Explorar
Comunidades en español
Anunciar en Engormix

Productividad y autonomía en sistemas de producción ovina: dos propiedades emergentes de los agroecosistemas

Publicado: 4 de enero de 2006
Por: Julio Vilaboa Arroniz, Pablo Díaz Rivera, Diego E. Platas Rosado, Eusebio Ortega Jiménez, Miguel A. Rodriguez Chessani. Investigación de tesis del Programa de Maestría en Ciencias en Agroecosistemas Tropicales. Colegio de Postgraduados, Campus Vera
Resumen
El bajo rendimiento de carne por animal y la excesiva dependencia de insumos como: mano de obra y alimentos; así como altos costos de producción en los sistemas de producción ovina y el desconocimiento del grado de independencia de éstos son limitantes para la competividad de las empresas pecuarias. El objetivo de este estudio fue realizar un análisis de la productividad y la autonomía de dos sistemas de producción ovina en el estado de Veracruz, México bajo el enfoque en agroecosistemas. Durante el año 2004, se analizaron éstas propiedades emergentes (productividad y autonomía) de dos granjas ovinas ubicadas en la zona centro del estado de Veracruz.

La productividad se evaluó en base a la eficiencia biológica, considerando: la producción de carne por hectárea por año (Pc/ha/año) y conversión alimenticia global (CA). La autonomía se investigó en: autonomía laboral (Al), autonomía alimentaria (Aa) y autonomía económica (Ae) considerando: tipo de mano de obra utilizada; alimentos producidos en el sistema y alimentos totales utilizados convertidos a valor monetario; proporción total de insumos producidos en la granja y el total de insumos utilizados transformados a valor monetario. Se aplicaron técnicas de entrevistas semi-estructuradas como parte de la metodología. Para la granja “A” la Pc/ha/año fue de 917.8 kg y 32.8 kg/oveja/año y la CA de 0.01. La Al, Aa y Ae fue del 0%, 40.5% y 18.5%, respectivamente. Para la granja “B” la Pc/ha/año fue de 380.9 y 57.2 kg/oveja/año, y la CA de 0.01. La Al, Aa y Ae 42.4%, 71.1% y 52.3%.

Introducción
Durante muchos años el concepto de productividad ha estado asociado básicamente a la actividad industrial y su utilización se ha limitado en otras áreas que no se clasifican como tal; entendiendo a ésta como los resultados logrados en base a los insumos y recursos empleados (Carballal, 2001); reflejando la mejor forma en que son utilizados los recursos para crear salidas a otros procesos o generar productos terminados (Aguado, s/f). Sin embargo, en los sistemas de producción pecuaria, y particularmente de ovinos, la productividad tiene gran relevancia; ya que, de ser sistemas de producción en descuido, de traspatio y de alcancía, la ovinocultura en nuestro país, está pasando a ser una actividad agropecuaria rentable y competitiva (Salas, 1997 y Cruz, 2003).
A su vez, en el trópico mexicano, existe gran diversidad de agroecosistemas que permiten la participación de los ovinos para proporcionarle al sistema una mayor diversificación económica, ya que, al integrar los elementos agrícolas y pecuario, éstos interactúan de tal manera, que se complementan recíprocamente (Díaz, 1999). Considerando el nivel tecnológico alcanzado, los sistemas de producción ovina se pueden clasificar en: extensivos, semi-intensivos e intensivos, sistemas asociados a la ganadería, huertos frutales perennes y sistemas silvopastoriles (Díaz, 1999). La ovinocultura es una actividad económica de suma importancia en el estado de Veracruz; ya que ocupa el tercer lugar como productor a nivel nacional; sin embargo, a nivel mundial, la producción de carne de ovino en México sólo representa el 0.4% del total mundial (SAGARPA, 2004).

En el caso de los agroecosistemas, la autonomía hace referencia a la independencia que puede tener el agroecosistema a factores externos (mano de obra, alimentos, comercio, precios de insumos, factores sociales, etc.); es decir, medir el grado de autosuficiencia con respecto a su entorno; ya que al reducir éstos la autosuficiencia del sistema de producción será mayor. La importancia de ello, radica en que la alimentación puede significar el 50% de los costos de producción (Shimada, 1987); éstos conjuntamente con la mano de obra y la sanidad del rebaño representan más del 60% de los costos de producción (Hernández, 2002 y Berumen, 2004). Según Astier (1997) la autonomía es definida como el porcentaje de gastos de insumos cubiertos con producción propia. El ISEC (2000), considera a la autonomía inseparable de la sostenibilidad, de modo que puede caracterizarla observando el grado mayor o menor de dependencia de entradas (inputs) externos (energía, materiales o información). Considerando que cuanto más baja sea la dependencia y más alto el nivel de autosuficiencia mayor será el grado de autonomía y autodependencia del agroecosistema. Mayor autonomía no significa mayor competitividad económica, pero sí mayor capacidad de amortiguar impactos externos, por ejemplo aumento en los precios de los insumos.

En este estudio, se analiza el agroecosistema (unidad de estudio) a nivel granja. Dicho agroecosistema debe contar o tener la capacidad de generar la mayor parte de los insumos (alimenticios, energéticos, financieros, humanos, etc.) necesarios para producir bienes y servicios que satisfagan las necesidades del “controlador del sistema” (productor, familia, administración, directiva, etc.) con la finalidad de vender al mercado el excedente de la producción que le genere un ingreso económico aceptable para éste y su familia. El desconocimiento de la productividad y la autonomía en los diferentes sistemas de producción impide al productor la toma de decisiones adecuadas que ayuden a incrementar los volúmenes de producción.

Para este trabajo se conceptuó a la productividad como: la eficiencia biológica de un sistema de producción. Ésta se midió en base a la producción de carne por hectárea por año y a la conversión alimenticia (kilogramos totales de carne producidos entre la cantidad total de alimento suministrado). La producción total de carne considera tanto los kg de carne producidos para la venta como el cambio de inventario, el cual se define como el número y clase de ganado contabilizados al principio y al final del año y del valor monetario promedio de cada clase durante el año; pudiendo ser este valor positivo o negativo (Wadsworth, 1997). La autonomía, se clasificó como el grado de dependencia del exterior de las entradas (energía, dinero, información, materiales, recursos humanos) para el funcionamiento del sistema de producción.
Para ello, se separó en: autonomía laboral, autonomía alimentaria y autonomía económica. La autonomía laboral, se consideró como la proporción de jornales generados por la unidad familiar entre el número de jornales totales utilizados. La autonomía alimentaria, como la proporción de alimentos producidos en el sistema entre alimentos totales utilizados y la autonomía económica como la proporción total de insumos producidos en el sistema entre el total de insumos utilizados; todos estos conceptos convertidos a valor monetario. El objetivo de este estudio fue determinar productividad y la autonomía de dos sistemas de producción ovina en el estado de Veracruz, México bajo el enfoque en agroecosistemas.

