desinfectar las fosas de purines entre lotes, y realizar un estricto manejo “todo dentro-todo fuera”.
  • La transición es una etapa crítica, y por lo tanto el manejo de los flujos de animales debe ser estricto, no se pueden dejar animales retrasados en el sistema
  • Efectuar un procedimiento de limpieza que sea semejante al que empleamos en maternidad, para reducir de manera notable la contaminación de los edificios, slats, paredes, techos.
  • Mejorar la calidad del aire y establecer protocolos de ventilación adecuados controlando los niveles de gases perjudiciales (amoniaco, dióxido de carbono).
  • Mejorar el control de temperatura evitando generar gases, por un mal empleo de la ventilación mínima.
  • Flujos de salida de los lechones, sin vueltas hacia atrás de animales de menos peso.
4- Manejo en cebo
  • Control ambiental, aumentando la ventilación y el confort térmico de los lechones entrados en el cebo.
  • Vaciar, limpiar y desinfectar las fosas de purines entre lotes, y realizar un estricto manejo “todo dentro-todo fuera”.
  • Limpieza de los silos y aplicación de formaldehido, y de las conducciones de agua mediante dióxido de cloro.
  • Establecer un programa de higiene, limpieza, desinfección, desinsectación y desratización, y chequear que se implemente de manera correcta.
Monitorización en transición
En primer lugar y aprovechando el verano, la lechonera fue vaciada, limpiada y desinfectada, y los lechones se trasladaron a un cebadero que se adecuo para este fin, con el objeto de limitar el tiempo para la estabilización.
A través de fluidos orales se observa que los animales son positivos a ELISA (Tabla 6) y negativos a PCR (Tabla 7), por lo que asumimos que todo el proceso de infección y viremia venia de la granja y de la transición.
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Tabla 6: ELISA fluidos orales de lechones vacunados.

 
 
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Tabla 7: PCR fluidos orales de lechones vacunados.
RESULTADOS:
  • En la fase 1 tenemos una mejora de la calidad de los lechones al nacimiento, y esta la valoramos por el aumento de la vitalidad. El nivel de abortos se reduce hasta el 1,4% y la fertilidad de la granja se sitúa en 91%. Los lechones al destete ya no presentar artritis ni toses al final de la lactación.
  • La vacunación de los lechones en los primeros días de vida con la vacuna Suvaxyn PRRS MLV nos proporciona una ventaja a la hora de estabilizar el flujo de los animales en las dos primeras semanas tras el destete, por estar registrada para el primer día de vida.
  • Usar esta cepa vacunal que tiene la vacuna Zoetis (cepa 96v198), ocasiona que tengamos que usar una PCR que difiere la cepa vacunal de la cepa de campo, ya  que esta vacuna, da lugar a viremia en los animales detectable en las pruebas (Tabla 8) (es necesario realizar una PCR, diferenciadora).
  • El mayor impacto lo tenemos en la transición ya que las lesiones y la recuperación clínica de los animales antes de la vacunación era muy mala. Por lo tanto, seguimos teniendo algunos fallos. Pese a todo, la respuesta al tratamiento mejora, el índice de saldos baja y las bajas se sitúan en el 3,5%.
  • Se puede observar un repunte de animales virémicos en la semana 9 de vida, sin duda debido a que animales retrasados en transición han sido movidos hacia atrás, las pautas de manejo se van relajando con el tiempo y volvemos a la casilla de origen.
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Tabla 8 Sueros de lechones de 3/6/9 semanas de vida.
CEBO
  • En el cebo la evolución de los animales es la esperable, sin problemas específicos que no sean las incidencias propias de cualquier cebo. Sí que hemos medicado menos, y el crecimiento y las bajas han sido las mismas que tenemos en el resto de las pirámides de la compañía.
  • Inicialmente a la entrada de los animales vacunados tenemos algún problema de meningitis estreptocócica serotipo 1, debidas, suponemos, al estrés del transporte.
  • A los 15 días de su entrada al cebo, los animales tienen un excelente comportamiento, y se produce una fuerte reducción de los procesos respiratorios y entéricos que habían tenido anteriormente.
  • Se efectuó una analítica por cierta sintomatología de estornudos a la entrada en cebo, para descartar rinitis. (Tabla 9).
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Tabla 9 PCR-REAL TIME para rinitis de lechones de 9 semanas, en la que se aprecia un resultado negativo para la enfermedad.

CONCLUSIONES:
  • La vacunación de madres y lechones para la estabilización y la recuperación de parámetros zootécnicos en granjas afectadas, puede ser una herramienta muy útil, pero es necesario implementarla con medidas de manejo y control de flujos, ya que la vacunación por si sola es poco eficiente.
  • La horquilla de tiempo de que dispongamos entre la vacunación de los lechones y la infección por PRRS de los mismos tiene una gran importancia para nosotros, ya que, a más tiempo trascurrido, los animales tienen un mejor comportamiento en todas las fases.
  • Monitorizar como se realiza la vacunación es de vital importancia, ya que, cosas tan simples como una reconstitución de la vacuna, pueden ser un factor de riesgo si se presupone que el personal de la granja tiene los conocimientos necesarios para realizarlas correctamente. Por lo tanto la dirección y la supervisión de todas las tareas que se hacen en la granja es de vital importancia y hay que dedicarle el tiempo necesario.
  • El control de PRRS, sigue siendo muy desalentador para los veterinarios. Durante aproximadamente 6 semanas no podemos hacer nada, ya que en numerosas ocasiones la enfermedad sigue su clínica y no funciona ninguna de las medidas que instauramos en la granja.
  • Las reproductoras se estabilizan a nivel reproductivo y productivo con la vacunación en masa de reproductoras y lechones, alcanzando los niveles productivos que tenían antes de que se produjeran todas las desviaciones productivas debidas al virus
  • En granjas que ya se está realizando un protocolo de vacunación y bien debido a fallos en los manejos de los flujos de los animales, ya sea en la fase de lactación como en transición, la enfermedad suele tener un impacto que aunque no sea clínicamente muy evidente, tiene un gran coste económico.
  • Finalmente, recalcar que la vacunación en masa de madres y lechones, unida unas pautas de manejo adecuadas, es muy útil para acortar el tiempo de estabilización de la granja y reducir el impacto productivo en la medida de lo posible; asimismo, ayuda a corregir los resultados productivos en las fases de transición y cebo, y esta parte para nosotros es la que tiene más peso económico.
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Autores:
Manuel Toledo Castillo
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