jajajaja tienes un problema con el rancho, Víctor.
demasiado bonito. aguas frías y excelentes paisajes.
no podrás dejarlo jamás. donde vayas será peor.
saludos.
Gracias René, es la tierra que nos dejaron mi Padre y mi Abuelo, ahora lo trabaja mi hermano y cada fin de semana voy para alla y trabajo en el, cuando me retire de mi acual empleo me voy a vivir allá, es mi pasatiempo y me ayuda a olvidarme del estres de la ciudad.
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René Solis
24 de septiembre de 2014
buena idea Víctor.
mi plan fue algo parecido. cambié unas tierras que compré hace muchos años, por otras mejor ubicadas, y de esa forma pude escapar de "la trampa" (como le llamaba) a la estresante vida de ciudad.
el problema tal vez no está en la ciudad, la oficina o donde sea, sino en nuestro origen. aunque nos hayamos formado en la ciudad, si en la infancia nos identificamos con un espacio (el rancho para el caso), y lo hicimos "nuestro lugar" (tú lugar), quedamos indivisiblemente ligados a el.
saludos.