Marco Teórico Conceptual
Una propiedad emergente es una característica o cualidad particular que nace del mismo agroecosistema que lo identifica y lo diferencia de otros sistemas o agroecosistemas. Concibiendo al agroecosistema como un sistema ecológico modificado en menor o mayor grado por el hombre para la utilización de los recursos naturales en los procesos de producción agropecuarios.
Del mismo modo, el agroecosistema es la unidad de análisis y su contexto donde se observan la totalidad de los factores que lo integran (Conway, 1985 y 1990; ISEC, 2000). Según Conway (1987) las propiedades emergentes de los agroecosistemas son productividad, definida como la cantidad de productos que salen o se obtienen del agroecosistema con un valor determinado en especie que posteriormente puede ser convertido a capital; estabilidad, entendiéndose como la constancia de la producción durante un periodo corto de tiempo (de ciclo a ciclo de cultivo o de ciclo reproductivo de animales) a pesar de diferentes factores externos al agroecosistema (política, economía, influencia de otros agroecosistemas, etc.); equidad, refiriéndose a la distribución de la productividad del agroecosistema entre los beneficiarios humanos dependiendo de la estructura social donde se encuentre ubicado (Marten, 1988).
Posteriormente Conway (1985) y Marten (1988) integran a la autonomía como una propiedad emergente de los agroecosistemas, refiriéndose al grado de integración del agroecosistema y se relaciona al movimiento de materiales, energía e información entre los componentes hacia dentro o fuera del agroecosistema y al control de esos flujos.

Materiales y Métodos
Se recurrió a las herramientas metodológicas de Diagnóstico Rural Rápido y Análisis de Agroecosistemas (Conway, 1985), utilizando las técnicas de la entrevista semi-estructurada, entrevista de preguntas abiertas (con guía de preguntas) para caracterizar al productor, el sistema de producción y determinar la productividad y el grado de autonomía de cada uno de los agroecosistemas ovinos; se utilizaron varios formatos para el registro de la información referente a mano de obra (cantidad erogada), inventario de ganado al inicio y al final del año (cambio de inventario en kilogramos), registro de la cantidad de alimento suministrado en la suplementación; así como su costo económico; y formatos económicos como: inventario (activos), producción de carne en kg; así como, costos variables de cada una de las granjas para determinar la autonomía económica.

Se realizaron visitas periódicas mensuales a cada una de las granjas en estudio durante el año 2004. Para calcular la productividad y el grado de autonomía en los dos agroecosistemas ovinos (granjas) se utilizaron las siguientes funciones:

Pc/ha/año= kctp/Sr

Donde:

PC/ha/año= producción de carne por hectárea por año (en kg); kctp = kilogramos totales de carne producidos al año; Sr = superficie dedicada al rebaño

CA= kctp/kta

Donde:
CA = conversión alimenticia; kctp = producción total de carne por año (en kg); kta = alimento total suministrado por año (en kg).

Los kilogramos de materia seca (MS) y materia verde (MV) que consumió el rebaño se estimaron en base a los requerimientos de materia seca (MS) de cada grupo de animales acorde a su etapa fisiológica, a la cantidad de suplemento proporcionado en cada etapa fisiológica así como al número de días de suplementación a cada grupo de animales. Los requerimientos de kg MS/día/animal se basaron en lo estimado por Shimada (1987). Los kg de MS contenidos en el suplemento durante el año son producto de los kg alimento requerido por cada grupo de animales durante el año por el contenido de MS en el suplemento (90%). Los kg totales de MS requeridos al año se estimaron mediante la siguiente ecuación: Número de animales por los requerimientos de MS/animal/ día por los días de suplementación. Los kg de MS aportados por los pastos se obtuvieron de la diferencia entre los kg totales de MS requeridos al año menos los kg de MS aportados por el suplemento entre el porcentaje de MS contenido en los pastos (Tabla II y III).

Al = (Jf / JTu) * 100
Donde:
Al= Autonomía laboral en %; Jf = Jornales familiares utilizados en $; JTu = Jornales totales utilizados en $

Aa = (Ap / ATu) * 100
Donde:
Aa = Autonomía alimentaria en %; Ap = Alimentos producidos en el sistema en $; ATu = Alimentos totales utilizados en $

Ae = (Ip / ITu)* 100
Donde:
Ae = Autonomía económica en %; Ip = Insumos producidos en el sistema en $; ITu = Insumos totales utilizados en $

Tabla I. Cantidad y Costo Total de Jornales utilizados en las granjas “A” y “B” en el año 2004

Concepto
Granja “A”
Granja “B”
Mano de Obra*
Nº de jornales
Costo Total ($)
Nº de jornales
Costo Total ($)
PermanenteJ
576
64,800
504
33,600
EventualT
937
55,840
120
12,000
Familiar
0
0
504
33,600
Total
1,033
120,64
1,128
79,200

* Mano de obra permanente: jornales/día. (MOP)= 6 días de jornal.
J Mano de obra eventual: jornales/día. (MOE)= granja “A” $ 50-150, granja “B” $ 100
T Mano de obra familiar (MOF): jornales/semana. (MOF)= granja “A” $ 0, granja “B” $700 (lunes-sábado)

Tabla II. Requerimientos nutricionales de materia seca (MS) de cada grupo de animales acorde a su etapa fisiológica, a la cantidad de suplemento proporcionado para la granja “A”. Año 2004.

Ganado
animales
Requerimiento kg MS x día x animal Días Kg MS suplemento x año Kg Totales MS requeridos al año Kg Materia Seca (MS) de pastos Kg Totales Materia Verde (MV)
Vientres 280 1.46 365 36,792.0 149,212.0 112,420.0 562,100.0
Corderos 147 0.911 30 793.8 4,017.5 3,223.7 16,118.6
Primalas 34 1.3 300 2,754.0 13,260.0 10,506.0 52,530.0
Primales 0 1.3 300 0 0 0 0
Sementales 8 2.8 365 1,130.0 8,176.0 7,046.0 35,229.8
Total 392 41,469.8 174,665.5 133,195.7 665,978.4

Tabla III. Requerimientos nutricionales de materia seca (MS) de cada grupo de animales acorde a su etapa fisiológica, a la cantidad de suplemento proporcionado para la granja “B”. Año 2004.

Ganado
animales
Requerimiento
kg MS x animal x día
Días Kg
MS suplemento x año
Kg
totales MS requeridos al año
Diferencia
de MS (aporte de pastos)
Kg
totales Materia Verde(MV)
Ovejas vientre 356 1.46 110 5,286.6 189,712.4 184,425.8 922,129.0
Corderos 164 0.911 50 738.0 8,964.2 8,226.2 41,131.2
Primalas 134 1.3 180 5,427.0 41,808.0 36,381.0 181,905.0
Primales 139 1.3 180 5,629.5 43,368.0 37,738.5 188,692.5
Sementales 5 2.8 365 821.2 5,110.0 4,288.7 21,443.7
Total 798     17,902.3 288,962.6 271,060.3 1´355,301.4
Materia verde: (kg totales MS requeridos al año – kg MS suplemento por año)/20% 20%= % MS forrajes

Granja “A”
La granja “A” utiliza un sistema de producción semi-intensivo, manejan en promedio 390 ovinos (280 vientres) de las razas Saint Croix, Dorper y Kathadin. Cuenta con una superficie de 14 ha de riego, donde el 71.4% (10 ha) está ocupada para la actividad ovina de las cuales 3 ha son de pasto Taiwán (Pennisetum purpureum var. Taiwán), 3 ha de pasto Pangola (Digitaria decumbens), 1 ha de Tanzania (Panicum maximum var Tanzania), 1 ha de pasto Insurgente (Brachiaria brizantha), 2 ha de maíz para ensilado, 1 ha de instalaciones y corrales de engorda. Cada ha de pradera se encuentra dividida en 7 secciones de 14 m de ancho por 100 m de largo mediante cerco eléctrico que le permiten 1 día de pastoreo en cada sección (280 vientres). Se suplementa 350 g/animal/día en corrales a base de maíz (83%), soya (15%) y sales minerales (2%) a las hembras próximas al parto, corderos destinados al abasto y sementales.

Granja “B”
La granja “B” utiliza un sistema de producción extensivo, manejan en promedio 893 ovinos (356 vientres) de las razas Pelibuey, Black Belly y Kathadin. Cuenta con una superficie de 100 ha de temporal, de las cuales un 53.5% (53.5 ha) es ocupado para la actividad ovina; de éstas últimas 21 ha son de gramas nativas (Paspalum sp y Axonopus spp.), 25 ha de pasto Insurgente (Brachiaria brizantha), 2 ha de pasto humidícola (Brachiaria humidícola), 2 ha de pasto Estrella de África (Cynodon plectostachyus), y 3.5 ha de Kudzú (Pueraria phaseloides) como banco de proteína. Se suplementa en 150 g/animal/día en corrales con ración alimenticia compuesta por un 70 a 90% de sorgo o maíz y un 10 a 30% de soya. Suministrado a ovejas lactantes, corderos en desarrollo y destinados al abasto, sementales y animales enfermos.

Resultados

Granja “A”
Producción de carne (Pc/ha/año). Para el año 2004, se vendieron en esta granja 9,743 kg de carne, de los cuales 9,178 fueron producidos por los 280 vientres, y 565 kg fueron sustraídos del inventario del hato (cambio de inventario). Aplicando la ecuación Pc/ha/año= kctp/Sr se obtuvieron 917.8 kg de carne por ha por año; mientras la producción de carne por oveja por año fue de 32.8 kg. Estos resultados indican una alta producción de carne por hectárea, que se considera bastante aceptable para un sistema de producción intensivo; mientras que la producción por vientre puede ser considerada baja. Esta sub-utilización de los vientres está asociada con la venta de una menor cantidad de borrego finalizado y una alta extracción de primalas, lo cual fue debido a que la relación de nacimientos de hembras y machos se mantuvo a la par, pero no se mantuvieron hembras para reemplazo de la granja.

Conversión alimenticia (CA). En este mismo periodo se utilizaron 46,074kg (41,469.8 kg de MS) en la suplementación de una ración conformada por maíz (83%), soya (15%) y sales minerales (5%); teniendo una CA parcial de 0.20; considerando los kg totales de carne producidos entre los kg totales de suplemento utilizados, lo cual indica que por cada kilogramo de alimento se produjeron 200g de carne. Los kilogramos de materia seca (MS) y materia verde (MV) que consumió el rebaño se estimaron en base a los consumos voluntarios de materia seca (MS) de cada grupo de animales, a la cantidad de suplemento proporcionado, así como al número de días de suplementación. Los kg totales de MV utilizados fueron de 665,978.4 (133,195.7 kg de MS). Aplicando la ecuación CA= kctp/kta los kilogramos totales de carne producidos fueron 9,178 y los kg totales de alimento utilizados fueron de 712,052.4 (174,665.5 de MS) dando como resultado una conversión alimenticia de 0.01 en MV considerando tanto la suplementación como el pastoreo.

Autonomía Laboral (Al). El dueño de la granja, se dedica en un 100% a actividades extra-finca, tiene estudios a nivel licenciatura. Las actividades extra-finca no tienen ninguna relación con la actividad ovina en cuanto a movimientos de capital. El dueño no participa en ninguna de las actividades de la granja. De la actividad ovina, el dueño depende económicamente en un 40%. Sin embargo, en la actualidad, dependen de la granja 5 familias; debido a que cuenta con 2 trabajadores permanentes (MOP), 3 eventuales (MOE) y el administrador; la mano de obra familiar (MOF) no tiene participación en las actividades productivas de la finca. El precio del jornal por día es de $100, pero los fines de semana son pagados a $150 por día. Es decir un trabajador permanente gana $800 por semana y el otro tiene un ingreso de $600 por semana. El número de trabajadores eventuales es muy variable dependiendo de las actividades que se realicen durante cada semana dentro de la granja; se puede estimar que ocupan entre 40-120 jornales por mes tomando en consideración lo anteriormente expuesto; este aspecto puede ser considerado el punto crítico de la empresa. Los salarios de los trabajadores eventuales es entre $50 y $150 dependiendo de la actividad que realicen el día en que son contratados. Los costos totales de mano de obra utilizados (Tabla I) en el sistema fueron de $ 120,640 de los cuales el 53.7% son costos de mano de obra permanente y el 46.3% corresponden a costos de mano de obra eventual; ya que la mano de obra familiar no tiene participación en la granja y esto convertido a valor monetario es igual a cero; aplicando la ecuación de autonomía laboral (Al = Jf / JTu * 100), ésta es igual a cero para la granja “A”; es decir, depende en un 100% de mano de obra externa al sistema para su funcionamiento, en este rubro es 0% de autonomía. Además cabe resaltar que se tiene un costo anual por vientre de $ 231.4 de MOP y de $ 199.4 de MOE resultando un total de $ 430.9 de costo de mano de obra total utilizado en el sistema por vientre.

Autonomía Alimentaria (Aa). Se utilizó pastoreo y suplementación (energética-proteica y mineral); en proporciones de maíz (83%), soya (15%) y sales minerales (2%); suministrando 350 g/animal/día. Durante el 2004, el porcentaje de suplementación fue de 21.8% y 78.2% de pastoreo; utilizando 46.0 toneladas aproximadamente de alimento en la suplementación donde los ingredientes (maíz-soya) ocupan 90.6% de esta cantidad; el resto se compone de alimentos comerciales y sales minerales con un valor de $ 97,748.2. Se utilizaron 666 toneladas de pasto (materia verde), estimados en base a los consumos voluntarios de materia seca (MS) de cada grupo de animales acorde a su etapa fisiológica, a la cantidad de suplemento proporcionado, así como al número de días de suplementación (Tabla II), con un valor de $66,597.8 en la alimentación resultando un costo total de alimentación de $ 164,346.0. Es decir se tiene un costo anual por vientre de $ 349.1 por concepto de suplementación y de $ 237.9 por concepto de pastos. Se tiene un consumo aparente de 110.2 kg de suplementos por animal. Aplicando la ecuación de autonomía alimentaria (Aa = Ap / ATu * 100) el costo de los alimentos producidos en el sistema fue de $66,597.8 y el valor total de los alimentos utilizados fue de $ 164,346.0 (Tabla IV); teniendo como resultado una Aa del 40.5%; es decir, la unidad de producción genera internamente el 40.5% del valor de los insumos alimenticios totales para el funcionamiento del sistema; dependiendo en un 59.5% de insumos alimenticios externos.

Autonomía Económica (Ae). Los conceptos de mano de obra, insumos, ingredientes alimenticios y medicamentos representan 88.9% de los costos de producción (CV), el resto se compone de conceptos como servicios profesionales, reparación de instalaciones, maquinaria y equipo entre otros. La mano de obra es asalariada, en su totalidad así como los servicios profesionales, lo que le representa el 41.2% de sus costos variables. El 33.4% de los costos de producción corresponde a insumos e ingredientes alimenticios, de los cuales el 25.7% corresponde a la compra de ingredientes para la suplementación como: maíz y soya principalmente; el 7.2% a alimentos procesados como alimentos concentrados; y el 0.5% a la adquisición de sales minerales. Los costos por medicamentos, herbicidas y plaguicidas representan el 13.3%, en ellos el mayor porcentaje fue en la compra de fertilizantes (4.1%) y medicamentos varios (3.8%), que incluye: analgésicos, antidiarreicos y antibióticos. Aplicando la ecuación de autonomía económica (Ae = Ip / ITu* 100) los insumos producidos en el sistema convertidos a valor monetario fue de $66,597.8 por concepto de pastos y el valor total de los insumos utilizados en el sistema fue de $ 359,037.2 (Tabla V) por concepto de costos de producción (CV); teniendo como resultado una Ae del 18.5%; es decir, el sistema de producción depende en un 81.5% de insumos externos para su funcionamiento (Tabla VI).

Tabla IV. Cantidad y costo total de alimentación utilizados en las granjas “A” y “B” durante el año 2004

Concepto
Granja “A”
Granja “B”
Cantidad (Ton)
Costo total ($)
Cantidad (Ton)
Costo total ($)
Suplemento
46.1
97,748.2
19.9
55,125.0
Pasto
666.0
66,597.8
1355.3
135,530.2
Total
712.1
164,346.0
1375.2
190,655.2

Granja “A”. Suplemento: maíz, soya, sales minerales y productos comerciales
Granja “B”. Suplemento: maíz, soya, sorgo, sales minerales y productos comerciales

Tabla V. Valor monetario y porcentaje de insumos producidos, adquiridos y totales utilizados en las granjas “A” y “B” durante el año 2004

Concepto Granja “A” Granja “B”
Valor monetario ($)
%
Valor monetario ($)
%
Insumos producidos en el sistema 66,597.8 18.5 181,130.2 52.3
Insumos adquiridos fuera del sistema 292,439.4 81.5 210,642.6 47.7
Insumos totales utilizados 359,037.2 100.0 346,172.8 100.0

Insumos producidos en la granja “A”: pastos.
Insumos producidos en la granja “B”: pastos $ 135,530.1; mano de obra familiar $ 33,600.0; servicios profesionales $ 12,000.0

Tabla VI. Autonomía y dependencia de insumos externos al sistema de producción de las granjas “A” y “B” durante el año 2004
Indicador
Granja “A”
Granja “B”
(%) autonomía (%) dependencia
(%) autonomía (%) dependencia
Al
0
100
42.4
57.6
Aa
40.5
59.5
71.1
28.9
Ae
18.5
81.5
52.3
47.7
Al, Autonomía Laboral; Aa, Autonomía alimentaria; Ae, Autonomía económica

Granja “B”
Producción de carne (Pc/ha/año). Durante el año 2004, los 356 vientres de la granja, en una superficie de 53.5 ha produjeron 20, 379 kg de carne de los cuales 14,119 fueron producidos para la venta y 6,260 kg fueron utilizados para reemplazo del mismo sistema para un cambio de inventario positivo. Aplicando la ecuación Pc/ha/año= kctp/Sr se obtuvieron 380.9 kg de carne por ha por año; producción que puede ser considerada baja, pero acorde a las producciones de sistemas extensivos; mientras la producción de carne por oveja por año fue de 57.2 kg; cantidad que puede ser considerada alta para este tipo de sistemas de producción extensivos.

Conversión alimenticia (CA). En este mismo periodo se utilizaron 19,893 kg (17,902.3 kg de MS) en la suplementación de una ración conformada por maíz-sorgo (80%), soya (15%) y sales minerales (5%); teniendo una CA parcial de 1.0; es decir, se produjo un kg de carne por cada kg de suplemento utilizado, considerando los kg totales de carne producidos entre los kg totales de suplemento utilizados. Los kilogramos de materia seca (MS) y materia verde (MV) que consumió el rebaño se estimaron en base a los consumos voluntarios de materia seca (MS) de cada grupo de animales, a la cantidad de suplemento proporcionado así como al número de días de suplementación (Tabla III). Los kg totales de MV utilizados fueron de 1´355,301.4 (271,060.3 kg de MS). Aplicando la ecuación CA= kctp/kta los kilogramos totales de carne producidos fueron 20,379 y los kg totales de alimento utilizados fueron 1´375,194.4 (288,962.6 kg de MS) dando como resultado una conversión alimenticia de 0.01 considerando tanto la suplementación como el pastoreo.

Autonomía Laboral (Al). La granja es de tipo familiar (hermanos) conformados como socios. Estos socios cuentan con estudios a nivel licenciatura; la sociedad es 50% en todos los ingresos y egresos de la granja. Los socios realizan actividades extra-finca, estas actividades no tienen ninguna relación con la actividad ovina en cuanto a movimientos de capital; ya que son consideradas actividades independientes. Dependen económicamente en un 50% de la actividad ovina. La administración es familiar; la mano de obra es de tipo mixto (familiar y contratada). Cuenta con un trabajador fijo (ovejero) con un salario de $600/semana, un trabajador que se ocupa solamente los fines de semana con un salario de $100/día. Sin embargo, se ocupa un promedio de 1 a 3 trabajadores eventuales (enero-abril) en el establecimiento de praderas y reparación de cercos.
A este tipo de mano de obra se les paga $100/día de trabajo. Además, los dos socios aportan mano de obra, ya sea con trabajo de campo o administración de la granja. De las actividades que se realizan en la finca dependen de 3 a 5 familias considerando tanto la de los dueños como las de los trabajadores fijos y eventuales. La ocupación de mano de obra eventual puede ser muy variable ya que en la época de establecimientos de praderas se pueden ocupar desde 2 hasta 15 trabajadores eventuales por mes durante los 4 meses que dura la época de establecimiento de praderas (ene-abr). Los costos totales de mano de obra utilizados (Tabla I) en el sistema fueron de $ 79,200 de los cuales el 42.4% son costos de mano de obra permanente y el 15.1% corresponden a costos de mano de obra eventual; y la mano de obra familiar tiene participación considerable en la granja y convertida a valor monetario es igual a $ 33,600; aplicando la ecuación de autonomía laboral Al = Jf / JTu * 100, ésta es igual al 42.4%; es decir, depende en un 57.6% de mano de obra externa al sistema para su funcionamiento, en este rubro tiene un 42.4% de autonomía. Además cabe resaltar que se tiene un costo total de $222.5 por vientre utilizado en el sistema.

Autonomía Alimentaria (Aa). En la granja se utiliza pastoreo y suplementación (energética-proteica y mineral), utilizando maíz-sorgo (80%), soya (15%) y sales minerales a libre acceso (5%); suministrando 150 g/animal/día. Durante el año 2004, el porcentaje de suplementación fue de 6.2% y 93.8% de pastoreo. Se utilizaron 19.89 toneladas aproximadamente de alimento en la suplementación donde el 61.6% de los ingredientes de esta cantidad se compone de granos (sorgo, maíz y soya); así como de alfalfa; el 33.6% de alimentos comerciales y el resto son sustitutos de leche y sales minerales con un valor de $ 55,124.9. Se utilizaron 1,355.3 toneladas de pasto (MV) estimados en base a los consumos voluntarios de materia seca (MS) de cada grupo de animales, a la cantidad de suplemento proporcionado y al número de días de suplementación (Tabla III) con un valor de $ 135,530.1. Es decir, se tiene un costo anual por vientre de $154.8 por concepto de suplementación y de $ 380.7 por concepto de pastos. Se tiene un consumo aparente de 19.37 kg de suplementos por animal. Aplicando la ecuación de autonomía alimentaria (Aa = Ap / ATu * 100) el costo de los alimentos producidos en el sistema fue de $ 135,530.1 y el valor total de los alimentos utilizados fue de $ 190,655.1 (Tabla IV); teniendo como resultado una Aa del 71.1%; es decir, la unidad de producción genera internamente el 71.1% del valor de las necesidades alimenticias totales del sistema; dependiendo en un 28.9% de insumos alimenticios externos.

Autonomía económica (Ae). Los conceptos de mano de obra, insumos e ingredientes alimenticios y medicamentos representan 73.9% de los costos de producción (CV), los conceptos como servicios profesionales, reparación de instalaciones, maquinaria y equipo entre otros, en conjunto representan el 26.1%. Los servicios profesionales son proporcionados por el productor, por lo que dicho concepto no es erogado pero sí considerado al igual que la mano de obra familiar que tiene una participación de 15.9% en dichos costos. La mano de obra contratada, incluyendo la familiar representan el 37.6%. La alimentación es el segundo rubro en orden de importancia (26.2%). Los costos por medicamentos, herbicidas y plaguicidas representan el 10.1%, en éstos el 50% fue gastado en desparasitantes (5.2%). El 26.2% de los costos de producción corresponde a insumos e ingredientes alimenticios, de los cuales el 17.4% corresponde a la compra de ingredientes para la suplementación como: sorgo, soya, maíz y melaza principalmente; así como alfalfa y forrajes; el 7.7% a alimentos procesados como alimentos concentrados, sustitutos de leche; y el 1.1% a la adquisición de sales minerales. Los medicamentos y agroquímicos representan el 10.1% de los costos variables; de éstos el 5.2% fue por compra de desparasitantes, 1.1% de vitaminas, el 1.7% por concepto de vacunas, antibióticos, fertilizantes y herbicidas; y el 2.1% a diversos tipos de medicamentos como: analgésicos, antidiarréicos, desinfectantes, cicatrizantes, antibióticos, rubefacientes, estimuladores de crecimiento, entre otros. Aplicando la ecuación de autonomía económica (Ae = Ip / ITu* 100) el costo de los insumos producidos en el sistema fue de $ 181,130.1 por concepto de pastos (74.8%), mano de obra familiar (18.5%) y servicios profesionales (6.6%) y el valor total de los insumos utilizados en el sistema fue de $ 346,172.8 (Tabla V) por concepto de costos de producción (CV); teniendo como resultado una Ae del 52.3%; es decir, el sistema de producción depende en un 47.7% de insumos externos para su producción (Tabla VI).

Discusión
El sistema de producción influye en la producción de carne por hectárea por año dependiendo del grado de intensificación y de la superficie dedicada a la actividad; ya que la granja “A” maximiza la utilización de la superficie disponible (917.8kg/ha/año) y sub-utiliza sus vientres (32.8 kg/oveja/año), mientras que la granja “B” sub-utiliza la superficie disponible (380.9 kg/ha/año), pero maximiza la productividad de sus vientres (57.2 kg/oveja/año) produciendo 2.2 veces más kilogramos de carne que la granja “A” por contar con mayor número de animales; estos resultados se encuentran entre los rangos reportados por Espinoza (1999) quien reporta 42.3 kg/oveja/año utilizando un banco de proteína de Leucaena (Leucaena leucocephala), 42.8 kg/oveja/año reportado por Rodríguez et al., (1999) y 44.5 kg/oveja/año reportado por Zambrano et al., (2001).

Sin embargo, la granja “A” adquiere 2.3 veces más suplemento en la ración alimenticia, que la granja “B”, no obstante ésta última tiene una mayor conversión alimenticia que la primera (1.0 vs 0.2); es decir, por cada kg de suplemento proporcionado “B” produce 1.0 kg de carne, en contraste, en la granja “La A” por cada kg de suplemento proporcionado produce 200 g; existiendo mayor conversión alimenticia de suplemento (conversión alimenticia parcial) en el sistema extensivo que en el semi-intensvo; a pesar que en el primero se suplementa en un 6.2% y en el segundo en un 21.8%; siendo el porcentaje de suplementación 3.5 veces mayor en “A” que en “B”. Por consiguiente en la granja “B” se utilizó un mayor volumen de forraje que en la granja “A” (1,355 ton vs 666 ton); es decir 1.7 veces más forraje en el sistema extensivo que en el intensivo.
La conversión alimenticia global (pastoreo + suplementación) es igual en ambos sistemas (0.01) por lo que puede inferirse que la diferencia en la ganancia de kilogramos está determinada por el grado de suplementación así como la eficiencia en la conversión del mismo; sin embargo, los costos por alimentación son mayores en “A” que en “B”, muy por debajo de lo reportado por Shimada (1987) quien indica un conversión alimenticia ideal de 8 a 1 y una eficiencia alimenticia (inversa a la conversión) de 0.12 g. Al igual que Castro (2000) puede establecerse que los indicadores antes mencionados (producción de carne por hectárea, la producción de carne por vientre y la conversión alimenticia) que se pueden obtener en un sistema de producción obedecen a una compleja composición de factores genéticos, nutricionales, ambientales, de manejo y de sus posibles interacciones.

Asimismo, al igual que García (1986), la producción en cada ciclo productivo raramente es la máxima posible, ya que no son aprovechados todos los recursos productivos al máximo ni se produce al mínimo costo por diversas razones económicas y la disponibilidad de recursos. En el mismo tenor, en los sistemas de producción estudiados se demuestra que la autonomía laboral, alimenticia y económica son inversas debido al tipo de administración, participación de la familia, a la superficie destinada a la actividad y al sistema de producción; ya que la granja “A” es más intensiva que la granja “B”. En “A” por cuestiones culturales (formación profesional, actividades extra-finca, raciocinio, etc.) tanto el productor como la familia no aportan mano de obra en las actividades de la granja; en contraste, en la granja “B” por las mismas cuestiones antes mencionadas se tiene una participación de la familia del 42.4% en las actividades de la granja; de la misma manera otros investigadores como Baldizán (1995) y Martínez-Fernández et al (1999) señalan la importancia de los sistemas de producción donde interviene la familia; cuya mano de obra y autoconsumo es determinante en la sostenibilidad del sistema; asimismo, Rondón (2001) considera que al ser las explotaciones ovinas atendidas por sus dueños y/o familia brinda al sistema de producción cierta ventaja y estabilidad en el transcurso de los años.

Por su parte, la autonomía alimentaria es de 40.5% para la granja “ A” y de 71.1% para la granja “B”; sin embargo es importante considerar que la disponibilidad de superficie es cinco veces mayor en la granja “B” en comparación con la granja “A”; por lo consiguiente ésta última cuenta con un sistema de producción más intensivo que la granja “B”; por ello, el sistema de producción se encuentra supeditado a la compra de granos en mayor proporción para satisfacer las necesidades alimenticias de los ovinos en producción. Sin embargo, debido a la limitación en la disponibilidad forrajera en la época de estiaje ambas granjas se encuentran en la necesidad de adquirir insumos alimenticios externos. Como consecuencia, la autonomía laboral y la alimentaria determinan la autonomía económica de un sistema de producción; esto debido a que en la granja “A” el único insumo producido en el mismo sistema es el pasto por lo que depende en un 81.5% de insumos externos (mano de obra, alimento, medicamentos, servicios profesionales, reparación de instalaciones, maquinaria y equipo, combustibles, etc.) para su funcionamiento; en contraste, la granja “B” produce los insumos como: pasto, mano de obra y servicios profesionales, debido al perfil profesional de uno de los socios; dependiendo en un 47.7% de insumos externos. Por otra parte, al igual que Astier (1997) y Gallardo (2002), sostienen que cuantificar las erogaciones de insumos cubiertos con producción propia ó la autonomía energética (AeA) y el capital (AfA) invertidos en el proceso de la producción agropecuaria en porcentaje facilita la interpretación de la independencia del agroecosistema en relación a su entorno.

Por su parte, el ISEC (2000) considera que cuanto más baja sea la dependencia y más alto el nivel de autosuficiencia mayor será el grado de autonomía, y por consiguiente la sostenibilidad del agroecosistema; no obstante es difícil establecer cual es el nivel de autonomía óptima de los sistemas de producción pecuaria ya que cada uno de ellos cuenta con características agroecológicas y socioeconómicas particulares. Sin embargo, puede considerarse que por encima de un 50% de autonomía laboral, 60% de autonomía alimentaria, dependiendo del sistema de producción, y un 50% de autonomía económica es sostenible un sistema de producción; ya que los principales costos de producción de un sistema de producción ovina son: mano de obra, alimentación y sanidad, los cuales, al igual que Berumen (2004) y Hernández (2002) representan más del 60% de los costos de producción (CV); al reducir estos costos, la autosuficiencia del sistema de producción será mayor.

Conclusiones e Implicaciones
Bajo las condiciones de este estudio se pudo corroborar que el sistema de producción semi-intensivo produce mayor cantidad de carne por hectárea por año que el sistema extensivo. Contrariamente el sistema extensivo produjo más kg de carne por oveja que el sistema semi-intensivo. Por otro lado, el sistema de producción extensivo tiene una mejor conversión alimenticia parcial (suplemento); no existiendo en ambos sistemas una diferencia en la conversión alimenticia global (0.01).
La aportación de la mano de obra familiar es determinante en la autonomía laboral de un sistema de producción. El tipo de alimentación y el grado de intensificación en la suplementación determinan en buena medida la autonomía económica de los sistemas de producción ovina; ya que la alimentación conjuntamente con la mano de obra (insumos producidos en el sistema) representan un alto porcentaje de los costos de producción.

Entendiendo en este caso, que el sistema de producción extensivo, en base a la mayor autonomía económica, tiene mayor sostenibilidad que el semi-intensivo; ya que un alza en los precios de los granos o mano de obra afectaría considerablemente el desarrollo de éste sistema de producción. Por consiguiente, mientras la mayor parte de insumos utilizados en el sistema sean producidos en el mismo; mayor será el grado de autonomía económica y por consiguiente el sistema de producción será más sostenible; soportando con mayor facilidad factores externos al sistema como: precios de los insumos, disponibilidad de mano de obra, salarios; en este sentido la granja “A” es más vulnerable a las posibles alza de los precios de los insumos y mano de obra.
Por otro lado, pensar en un sistema de producción pecuaria 100% autónomo sería una utopía. El desarrollo regional muestra que los productores modifican y adaptan sus condiciones de producción de acuerdo a sus capacidades y potencialidades por lo que en el mediano plazo tienden a la eficiencia económica o desaparecen de la producción. El objetivo de toda empresa es maximizar ganancias bajo las restricciones de su tecnología y esa es la tendencia.

Recomendaciones
En base a los datos obtenidos, el sistema de producción semi-intensivo es menos autónomo que el extensivo, debido a la diferencia en la eficiencia de utilización de la suplementación entre ambos. La autonomía laboral está sujeta a la administración del sistema de producción y al calendario de actividades de la granja; destacando que la participación de la familia en ésta es determinante. A su vez la autonomía económica es determinada por la autonomía laboral y alimentaria.

Agradecimientos
Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología CONACYT por la beca (2004-2005) del Programa de becas de Postgrado. Al Colegio de Postgraduados por los fondos para la investigación. A los productores LAE. Pablo Peña y al MVZ. Antonio Reyes de las granjas “A” (“La Abeja”) y “B” (“La Cima”) de Medellín de Bravo y Playa Vicente, Veracruz, México, respectivamente; los cuales con una visión de apertura proporcionaron los datos necesarios para la realización de este trabajo incluyendo información sensible.

Referencias
Aguado, R.J. (s/f) Productividad a vuelo de Pájaro. http://www.avantel.net/~rjaguado/producti.html. Consultado en marzo 2004.

Astier, M. y O, Masera. (1997): Metodología para la evaluación de sistemas de manejo incorporando indicadores de sustentabilidad (MESMIS). Versión 2. Documento de Trabajo no. 17. Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada GIRA. p. 66.

Baldizán, A. y I. Rodríguez. (1995): Sistemas de producción con ovinos y caprinos en Venezuela. In: 1er Congreso Nacional de Ovinos y Caprinos. Tarabana-Cabudare, Venezuela, pp. 44-66.

Berumen, A. (2004): Rentabilidad de una explotación ovina en el trópico (resumen). 1er Simposium Internacional sobre Ovinocultura Tropical. Tabasco, México. 2004. pp. 60-67.

Carballal, E. (2001): Conceptos Modernos de Productividad. http://www.geocities.com/Eureka/Office/4595/cmproductiv.html. Consultado en enero 2004.

Castro, R. de, X. Puigvert. (2000): Economic Modelling of the fattening stage to make comparisons between different pig meat markets. In: Symposium on pig herd management modeling and information technologies related. L. M. Pla and J. Pomar (Eds). Lleida, Irta - UdL.pp. 9- 16.

Conway, G.R. (1985). Agroecosystem analysis. In: Agricultural Administration. CRC Press. Boston, USA. pp 31-55.

Conway, G.R. (1987). The properties of agroecosystems. Agric. Systems. 24: 95-117.

Conway, G.R. y McCracken, J.A. (1990). Rapid rural apraisal and agroecosystem analysis. In: Agroecology and Small Farms Development. Altieri, M.A. and Hecht, S.B. (Eds.). CRC Press. Boston, USA. 234 p.

Cruz, C. 2003. Aspectos sanitarios y manejo de la productividad ovina en el trópico. Memoria onceavo día del ganadero. Facultad de Medicina Veterinaria y zootecnia. Rancho el Clarín. Tlapacoyan, Ver. pp. 43-47.

Gallardo, L. F. (2002): Los Agroecosistemas de la subprovincia llanura costera veracruzana: una propuesta para la caracterización y el análisis tipológico de la agricultura regional. Tesis doctoral. Colegio de Postgraduados Campus Veracruz. Veracruz. p. 194.

González, A. Higuera, M., Hernández, H. (2003). Eficiencia productiva y punto de equilibrio para el costo del kilogramo de cordero al destete en ovinos de pelo en el noroeste de México. Livestock Research for Rural Development 15(12).

García, A. (1986): La desigualdad económica. Centro de Estudios Económicos. Colegio de México A.C. 203 p.

Díaz, R.P. (1999): Manejo general del rebaño. Producción Sustentable de Ovinos Tropicales. In: Producción sustentable de ovinos tropicales. Torres H.G. y Díaz R.P. (Editores). X Congreso Nacional de Producción Ovina. AMTEO. Veracruz, Veracruz. Pp. 83-90.

Espinoza, F., R. Tejos, E. Chacón, L. Arriojas y P. Argenti (1999) : Producción, valor nutritivo y consumo por ovinos de Leucaena leucocephala. III. Utilización y consumo. Zootecnia Tropical, 17(2) :213-227.

Hernández, H. (2002): Breve análisis de los factores que afectan las ganancias en ranchos de producción ovina. Unión Regional Ganadera de Nuevo León. (en línea) www.unionganaderanl.org.mx/revista. Consultado en enero 2004.

Instituto de Socioecología y Estudios Campesinos, ISEC. (2000): Diagnóstico Ambiental: 4.5.3. Agricultura intensiva: prácticas que deterioran los recursos locales. http://www.aldearural.com/subcategorias/documentacion/Agriculturaintensiva.htm consultado en febrero 2004

Mariaca, R. (s/f): Agroecosistema concepto central en la agroecología: Búsqueda del desarrollo de un modelo aplicativo. (en línea). http://www.ecositio.com.ag/historia_de_la_ecologia.htm. Consultado en abril 2004.

Marten, G.G. (1988): Productivy, stability, sustainnability, equitability, and autonomy as propierties for agroecosystem assessment. Agric. Systems, 26: 291-316.

Martínez-Fernández, M., B. Asenjo Martín y J. Ciria. (1999): Condiciones, distribución y estructura de las explotaciones ovinas en el estado Táchira-Venezuela. In: S.E.O.C. (Eds.). Producción ovina y caprina Nº XXIV, Universidad de Valladolid, España, pp. 163-166

Pérez, A. (2003): Análisis de agroecosistemas: una breve revisión. Notas para el curso de Métodos para el estudio de los Agroecosistemas Tropicales. Verano-2003. Colegio de Postgraduados. Veracruz, México.

Rodríguez M., Huerta, M., Ventura, J., y D. Esparza. (1999): Factores que afectan el comportamiento productivo de corderos mestizos mantenidos bajo condiciones semi-intensivas de explotación en el trópico muy seco venezolano. Rev. Fac. Agron. (LUZ), 16(1):64-77.

Rondón, Z., Combillas, J., Ríos, L. y S. Jacqueline. (2001): Análisis descriptivo de explotaciones ovinas en estados centrales y centro-occidentales de Venezuela. Zootecnia Tropical 19 (supl. 1): 229:242

Shimada, A. (1987): Fundamentos de Nutrición Animal Comparada. FOCET Universal
S.A. México. pp. 9-17.

Secretaría de Agricultura Ganadería Desarrollo Rural Pesca y Alimentación, SAGARPA (en línea). www.sagarpa.gob.mx. Consultado enero 2004.

Salas, J.J. (1997). Comercialización de ovinos. In: Producción de ovinos en zonas tropicales. Torres H.G. y Díaz R.P. (Editores). Fundación Produce Tabasco A.C. Villahermosa, Tabasco, México. pp. 265.

Wadsworth, J. 1997. Análisis de sistemas de producción animal. Tomo II En: Las Herramientas Básicas. Estudio FAO Producción y Sanidad Animal 140/2. 123 p.

Zambrano, C., W, García., L., Hernández y F. Fernández. (2001): Suplementación estratégica de ovinos con bloques multinutricionales. En: R. Tejos, C. Zambrano, L. Mancilla y W. García (Eds). VII Seminario manejo y utilización de pastos y forrajes en sistemas de sistema de producción animal. pp. 171-184.

a Julio Vilaboa Arroniz. Maestro en Ciencias en Agroecosistemas Tropicales. Áreas de investigación: Evaluación económica de sistemas de producción pecuaria. Av. Morelos No. 906 entre Libertad y Mina. Colonia Centro. 95400. Cosamaloapan, Veracruz, México. Tel.: 01(288) 8824132.
b Pablo Díaz Rivera. Doctorado Universitá degli Studi di Firenze, Florencia, Italia. Áreas de investigación: Producción animal tropical y conservación de recursos genéticos. Profesor Investigador Asociado. Programa de Agroecosistemas Tropicales. Colegio de Postgraduados, Campus Veracruz. Km. 26.5 Carretera Veracruz-Xalapa. Predio Tepetates, Municipio. Manlio Fabio Altamirano, Veracruz. C.P. 91690.
c Diego E. Platas Rosado. Doctorado University of Minnesota. Áreas de investigación: Agronegocios y economía de los recursos naturales y medio ambiente. Profesor Investigador Asociado. Programa de Agroecosistemas Tropicales. Colegio de Postgraduados, Campus Veracruz.
d Eusebio Ortega Jiménez. Doctorado Escuela Nacional Superior Agronómica de Rennes, Francia. Áreas de investigación: Evaluación y utilización de pasturas tropicales, sistemas de producción en pequeños rumiantes, relación planta-animal. Profesor Investigador Asociado. Programa de Agroecosistemas Tropicales. Colegio de Postgraduados, Campus Veracruz.
e Miguel A. Rodríguez Chessani. Maestría en Producción Animal. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Universidad Veracruzana. Estudiante de Doctorado en Ciencias del Programa de Agroecosistemas Tropicales. Áreas de investigación: Validación y transferencia de tecnología Modelo GAVATT. Colegio de Postgraduados Campus Veracruz.
Autores:
Julio Vilaboa
Agroecosistemas Productivos
Seguir
Diego Esteban Platas Rosado
COLPOS Colegio de Postgraduados - Mexico
Seguir
Únete para poder comentar.
Una vez que te unas a Engormix, podrás participar en todos los contenidos y foros.
* Dato obligatorio
¿Quieres comentar sobre otro tema? Crea una nueva publicación para dialogar con expertos de la comunidad.
Crear una publicación
Súmate a Engormix y forma parte de la red social agropecuaria más grande del mundo.
Iniciar sesiónRegistrate